Capítulo 17: París (III)

Bajamos hasta la zona de restaurantes, el cual es una sala amplia con varias mesas redondas de madera cubiertas con manteles blancos. Las paredes son de colores tranquilos y armoniosos, un lugar digno de realeza a mi parecer. Al sentarnos un camarero se acerca a nuestra mesa de las muchas ocupadas que hay. Al llegar a nosotros le decimos lo que queremos y nos lo trae en tan solo unos minutos, unos minutos que hemos aprovechado para hablar sobre lo que haremos hoy.

-Como Hector nunca ha viajado a París, podemos llevarlo a todas las atracciones turísticas -propone Jane emocionada.

-No quiero que gasten dinero en mí, he traído mi propio dinero.

-Chorradas, chaval. Has pagado tu billete y eso es más que suficiente. No seas modesto y deja que te paguemos las atracciones.

-Eeh... -no sé qué decir, ya sé de dónde ha sacado Jensen su manía de querer pagar todo lo que hacemos los dos juntos.

-Todo dicho. Nos iremos todos juntos hoy para hacer una guía turística por París -no me deja ni pensar un minuto esta Jane.

Los platos que nos han traído están vacíos. Ah, no, lo siento. Hay un trozo pequeño en el centro del plato decorado con algún tipo de hierba. Miro a Jensen y este me mira a mí. Nos entendemos por la mirada que luego comeremos algo aún más grande, como una hamburguesa o una pizza, puede que hasta compremos algún bollo por ahí, ya que por aquí hacen buena repostería.

Terminamos rápidamente con el plato, cosa que no ha habido problema, y nos ponemos de marcha a lo que sea que nos lleva Jane. Me acerco a Jensen para hablar con él, la interrupción fue hace muy poquito y se le notaba que era muy importante, ¿quién es la que le gusta? No quiero saberlo, pero mi lado cotilla quiere saberlo.

-Oye, Jensen, ¿estás bien?

-Mientras no me muera de hambre estaré muy bien.

-Tranquilo, estoy contigo. Pronto nos iremos a por algo que devorar como animales salvajes hambrientos.

-Claramente me adelantaré, porque sé que tú te lo zampas todo.

-No te pases -hago como que lo regaño y lo señalo con un dedo-. Oye, te he notado muy raro antes. ¿Tan importante era lo que me tenías que contar?

-Más de lo que tú crees -murmura por lo bajo mirándome de reojo.

No insisto más en el tema y me concentro por donde voy yendo. Después de unos cuantos pasos, Pepe saca su móvil y nos muestra una cosa que se ha descargado.

-Chicos, como no tengo idea de la información de cada cosa pues me he descargado esto -nos muestra una aplicación que usa su mapa para ubicar su posición y mostrar por dónde pasa para luego decir la información. No valen las calles, eso es un alivio-. Jensen, descargarlo y nos separamos aquí para luego reunirnos en el hotel, ¿vale?

-Eh, vale -saca su móvil y se pone a descargar la aplicación.

-Nosotros dos nos vamos por ahí a disfrutar la ciudad del amor, ¿a que sí, pelona mía?

-Uy, tu padre hace mucho que no me llama así. Tomad dinero -nos da dinero a los dos, no solo al chico de mi lado-. ¡Nos vemos, chicos! ¡No os perdáis! -y desaparecen a la vuelta de la esquina.

-¿Qué le ha dado a tu padre?

-El gusano.

-¿Qué? -lo miro desconcertado.

-Mejor que no lo sepas. Venga, vámonos.

Nos ponemos en marcha por las calles de París, calles bonitas las mires por donde las mires. Llegamos a ver una tienda de bollerías y mis sentidos de azúcar se activan.

-Jensen... Azúcar -le señalo el lugar y sonríe al verme así de raro.

-Pues vamos.

-Pero quiero verlo todo primero.

-Puedes comprarte algo ahora, solo será un minuto.

-¡Bien!

Nos acercamos a la tienda y mirando el escaparate me entraron ganas de derribar la puerta.

-Aquí está papá. ¡¿Y mis dulces?! -grito mientras miro al personal de la tienda.

Creo que mejor mantener ese pensamiento alejado, esconderlo bajo llave en lo más profundo de mi mente. Al entrar en la tienda lo vemos todo bien colocado, varios cupcakes de colores que me gritan suplicantes por estar en mi barriga. ¿Lo mejor de todo lo que veo? Un magdalena de chocolate relleno de crema y un poco de chocolate blanco encima con virutas, todo de un tamaño bastante grande.

-Bienvenidos -nos atiende una chica joven y muy amable, me lo parece por su radiante sonrisa-, ¿qué desean?

-Lo deseo todo, pero no puedo -nos reímos los tres, pero me pongo serio al ver todo lo que tengo delante-. Quisiera comprar esa magdalena de ahí -le señalo la que no he podido parar de mirar.

-Ah, estos son muy vendidos en esta repostería, seguro que te encanta -se le nota ese acento francés que tanto tiene.

Agarra la magdalena y me lo pone en una bolsa para luego dármela. La pagamos y le damos las gracias. Saco mi preciado tesoro de la bolsa y le doy el primer bocado. Mis sentidos de rinden ante el sabor, el chocolate de la magdalena junto con la crema de dentro y el chocolate blanco de encima... Estoy en el mismísimo cielo.

-¿Quieres probar? -le pregunto a Jensen alzando el dulce hacia él.

-Claro -lo agarra y le da un buen bocado.

