Capítulo 27: Despedida

      Narra Camelia

     Me adentré en mi habitación y cerré la puerta, me dejé caer mientras miraba un punto muerto. Estaba en estado de shock, no sabía si llorar o gritar, si romper todo a mi paso o si romperme a mi misma. Antes de que pudiera actuar alguien tocó la puerta.

__ Quiero estar sola.- dije cortante.

__ Es importante. Debo hablar contigo.- esa voz no me era conocida. 

     Me lo pensé unos segundos hasta que me puse de pie para abrir la puerta. Una vez abierta me encuentro con unos grandes ojos verdes, estos son cálidos y amables, no parece ser una mala persona. Es mi primo, Novak.

__ ¿Qué haces aquí?.- me alejé de la puerta, sentía nervios al estar cerca de el.

__ Debo hablar contigo... O mas bien a disculparme, toda tu desgracia es por mi culpa...- susurró.

      Le miré sin entender. Entonces, en cuestión de segundos lo tenía pegado a mi, sus brazos me envolvieron en un abrazo y eso me alteró un poco. Sé que teníamos una buena relación y que pasamos mucho tiempo juntos cuando éramos niños pero debido al tiempo y a los últimos acontecimientos no podía corresponderle. 

__ No... no deberías...- susurré con dificultad.

__ Mis tíos están en quiebra por mi culpa, por mantenerme vivo todos estos años.- dice casi al borde de las lágrimas.

     Entonces recordé lo que había sucedido con mi primo Novak, y quien había sido el culpable de todo aquello. Jochen Santorski, el padre de Dominik. Eso me colocaba en un situación incomoda ya que estaba saliendo con el hijo del hombre que intentó matar a mi primo.

__ No fue tu culpa. No fue un error y tampoco una desgracia, estas vivo y eso es lo que cuenta.- dije para luego corresponder su abrazo.

__ Gracias, Camelia. Todo estará bien, haré lo posible para que sea así.- sonrió.

__ Novak, tu...-me cortó inmediatamente como si hubiera leído mi mente.

__ No, no recuerdo mucho acerca del accidente. Quisiera hacerlo pero mi mente esta en blanco y lo poco que recuerdo son cosas sin verdadera relevancia.- finalizó.

__ Entiendo... Yo realemente no se que hacer, no se que esta bien o mal...- susurré.

      Nos alejamos un poco y miré sus ojos verdes, estos me hacen recordar la foto de la tía Rose, aquella foto que mi padre cuida con tanto fervor. Limpio mis lagrimas y de repente algo se cae de mi pantalón, es la nota que Dominik me había entregado. En aquel pedazo de papel decía algo que ciertamente no me daba buena espina. 

     Necesitamos hablar, veámonos en los rieles del tren a las 21:00. 

    Mire a Novak y el sonrió para luego asentir. El me ayudaría a escapar para así encontrarme con Dominik, si bien su padre lo había atropellado no significaba que odiara a Dominik o el hecho de que estuviéramos enamorados, al menos eso fue lo que me dijo. Al llegar al lugar acordado vi a un Dominik sentado en medio de los rieles del tren, sonreí debido a un recuerdo que me vino a la mente

 *****Flash Back*****

      Habíamos salido del instituto y debido a que era temprano Dominik decidió mostrarme su lugar especial. Sentía curiosidad, quería conocerlo y saber todo de él, lo bueno y lo malo también. Íbamos tomados de la mano y hablábamos de lo que había sucedido en el día, al llegar me dedicó una sonrisa.

__ Considero que la vida es realmente irónica e interesante. Creemos predecir lo que viene pero ¿De verdad lo hacemos? Creemos poder evitar cosas pero yo no lo creo del todo.- comento para luego mirar su reloj, él ahora estaba sentado en medio de los rieles del tren.

__ Yo creo que así como hay cosas que escapan de nuestras manos también existen otras que debemos tomarlas muy fuerte y hacer que sucedan.- me puse en cuclillas para quedar a su estatura.

__ Es un buen punto. La primera vez que vine estaba enojado de todo, muchos de mis "amigos" creían que era homosexual y todo por un malentendido. Me quería morir y vine aquí, me senté a esperar que viniese un tren y me volviera papilla. Creí predecir lo que sucedería, moriría y por mi propia elección.- dijo para luego hacer una mueca.

__ Dominik, viene el tren.- digo con los ojos bien abiertos cuando veo el humo a los lejos.

__ Lo sé.- se recostó en el piso y yo entré en pánico.

__ Puedes seguir la historia aquí, en lo seguro.- le digo mientras el sonido se hace mas fuerte, el tren se iba acercando.

