Capítulo 6: Por Fin Te Vuelvo A Ver
[...] Estaba ahí como si nada, siendo él... Con esa sonrisa que mueve mundos.
Letras y sentimientos...
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Y aquí estamos, en el coche de Lucas, que raramente tiene asientos atrás, no los había visto en su momento, cuando me llevó a la cafetería esa que tanto me gustó. Tengo que ir de nuevo en algún momento de estos y saludar a la gente que trabaja ahí. Mi mirada se posa en la ventanilla, en la gente que va caminando alegremente y con tan solo la preocupación de las facturas y de cómo les irá en el trabajo. Yo solo estoy preocupado de cómo voy a cuidar a mi hermana, quien está riendo en el asiento de atrás con Aron. Es genial oír a Cleo reír, a ella ya se le ha pasado esto, aunque creo que oculta el dolor por algo, puede que intente hacerse la fuerte por los dos y eso no debo dejar que pase, si quiere llorar por ella, que llore, que se desahogue delante de mí, pero que no lo retenga.
-¿En qué estás pensando? -mis pensamientos son interrumpidos por el conductor.
-En que tengo que ir de nuevo a esa cafetería al que me llevaste.
-Ah, sí. Te llevaré pronto y volveré a hacer lo mismo que hice.
-No vas a volver a comprar un montón de pasteles.
-Bueno, y yo que quería comprar para nuestros niños -sonríe mostrando los dientes, en su parte es gracioso, pero se pasa.
-Puede que para ellos compremos algo. No sé, me lo tengo que pensar. Pero aun así, quiero ir a la cafetería.
-Te llevaré pronto, ya verás.
¡El centro comercial ya está a la vista! Espero que esté Jensen porque necesito su ayuda. Quiero hablar con él de todo lo que ha pasado, aunque seguro se irá a otro tipo de conversación. Llegamos al parking de la entrada y aparcamos el coche. Ya fuera, estiro las piernas mientras pongo el asiento hacia delante para dejar salir a los pequeños. Ante mis ojos ya se muestra el azul del cielo que tanto veo y que no me canso de verlo, pero ahora con dolor por no poder verlo ahora en los ojos de la única mujer que me quedaba.
Mi tía, mi madre y mi padre se han reunido ya, solo faltamos nosotros, pero no pienso dejar a mi hermana sola, mientras ella viva, yo también. Nos ponemos a andar a la entrada del centro comercial. De repente noto un calor extraño en la mano, miro y es la mano de Lucas sujetando la mía. Me mira con una sonrisa que muestra mucho su cariño, sus ganas de quedarse cogidos así por siempre.
Antes de entrar aparto su mano de la mía, no por lo que la gente pueda pensar, eso me da igual, es por razones propias. En su rostro desaparece la sonrisa y se planta una mueca de tristeza, pero entonces me acerco y le doy un beso en la mejilla para que sepa que no es que no me guste.
He recibido mensajes de Jensen diciendo dónde está, así que nos ponemos en marcha y llegamos al lugar. Ahí está, Jensen, sentado en un banco con una cara de preocupado total. Bien vestido, con su camisa gris de botones y un pantalón marrón un tanto claro. Yo lo veo muy guapo.
Sin pensarlo, corro hacia él, gritando su nombre. Cuando me ve, se levanta de golpe y abre sus brazos para recibir mi cuerpo. Sigo corriendo hasta que llego a él y lo abrazo por el cuello, mis lágrimas afloran de nuevo, pero no debo llorar, no de nuevo. Siento sus brazos rodear mi cuerpo, la fuerza con la que me abraza, la preocupación de que me pueda pasar algo si me suelta.
-Dios, estaba tan preocupado.
-Y yo te echaba tanto de menos -una lágrima rebelde salta y resbala por mi mejilla.
Cuando me aleja tan solo un poquito, sin soltarme del abrazo, ve la lágrima y me la seca con su pulgar con suavidad. Vuelve a sonreír de nuevo, esa sonrisa que me enamoró antes de que todo esto pasara, antes de que el mundo me dejara confuso. Apoyo mi cabeza en su pecho y él me acaricia el cabello como él sabe hacerlo. Su tacto me deja totalmente tranquilo, como cuando lo hace Lucas, pero esta vez Jensen me es más especial.
