Capítulo 6: Chico Sin Principios

-¡Hector! -grita mi nombre por décima vez mi madre.

Separo la cara de la almohada y la miro ahí parada en la puerta. Hace ya un poco de tiempo que no la veo y me parece algo raro. Su cabello castaño ondulado es bastante bonito para ser verdad que es de ella, sus ojos verdes como la hierba del campo, iguales que los míos, adoro esa mirada suya maternal que te hace sonreír a su lado. Le saco una cabeza de altura, igual que mi padre, pero yo soy un dedo más alto que él. Está cruzada de brazos y eso me hace levantarme de golpe, aun sabiendo que estoy en boxer. Es mi madre, lo ha visto todo de mí. Si no los tuviera puestos pues... No lo soportaría.

-¡Vas a llegar tarde! A la ducha y te vistes para irte. ¡Ahora! -ahora no parece la madre de siempre, pero ya veréis que buena es después.

Sale de mi habitación y me voy a la ducha. Dejo un poco de ropa al lado de la ducha y me quito el boxer de encima. Me meto en la ducha y dejo que el agua caiga hasta que se vuelve caliente, ahora sí. ¿Creíais que me iba a duchar con agua fría? Si no es verano no lo hago. Me limpio el pelo, me enjabono el cuerpo y me salgo de la ducha. Cojo la toalla y al terminar de secarme, me pongo la ropa que me había preparado.

Unos vaqueros largos, una camiseta de botones marrón y mis queridas converse negras. ¡Ya estoy listo! Preparo mi mochila y salgo de mi habitación para ir a la cocina, donde me llega un fuerte olor a café y tostadas. ¡Qué ganas! Llego a la cocina y me llevo una sorpresa al ver a mi hermana pequeña sentada en una de las sillas.

Su pelo castaño hecho una coleta la hace muy adorable, sus ojos azules que parecen el mar que ha heredado de papá y su sonrisa blanca. ¡Es una niña adorable de ocho años! ¡Me la como!

-¿Qué haces a estas horas levantada, Cleo? -le pregunto, ella siempre se levanta una hora más tarde que yo.

-Quería saber cómo era madrugar. Además de que quería darte el beso de buenos días.

Se levanta de la silla y se acerca a mí. Es bastante pequeña como para llegar a mi mejilla, así que la agarro y le paso sus piernas por alrededor de mí.

-Gracias -me agradece y me da un beso en la mejilla, dos por recompensa doble-. ¡Te quiero, hermanito! -me abraza el pecho y yo la abrazo bien fuerte, como la quiero.

-Venga, deja a tu hermano que tiene que irse a clase.

Hace caso a Cyntia, mi madre, y se baja de mí. Vuelve a su desayuno, el cual es un vaso de leche con cacao y unas galletas.

-Toma, Hector. Te he preparado el almuerzo para el instituto.

-Gracias, mamá -recojo el almuerzo y lo guardo en la mochila negra y roja que tengo.

Me siento en la silla y me voy tomando el desayuno que ha preparado, justamente mi café de buenos días y un par de tostadas con mermelada de fresa.

-Y... Bueno... ¿Qué tal tu amigo ese que estaba en el hospital?

Me atraganto con la tostada y voy tosiendo poco a poco, lo consigo gracias a que mi madre me da golpes en la espalda. Me relajo, ella no sabe nada de él, debería no preocuparla.

-Pues...

-¿De quién es la caja esta de dulces? -pregunta Cleo mirando el fondo del frigorífico, donde he guardado una caja grande de dulces, me sorprende que mi madre no lo haya visto.

-¿Una explicación? -pide mi madre, con un gesto pícaro en la cara, se le va la olla a mi madre-. Así que "amigos" -hace comillas con los dedos sin quitar esa sonrisa picarona.

-Verás... Cuando salimos del hospital me invitó a una cafetería y ahí empezó a comprar dulces como loco. Lo intenté detener, pero no pude.

-"Amigos" -repite, es un poco molesto.

