Capítulo 35: Donde todo comenzó

     Narra Camelia

     Han pasado un par de días desde que estoy atrapada aquí, Sylvia no ha vuelto desde entonces y quienes han estado vigilandonos es William junto a cinco chicos más cuya identidad es incierta para mi. La condición de Jackson empeora, está pálido y su temperatura es demasiada alta.Miro sus heridas y parecen haber empeorado desde el día que llegué. 

__ Demonios...- le escucho gruñir.

__ ¿Que sucede?.- me acerco a el.

__ Esta situación esta jodida, Camelia...- cierra los ojos e intenta mantener la calma, pero su rostro le delata. Su tobillo izquierdo ha cambiado de calor, eso es alarmarte. Ahora esta de un color purpura.

__ Tenemos que salir de aquí Jackson, necesitas ver a un doctor.- susurro.

__ Es imposible. Hay seis bastardos que nos obstruyen el paso, eso sin mencionar que uno de ellos es un psicópata.- dice para luego mirarme fijo.

__ Lo se pero...- me interrumpe.

__ Yo estoy herido, no puedo luchar en lo absoluto. Y tu eres una chica... Tenemos todas las perder, en estos momentos somos las jodidas damiselas en peligro.- concluye.

    No tengo como llevarle la contraria, es la cruda realidad. Aun sí ideáramos un plan llevarlo a cabo sería complicado, Jackson a penas puede moverse y yo no soy una persona fuerte como para derrotar a seis chicos que me llevan el doble tanto en tamaño como en peso.

__ Debe de existir algo que podamos hacer.- digo mientras camino por el lugar en busca de algo que me de al menos una esperanza de idear un plan. 

__ ¿Que haces?.- pregunta.

__ Tienes razón, la situación no esta a nuestro favor. Pero creo que podemos hacer para cambiarlo.- le muestro lo que he encontrado.

__ ¿Cómo planeas hacerlo?.- arque una ceja.

__ ¿Aún eres bueno en béisbol?.- el asiente. Esto quizás pueda funcionar.

     Narra Dominik

     Luego de que apareciera Elliott creímos que habíamos dado con la ubicación exacta del lugar donde tienen a Jackson y a Camelia pero resultó no ser así. El ojiazul a penas recuerda los detalles del lugar y durante el trayecto de ida y vuelta le han cubierto los ojos por lo que le ha sido imposible darnos detalles de los alrededores. 

    Mi humor ha sido terrible, he discutido con todos dentro de la mansión y de la empresa, si bien esto es un tema delicado todo parece haber sido puesto en contra de los Santorski, los socios no quieren aceptar a Novak y esto hace que la estabilidad de los negocios tambalee, el peso en mis hombros sólo cree, como vicepresidente debo resolver esto.

__ Carajo, esos imbéciles sólo nos quieren joder porque somos jóvenes.- digo cabreado.

__ No debemos caer en sus provocaciones, si lo hacemos el juego estará perdido.- Novak suspira

    Ambos hemos estado al límite con estos asuntos, eso sin mencionar que nuestras respectivas parejas están siendo cautivas en alguna parte del país. La búsqueda no ha avanzado en lo absoluto y Sylvia parece haberse esfumado. 

__ Esta complicado hacerles caer en su propio juego, pero no es imposible.- digo para luego mirarle.

__ No es imposible para nosotros, eres el hijo que carga con los errores de su padre, y yo soy el nieto bastardo que nadie quiere al mando... Somos un dúo bastante complejo.- se ríe.

__ Lo somos.- río 

     Me dispongo revisar unos documentos, y un sobre de color rosa sobresale entre todos así que lo tomo inmediatamente. Al abrirlo veo la letra inconfundible de Sylvia, su caligrafía es tan fina como siempre la sido. 

__ "Donde todo empezó, todo terminará".- lo leo en voz alta.

__ ¿Que significa eso?.- pregunta Novak confundido.

__ Esto la ha enviado Sylvia, de ello no hay duda... Pero no entiendo que es lo que significa.- releo la frase una y otra vez pero sigo sin entender su significado.

__ Quizás es una especie de pista.- dice el ojiverdes, yo asiento.

__ ¿Acaso se refiere...?.- no termino la oración.

      Tomo mi celular y salgo corriendo para subir a mi auto e ir hasta el lugar donde todo este asunto comenzó. Subo a mi auto y conduzco como si mi vida dependiese de ello. Creo entender esas palabras, ese sobre en realidad lo envió Sylia. Si bien conocí a Sylvia en América cuando era pequeño, su trastorno de doble personalidad se desarrollo luego. 

     Volví a Polonia, a la vieja casa de mi madre. Vivimos allí por un par de años para luego volver a América. Sylvia solía visitarme frecuentemente debido a que ella se estaba quedando temporalmente con su abuela paterna. Recuerdo que en unas vacaciones de verano Sylvia vino de visita y le pedí que me ayudara a buscar a mi gato, el cual parecía haber huido de casa.

    Buscamos por toda la propiedad y no hubo ningún rastro del gato, así que salimos a buscar por los alrededores. Ese día ella lo encontró muerto, o al menos eso es lo que dijo. Sin embargo, yo se la verdad. Ella asfixio a mi gato hasta  la muerte, mientras lo hacía sus ojos azules cambiaron a un verde oscuro que con sólo mirarlos daba miedo. Esa fue la primera vez que presencié su cambio, y Sylia lo supo de inmediato, que yo le había visto.

__ Aquí es.- digo luego de estacionar el auto. 

    Me bajo y camino un par de minutos, miro el cielo y esta nublado, parece que pronto va a llover; llego al lugar donde sepulté a mi gato y allí veo a la pelirosa, tiene un crisantemo amarillo entre las manos, lo pone con cuidado y luego se gira a verme. 

__ Viniste, Domink.- dice sonriendo.

__ Sí, vine a acabar lo que alguna vez comenzó aquí.- le miro seriamente.

__ Fue un error no haber dicho nada... Pero eso me ha beneficiado, no lo niego. Si hubieses dicho algo a los padres de Sylvia en aquel entonces quizás me hubiera dominado o exterminado.- comenta. 

__ Es un error del que me arrepiento cada día de mi vida.- digo con franqueza.

__ Fuiste mi creador, Dominik. Tu comenzamos todo esto...- se acerca a mi con aire felino.

__ Lo sé, por eso yo soy quien debe pagar las consecuencias.- finalizo.

__ Es interesante que digas eso, querido. Ven, sígueme.- hace una seña con la mano.

__ Esta bien...- digo para luego seguirle.

__ Tu querida novia estará feliz de verte, claro, si es que ya despertó. Al parecer ha intentado una estupidez y ha pagado a las consecuencias.- le tomo por el brazo y le hago girar.

__ ¿Que has dicho?.- aprieto su cuello.

__ Si me matas no podrás salvarlos, ya he dado instrucciones.- dice con aire burlón.

    La suelto de mala gana y ella tose; luego de reponerse me mira sonriendo y sigue caminando. Llegamos a lo que parece ser una vieja fábrica, curiosamente siento que he estado aquí antes pero no logro recordarlo. Al llegar unos ojos particulares me miran con intensidad, es William. 

    ¿Qué hace aquí? ¿Qué tiene que ver él este asunto?


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