*-*NARRA HECTOR*-*
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El día de antes fue bastante raro por lo que pasó en la casa de Lucas. No digo por lo que hice sobre besarle cuando estaba haciendo el ejercicio que me dijo, sino por lo de esa chica. Sé que decían de hablar seriamente, pero no sé qué importancia tiene ella en su vida. ¿Será ella su error medio bien? No lo sé, tendría que haberle preguntado. No tuve la oportunidad porque me dijo que tenía que salir de ahí de inmediato, se puso bastante serio conmigo, esa chica debe ser que tiene a Lucas entre malos momentos, ¿pero qué malos momentos?

Hector, tendrías que haber preguntado, no haber salido de ahí sin decir palabra alguna. Sé que soy un idiota, mi conciencia podría haberme avisado al momento, pero no, se quedó en silencio.

Seguro os preguntáis que qué pasó con mi padre cuando llegué a mi casa. Simplemente nada, no se dio cuenta de que el mensaje estaba leído, me salvé de una buena charla sobre la privacidad. Pero sigo queriendo meterme en esto, decirles a mis padres que sé lo que pasa en estos momentos, que el pastel ha sido descubierto, que no pueden esconderlo más. No quiero que corran riesgos, y si van a estarlo, mejor estarlo yo también para ayudar en lo que pueda.

-¿Iremos, Hector? Dime que sí, por favor -me pregunta una Cleo totalmente ilusionada.

-¿Eh? -he vuelto a estar tan ensimismado en mis pensamientos que el mundo había desaparecido.

-¿No me has escuchado? Estás muy mal de oído. Te preguntaba que si podemos ir a la feria, que llega pronto.

-Eh, está bien, ¿nos dejan papá y mamá?

-Aún no se lo he preguntado a mamá.

-¿Y a papá?

-Tampoco.

-¿Cómo quieres que te lleve a la feria si no les has preguntado?

-No sé, creía que si te lo preguntaba a ti pues iríamos.

-No soy papá, tienes que pedir permiso a quienes te han criado.

-Vale, pues voy a preguntar, que espero que me dejen. Sino, voy a estar enfadada con todos durante toda mi vida.

-O hasta que venga de nuevo la feria.

-O eso -se va del salón y me vuelve a dejar pensar.

La verdad es que no tengo muchas ganas de pensar, esa acción me lleva a pensar entre Jensen y Lucas, en quién me gusta más, en quién estoy más enamorado... Es algo muy difícil de saber, mi corazón no me quiere susurrar la respuesta, quiere que lo sepa sin que me lo digan. Da igual, él también sufre por no tenerlo al lado.

Andrew me llamó hace unos cuantos minutos para quedar y hablar sobre lo sucedido con su novio. He aceptado, aunque de seguro viene con Marcus para hablar seriamente e intentar que nos llevemos bien, no sería algo nuevo de ver, en la televisión se puede encontrar este tipo de situaciones, pero bueno, no tengo nada que perder, tan solo puede que me vuelva a enfadar con él y asunto zanjado. Sé que no es bueno, pero enserio que me molesta ese hombre que habla sin pensar bien en lo que hace, me da rabia ese tipo de personas.

Será mejor que me prepare. Me levanto del sofá y me voy a mi habitación para vestirme adecuadamente, ir en chándal no es bueno, pero sí cómodo. Me quito la ropa y me visto con un pantalón vaquero, una camiseta negra y una chaqueta del mismo color. Ya estoy preparado, no me voy a tomar la vida en vestirme, es algo sencillo. Bajo las escaleras y me voy a la puerta, donde agarro las llaves y abro la puerta. Sé que tendría que esperar a que Cleo me diera la respuesta de mamá, pero prefiero irme ya, me lo dirá después, cuando llegue.