-¿Por qué todo el mundo cree eso?

-Hombre, será por algo. En la cara se te ve algo enamorado -si yo te dijera.

-Sí, lo estoy, pero no de él.

-¡Cupcakes! -grita eufórica Cleo.

-Cariño, sabes que me tienes aquí para contarme cualquier cosa, no pasa nada cómo sea tu amigo, ni de quién estés enamorado, lo importante es que estoy aquí para escucharte, ayudarte y apoyarte.

-Gracias, mamá -la abrazo y me separo de ella al recordar algo-. Ahora quítale a Cleo los dulces, ya sabes cómo se pone cuando toma mucho azúcar.

-¡Demasiado tarde! -va corriendo por la cocina como una locomotora con la boca llena de crema de los cupcakes.

-Ah -suspira mi madre-, que mal. Bueno, vete a las clases, yo me ocuparé de esto sola.

-Vale -le doy un fuerte beso en la mejilla.

Me levanto y me voy aún con una tostada en la mano, me la comeré por el camino. Salgo a la calle con las llaves y me pongo de camino al instituto, donde están mis clases de cocina. Por el camino pienso algo. He hablado con Andrew bastante tiempo por la noche y parece ser que tenemos muchas cosas en común, como que nos gusta tanto la música que la hacemos fundamental en nuestras vidas, nos encantan los perros, que leemos, cantamos fatal, somos dormilones, estamos enamorados... Así es, está enamorado, pero no me ha dicho de quién, ya es otro el que no me lo dice.

Al haber pensado tanto de música me han dado ganas de escuchar algo. Saco los auriculares de la mochila y me pongo la música aleatoria. Uy, esta la cambio, tengo que borrarla. Ahora sí. Esta canción me gusta mucho, aunque tenga la letra con menos sentido que he oído. "Faded de Alan Walker".

Where are you now?

¿Dónde estás ahora, mi amor perdido? Quiero creer que es Jensen, es mi alma gemela, es el chico con el que quiero pasar toda mi vida. Pero, ¿y si pasa algo que me haga saber que no lo es? Tonto de mí, no me debo hacer ilusiones, a él le gusta las chicas y punto, no pienses en eso, pero tampoco pierdas la esperanza.

Llego al instituto y justamente suena el timbre de la primera clase, menos mal que acaba de tocar. Me paseo por los pasillos abarrotados de gente, los cuales me hacen darme golpes con la gente intencionadamente. Ya veo la puerta de mi clase y justo veo pasar a Jensen con un amigo suyo y su sonrisa que me hace pensar en él durante tres días. Exagero, lo sé, pero me hace sentir así.

El pasillo ya no está tan abarrotado, así que camino con tranquilidad hasta llegar a la puerta de mi clase, el cual va a pasar ahora el tonto del instituto. Cuando llego me empuja con tanta fuerza que me tira al suelo de culo.

-Oh, vaya, lo siento, maricón, ¿te he hecho daño en la zona de trabajo?

Tiene el pelo rubio ceniza, le queda muy bien, pero lo digo por no ser maleducado. Sus ojos son azules intensos, como no. Es el típico chico rubio con ojos azules y cuerpo fuerte y musculoso. ¡Lo odio con toda mi alma!

-No -me levanto y me sacudo todo el polvo del pantalón-, que va, de ahí solo sale tu cara. ¿Lo pillas? Porque tu cara es una mierda -pone una mueca de enfado y se acerca a mí con intenciones asesinas.

-¡Eh! -grita el profesor, llamando nuestra atención-. ¡Los dos! Adentro. ¡Ahora!

El profesor vuelve a entrar y nos deja a los dos solos. Por la puerta puedo ver a Jensen, se le nota bastante preocupado por esta situación.

-Menuda pena, te habría destrozado esa cara fea que tienes que grita por un buen pedazo de rabo.

-Je, lo que yo pido es para ti, que vas de machote, pero ocultas algo, se te nota en la cara de imbécil que tienes.

