Narra Dominik
Me quedé de pie mientras miraba un punto muerto en la habitación, cualquiera que me viera creería que estoy loco o algo así. Sin embargo, la realidad es que estaba tratando de asimilar todo pero me era difícil, todo había pasado tan malditamente rápido que no entendía absolutamente nada.
__ Tal parece que todo terminó mal.- dijo una voz tan conocida para mi.
__ Esto no tiene nada que ver contigo, no es problema tuyo.- respondí de mala gana.
__ Por supuesto que si.- respondió.- Todo lo que tenga que ver contigo es mi problema.- añadió mientras se acercaba y se sentaba en la cama, justo a mi lado.
__ Mejor vete de aquí Sylvia.- gruñí.
__No me iré Dominik, nunca te dejaría solo.- respondió para luego acariciar mi cabello. Sylvia es mi amiga desde hace años, creo que somos amigos desde que tenemos 5 años. Ella tiene su cabello teñido de rosa, sus ojos son de un extraño azul y su piel es tan pálida como la nieve, ella parece una muñeca de porcelana.
__ Conoces mi punto débil.- digo para luego reír. Me gusta cuando me acarician el cabello, eso en cierta forma me tranquiliza.
__ Dominik, conozco todo de ti. Conozco tus puntos débiles como la palma de mi mano.- respondió.- ¿Te interesa esa chica?.- preguntó con cierta burla.
__ No lo se.- respondí.- Ella me hace sentir raro y por eso la odio, ella hace que me preocupe por cosas tontas, hace que quiera protegerla.- hice una pausa.- Ella es tan frágil que quiero protegerla pero se que yo mismo puedo hacerle daño, en lugar de protegerla solo la voy a lastimar.- finalicé.
__ Amar es destruir y ser amado es ser destruido.- respondió la pelirosa.- ¿Nunca has pensado en la posibilidad de que ella te guste? ¿Nunca pensaste que tal vez sientas amor por esa chica?.- preguntó.
__ Sylvia, me estas confundiendo.- respondí para luego mirarle directo a los ojos.- Nunca me he enamorado. No se lo que se siente, no se como es eso, no se nada acerca del amor.- hice una pausa.- Tal vez tenga interés en ella pero mi orgullo no quiere admitirlo.- finalice.- Y dudo que lo llegue a admitir un día.- añadí.
__ Creo que debes aclarar tus sentimientos.- respondió.- Aunque si me lo preguntas, yo creo que esa chica te gusta.-finalizó para luego salir de la habitación y dejarme solo con mis extraños pensamientos. Tal vez ella tenga razón, tal vez si me gusta esa chica; sin embargo, eso no significa que lo vaya a admitir tan fácilmente.
Narra Camelia
Me había quedado dormida luego de haber llorado un par de horas, mi teléfono sonó y era mi madre
__Hola mamá.- dije tratando que mi voz sonara lo más casual posible.
__Hola hija, tenemos una noticia para ti así que no te duermas temprano.- parece emocionada.
__ Esta bien.- respondí.- ¿A que hora llegan?.- no pude evitar suspirar. Debía simular estar bien, y la verdad es que no creo que pueda hacerlo.
__ Llegaremos en la noche, quizás a las 22:00.- respondió.- Hablamos luego, hija.- cortó la llamada antes de que pudiera contestarle.
Volví a recostarme sobre la cama mientras miraba el techo, luego de unos minutos me dirigí al baño y al verme en el espejo vi que mis ojos estaban un poco hinchados. Era evidente que había estado llorando. Lavé mi rostro y luego volví a la cama, estuve sumergida en mis pensamientos hasta que mi teléfono sonó de nuevo.
__ ¿Hola? ¿Quien es?.- pregunté, era un numero desconocido.
__ Hola, soy James.- respondió entre risas.
__ Ah... Hola James.- respondí un tanto confundida.- ¿Como diablos conseguiste mi numero?.- pregunté arqueando una ceja. Esto es demasiado extraño.
__ Tengo mis contactos.- dijo entre risas.- ¿Quieres salir a dar un paseo?.- dudé en responder pero le di una afirmativa porque no quería ser grosera, después de todo el y Dominik me salvaron el pellejo.- Paso por ti en una hora.- dijo para luego colgar.
Vale, todos me cuelgan el día de hoy.
Una invitación de su parte es algo que ciertamente no esperaba; sin embargo, James me agrada y me siento cómoda a su lado. Después de esperarle, sonó la puerta y allí estaba el, vestía con pantalón negro, botas al estilo militar y una camisa a cuadros de color rojo, su cabello tenia un estilo salvaje y en general se veía atractivo.
