Capítulo 12: Incómoda Tarde

La canción es por el ritmo jajaja

Han pasado ya varios días desde que me quedé a dormir en casa de Andrew. Mi madre está muy loca desde que me vio besando a ese hombre DJ que sólo mira a los chicos. Ahora me pregunta siempre a dónde voy por si acaso fuera con él, pero no es así, al parecer ha ocurrido algo en su trabajo y en su vida privada que no me quiere contar todavía, me preocupa este hombre todavía más.

Sólo falta una semana para que vuelva April a la ciudad, así puedo quitarme a Lucas de encima, aunque va a ser difícil ya que sé que está loco por mí, ahí he sonado bastante presumido, como una de esas populares del instituto rubia y con pechos operados. Menos mal que no soy mujer.

He quedado esta tarde con Jensen para ir al centro comercial, ya que quiere comprarse nuevos videojuegos que se han puesto a la venta. Ha estado ahorrando bastante para este momento, para el nuevo Uncharted 4 que termina la saga, uno de los mejores dicen. Yo no soy seguidor de esa saga, si estuviera el libro sería mejor, no sé si estará, no me he documentado. El caso es que quiere que vaya, así aprovechamos para ir al cine y tomarnos algo por ahí.

Estoy muy alegre porque hace tiempo que no nos juntamos y salimos por ahí como hace tiempo, antes de que Lucas y Andrew aparecieran en mi vida. Hay que aprovechar esta oportunidad, no puedo dejarlo de lado así como así, debo disfrutar al máximo. Jensen me está esperando abajo con su moto, ya que todavía no tiene el carnet del coche y un coche. Tiempo al tiempo.

Le digo a mi madre que salgo al centro comercial con Jensen y me dice solamente que no llegue tarde, me parece raro, a no ser que ya lo haya visto abajo con la moto. Da igual, así no pone esa cara pervertida que tiene cuando digo que me voy a la calle, el amor de una madre. Me guardo el móvil y las llaves y salgo a la calle para sonreír a Jensen de nuevo en toda mi vida. Al verme saca el casco y me lo da, me lo pongo y me subo a la moto, detrás de él.

-¿Preparado para ir al centro comercial? Vamos a estar un buen tiempo -inclina la cabeza y me mira de reojo.

-Mejor mucho tiempo que poquito. ¿De verdad que vas a gastarte tanto dinero en unos juegos? Sabes que últimamente no tienes tiempo libre para jugarlos.

-¿Cómo sabes tú que no tengo mucho tiempo libre? -se ríe y pone en marcha la moto.

La carretera, como siempre en Nueva York, la ciudad que nunca duerme, está abarrotada de coches y motos, pero no es difícil avanzar y se mueven rápido. Veo a lo lejos el edificio de Lucas y pienso que no lo he visto en un buen tiempo, ya que ha estado yendo al trabajo, por eso no lo he visto en casa cuando voy a cuidar de Yago. ¿Estará bien? Me preocupo demasiado por él, estará bien, seguro.

Llegamos al centro comercial y veo que el aparcamiento está totalmente lleno, así que a buscar un lugar. Encuentra un pequeño hueco y nos metemos ahí para aparcar. Él se baja, pero a mí me va a ser un poquito difícil, ya que estoy detrás. Cuando intento bajar, me tropiezo y siento que me voy a caer, pero Jensen para mi caída. Me agarra bien fuerte, me apega un poquito a él y me mira a los ojos, haciendo que me quede quieto. Nunca había pasado esto, es nuevo.

-¿Es-Estás bien? -tartamudea.

-Sí, estoy bien -confirmo lentamente.

No para de agarrarme, me estoy incomodando un poquito, pero esa sensación es normal, seguramente él también estará así. Me levanta pasado un minuto y se acerca a mí, me sonrojo sin saberlo.