Ya en la calle, me pongo los auriculares y me pongo a caminar hacia el bar que me dijo Andrew. Un bar... Bueno, a mí no me importa donde gritar a Marcus, es más, cuanta más gente para dejarle en ridículo, mejor. La música me intenta tranquilizar, pero en vano el esfuerzo, será mejor que la cambie por algo aún más fuerte, necesito algo fuerte. Ya está, que el mundo piense lo que quiera.

Por el camino observo las calles y me imagino con esta música un buen momento de caos mágico, batallas intensas, con espadas chocando contra otras... Muchas cosas que no son bonitas. Miro al cielo y observo el azul del cielo, el blanco de las nubes, la cima de los edificios, todo puede cambiar al momento, puede que Marcus se haga amigo al final de todo, pero si se vuelve a comportar como un idiota me voy corriendo.

Llego a ver de lejos el bar que me dijo el músico. Lo veo sentado ya, con una bebida en la mano, pero no está acompañado, cosa que me parece raro de su parte, ya que de seguro estaba tramando algo. Respiro hondo y me acerco, alerta de que venga el enemigo. Llego y me siento en la mesa con un saludo amigable, bueno, no tanto.

-¿Pasa algo? -me pregunta un poco preocupado.

-Solo un par de cosas, no te preocupes.

-Vale. Pide algo, yo invito.

Me levanto y me acerco a la barra para pedir algo, así puedo observar mi alrededor y ver si de verdad está sólo, no me creo nada. Me dan la lata de cola y un vaso y me lo llevo a la mesa, no he visto a nadie que se parezca al enemigo. Me hecho la bebida en el vaso y le doy un buen sorbo, ahora puedo hablar bien, tenía un poco de sed.

-¿Para qué me has invitado?

-¿Acaso no puedo invitarte a una bebida en un bar sin ningún motivo en especial?

-¿En especial? Eso te hace sospechoso.

-Tranquilo, no he invitado a nadie más -está nervioso, algo le provoca eso, seguro es ese plan.

-¿Quién ha hablado de alguien? Yo no he dicho nada.

-Eh, esto... Eso da igual, olvida esto. Te he invitado para hablar un poco sobre todo.

-Dudo que sea de todo, pero aquí estoy.

-Siento de verdad lo que pasó con mi chico, está bastante arrepentido. Le da miedo pisar la calle por miedo a encontrarse contigo.

-¿Miedo? Ni que viviera a un par de calles de mi casa.

-Eso mismo digo yo. El caso es que no quiere sentirse así contigo, le hace mal. Espero que...

-Eh, esto, hola -le interrumpe alguien a mi espalda.

Me giro y lo veo, si es que sabía que esto pasaría.

-Oh, vaya, no me esperaba esto -se le da fatal actuar, sobre todo siendo una situación real, en la que yo sí estoy enfadado y él asustado-. Siéntate.

Se sienta al lado de Andrew y yo me quedo mirándolo mal, desconfiado de que intente decir alguna cosa que me haga enfadar de nuevo, pero esta vez aún más.

-Es una suerte que te haya encontrado aquí, Andrew. Hola, Hector -saluda tímidamente.

-Hola -digo sin deshacer mi cara.

-¿Qué tal todo, amor? -le da un beso en la mejilla.

-Bien, una bebida me vendría genial.

-Ve a por algo, yo invito.

-Gracias, amor -le devuelve el beso y se va a la barra a pedir algo.

Me mira y se queda un poco incómodo al ver mi cara, no se deshace la mirada. Sé lo que ocurre, así que voy a deshacer el mal espectáculo que se han montado. Varias personas no me conocen, creen que soy todo dulzura, que soy sonrisas y risas, cuando en realidad puedo llegar a ser bastante serio. Andrew no me conoce bien, ha visto mi lado malo, pero no sabe lo que hay más al fondo del malo. Marcus llega con su bebida y se sienta. Los dos muy nerviosos, podría asustarlos con un golpe en la mesa, sería divertido ver cómo saltan.

-Chicos, dejad de actuar. Sé que Marcus estaba cerca, que esto fue planeado.

