Capítulo 34: Un Lugar Especial
-Lucas, ¿estás bien?
En cuanto se ha ido el padre, he mirado a Lucas y lo he visto con la cabeza gacha, por eso la pregunta. Ahora veo una segunda razón por la que venir, el padre es homofóbico. ¿Por qué tiene que tener alguna familia una persona así? No doy crédito a esta realidad. Me acerco a él y hago que levante la mirada para que solo vea mis ojos, mis ojos que muestran fuerza. Sonríe al verme, seguramente quiere volver a abrazarme, pero no es el momento, quiero ver esos lugares que me quiere enseñar.
-Estoy bien -me afirma con una sonrisa, aunque de seguro por dentro está dolido por lo que acaba de pasar.
-Será mejor que salgamos de aquí, ver a ese hombre no me gusta mucho.
-No lo verás todo el tiempo, solo cuando nos lo crucemos.
-Eso espero.
-Vamos, te llevaré a ese sitio especial.
Me agarra de la mano, como si dijera que no le importa nada que nos vean así, y me lleva fuera de la casa. El bosque está hermoso delante mía, sin ningún cristal de coche que me bloquee la vista natural. Caminamos por el denso bosque verde, viendo a un par de animales libres como ardillas y conejos. Un momento, ¿los conejos también pasan por aquí? Desconozco los tipos de seres vivos que viven en este bosque, así que seguiré caminando al lado de Lucas y miraré a mis alrededores para no perderme nada.
-Lucas, me he estado haciendo una pregunta todo este tiempo.
-No sé si sea buena pregunta porque intuyo que debe ser de mi familia.
-Has dado en el blanco, seguro ya sabes de qué es.
-La pregunta es sobre Linda, ¿verdad?
-Exactamente.
-No te lo diré ahora mismo.
-¿Cuándo me lo dirás?
-Confía en mí, pronto te lo contaré.
Eso espero, la historia de Linda ha afectado a todos, supongo que si me cuentan lo que pasó podría sentirme muy mal. Mal en el sentido de que he metido el dedo en la yaga. No, mas bien en la lava.
Lucas se pone a correr un poco, pero se para en unos cuantos arbustos y ramas enredadas entre sí, parece que están colocadas a propósito. Separa unas pocas ramas para ver el otro lado, se gira y me sonríe.
-Este es uno de los dos lugares especiales que tengo, ¿quieres verlo?
-Para eso me has traído aquí, ¿no crees?
-Acerca esa cara bonita -le hago caso y mi sorpresa es enorme al ver una gran cascada rodeado de árboles. Es bastante grande, lo que me sorprende es que aquí no venga nadie, solo él.
-Es hermoso -susurro lentamente, escuchando el sonido del agua chocar.
-¿Verdad? Siempre venía aquí cuando estaba triste, cuando dejaba que mi mente se imaginara miles de escenarios posibles, cuando ya no podía estar más en casa porque estaba enfadado.
-Tú has tenido estas vistas, este paisaje... Yo solo tenía una almohada para golpear cuando estaba mal.
-Tú y la mayoría del mundo. Pero ahora no puedes estar triste ni sentirte mal, esa almohada ya no va a sufrir.
-¿Quién ha dicho que dejaré de sufrir?
-Yo lo he dicho -me susurra a la oreja muy cerca-, porque no haré que sufras en ningún momento. No dejaré que alguien te haga , no dejaré que alguien te saque las lágrimas a base de insultos o estupideces.
-Es muy bonito, pero no hagas promesas que no puedes cumplir.
-Es una promesa que haré que se haga realidad, no me echaré atrás en ningún momento.
Eso puede que lo diga hoy pero, ¿y mañana? ¿Y pasado mañana? ¿Cuánto tiempo puede seguir esa promesa? No puede ser siempre, en algún momento podría fallar en su promesa y no darse cuenta.
-¿Quieres echarte al agua? Debe de estar genial.
-Claro, ¿por qué no? -la frase del día y de este viaje, ¿por qué no?
Nos quitamos la camiseta y los pantalones, tan solo los bóxers son lo que nos mantiene semi desnudos y no completamente desnudos. Si él se lo quitaba... Bueno... Me habría ido sonrojado de aquí, no soportaría ni un segundo en este lugar. Su cuerpo musculoso se deja golpear por la luz del sol, esa luz que lo hace más maravilloso. Y saber que esos brazos me abrazan cuando quieren...