-Espera -extiende su mano y noto que toca algo que está en mi cabeza-, tengo que quitarte el casco -me lo quita y lo guarda debajo del asiento de la moto, donde se guarda todo-. No querrás que todo el mundo te vea con el casco sin estar en una moto, ¿verdad? -se ríe y yo me sonrojo otra vez, pero de la vergüenza-. Venga, vamos, que tengo unas ganas de tener ese juego en mis manos que no es normal.

Yo también quiero tenerlo en mis manos, no lo aguanto, es el mejor juego que he visto por ahora en el mundo. Siempre se pueden crear mejores. Entramos al centro comercial y nos ponemos a caminar por todas partes, lo que las señales nos indica dónde está la tienda de juegos y consolas. Vemos una tienda de helados y a mí se me abre el vicio de chocolate y nata junta. Ese vicio es insuperable, espero aguantar sin morirme.

Sin esperarlo me agarra de la mano y caminamos a la tienda de helados, donde Jensen me sonríe divertido. Pide dos helados, uno de chocolate y nata, y otro de caramelo y chocolate.

-¿Estás seguro? ¿Y el juego? Puede que ahora no te llegue para comprarlo.

-No te preocupes, estoy seguro de que habrá suficiente dinero en este bolsillo -mete la mano en le bolsillo y saca su cartera, paga y nos vamos otra vez a nuestro camino.

-Si no te llega para el juego te doy yo algo de dinero, he traído un poco para que no tengas que pagar tú todo.

-Tranquilo, tengo mucho, sabes que he estado ahorrando.

-Ya... Pero yo también quiero pagar algo, no quiero que te gastes tanto en los dos, yo tengo que pagar mi parte.

-Bueno, si quieres pagar algo tuyo ahora en adelante no te voy a decir nada, pero si te quedas sin dinero sí que voy a pagar por ti, no me vas a detener -me golpea el brazo suavemente y yo se lo devuelvo, nos reímos como tontos.

-Está bien, al menos sabré que no has pagado todo.

Nos terminamos el helado justo cuando encontramos la tienda de juegos y entramos. Tantos juegos de distintas consolas y de distintas categorías. Siempre he querido jugar a todos los juegos del mundo, completarlos y no parar de darme el vicio con los gráficos, los disparos, los rompecabezas y demás...

-He encontrado el juego ya -dice Jensen a mi lado-, y justo hay una oferta de tres por dos, llévate tres y paga dos.

-Yo pondría el dos por cuatro, llévate dos y paga cuatro -nos reímos y entonces buscamos otro juego que le interese al señorito.

-Bueno, ya tengo tres, espero que no sea mucho dinero, porque quiero ir también al cine y a cenar por ahí contigo -eso me hace imaginar el millón de cosas por los que dirá eso de "contigo".

-Sí, pero ya sabes que tengo dinero y no lo voy a volver a repetir. Venga, vamos a pagar.

Nos acercamos al mostrador y pagamos los juegos para irnos de una vez antes de que yo me compre algún juego, no quiero gastar el dinero en un juego más. Salimos de la tienda y caminamos sin rumbo fijo, paseamos y hablamos de cosas triviales, como lo que hacíamos los otros días que no nos vimos, lo cual me he enterado de que la chica que vi con él era una amiga lejana que venía de visita. Es un alivio.

No nos enteramos de la gente que está a nuestro alrededor que choco con un cuerpo y me caigo al suelo, eso hace que la persona se enfade un poco y alce la voz un poco. Esa voz... Mi tarde con Jensen tenía que tener algún pequeño y jodido problema para ser perfecta.

-Mira por dónde vas, maricón -escupe Darius, quien está con un par de sus amigos populares y sin cerebro, porque la acumulación de músculos que tienen los hace tontos y engreídos.

-Lo siento, mi radar de imbéciles se ha roto y no te he visto venir -suelto para contraatacar a su insulto homofóbico.