-Me alegra ver que estás bien.
-No estoy totalmente ileso -le muestro las vendas de las manos y pone los ojos como platos.
-¿De qué es? -pregunta con la voz dura.
-De haber levantado madera quemada para abrir paso.
-¿Entraste en la casa?
-Será mejor que lo habléis luego -se acerca Lucas al lado y lo mira desafiante-, no creo que recibirlo sea bueno para él -me señala.
-¿Por qué no lo protegiste? -lo mira con el ceño fruncido.
-Porque no estaba conmigo en ese momento.
-Chicos, por favor. Ninguno de los dos pudo hacer nada porque llamé a otros amigos para ir a la feria.
Los dos se callan, entre ellos saltan chispas. Algún día se acabarán matando entre ellos. Estoy seguro que la frase "los que se pelean, se desean" no viene muy a cuento ahora, llegando a la conclusión de que entre ellos no puede haber besos sin antes una guerra.
-Hagamos lo que hemos venido a hacer -acaba por decir Jensen, cortando la mirada contra Lucas-. ¿A qué tienda nos vamos primero?
-Nos iremos al que hay al lado del de mujeres.
-Esa tienda solo vende trajes y ropa de chicos mimados. Mejor vamos a una casual, estoy seguro que esa ropa le quedará mejor.
-Que elija él -dice Lucas-. ¿Su tienda o la mía?
-Me estáis poniendo de los nervios los dos -los miro y pienso en algo mucho mejor-. A ninguno de los dos. Me voy a la tienda que fui con mi madre una vez -paso entre los dos y me llevo a los niños de las manos.
Dejo a los dos atrás y me voy caminando por donde es la tienda de ropa donde mi madre iba todo el tiempo. Cuando la encuentro, Cleo se suelta de mi mano y se pone a correr hacia unos pantalones y una blusa que le encanta. Es solo verla y parecerse a su madre, es preciosa.
-Así que el Hurry's -suena la voz de mi viejo amigo-. No sabía que te comprabas la ropa aquí.
-Yo no me la compraba, lo hacía mi madre porque veía que no tenía tiempo -le aclaro.
Suelto a Aron de la mano y dejo que se vaya con su padre, así puedo ir ya adentro. Cuando vuelvo a pisar el suelo de la tienda después de un buen tiempo, observo la ropa y un montón de combinados geniales aparecen en mi mente. A Cleo le pasa igual, debe ser por los genes de familia.
Agarro unas cuantas perchas con ropa y miro a los dos chicos con una sonrisa. Esto es raro, el gran dolor de la pérdida de mi madre está dentro, pero este momento supera la tristeza, así puedo pensar con claridad. Me lo llevo todo a uno de los probadores, pero antes de probarme algo, le pido a los niños y a los críos pequeños que parecen adultos, que se sienten y me digan lo que les parece lo que me pruebo. Vamos, un desfile voy a hacer.
Me pongo algo casual, unos vaqueros oscuros con una camisa gris de manga corta, ya que está empezando a hacer calor. El jurado me da su aprobación.
Ahora unos pantalones vaqueros cortos azules y una camisa de botones blanca. El jurado da su aprobación.
La tercera ronda consta de una camisa a cuadros roja con unos pantalones oscuros cortos. Y otra aprobación. ¿No voy a suspender esto?
Después de unas cuantas rondas más, que creo que supera las diez, me voy poniendo la ropa que llevaba. Todo me gusta, me encanta, mi madre elegía bien las tiendas. Cuando termino de ponerme los pantalones, una voz suena tras la cortina.
-Hector -como aparte la cortina, mato a Jensen-, creo que esto podría gustarte. Supongo que no es de mi estilo, pero creo que del tuyo sí.
Sin pensarlo dos veces, aparto la cortina y lo veo de pie delante de mí, con unas cuantas perchas en la mano. Al verme sin camisa se sonroja. Creo que debí ponerme la camisa.
-Eh... Bueno, toma. Este par es para verano y este otro para invierno -me lo entrega todo y lo miro.
-Sí, creo que me puede gustar una vez lo pruebe.