Los ojos se le vuelven blancos al deleitarse de un pedazo del cielo, es una joya. Por eso esto es nuestro sueño, para hacer que la gente pruebe cosas buenas, para intentar crear cosas nuevas y que a la gente le guste. Espero ser tan bueno como esa mujer de la tienda.

-Toma, no quiero quitártelo, porque seguro lo haré -me lo devuelve y me lo empiezo a comer.

Cuando voy terminando con el dulce, veo que el chico guapo se queda quieto. ¿Por qué razón?

-Cerca de aquí tenemos la catedral de Notre Dame, ¿vamos?

-¡Sí, vamos!

Nos ponemos en marcha durante unos buenos minutos hasta que encontramos la querida catedral que parecía como si no quisiera que la viéramos.

-¿Te digo lo que dice la aplicación? Es muy corto.

-Vale, espero por tu bien que sea corto, porque ya sabes que sino no me entero.

-¿Y cómo te enteras en clase? -se burla en mi cara y yo le doy un golpe en el brazo-. Vale, vale, ya voy. La Catedral de Notre Dame , es la catedral gótica por excelencia y de las más antiguas de Francia.

-Muy interesante, ¿la más antigua de París?

-Sí.

-Vale, mola. Venga, vamos a otro monumento, quiero verlo y otro día mirarlo muy de cerca, pegado.

-Seguro que lo haremos.

Nos movemos y seguimos yendo por todos lados, hasta que veo algo a lo lejos. Jensen me informa antes de que me vaya a alejar corriendo para verlo por mí mismo.

-Es el Arco de Triunfo. Este Arco de Triunfo es el más famoso, y además se emplaza en una de las rotondas más grande del mundo.

-¡Es increíble! -grito mientras veo la zona siendo invadida por coches que rodean el arco.

Nos volvemos a mover por la zona hasta que Jensen me dice que aquí cerca hay algo más que deberíamos ver. Al llegar me informa de lo que estamos viendo.

-La Avenida de los Campos Elíseos une la Plaza de la Concordia con el Arco de Triunfo, es de las más bonitas y en sus jardines se encuentra el Palacio del Elíseo, el Petit Palais y el Grand Palais.

Me quedo con la boca abierta al ver el lugar. Es muy bonito y a lo lejos se ve el arco de antes. Es un lugar en el que me quedaría un buen tiempo levantado haciendo fotos sin parar y en cada perspectiva, en cada rincón del lugar.

-Vámonos, quiero seguir viendo.

-Se va ha hacer pronto de noche, así que te llevaré a otro lugar y nos vamos al hotel.

-¡Hecho!

Nos movemos a las órdenes del móvil, ya que al parecer Jensen le ha puesto una ruta fija para que podamos ir con seguridad. Pero nos hemos desviado de la ruta un poco al venir aquí. Al llegar al lugar donde la aplicación marcaba, nos encontramos con una plaza bastante bonita con un pilar, o yo digo que es un pilar, algunos pensarán mal y dirán que es otra cosa que prefiero no mencionar. Jensen lee lo que dice mientras le hago una foto al lugar.

-La Plaza de la Concordia se ubica entre los Jardines de las Tullerías y el inicio de la Avenida de los Campos Elíseos; es la segunda plaza más grande de Francia.

-¿Y cuál es la primera? -pregunto curioso.

-Ni idea, ya lo buscaré en Google.

-Vale, no pasa nada.

-¿Nos vamos ya al hotel?

-¡No! ¡Quiero ir a la torre Eiffel!

-Otro día, ¿vale? Quiero dejarlo para lo último, ya que te llevaré de noche y ahí todo será único.

-¿Único? ¡Eso suena genial!

-Y lo será, espero.

Nos ponemos en marcha al hotel mientras la noche va apareciendo sobre nuestras cabezas. Yo quería ir hoy a la torre Eiffel, lo primero que se viene a ver en esta ciudad preciosa. Pero no, Jensen quiere que lo hagamos otro día. Puede que la espera merezca la pena, ya que si aguanto al final explotaré con esto y estaré satisfecho.

Ha sonado mal, lo sé, no era mi intención.

Jensen... Te odio por hacerme esperar.
Andrew... ¿Cómo estarás? Me preocupa el que estés sólo.
Lucas... Espero que estés bien.

----------------------------------------
Nueva parte de este capítulo que a la vez es de esta historia. ¿Lo habéis pillado? ¿No? Da igual, yo me entiendo.

Como podéis ver van a visitar todo lo que puedan, puede que hasta todo lo que tengan a su alcance. La torre Eiffel lo dejaré para el final, ya que lo tengo reservado para un plan.

¡Aprende con Pedrito! O con Hector y Jensen, me da igual. Así aprendemos un poco de París, ¿os parece bien? Así se alargan las partes. Otra vez he sonado mal, lo jaja. Si no os gusta lo puedo hacer sin información de... ¿Pero qué estoy diciendo? La historia es mía.

Bueno, espero que os haya gustado y os pido un gran favor. Cada vez que veáis un fallo ortográfico o que alguna frase no tiene sentido, me lo decís y yo lo corrijo, ¿estamos? Bien...

¡Tengo Facebook!
PedroLibros

¡Tengo Twitter!
Pedro100Libros

¡Tengo Instagram!
Pedrolibros / pedroj16_99

Por cierto, por fin me he acostumbrado al teclado y por eso escribo más rápido.

¡Hasta el próximo capítulo!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top