-¿Qué pasa? ¿Quieres que te dé una buena? -se acerca con intenciones asesinas, pero no me da miedo, demasiados libros e historias para saber que solo va de chulo y fuerte para ocultar su interior.

-¿Qué es para ti "una buena"? Seguramente ya le has enseñado eso a alguno de estos dos -señalo a sus amigos.

-No te pases de chulo, Hector -enseña sus dientes, intentando intimidarme, imposible conseguirlo-, porque sino...

-Sino, ¿qué? -se pone Jensen delante para protegerme, eso me ha sorprendido-. ¿Le vas a pegar? Pues para eso tendrás que darme a mí, capullo.

-Je, ¿y tú qué te crees? ¿Que no te voy a dar? Sólo eres otro maricón que protege a su princesa.

-No me conoces, Darius -su voz suena bastante amenazante, hasta a mí me da miedo.

-Te conozco más que suficiente, ahora aparta, le voy a dar una buena a este maricón.

-Jensen... -le toco el hombro y lo aparto suavemente, no se resiste, sabe que puedo encarar estas situaciones-. Bien, Darius, es hora de dar la cara -abre los ojos como platos, parece ser que soy impredecible-. Los gays no somos "maricones" como tú y los demás homófobos dicen, somos gente normal como tú y tus amigos. Puede que alguno de tus amigos sea gay y no lo sepas -miro de reojo a sus amigos y veo que uno traga saliva nervioso, bingo-. Puede que hasta tú seas uno. Ahora, si no te importa, dame ese golpe, tengo que ver si eres tan hombre como dices.

Levanta el puño, pero no lo adelanta, no hace nada, no va a darme, lo noto en sus ojos. Sonrío por mi victoria número uno, ahora a por la dos.

-Sabía que no podías. Mejor vete, no le diré a nadie que no has podido pegar a un chico gay porque no tienes los huevos suficientes para hacerlo -yo gano, él también porque me da pena, siguiente ronda-. Venga, vete, y dile a tu novia animadora que deje de tirarse a todos los chicos del equipo de fútbol a tus espaldas, la he visto coqueteando y yéndose con uno a los vestuarios, por si te interesa.

Hector golpea y... ¡K.O! Cayó de espaldas y se dio un buen golpe en la cabeza. Le doy un par de palmadas en el hombro de consuelo y nos vamos de ahí. Me he sentido como un Dios, derrotando verbalmente a un homófobo. Me he desahogado y al final le he ayudado a saber la verdad sobre su novia animadora prostituta.

Por el camino al cine noto a Jensen bastante sorprendido por lo de antes, puede que hasta crea que soy el portavoz de la comunidad LGBT, ojalá. Al llegar al cine pedimos las entradas para Independece Day: Contraataque. Tenía muchas ganas de verla desde que salió el trailer. Compra él las entradas, pero yo pago las chucherías, las palomitas y las bebidas. Hora de una película.

Al acabar la película salimos totalmente sorprendidos de la película, me ha encantado, no ha estado tan mal. No voy ha hacer spoiler, el trailer ya tiene un par. De salir al cine nos vamos al aparcamiento y nos acercamos a la moto mientras hablamos.

-Me ha sorprendido la manera en la que te has enfrentado a Darius, esta vez ha sido más brutal. Para mí que ha sido épico.

-¿Épico? No te pases. Además, seguro que te has asustado cuando esperaba un golpe suyo.

-Se me salía el corazón del pecho.

-Sabes que no debes asustarte, conmigo no. Tengo una suerte que me hace saber que no voy a conseguir ningún moretón en un buen tiempo.

-No se sabe, algo puede pasar. En Nueva York todo es posible.

Llegamos a la moto, sacamos los cascos, guardamos los juegos y nos montamos para ir a algún lugar de comida rápida para cenar por ahí. Una hamburguesa o tal vez una pizza no estaría mal, pero con su pequeña ensalada para acompañar. La noche se alza en nuestras cabezas, las farolas, los edificios y demás iluminan la calle. Mientras vamos por la carretera me sorprendo al ver a Lucas saliendo de un gimnasio. Debe de haber salido de trabajar hace poco y se habrá ido al gimnasio.

