Estaba a tu lado pero no me viste, estaba contigo pero no te importó. 

Hice que tu penumbra acabara pero no lo agradeciste, hice de todo por ti y no me quisiste.  

Ahora sólo por despecho me cobraré las heridas que alguna vez produjiste.

       Narra Jackson

     Abrí mis ojos y vi que estaba en mi habitación, todo había sido un sueño. Mi camisa blanca estaba empapada en sudor y mi corazón estaba acelerado, incluso jadeaba un poco. Sólo fue una pesadilla, me digo a mi mismo. Con mis manos cubrí mis ojos y sin querer empecé a llorar, lagrimas caían y me sentía estúpido por ello. Los hombres no lloran, no somos heridos puesto que nosotros somos quienes producimos las heridas. 

     Reí irónicamente.

__ Eras una mierda, padre... ¿Estas orgulloso de mi? Ahora soy como tú.- digo mientras me miro en el espejo.

      No podía ver mi propio reflejo, sólo el suyo. Me asqueaba al verle, su sonrisa maliciosa seguía presente mi memoria..- Ahora soy igual de mierda de lo que fuiste.- murmuré y su sonrisa creció al escucharlo.- Responde.- mi rabia creía al verle frente a mi y que no me respondiera.- ¿Estas orgulloso de verme igual de jodido que tu?.- las lagrimas reaparecieron.-

__  ¡Responde, carajo!.- grité para luego romper el espejo de un puñetazo. 

      Ah, lo hice de nuevo.

__ ¿Joven Jackson, está usted bien?.- preguntó una empleada del otro lado de la puerta.

__ Vete al diablo.- respondí amenazante.

__ Yo sólo ero que-quería... avisarle que su padre le llama.- dijo para luego marcharse. 

    Suspiro don pesadez, no quería salir de mi habitación en lo absoluto. Decido adentrarme en el baño y al mirar hacia el suelo veo que está la nota de ayer, me sentí inquieto nuevamente. Aquella caligrafía me era desconocida, no se quien ha sido pero no me da buena espina. 

     Me quité la camisa y con ella limpié mi herida. Eso me hace pensar en que ya no me duelen las heridas, quizás sea por tantas que me he hecho. Todo mi cuerpo estaba cubierto de heridas que yo mismo me he causado. Pienso en Camelia,  ella también ha sufrido lo mismo.Quizás deba disculparme, la verdad es que me pasé con el juego, y aunque fue idea de William también soy culpable puesto que participé en ello. 

__ Joven Jackson, su padre quiere verle.- dijo una voz desde afuera.

__ En unos minutos voy a su despacho.- respondí sin mucho ánimo. 

    Luego de haber vendado mi mano derecha fui directo a donde estaba el padre de James, y en efecto, mi padrastro. No es una mala persona pero realmente el no puede hacer nada para ayudarme.

__ Jackson, pasa. Te estaba esperando.- se levantó y me abrazó.

__ ¿Sobre qué quieres hablar?- me quedé inmóvil.

__ Tu madre se ha ido temprano a casa de su amiga. Al parecer esta un poco enferma, no ha dado detalles. Me pidió que te entregara esto.- me entregó una pequeña caja.

_ Vale. Yo saldré por ahí...- finalicé y el asintió no muy convencido. 

    Salí de allí y empecé a caminar hasta llegar a un parque solitario. Me senté cerca de un árbol y me dispuse a romper la envoltura, luego abrí la caja y  en su interior vi lo que parecía ser mechero. Tiene unas letras gravadas y estas me producen inquietud, siento que las he leído antes.

     Aunque camino por el valle de la sombra de la muerte, no temeré el mal, porque soy el hijo de perra más vil del valle.

Vaya.

     Al final de la caja vi un trozo de papel y leí lo que decía en el, al parecer este mechero era de mi padre. Mi mandibula se tensa, esto es el colmo. Intento olvidar a esa persona y ahora mi madre me da un objeto que le era característico.

__ Ese escrito es muy apropiado para ti, Jackson.- dijo una voz cerca de mi oído.

    Esa voz... Me giré lentamente y no podía creer lo que estaba viendo.Sus ojos verdes no habían cambiado, su rubia cabellera brillaba y esa cara de porcelana seguía intacta, los años no parecían haber transcurrido. 