__ Hey.- su sonrisa es amplia y honesta.
__ Hola, James.- respondí sonriendo.
__ ¿Nos vamos?.- preguntó a lo que yo asentí. Comenzamos a caminar y llegamos a un parque, habían niños jugando, perros corriendo por todas partes y parejas abrazadas. James compró unos helados y comenzamos a comerlos mientras hablábamos de cosas aleatorias. Todo iba bien hasta que salio un tema del cual no quería hablar.- ¿Que pasó con Dominik?.- preguntó con cautela.
__ Nada en especial.- respondí.- El es un jodido bipolar.- añadí para luego darle una lamida a mi helado.
__ Yo también lo creo.- comentó.- ¿Pero que pasó entre ustedes?.- sus hermosos ojos verdes me miraban con atención.
__ Nosotros... Nos... Nos besamos.- solté, el se sorprendió un poco y asintió.- Pero al final terminamos peleando.- añadí rodando los ojos.
__ ¿Por que?.- arqueó una ceja- Se supone que el beso fue algo bueno.- asiento.
__ Le dije que mejor lo olvidáramos ya que el no siente nada por mi ni yo por el.- suspiré. Estaba decepcionada de lo que había sucedido. Ese beso fue mágico, pero luego toda esa magia de marchitó en un abrir y cerrar de ojos.
-__Te equívocas.- dijo James.- Dominik será lo que sea pero el no besa a nadie sólo por hacerlo... Si el hace algo es porque en verdad lo quiere hacer, no lo hace en vano.- aseguró. Luego estuvo en silencio unos segundos hasta me mira de manera sombría.- Creo entender porque se molestó.- suspira.- Dale tiempo, tal vez está confundido.- murmura riendo.- Dominik es muy orgulloso y no acepta la realidad tan fácilmente.- añade negando con su cabeza.
__ Eso es evidente.- respondo un poco confundida.- Hablemos de otra cosa.- propuse para así mantener la mente ocupada y no pensar en aquel pelinegro que acaba con mi paz interior.
__ Háblame sobre ti.- dice sonriendo.- Puedes confiar en mi.- añadió y esas palabras me sonaron honestas, no se porque pero con James siento seguridad.
__ Bien.- respondí.- Soy hija única, mis padres siempre están ocupados y no me llevo muy bien con los del resto de la familia.- expliqué.- Lo usual.- ambos reímos.
__ Mis padres se separaron cuando era pequeño y fui a vivir con mi madre que murió hace un par de años.- comenta mirando al perro que pasa por delante nuestro.
__ Lamento lo de tu madre, debe ser difícil estar sin ella.- respondo con cierta incomodidad.
__ Lo es, la extraño cada día que pasa.- dice con una sonrisa forzada.
__ Quizás puedas apoyarte en tu padre.- digo sin pensar. Me regaño mentalmente, no se mucho del tema y parece ser delicada su situación.
__ Tal vez tengas razón.- suspira.- En unos días mi hermano se va a comprometer, al parecer conoceré a la pobre chica que será su esposa.- añade. Le miro confundida, es comentario extraño.
__ ¿James?.- preguntó una suave voz, ambos dirigimos nuestra mirada hacia la dueña de aquella melodiosa voz.
__ ¿Sylvia?.- James se le acerca.- Ha pasado tanto tiempo.- le abrazaba.
__ Muchísimo.- dice la chica pelirosa.- ¿Y quien es ella? ¿Es tu novia?.- pregunta sonriendo, el pelicastaño niega con su cabeza.
__ No. Ella es Camelia Collins, una amiga.- me presentó a lo que me acerco a la pelirosa para tenderle la mano.
__ Mi nombre es Sylvia, es un gusto conocerte.- dice para luego corresponder mi saludo.
__ El gusto es mio.- respondo sonriendo.
__ Sylvia es una vieja amiga de Dominik.- aclara James.- Su única amiga.- ríe. Asiento con mi cabeza un tanto incomoda.
__ Bueno... Debo irme. Nos vemos después.- se despidió con la mano mientras sonreía. Le miro detenidamente y no se porque tengo un mal presentimiento acerca de ella.
__ Vaya, es tarde.- dice James mirando su reloj. Empezamos a caminar mientras seguimos hablando. Al estar frente a mi casa suspiro con pesadez, lo bueno ha terminado.- Me la pasé bien contigo.- dice sonriendo.- ¿Te gustaría salir otro día?.- asiento.
__ Por supuesto que me encantaría.- respondo sonriendo. Entonces la puerta se abre y mi madre estaba allí parada observándonos.
__ Hola chicos.- nos saludó.- Hija, presentarme a tu amigo.- pidió mi madre riendo, se que esta malinterpretando todo.
__ El es mi amigo James.- digo para dejarle claro que es mi amigo.
__ ¿Tu eres James Hilton?.- pregunta mi madre sorprendida mientras se coloca una mano en su boca. Le miro confundida.
__ Si, señora Collins.- responde James un poco incómodo.
__ ¿Que tiene de especial?.- pregunto aun confundida.
__ Luego te explico.- dice mi madre.- ¿Tu padre te ha hablado de nosotros? ¿Sobre lo de la noticia?.- los ojos de James se abren como platos.