Jensen aparca y veo que hemos parado delante de una hamburguesería. ¡Qué hambre! Entramos y pedimos las hamburguesas, no hay ensalada, vaya por dios. Nos las traen y empezamos a devorarlas por el hambre que se tiene.

-Por cierto, pronto son las vacaciones de navidad, ¿qué vas ha hacer?

-No tengo ni idea, seguramente no haré nada -o puede que Andrew y Lucas me vuelvan demasiado loco, nunca he pensado en las vacaciones y en lo que pasará con estos dos cuando estén libres.

-¿En serio? Puede que yo te invite a un viaje, no estoy totalmente seguro.

-¿Un viaje? ¿A dónde?

-A París, es un buen viaje, ¿no crees?

Él me invita a París en navidad, un bonito viaje, el cual sería el primero que daría en toda mi vida. ¡Sería mi primer viaje y encima de todo con Jensen!

-Sí, es un buen viaje -en mi cabeza ya pasan miles de cosas que podrían pasar en ese viaje.

-Intentaré convencer a mis padres de que vengas, no creo que les moleste, ya que eres como de la familia -sus padres me caen bien, yo les caigo bien, o ellos dicen.

Cuando me junté con ellos una vez dijeron que era un gran chico, que les caía muy bien y que me siguiera portando así de bien, que el karma me devolverá la bondad. Yo no creo en el karma, aunque pensándolo mejor, casi nunca me ha pasado algo malo, aparte de que ahora el ex de Andrew estará siguiéndome y planeando algo que le hiera a Andrew.

-Si quieres les dices que me compro el billete a París, no sería molestia.

-Seguramente con eso les haré entrar en razón. ¿Sabes otra cosa?

-¿Qué?

-Que tendríamos que compartir habitación tú y yo. Dos semanas o tres en París, compartiendo habitación... ¿Te es incómodo?

-Mientras no sea como el día ese que me quedé a dormir en tu casa cuando también estaba tu primo...

-Tranquilo, mi primo no viene, él se va a España.

-Ah, menos mal.

La última vez que me quedé a dormir en casa de Jensen, su primo se quedó también por petición de sus padres. La noche era insoportable. ¡Se tiraba un montón de ventosidades que olían fatal! Tuve que dormir en el sofá del salón con Jensen, ya que él tampoco podía dormir ni en su propia habitación. Así me hizo compañía..

Nos terminamos las hamburguesas y pagamos para poder irnos a casa de una vez. Es tarde, no creo que nuestros padres digan nada, somos mayores de edad, aunque mientras sigamos viviendo el techo de nuestro padres tendremos que hacer lo que ellos digan. Salimos a la calle y nos montamos otra vez en las motos. Nos ponemos los cascos y Jensen conduce por la carretera hasta llegar a un semáforo en rojo. Un coche se para al lado y giro mi cabeza. No, por favor, no.

Es Lucas con una cara de cansancio que el alma se le podría caer ahora mismo y dormirse en el volante, conduciendo a toda velocidad. Espero que llegue bien a casa. Me ve y me saluda, al parecer Jensen lo nota. El semáforo se pone en verde y se aleja de nosotros.

-¿Lo conoces? -alza la voz para que le oiga.

-¡Es Lucas! Ya sabes, al que tenía que cuidar.

-Ah, vale. Veo por su cara que es un buen tío.

-Lo es, cuando no piensa en varias cosas -no quiero soltarlo todo, no soy un chismoso de esos.

Llegamos a mi casa y aparca un momento. Me quito de encima de su moto y le devuelvo el casco. Sonríe y me lo pega, haciendo que sonría también.

