27
DANA
Esta mañana me he levantado más tarde de lo que debería y he tenido que salir corriendo hacia clase porque Hunter sigue enfadado conmigo y lleva toda la semana sin venir a buscarme. No se lo reprocho, después de todo yo haría lo mismo.
Cuando llego a clase la profesora Tanner nos informa de que hoy se suspenden las dos últimas clases para ensayar el baile. Hacía días que no sabíamos nada del tema e incluso llegué a pensar que el baile se cancelaba, pero para mi gran suerte todo sigue su curso y sigo siendo una de las protagonistas.
En la hora del almuerzo me acerco no muy convencida a la mesa donde Kai y sus amigos del equipo están sentados.
- Hola Kai, ¿Has visto a Hunter? – Me saluda risueño, como siempre y se encoge de hombros.
- Ni idea, tú deberías saberlo. Se pasa el día detrás de ti princesa.
- No le he visto en toda la mañana, creo que está enfadado conmigo. – No lo creo, lo sé, pero eso daría pie a que Kai me pregunte la razón.
- No te preocupes que Hunter es incapaz de cabrearse contigo, no lo tiene en su sistema – Se levanta y se acerca a mí sujetándome de las mejillas con ambas manos. – Además, es imposible enfadarse con una carita como la tuya.
- Cuidado con lo que dices Kai, por ahí viene alguien que se pondría celoso si te viera. – Dice riéndose uno de sus compañeros de equipo y yo giro inmediatamente la cara en esa misma dirección deshaciéndome de las manos de su mejor amigo.
Hunter se acerca con expresión seria, pero sin mostrar señales de enfado. Saluda a sus amigos como siempre y después se acerca a mí. Mis nervios reverberan en mi interior pensando en lo que puede decirme o en cómo puede hablarme. Pero desde luego lo que no espero es cómo actúa.
- Hola. – Sonríe y me da un beso. Así de buenas a primeras, con todo el público expectante y en lo único que puedo pensar es en el gran peso de encima que me acabo de quitar, parece que ya no está enfadado.
- Hola. – Suspiro devolviéndole la sonrisa.
- Hola. ¿Comemos ya o seguimos saludándonos? – Kai hace su aparición estelar en ese preciso momento en el que el posterior silencio al beso comienza a ser incómodo. Gracias Kai, eres el mejor.
- Sí, vamos a comer. Ya lo quemaremos después en el ensayo. – Dice otro de los chicos del equipo.
- Es verdad, la mierda del baile otra vez. Odio tener que hacer el ridículo.
- Si lo odias ya, espérate a ponerte el traje de época. – Se burla uno de los chicos rubios.
- A mí me gusta. Es algo bonito y Dana va a estar preciosa con el vestido. – Me sonrojo de inmediato cuando todos los ojos están puestos en mí. ¡Hunter!
- Tío, estar enamorado te vuelve un idiota. Me voy de aquí. – Se levanta el rubio tirándole una miga de pan.
- ¿Qué dices? Pero si es adorable, mírale que cara tiene, ahora es débil le podemos pedir cualquier cosa, ¿Verdad colega? – Se ríe Kai rodeándole con un brazo.
- Tú no desde luego. – Se deshace de su agarre y me mira a mí algo avergonzado.
Hay algo que sigo sin entender. ¿Por qué sigue actuando como si fuéramos novios? Nadie se mete ya conmigo, las chicas del comienzo del curso ya ni siquiera me miran así que no hay razón para seguir con esto.
¿No?
Tras el almuerzo nos reunimos todos a la entrada de la sala de gimnasia esperando a que la directora o alguno de los profesores aparezcan para abrirnos las puertas. Los compañeros de Hunter y Kai son muy divertidos y no he parado de reírme mientras comíamos. Agradezco enormemente que Hunter ya no esté enfadado conmigo o que al menos lo haya dejado en segundo plano porque no podría soportar su mirada de decepción durante mucho más tiempo. Ya tuve bastante con Mike.
- Adelante todo el mundo. Quiero que os coloquéis por parejas, en la misma posición que la última vez. – Una cabellera castaña aparece en mi campo de visión, con un moño bien alto en la cabeza y unos andares tan rectos que le dolerían hasta a la mismísima reina.
Caminamos tras ella y nos colocamos como bien ha dicho ella en nuestra posición inicial. No hemos hablado mucho mientras comíamos y parece que aunque ya no me mire con malos ojos, no hace mucho intento de entablar conversación así que yo lo intento.
- Esta tarde voy a ver a mi madre a la clínica pero no hace falta que me lleves. Mi padre me ha dicho que viene a recogerme.
- Vale. – Asiente siguiendo las órdenes que la señora Tanner nos va dando para colocarnos en la primera posición del baile.
- Mi padre dice que hoy va a llover así que más razón para que no te quedes esperándome. – Me río yo sola como idiota, no se me ocurre nada más que decirle.
- Dana este baile cuenta para nota. Me alegra que tu padre y tú habléis de la meteorología pero me lo cuentas mejor luego ¿vale? – Me sujeta por la cintura acercándome a él y con la mano libre sujeta la mía. Asiento repetidas veces y cierro la boca.
Creía que ya no estaba enfadado pero después de esto, está claro que sí.
Bailamos y durante el tiempo que bailamos no dejamos de mirarnos a los ojos, como si nos comunicáramos de alguna manera y nos dijéramos todo lo que no podemos decirnos con la voz. ¿Por qué no podemos llevarnos así de bien de verdad?
