Capítulo 7: El Disco

CAPÍTULO CORTO CON MUCHAS FOTOS
PONER CANCIÓN CUANDO SE PIDA

-¿A dónde va Hector? -le pregunta Cleo a Lucas.

-Va a hacer un examen -miente, sabe lo que va a hacer.

-¿Un sábado por la mañana?

-Su profesora le ha dicho que fuera ahora -la mira y le sonríe-. Venga, ve a jugar a la consola.

-¡Sí! ¡Consola!

-----------------------------

-Aquí tienes las llaves, Hector -me entrega las llaves y las miro-. Me alegra que hayas venido a la casa.

-Solo he venido para verla, solo eso -le digo con voz fría.

-Da igual, mientras hayas venido sabré que en tu mente pasa la opción de venirse a esta casa.

-Ya veré si es lo correcto.

Camino a la entrada de la casa. Con tan solo verla desde fuera me da algo. Mejor hacer fotos. Saco el móvil y pongo la cámara para hacer fotos de la casa, así puedo enseñarle a Lucas donde podría vivir si en su momento ocurre algo inesperado. Seguro que Cleo me entenderá. Hago una foto desde fuera y dejo el móvil aún encendido.

Es una maravilla, no sé cómo mis padres han podido hacer esto. Decidido, entro en la casa y me recibe un salón amplio hermoso. ¡Otra foto!

Me voy a la cocina que está aquí al lado y me preparo para verlo. Si de verdad esta casa es ahora nuestra, debe ser un maldito sueño. Es imposible que esto no esté pasando a nosotros. ¡Madre mía la cocina!

Me imagino cocinando aquí, con Cleo pidiendo el chocolate de la cuchara. Esa cara redonda sonriente, esa risa que tendrá cuando vaya a por ella jugando al pilla pilla. Sonrío sin remedio, esto es maravilloso. Camino hasta las escaleras y las subo para encontrarme con un pasillo amplio en el que hay como seis puertas. Dos son dormitorios para invitados, un dormitorio para Cleo, otro para mí, una oficina y el baño de invitados que se comparte.

Entro en la habitación de Cleo y le echo una foto. Esto le va a encantar a la pequeña cuando lo vea.

¿Qué necesita una princesa como Cleo? Estar rodeada de princesas. Salgo de su habitación y me pongo a caminar hacia la mía. Al abrir la puerta lo veo, una habitación inmensa con su propio baño y su vestidor. Es simplemente grandioso.

No, esto no es real. Nada de esto es real. Estoy seguro que no lo es. Me acerco a la cama y me siento, es muy cómoda, bastante podría decir. Me acuesto y al momento noto algo en mi espalda. Un disco.

¿Qué hace un disco aquí? Leo lo que pone en el disco y dice...

-Para Hector de mamá -leo en voz baja.

¿De mi madre? No... No lo creo. ¿Por qué iba mi madre a dejar un disco aquí? ¿Se esperaba que viniera en algún momento? ¡Que tonto soy! ¡Pues claro que sabía que iba a venir! Un reproductor de vídeo, necesito uno ahora mismo.

Delante de la cama hay una televisión con un reproductor enchufado. Me acerco y lo enciendo. El disco ya está puesto, así que le doy a reanudar y que sea lo que dios quiera. Unos cuantos sonidos de mi madre que mueve la cámara y después se aleja. Se sienta al lado de una mujer que reconozco de haberla visto un par de veces, se miran y sonríen.

-Hola, Hector. Espero que hayas encontrado el disco, si no lo has encontrado rezo por que lo hagas. Espero que te acuerdes de María Nieves. Es una buena amiga y ha venido hoy aquí para ayudarme a cantar una canción para ti y para Cleo. que cuando veáis esto yo ya estaré muerta.

- no mueres, eres inmortal -ojalá hubiera seguido así de inmortal.

-¡No seas tonta! Bueno, quiero decirte que esta canción os la dedico a los dos y espero que hayáis superado vuestras barreras. Espero que , Hector, te hayas enamorado por fin del chico correcto. Y espero que Cleo esté más que mayor y fuerte. que será una mujer importante en el futuro y espero que estés ahí para ella. Sin enrollarme más, te dedico esta canción que espero sean tus frases diarias. Toca, por favor.

Poner canción ahora.

-Perdimos la palabra,
Perdimos las caricias,
Perdimos... El tiempo.

Perdimos la perspectiva
Perdimos la consciencia
Nos perdimos... A nosotros mismos.

Pero aún tenemos tiempo de... recuperar.
La vida nos ofrece... otra oportunidad.

Cambiemos lo que perdimos por... lo que ganamos.
Aún nos queda a cada uno.
Una cosa bella que vivir.

Ojalá fuera así, mamá.

-¡Mi amor!
¡Se feliz!

Te escribo tanto porque no... me despedí.
Me quedo con tu amor y tu ternura.
De cuidarte a tu manera.

Siempre estaré muy cerca,
Quisimos atarnos... a la fuerza.

Tu sangre recorrió,
Cada una de mis venas.

Desde entonces la vida merece mucho más... la pena.

Juntos hicimos...
Cosas hermosas...
Lo mejor es ella y tenemos que enseñarle aún... muchas cosas.

No volveré a sentir igual.
Lo que tuvimos fue...
De una intensidad que pocos pueden... comprender.

Y aunque ya no dormirás junto a .
Te doy las gracias mi vida.
Porque en mi vida, siempre tendré parte de ti.

Y esa última frase se me repite en la cabeza. Tantos recuerdos fugaces pasando por mi mente. Mis padres conmigo de pequeño, empujando la bicicleta para que no tuviera miedo de caer, esas tartas de cumpleaños, esos regalos, esos besos, las veces que dormí con ellos abrazados. Al igual que con Cleo, ella fue un ángel caído del cielo.

Me agacho y caigo, llorando sin control, sin consuelo alguno. Todo se ha ido a la mierda y ella lo había visto venir. Lo había visto todo, y yo fui un estúpido. Pude haber ayudado, pude haber hecho algo. Pero no, no hice nada, fallé. Fallé en todo. La canción se repite, sin saber cómo, pero no me importa.

Mi amor...
Se feliz.

Dudo poder ser feliz sin ti, mamá. Todo es difícil, mi corazón está hecho un papel arrugado, en el que en cada cara tiene cosas buenas de los tres chicos. Soy todo un lío, ojalá esa voz de mi cabeza me ayudara en esto, ojalá me dijera a quien amo de verdad, pero no, se queda callado como si no le importara lo más mínimo esto.

Con las lágrimas en los ojos, me levanto, me acerco al reproductor y... Lo apago.

Hoy no hay pensamientos ni nota de autor.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top