__ ¿No-Novak?.- mi voz era temblorosa.

__ ¿Crees en lo fantasmas?- río.

__ No, no puede ser. Tu no existes, tu eres sólo un producto de mi imaginación.- me alejé de el arrastrándome por la grama,  el se acercó a tal punto que podía sentir su aliento en mi cara.

__ Es increíble lo ciego que puedes llegar a ser... ¿Que quieres que haga? ¿Que puedo hacer para que me creas?.- acarició mi mejilla derecha y se sintió bien, se sintió real.

__ ¿Cómo es posible?...No puedes ser real.- susurré.

__ Soy real y no sólo para ti.- murmura.

     Su voz era la misma, su rostro, su cabello, sus ojos, su cuerpo, todo era exactamente igual. Nada había cambiado, era él y no había duda de ello.- Él también estaba llorando, esta situación nos ha marcado a ambos.

__ La ultima vez que nos vimos estaba dispuesto a contarte toda la verdad, pero tu no quisiste escucharme.- dijo para luego limpiarse las lagrimas.

__ Eso no...- me alejé de él pero no tenía escapatoria.

__ No estas loco, Jackson. Soy Novak Santorski.- negué con la cabeza.

__ ¡Los jodidos doctores me diagnosticaron esquizofrenia! ¡Todos ellos!.- estaba molesto, decepcionado pero muy en el fondo feliz por aquella equivocación.

__ Tu decidiste creer  en ellos, no en mí. Dudaste de mi palabra y eso fue un error... Siempre estuve a tu lado, Jackson pero no quisiste aceptarlo, no te importó. Te he amado desde siempre pero tu no valoraste eso, te protegí en aquel accidente y aun así no quisiste aceptar mi presencia, no me quisiste.- su voz parecía quebrarse. 

__ Novak...- me besó. 

__ Ahora, quizás sólo por despecho me cobre esas heridas que me causaste.- se levantó bruscamente y se marchó.

__ Hasta el me odia...- susurré para luego ver su cuerpo desaparecer a lo lejos.

     Narra James

     Me había levantado temprano, mucho antes que Elliott. Quería sorprenderlo con un desayuno, aunque eso fuera excesivamente cursi. Suspiro con pesadez ¿Como diablos terminé en esto?  

__ Buen día...- saluda al llegar a la cocina

     Su cara risueña y cabello desordenado afirma que acaba de levantarse. Le correspondo el saludo y el se sienta inmediatamente. Colocó sus brazos encima de la mesa y vi la gasa que cubre sus heridas recientes. Eso me hace recordar que estuve a punto de perderle, en ese momento me di cuenta de que su presencia lo era todo. ¿Demasiado cliché? Puede que si pero es la verdad.

__  Feliz cumpleaños, Elliott.- el se sonrojó notablemente.

__ Gracias, James.- se veía muy feliz y eso me alegraba, este cumpleaños será el mejor de todos. 

__ Espero que tengas hambre, enano.- le revolví el cabello para luego servir el desayuno. 

    Todo estuvo en calma, cada quien tomó un baño y a las 11:00 am ya estábamos listos para comenzar nuestro día. Tenía un par de planes que quizás serían de su agrado. O al menos eso es lo que espero.

__ ¿Estas listo?.- pregunté.

__ Si es contigo por supuesto que lo estoy.- contestó con una amplia sonrisa.

__ Eres demasiado adorable, Elliot. Me provocas con facilidad.- murmuro.

     Me acerco y tomo su rostro entre mis manos, empecé a besarle y el correspondió torpemente mi beso, era obvio que le faltaba practica. A la derecha, a la izquierda, lengua, mordisco. El intentaba imitarme y era adorable de apreciar. 

__ James... No puedo respirar. ¿Cómo logras aguantar tanto la respiración?.- preguntó seriamente.

    No pude soportarlo y empecé a reírme como loco. Él aun es inocente y eso le hace mas atractivo. Le acaricio la mejilla y el se sonroja, no puedo evitar volver a reír. El simular estar enojado.

__ En verdad eres un pequeñajo... Vamos, no perdamos tiempo- digo riendo. 

     Fuimos al parque de diversiones y fue una estupenda idea, Elliott estaba feliz y por primera vez lo veía comportarse como un chico normal. Subimos a todas las atracción en el orden que el cumpleañero disponía. 