Tal vez porque no eres capaz de decirle la razón por la que un tío aparece y te maltrata a su antojo.
Cállate.
HUNTER
Cuando Dana me ha dicho que su padre venía a buscarla me ha quitado un peso de encima. Hoy tengo entrenamiento y mi tío se ha ido de viaje por trabajo todo el fin de semana. Cuando me lo dijo me quedé blanco, ¿No se supone que iba a ayudarme siempre que no pudiera vigilarla? Y ahora va y se larga la primera semana en la que empezamos con el "plan". Increíble.
He intentado comportarme lo mejor posible y no sonar demasiado borde pero me es imposible, ¿no se da cuenta de lo que me cuesta ver que la dañan y no poder hacer nada por su maldita culpa?
Pero bailar con ella hace que lo olvide todo. Solo tengo que mirarla a los ojos y centrarme en ella, nada más. No necesito escuchar a la directora dándonos órdenes sobre los pasos que tenemos que seguir. Cuando tuve clases de baile aprendí todos y cada uno de los pasos que va enseñándonos. Prácticamente podría dar la clase yo y que ella aprendiera, pero prefiero centrarme en Dana y bailar, bailar con ella y nada más.
Cuando las clases terminan tengo que coger mis cosas de la taquilla y cambiarme en el vestuario para entrenar pero primero quiero acompañar a Dana hasta la salida y esperar hasta que llegue su padre, no quiero dejarla sola.
- No hace falta, ya te lo he dicho. Llegarás tarde al entrenamiento.
- No importa, Kai es el sub-capitán, él puede sustituirme. – Me siento en las escaleras de la entrada instándola a hacer lo mismo al ver que su padre aún no ha llegado.
- Es raro que no esté aquí, dijo que llegaría incluso antes de que terminara las clases, ha salido directamente de trabajar.
- Tranquila, si no llega en diez minutos te llevo yo a la clínica. – Se gira para mirarme con sus ojos grandes y azules como el océano.
- Hunter, vete a entrenar de verdad. Estoy bien sola.
- No quiero entrenar, en realidad me estás haciendo un favor. – Sonríe enarcando una ceja, no se lo traga.
- Gracias por cuidarme tanto pero no eres mi padre.
- Joder, claro que no soy tu padre. ¿A caso tu padre haría esto? – Me acerco a ella y la beso. No le doy tiempo a reaccionar porque cuando cierra los ojos para aceptar mi beso, ya la estoy sujetando por si decidiera echarse hacia atrás.
No sé qué es lo que me ha empujado a besarla de esta manera, pero lo que sí sé es que me niego a que alguien vuelva a ponerle un solo dedo encima. Y si en algún momento llego a encontrarme con ese tío, juro que voy a hacerle pagar todo el dolor que le ha causado a Dana.
Cuando me separo de ella, no lo hago del todo. Tan solo le doy el espacio suficiente para que coja aire. Nuestras miradas se encuentran y leo un gran interrogante en sus ojos.
- ¿En qué momento has dejado de fingir? – Susurra.
- Nunca lo he hecho. – Vuelvo a besarla y después otra vez. Joder qué bien sientan sus labios.
De repente Dana me separa de ella y en sus ojos solo veo pánico pero no porque me esté mirando a mí, su mirada está más lejos. Ni siquiera me da tiempo a averiguarlo porque se levanta con rapidez y me insta a hacer lo mismo. Lo hace todo con movimientos nerviosos y la sonrisa en su cara ahora mismo es cualquier cosa menos felicidad.
- Creo que he visto el coche de mi padre pasar por delante de nosotros. Será mejor que vaya a buscarle, no encontrará donde aparcar. Hablamos mañana.
Se aleja de mí pero corto su huida de inmediato.
- ¿Estás bien?
- Sí. Un poco cansada no te preocupes. – No es capaz de mirarme, ni siquiera parece prestarme demasiada atención, está muy nerviosa.
- Dana mírame. – La sujeto de los hombros y la obligo a hacerlo - ¿Qué pasa?
- Necesito que me hagas un favor.
- Lo que sea. – Traga saliva y tras mirar una vez más hacia atrás, se deshace de mis manos que siguen sujetándola.
- Necesito que te vayas ahora mismo. No preguntes, solo vete.
- ¿Qué? – Doy un paso hacia atrás inconscientemente por la estupidez de su "favor" - ¿A qué viene eso ahora?
- Hunter por favor, hazlo. Necesito que me dejes sola ya.
La forma tan desesperada de pedírmelo junto con sus constantes miradas hacia el mismo punto, aclaran mi duda. No quería pensar que era eso porque no creía que fuera tan gilipollas como para hacerlo otra vez, pero al parecer sí lo es.
El hijo de puta está aquí.
Creo que el plan se ha adelantado.
------------------
Continuará...
Feliz Navidad os deseo con un buen final :3
(No es el final de la historia)
Digamos que de la temporada, sí.
DANA Y HUNTER volverán en 2017, que aunque suene muuuuy lejano está a la vuelta de la esquina.
Agarraros que vienen curvaaas bujajajaaja.
¿Alguien puede decirme quién narices es Mike?
¿Y el estúpido ese que quiere ahora?
¿Queréis que haya salseo entre Hunter y Tom?
(Porque a mí me gustaría ver a un Hunter enfadado, tiene que ser suuuuper sexy)
¡¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO MIS DUNERAS!!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top