__ Pero no fue así, la vida irónicamente me le dio la vuelta al pastel.- el tren estaba a escasos metros de nosotros.

__ ¡Dominik!.- lo tome de su abrigo y lo jale hasta mi cuerpo, lejos de los rieles del tren. Eso estuvo cerca.

__ Me salvaron y fue mi enemigo, el que una vez fue mi amigo... El imbécil por el cual mi vida se había vuelto un desastre. Me salvo y se disculpo conmigo, irónicamente me salvo la razón de mi acto suicida... Lo mas interesante de todo fue que el muy imbécil dijo que yo era homosexual para así echarme la culpa y que el acoso fuera sólo para mi... El muy imbécil era homosexual, irónicamente interesante. ¿No?.- se levantó.

      Su voz era ronca, parecía estar molesto de sólo recordar aquel acto. Yo por mi parte intentaba procesar la información y perdí un poco la onda pero no le dije nada, el no iba a repetir esas amargas palabras. 

__ El buscaba un señuelo y a la vez un culpable.- murmuré.

__ Exactamente. Desde ese momento decidí desquitarme de todos, si debía hacer daño para que así no me hiriesen lo haría, si debía ser un victimario para así dejar de ser la victima lo haría; y eso hice... Por eso este es mi lugar favorito, fue en cierta forma el comienzo para mí y aunque soy consciente de que no fue la mejor decisión es lo que tome en mi manos... Yo lo hice posible.- dijo para luego apretar su mano.

     Me dio la espalda y comenzó a caminar por el sendero del cual veníamos, no dijo ni una palabras acerca de aquel recuerdo y tampoco acerca de otra cosa, decidí quedarme callada ya que era evidente que no quería hablar. Ese día volvimos a casa en silencio pero sentí que al menos le conocía un poco más.

*****Final del Flash Back*****

      Volví al presente y con pasos lentos me fui acercando hasta Dominik, la noche estaba helada así que me aferré al abrigo que usaba, Dominik hacía los mismo. Sus ojos azules se cruzaron con los míos y yo le dediqué una sonrisa, aunque quizás parecía una mueca.

__ Ven, vayamos a otro lugar antes de que nos resfriemos.-  dijo Dominik para luego levantarse. 

    Tomo mi mano y me condujo por un camino extraño, parecía el camino de un gato salvaje. Reí, Dominik era como un gato arisco, uno que le teme a las personas por lo que son capaces de hacer y que a su vez solo quiere amor y cariño, sé que el se considera mas bien un lobo solitario pero para mi es un gato, uno muy arisco al que me he ido ganando de a poco.

__ ¿A donde me llevas?.- pregunto curiosa .

     Sólo escucho su risita juguetona. Cerca de los rieles del tren hay un bosque bastante denso pero no demasiado intimidante, al parecer Dominik conoce todo el lugar y esta familiarizado con él, se nota que conoce cada milímetro de este oscuro lugar puesto que no duda al caminar por este sendero.

__ Llegamos. Bienvenida al que era mi escondite cuando era un niño.- dice riendo.

       El lugar es iluminado y amplio, posiblemente en el medio del bosque (no se exactamente si es el medio o no); frente a nosotros está una especie de cabaña, a las fuera de las mima están unos rosales y entre ellas un camino que lleva a la puerta principal.

__¿Cuantos escondites tienes?.- pregunto. 

__ Muchos, más de los que crees.- contesta.

     Nos acercamos al rosal y toma tres rosas rojas como la sangre, las envuelve en un pañuelo y me las entrega. Son hermosas y curiosamente me hacen pensar en la persona que esta frente a mi, son precias y peligrosas, así es Dominik, atractivo pero peligroso. Observo detenidamente las rosas y luego las acerco a mi nariz, su aroma impregna todo mi ser.

__ Gracias.- sonrío.

__ No es nada, estaba seguro de que te gustarían.- comenta.

      Entonces empieza a caminar y al llegar a la puerta saca una llave, en cuestión de segundos estamos dentro de la cabaña. El me ofrece una bebida caliente que acepto gustosa, este frío es en verdad terrible. El busca un florero y me lo entrega para así colocar las flores. Al terminar voy hasta la cocina donde Dominik prepara lo que parece ser chocolate caliente.

__ ¿Sabes cómo hacerlo?.- pregunto para luego reír.

__ Alguien se quedará sin chocolate caliente y se congelara como paletita de hielo.- respondió haciéndose el ofendido. Ambos reímos.

__ Este lugar es acogedor.- comento

   Camino de un lugar a otro inspeccionando y todo se resume a un cuarto, un baño, una sala de estar y la cocina, es algo pequeño. Luego de unos minutos el vuelve a la sala con dos tazas en sus manos.

__ Lo único bueno que mi padre ha hecho por mi ha sido construir esto... Bueno, darme el dinero para hacerlo. La verdad es que ni siquiera sabe la ubicación.-dice mientras me entrega una de las tazas.

__ Al menos tienes privacidad aquí.- me acerco a él y coloco mi cabeza en su hombro.

__ Si, un poco... Pero quisiera que estuviera mas lejos o que fuera invisible, sólo así tendría verdadera privacidad.- responde.