Me río y entro a clase, ya que no soporto su estúpida masculinidad. Llego al asiento que está al lado de Jensen y me siento. El profesor cierra la puerta y empieza con su clase de una vez por todas. Un papel roza mis dedos y sé que es de Jensen, ya que de otro no puede ser. Lo cojo y la leo.

-¿Estás bien?

Agarro un lápiz de mi mochila y escribo yo también.

-Estoy de maravilla. El muy imbécil de Darius no es capaz de pegarme, es un tío con principios.

Se lo paso y se queda desconcertado. Me lo devuelve y no puedo evitar reirme.

-¿Qué principios?

-Es verdad, que no tiene.

Lo lee y se ríe conmigo. Chocamos la mano sin hacer el menor ruido y seguimos hablando y escribiendo para pasar el rato. Todo eso nos lo hemos estudiado en casa porque nos lo mandó, pero parece ser que se le ha olvidado, pues aprovechamos.

-Me tenías bastante preocupado ayer, ¿qué pasó?

-Pues mi amigo estaba en el hospital, me preocupé bastante y me quedé con él, no quería quedarse sólo.

-Así eres tú.

Al leer esto lo miro y veo que tiene la mirada en la nada. Es extraño, casi nunca lo veo así, de esta manera. ¿Debería preocuparme? ¡Bastante!

-¿Estás bien? ¿Le has dicho algo a esa persona que te gusta?

-No, todavía nada. Tengo miedo.

-¿Miedito a qué?

-¿Miedito? Da igual. Pues a una cosa, perder a esa persona para siempre.

-Sí que debe de ser tan especial para ti.

-Y tanto.

El timbre suena y es el cambio de clase, el profesor sale del aula y nos deja un pequeño lapsus de tiempo para pasearnos por la clase. Darius me mira y se acerca, creo que quiere una revancha.

-Oye, no me vuelvas a dejar con la palabra en la boca.

-Si es como te gusta dejar a las personas.

-Ya, pero yo soy el más popular y el matón del instituto -ya veis que típico cliché que es-, así que me debes respeto.

-¿Respeto por un chico homofóbico que tiene curiosidad? No, gracias, prefiero quedarme como estoy.

-¿Que tengo curiosidad? ¿De qué? -se burla, pero sabe a lo que me refiero.

-Curiosidad por cómo es hacerlo con un chico.

-Yo no soy curioso.

-Tu cara no dice lo mismo -varios "oooooh" salen de la boca de nuestros compañeros-. Y como bien sabes, la curiosidad mató al heterosexual.

Me siento en mi silla otra vez al ver a la profesora entrar a clase para dar su lección del día, el cual me la voy a pasar riendo pensando en la cara que ha puesto Darius por esto. ¡Hasta se ha sonrojado por la vergüenza! Me encanta hacerle eso.

Si es que yo... Tengo un don muy especial para controlar a los chicos más tontos como él. Me he encontrado a veinte por lo menos que se comportan como él, no es una novedad, en este mundo hay muchos así.

Bueno, ¿qué me tiene el día de hoy preparado? Venga, mundo, dime lo que has preparado.

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Hooooola a todos amigos y amigas de Wattpad, de ahora en adelante será mi saludo oficial para cada vez que quiera dejar una nota al final de cada capítulo.

Aquí os dejo un nuevo capítulo, corto a mi parecer, de esta historia que ha subido rápidamente de lecturas. No me lo esperaba, está teniendo éxito, o eso creo. 💖💖💖💖

Lo que os quería pedir son vuestros comentarios, ya que la mayoría de la gente no dice nada al respecto de si es muy buena o muy mala, así no hay quien intente mejorar.

Aquí os dejo mis páginas oficiales para que os paséis si queréis, ¿de acuerdo?
Chao y un besito.

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Cambié el personal, jeje.

Si queréis alguna dedicatoria me la pedís y yo os la hago encantado. 😘😍😘😍

¡Hasta el próximo capítulo!
💖💖 📝📝 💖💖

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