-¡Genial! -nos quedamos mirando un buen rato, hasta que se acerca y posa su mano en mi mejilla-. Por favor, Hector. No me vuelvas a asustar así en la vida, pensé que estabas fatal.
-Y lo estoy aún, la pérdida de una madre no es fácil de asimilar.
-Lo sé, aun así sabes que me tienes aquí -me da un beso en la frente-. No vuelvas a asustarme. No te doy un beso en los labios porque sé que eso te dejará más confuso de lo que estás.
-Ya me estás confundiendo más -susurro, no sé porqué.
-Entonces puedo aprovechar eso -se acerca y me besa dulcemente.
Sus suaves labios... Otra vez en los míos. A la mente me viene ese beso en París, esos bonitos momentos en la ciudad del amor. Eso hace que esto sea especial. Se separa y me mira con ese brillo en los ojos. Sonríe y noto como si mi mundo se moviera por dentro, todo se mueve en mi cabeza.
-Será mejor que vuelva o sino el gran Lucas puede entrar a buscarme.
-Claro, yo voy a probarme esto.
Cierro la cortina, me muerdo el labio inferior y pienso... ¿Por qué su beso me ha dado morbo? Ay, dios. Tierra, trágame.
Zarandeo mi cabeza de un lado a otro, disipando aquellos pensamientos sobre París. Me acerco a la ropa y me pruebo el verano primero, ya que va menos cargado. Una camisa de manga corta color negro viene junto a un pantalón corto blanco, me gusta, no está mal. Cuando salgo todos me miran y me dicen algo que me sonroja.
-¡Mi hermano es modelo! -alza la voz Cleo.
-Estás guapísimo, Hector -me guiña el ojo Lucas.
Jensen tan solo sonríe, sé lo que quiere decir.
Vuelvo a entrar y me pruebo lo de invierno. Consta de una camisa negra con una chaqueta vaquera que, al parecer, abriga bastante, y de unos pantalones vaqueros normales. Una bufanda gris es el toque final, me gusta. Cuando salgo se repite lo mismo, pero mi hermana cambia la profesión que dijo.
-¡Ahora es top model!
Río por lo que dice. Le doy las gracias a Jensen por escoger esto y me voy al probador en el que estaba. Me pongo mi ropa de antes y salgo con toda la ropa en las manos. Los chicos me ayudan y lo llevamos a la cajera. Se sorprende de lo que ve, pero lo que me sorprende más es que Lucas ponga una tarjeta delante y diga...
-Pago con tarjeta.
-Sí, señor -sonríe amablemente.
Nos devuelve la tarjeta con una sonrisa y nos pone toda la ropa en bolsas.
Después de haber escogido también la ropa de Cleo, salimos de ahí y nos vamos por todo el centro comercial. Tomamos un par de helados y nos vamos a nuestras casas. Pero yo, cuando llegue, voy a hacer algo para asegurarme de todo. Tengo que hacerlo, sí o sí. Es lo más importante ahora.
Lucas... Gracias por esto.
Jensen... Por fin te veo y te siento. Gracias por lo que has hecho, y por la ropa.
Andrew... Espero que no me confundas más de nuevo.
Cleo... Espero que esto salga bien.
Esta frase se quitará cuando se hayan corregido los posibles fallos ortográficos.
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¡Hola a todos, amigos y amigas de Wattpad! ¿Qué tal están? ¿Bien? ¿Mal? Pues bueno, aquí os he traído un nuevo capítulo.
El pequeño trozo que he puesto en el capítulo es gracias a una nueva amiga que lee mis historias.
¿Qué? ¿Creíais que no leía otras historias de mis seguidores?
¡Estáis muy equivocados! Si la historia me llama la atención pues lo leo.
Bueno, yo me voy que hay que seguir.
Ahora os pregunto una cosa, ¿qué os parece que haga directos en Instagram contestando vuestras preguntas? Es algo que se me viene a la cabeza.
Capítulo dedicado a:
SaraLewis69 Porque yo lo valgo xD
¡Tengo Facebook!
PedroLibro
¡Tengo Twitter!
Pedro100Libros
¡Tengo Instagram!
Pedroj16_99
¡Tengo Snapchat! (No lo uso mucho)
Pedroj17999
¡Hasta el próximo capítulo!
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