Me sonríe, sacando a relucir sus dientes blancos como perlas. Me dice que vayamos, que nos lancemos de golpe. Es una buena idea, si no fuera porque no debe de ser tan profundo. No estoy seguro de eso. Al final opto por correr detrás suya, pero se para un momento y me agarra de la mano para seguir corriendo. Es como si pensara que me puedo esfumar en cualquier segundo. No me molesta eso, me reconforta que él piense eso.
Su mano con la mía, juntas, sintiendo el calor que tan poco he sentido, aunque este calor es muy fuerte con Jensen y con él. No sé porqué, pero siento que voy a sufrir intentando saber quién amo más.
Nos lanzamos al agua y tenía razón, ha sido buena idea. Es un poco profunda, lo suficiente para llegarnos al pecho. El agua está buena, fresca por un momento hasta que nuestros cuerpos se equilibran con la temperatura del agua. Empezamos a nadar a nuestro gusto, haciendo tonterías, buceando sin parar hasta que se nos gasta el aire y necesitamos subir a la superficie para respirar.
Cuando subo una de las muchas veces, algo cambia. Un brazo me rodea y me lleva a alguna parte mientras grito que me suelte. Sé que es Lucas, sino ya estaría gritando que me soltase a esa persona. Para y me rodea también con el otro brazo. Lo miro, sus ojos expresan deseo, amor, cariño, ternura, quiere protegerme, quiere tenerme a su lado y contarme todo lo que se le ocurra, contarme todo lo que él desea que conozca.
-Nunca había traído a una persona aquí, ¿lo sabes?
-¿De verdad?
-Solo a mi hermana, este era nuestro refugio cuando queríamos alejarnos de todo.
-Así que venías cuando estabas triste y tu hermana también venía contigo.
-Ella y yo éramos como uña y carne, inseparables, igual que quiero que esto llegue a ser algo tan fuerte que seamos inseparables.
Esas palabras me llegan al corazón, unas bonitas palabras que ha escogido con cuidado. Dudo que eso le haya salido de la mente, sino del corazón. Mi pecho palpita con rapidez, algo o alguien en mi interior me grita que me abalance a sus labios, a sus brazos, quiere sentir esa protección que tanto me da él. Ese interior es muy travieso.
-Quiero besarte -dice-, quiero volver a sentir esos sedosos labios. ¿Puedo volver a saborear tus labios?
-Esto... -mi corazón me grita que sí, pero mi cerebro me grita que no-. Sí -no haré caso al cerebro por ahora, sino al corazón.
-Gracias -que bonito que me pida permiso.
Se acerca a mis labios lentamente, mis piernas rodean su cadera, mis brazos pasan por su nuca y mis ojos se van cerrando. Mi boca está entre abierta, preparada para recibir aquel beso que de pronto llega y sella mis labios con los suyos. Nos dejamos llevar un poco, la intensidad con la que me besa hace que me olvide de mis alrededores, es como si él encendiera las estrellas cuando estaban apagadas con este beso. ¿Por qué pienso eso? Fácil, porque me encanta.
Nada más y nada menos que me encanta.
Lucas... Enciendes las estrellas.
Jensen... ¿Qué estarás haciendo?
Mamá... Estoy pensando un poquito en la feria.
Esta frase de quitará cuando se hayan corregido los posibles fallos ortográficos.
----------------------------------------
¡Hola a todos amigos y amigas de Wattpad! Hoy sí hay saludo.
Os vengo a notificar que puede que haga una historia en la que vosotros decidáis el futuro del protagonista, no sé si os gusta la idea, pero bueno...
Ya tenemos el precioso lugar en el que Lucas se escondía de pequeño. El próximo episodio será algo que creo que no os esperáis para nada.
Siento si no publico lo más rápido posible, es que tengo mis estudios, el instituto y mis amigos, ¿ok? Pues eso...
¡Tengo Facebook!
PedroLibro
¡Tengo Twitter!
Pedro100Libros
¡Tengo Instagram!
Pedroj16_99
¡Tengo Snapchat!
Pedroj17999
¡Hasta el próximo capítulo!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top