__ Acaso ustedes...- se detuvo en seco y prefirió guardar silencio.
__ Si, somos nosotros.- respondió mi madre.
__ Déjame con tu madre a solas por favor.- pidió James mirándome. Le miro confundida y un poco molesta.
__ No lo haré.- respondo molesta.
__ Por favor, hija.- Pidió mi madre- No me quedó otra opción mas que obedecer. A medida que iba caminando sentía que algo no estaba bien.
Narra Dominik
Estaba en la biblioteca de mi casa y alguien entró; decidí no darle importancia al asunto y seguí en lo mio. De repente sentí una mano en mi hombro así que me giré para ver de quien se trataba.
__ Alguien quiere verte.- dijo Melina.
__ No estoy esperando a nadie.- respondo con fastidio.- Dile que pase.- suspiré. Ella asiente.
__ Hola de nuevo.- dice la pelirosa.
__ Sylvia.- le miro.- ¿Que quieres ahora?.- pregunto con fastidio. Quiero estar solo.
__ Hoy me encontré a James, y estaba con tu chica en un parque.- se ríe.- Una cita para ser mas precisa.- añade. Siento un cuchillo clavarse en mi espalda.
__ ¿Que?.- eso fue lo que salió de mi boca.- Debes de estar bromeando.- añado negando con la cabeza. La sangre me hierve con sólo imaginar la escena.
__ Estaban muy juntos mientras hablaban, al parecer disfrutan mucho la compañía del otro.- dice para luego sentarse frente a mi.- Oh, casi lo olvido. Habrá una fiesta el sábado, al parecer será algo épico y todas las personas importantes irán.- comenta.
__ No voy a ir.- respondí cortante. No podía evitar sentir enojo y celos por lo que acababa de escuchar. Quiero golpear a James justo ahora.
__ Dominik, tus padres están invitados y por obvias razones tu también, así que debes ir.- respondió rodando los ojos.
__Da igual, tampoco es como si me importara ir a esa estúpida fiesta.- añado. Ella me mira y ríe, sus ojos han cambiado de color.
__ Pobre Dominik, ha sido traicionado.- su tono es burlón.
__ A veces me pregunto cual sera la verdadera Sylvia.- digo serio para luego soltar un suspiro.- ¿Eres buena o eres mala?.- pregunto, a lo que ella ríe.- A veces no puedo creer que aun sigamos siendo amigos.- añadí.
__ No soy ninguna.- respondió.
__ Tu doble personalidad me confunde.- digo serio. Ella es dulce y delicada pero también es mala y arrogante, así es ella, dos personas en un mismo cuerpo.
__ No soy Sylvia.- hizo una pausa para luego reír.- Yo soy Sylia.- aclara.- Tu fuiste quien creó mi nombre.- finalizó. Yo asiento con pesadez, Sylvia tiene doble personalidad. Tengo conocimiento de ello desde que éramos niños así que le di un nombre a aquella persona que es lo contrario a mi amiga. - Y honestamente, yo soy mas poderosa que ella.- añadió mientras se reía.
__ Ustedes son una sola.- aclaré.- Si ella muere tu también lo harás, en ese momento ninguna es mas fuerte que la otra.- concluyo.
__ Tienes razón.- contesta pensativa.- Pero eso jamas sucederá.- dice muy segura de si misma.- Ya me voy querido Dominik. Saluda a Sylvia de mi parte.- añadió con una sonrisa burlona.
__ Como digas.- me limité a responder.
__ ¿Dominik?.- preguntó Sylvia mientras se tomaba de la cabeza.- Ha sido ella otra vez.- se veía preocupada.
__ Si, ha sido Sylia otra vez.- respondí para luego suspirar con pesadez. Esto es una locura.
__ Ya no se que hacer...- susurra.- Tengo miedo Dominik, siento que cada día que pasa ella se hace fuerte.- sus ojos amenazan con llorar.- Tengo miedo que ella tome todo el control sobre mi.- finaliza abrazándose a si misma. Sylvia y Sylia son tan diferentes, una es débil y la otra es fuerte, pero son ambas al mismo y no pueden vivir separadas.
__ No lo hará Sylvia, no lo hará.- le digo mientras la cubro en un abrazo. Con ella soy yo mismo sin ningún problema, ella es como mi hermana.- Tu eres fuerte así que no te preocupes.- Mentí. La verdad es que siento que cada vez Sylia se hace fuerte, ahora parece con mas frecuencia. Yo también tengo miedo de que ella tome el control sobre mi amiga.
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