-Al parecer no hemos podido probar los juegos.

-Otra tarde los probarás tú sólo. Vendrás a mi casa y jugarás tú sólo.

-¿Por qué yo solo?

-Porque yo ya habré jugado mucho y te enseñaré cómo se juega.

-Entonces me parece bien. Nos vemos mañana.

-¡Espera! -me quedo quieto mientras él se levanta de la moto y se acerca-. Extiende la mano -le hago caso y la extiendo.

Al hacerlo me pone una pulsera en la muñeca con la que cierra con un ancla pasando en medio de la cuerda. La miro y es azul, mi color favorito, tan bonito. Sonrío y me lanzo a abrazarle, no se echa atrás, no me aleja de él, solamente me corresponde al abrazo y me acaricia el pelo. Eso me desconcierta, es algo que solo me hace pocas veces.

Nos despegamos y nos miramos fijamente con una gran sonrisa en el rostro, la noche y las estrellas que se pueden ver le rodean y lo hace más guapo y deseable. Lo deseo, pero dudo que él quiera estar conmigo hasta tal punto de ser algo más que amigos.

-Gracias por el regalo, pero, ¿cuándo lo has comprado?

-Ayer, lo tenía preparado para ti.

-Gracias, de verdad. Te daría un beso, pero sé que no puedo, así que por eso el abrazo.

-Ya... Bueno, me tengo que ir, ¿vale? -me vuelve a acariciar el pelo y se acerca a la moto-. ¡Hasta mañana! -arranca la moto y se pone en marcha a su casa.

Lo pierdo de vista y me voy a la puerta de mi casa. No hace falta usar la llave, mi madre ya abre la puerta. Debe de haber visto lo que ha pasado con Jensen, es una madre muy chismosa. Lo repito, el amor de una madre es muy grande. Me dice que me vaya ya a mi habitación y que me vaya a dormir, no le voy a llevar la contraria.

Entro a mi habitación y cierro la puerta, me apoyo en ella. Me muerdo el labio inferior al pensar en ese abrazo, en el posible viaje que voy ha hacer, en lo que podría pasar en las vacaciones de navidad.

Jensen... Gracias por el regalo, lo tendré como mi mayor tesoro.
Lucas... Espero que estés bien y que hayas llegado a casa sano y salvo.
Andrew... Me preocupas, espero que no te esté pasando nada malo.

----------------------------------------------------------------------------

Hooola a todos amigos y amigas de Wattpad, aquí tenemos otro capítulo de Tú Eres Mi Droga y esta vez de Hector y Jensen. He recibido un mensaje en mi página de Facebook y veo que uno de los lectores está muy intrigado de lo que puede pasar. Si Hector se queda con Lucas o se empieza a enamorar de Andrew por los grandes besos que le ha dado o no puede hace nada de eso por amor a Jensen.

Te estoy agradecido amigo de que me hayas hablado sobre este tema en Facebook, pero ya os digo a todos que la historia será muy larga porque, como mínimo, voy ha hacer 50 capítulos, eso lo tengo muy claro.

Aquí os tengo una sorpresita para los que tengan historias. Hay una escena en este capítulo y en otro que he puesto porque me ha pasado a mí y es como tal lo he vivido y como me he expresado. El primero que adivine cuales son esas dos situaciones o escenas leeré la historia que quiera que esté escribiendo o que haya escrito anteriormente y la publicaré aquí con mi opinión.

¡Tengo Facebook!
PedroLibros

¡Tengo Twitter! (Últimamente estoy muy activo en Twitter)
Pedro100Libros

¡Tengo Instagram! (Oficial / Personal)
Pedrolibros / Pedroj16_99

Bueno, hasta aquí el capítulo de Tú Eres Mi Droga, haré otro lo más pronto posible. ¡Un besazo y un gran abrazo de Jensen!

Y quien participe en el concurso... ¡MUCHA SUERTE!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top