__ Subamos a ese, James.- lo señala sonriendo.

      íbamos tomados de la mano, no estaba preocupado en lo absoluto. A la vista de los demás eramos hermanos y estaba bien, mientras nosotros supiéramos que no era así todo se encontraba de maravilla. Subimos a todos los juegos, comimos toda clase de golosinas y en especial algodón de azúcar, el preferido de Elliott. La ultima atracción era la rueda de fortuna así que nos dispusimos a caminar hasta allí.

__ Hola guapo.- una rubia se guindó como un mono de mi brazo.

_ ¿Estas solo?.- una peliroja alejó a Elliott de mi  lado para tomar su lugar.

Gruño con fastidio, detesto a esta clase de mujeres. Esas que son lanzadas, que sólo están en busca de alguien "guapo" para salir con ellas o simplemente alguien con suficiente dinero para satisfacer sus absurdos caprichos. 

__ Claro, vayamos a divertirnos... Elliott, nos veremos allí.- el asintió cabizbaja para luego empezar a caminar.

     Narra Elliott

    No puedo creer que James haya aceptado ir con esas chicas. ¡Las ha preferido antes que a mi! El nudo en la garganta me advierte que pronto comenzaré a llorar. Camino con lentitud y molestia, james es un idiota.

__ Estúpido, James.- me limpié las lagrimas.

__ Que lindo niño.- un hombre me detuvo por el brazo y me di cuenta de quien era.

__ Vaya, pero si es Elliott Evans.- eran Alexis y Darwin.

__ ¿Aun lo recuerdas, verdad?.- me tomó por la barbilla.- 

__ Quita tus asquerosas manos de el.- dice el pelicastaño.

__ James...-susurro.

__ Nadie toca lo que es mío excepto yo.- su tono de voz era alto y grueso, estaba cabreado.

__ ¿Ah, si?.- me tomó de la nuca y me besó. Lo alejé con fuerza.

__ Espero que tengan seguro médico.- dijo James.

    Sin medir palabras James le cayó encima a Alexis y empezó a molerlo a golpes. Darwin intentó quitárselo de encima pero en su lugar recibió un puñetazo en la nariz. Alexis estaba escupiendo sangre y ahora su hermano era quien estaba recibiendo una paliza. Luego de un rato ambos estaban tan maltratados que no podían levantarse. James los miró por ultima vez y me tomó como si fuese un costal de papas, estaba muy enojado. Es obvio que el ahora querrá que le cuente todo.

__ Adelante,  por favor.- una chica nos abrió la puerta de la cabina. Entramos y James me colocó en el suelo.

__ Empieza a hablar...- gruñó y asentí débilmente.

__ Luego de que algunos amigos supieran que me gustaban los chicos todo cambió.- me senté.

__ Vale...- James se sentó frente a mí.

__ En clases me lanzaban objetos, cuando iba caminando me tropezaban "sin querer" y demás cosas... Mi supuesto mejor amigo, Alexis se volvió en mi contra y junto a su hermano mayor me molestaban cuando salía de clases. Cada día aumentaba el grupo de amigos con un objetivo en común. Nadie hacía nada, a nadie le importaba.- me interrumpió.

__ ¿Y tu madre?.- suspiré.

__ Mis padres nunca han estado para mi, siempre han estado ocupados... Un día, luego de golpearme como era rutina, hicieron algo más.. Ellos... Ellos abusaron de mi de una manera diferente.- susurré.

__ Elliott... Los voy a matar.- me apretó la mano con fuerza.

__ No vale la pena, James. Ya no se puede regresar el tiempo.- murmuré.

__ Igual deben pagar por lo que hicieron.- insistió. .

__ Está en el pasado, ya no quiero recordar aquello.Quiero avanzar... Contigo. Se que ya no estoy solo, te tengo a ti.- finalicé.

__ Yo cuidaré de ti...No dejaré que nadie te haga daño. Déjame borrar todas esas heridas que alguna vez te hicieron, déjame hacer nuevos recuerdos.- asentí.

__ Si eres tú, todo estará bien.- recibí esa mirada cálida de James que me hace bien.

__ Ahora deja todo en mis manos.- dijo sobre mis labios. 

     Porque si es con el... Todo estará bien.

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