__ Tus padres no parecen invadir tu privacidad.- me incorporo y le miro fijo.

__ Curiosamente ellos han estado ausente cuando los he necesitado... Pero cuando yo quiero paz y sobre todo, que no se metan en mis problemas, es cuando aparecen. Es irritante.-dice para luego negar con su cabeza.  

__ ¿Sobre qué quieres hablar?- coloco mi taza junto a la suya.

__ Las cosas se complicaron, Camelia. Yo... He hecho un trato con mi padre, el no dejara que estemos juntos a menos que haga algo por él...- lo interrumpo.

__ Obtener la recompensa que tanto desea... La razón por la cual mi primo estuvo en coma durante tantos años.- puntualizo.

__ Si, es justo lo que quiere.- agacha su cabeza.

__ No puedo entenderlo, Dominik... Tu dijiste que no lo ayudarías, que no estabas de acuerdo con él en lo absoluto. Además... ¿Qué podrías ganar con ello?  No lo entiendo, Dominik. ¡Esto es una mierda!.- la cólera empieza a apoderarse de mi.

__ Debo hacerlo, Camelia. Es la única solución.- se recuesta del sillón.

__ ¿Qué demonios debes hacer? ¿Venderle tu alma a tu padre es lo correcto? ¿De verdad crees eso?.- pregunto exasperada.

__ ¡Es la única manera de que nos dejen estar juntos, Camelia!.- me grita y yo quedo confundida.

__ ¿A qué te refieres?- pregunto.

__ Mi padre tiene demasiado poder y el haría hasta lo imposible por vernos jodidos y separados... ¿De verdad crees que quiero jugar con sus reglas, que quiero que el obtenga ese dinero, Y que se salga con la suya? ¿De verdad lo crees? ¿Acaso no me conoces ni un poco?.- se levanta del sillón molesto. 

__ Perdóname, fui una estúpida.-  suspiré. 

     Era un estúpida por no poder creer del todo en el hombre que con tanto esfuerzo y sacrificio había abierto sus brazos para mi, sé que el es diferente a su padre y que no quiere ser igual a él, pero la verdad es que siempre he tenido problemas al confiar en las personas. 

__ Yo no quiero esto... No quiero irme a Polonia y tener un puto curso intensivo de como ser un empresario y un desgraciado. Tampoco quiero separarme de ti justo ahora pero si no lo hago... Si no hago esto no podremos estar juntos ni ahora ni nunca. Mi padre tiene demasiado poder y yo no puedo contra él...- murmura, se revuelve el cabello notablemente estresado.

__ ¿Cuando te irás a Polonia?.- mi corazón late deprisa, tengo miedo de la respuesta.

__ Mañana, el vuele sale a las 11:00am.- contesta.

__ Dominik... Pudiste consultármelo. Quizás habríamos encontrado juntos una solución.- susurro.

__ No hay otra solución, Camelia. Las opciones se nos acabaron.- murmura.

__ Entonces es inevitable, sólo nos quedan unas horas para estar juntos... Yo realmente no quiero perderte.- digo muy bajito.

         Me levanto del sillón y con pasos torpes me acerco a él, debido a que sigue dándome la espalda le abrazo, su camiseta se moja un poco con mis lagrimas. Estoy llorando, he llegado a mi límite. Toda esta situación, el conflicto entre familias, nuestra relación, nuestros sentimientos, todo esto es demasiado. 

__ No quiero perderte... Siento que si te vas te perderé para siempre...- susurro ente sollozos.

__ Camelia...- no le dejo hablar.

__ Cuando confesé mis sentimientos por ti derrumbe la ultima barrera que tenía, ya no tengo orgullo ni dignidad, ya no puedo pensar en mi... No puedo aunque lo quisiese, y quizás ese es el problema, no quiero pensar sólo en mi ni en mi futuro... Yo quiero pensar en el nosotros, en nuestro futuro... Yo no quiero perderte por ninguna razón y prefiero vivir una vida de complicaciones que un vida sin ti.- digo llorando.

__ No me vas a perder, Camelia. Yo siempre estaré para ti así como tu para mi, esto lo hago por nosotros, por nuestro futuro. Es un sacrificio para algo mejor y mayor, para nuestra vida juntos...  No será fácil pero creo en nosotros, en que somos capaces de lidiar con esto y mucho mas con tal de seguir juntos. Podemos hacerlo... Creo en ello y se que tu también lo crees.- concluye para luego darse la vuelta y darme un corto beso. 

      Nadie nos enseña a lidiar con esto, a la distancia. El hecho de que dos personas que se quieren deban separarse para así salir adelante y tener la oportunidad de que su futuro sea mejor, es complicado y quizás un poco injusto. Sin embargo, se debe tener confianza en que todo saldrá bien, saber si funcionará o no es incierto pero sólo se puede creer en que sí y en que todo el dolor de la despedida valdrá la pena.

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