-¿Qué? Ah, bueno, sí, fue planeado. ¿Cómo lo supiste? -qué rápido se rinde Andrew.

-No sé, la invitación, tú sólo, que mencionaras a tu novio, que aparezca de repente, tu mala actuación...

-Te dije que había que practicar -le susurra el pelirrojo a Andrew.

-Mira, sé que lo haces por el bien de los dos, pero un enfado en mí no se pasa así como así. Hay que dejar que el tiempo pase para que el fuego se apague.

-Lo sé, pero es que quiero que seas mi amigo, que cuando me veas con este chico no se te ponga una mueca de asco y enfado. Quiero que todo esto pase y que sean buenos amigos, que se hablen bien, que queden para conversar como personas civilizadas.

-Haces bien, Andrew. Te preocupas por los dos, pero no sé si funcionaría.

-No te guardo rencor por lo que pasó -por fin habla Marcus-, sé que lo hiciste porque me metí en algo que desconocía. Pero quiero intentar ser tu amigo, quiero empezar de cero, como si nunca me hubieran hablado de ti.

-Dicho así suena bien, pero sigo sin estar seguro.

-Aveces hay que arriesgarse para estar seguros -esa es una buena frase.

Voy a abrir la boca para hablar, pero justo me suena el móvil. Sé que es una llamada, lo que no sé es de quien. Saco el móvil y miro el nombre del contacto. ¡Es Lucas! Menos mal, porque me estaba tirando de los pelos por saber algo de él después de lo que pasó.

-Andrew, dale mi número a tu novio, que hable conmigo cuando quiera. Marcus, haz que este tiempo que he estado aquí no haya sido una pérdida de tiempo -me alejo de la mesa y contesto la llamada mientras camino hacia mi casa-. ¿Diga?

-Hola, Hector. Siento haberte echado de mi casa el otro día.

-No pasa nada. Si tú no me lo decías, me iba yo corriendo, porque esa mujer da mucho miedo.

-Lo sé, puede llegar a parecer al demonio. Bueno, quería hablar contigo sobre una cosa importante.

-Si es tan importante, vale. ¿Qué es?

-Necesito que vengas conmigo a una cena familiar que han organizado mis padres.

-¿Y qué pinto yo ahí? Sería una aguja en un pajar, uno entre tanta gente que se conoce.

-Porque es en la casa donde me crié. Ahí está la habitación de mi hermana, que está sin tocar. Necesito que vengas por si acaso me paso por su habitación y se me va la cabeza.

-Ya veo. Entonces voy, aunque depende lo que digan mis padres. No creo que les haga mucha gracia lo de llegar tarde por una cena familiar de una persona como tú.

-Di que es un favor, que me tienes que vigilar.

-Espero que eso baste para que pueda salir. ¿Cuándo es la cena?

-En unos días. Te vienes a mi casa, o te recojo si quieres, y nos vamos.

-Mejor iré yo a tu casa.

-Está bien.

-Hablamos luego, Lucas, que de seguro estás en el trabajo.

-Cierto, estoy en el trabajo. Hasta luego.

-Adiós.

Una cena con la familia de Lucas. Ya he cenado con la familia de Jensen, esto no es tan diferente. ¿O sí lo será? Espero que no acabe en desastre, por favor, que no acabe en desastre.

Lucas... Espero que no te vuelvas tan loco en esa cena.
Jensen... Nos vemos en clase, tengo ganas de estar contigo.

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¡Hola a todos, amigos y amigas de Wattpad! Siento la demora, pero aquí os traigo un nuevo capítulo.

Tengo una BUENA escena para esa escena, obviamente no será en el próximo capítulo, lo siento.

Últimamente he estado un poco distraído por el tema de las notas de septiembre y los clubes de lectura que hay en este pueblo. Pronto volveré al instituto y no escribiré tanto como hacía en vacaciones, eso es lo malo.

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