Especial Mi vida después de ti: Infieles
*Quita las telarañas*
¿Hay alguien aquí con vida? ¿Pueden escucharme?
Hola a tod@s jejeje, ya hasta perdí la cuenta de hace cuanto tiempo que no he vuelto por este libro. Creo que hasta fueron años.
En fin, solo puedo decir que extrañaba andar por aquí.
En fin... mejor no interrumpo más, por ahora continúen con los dos últimos capítulos de este especial. Nos vemos en la nota de fin de capitulo.
—Por ahora deja de lado tus perversiones—ella se recostó a mi lado—. Necesito hablar de algo muy importante.
—¿De que?—murmuré apegándome más a ella.
Nuestros alientos chocaban.
—Sobre esa idea tuya de querer abandonar Cnco—ella me puso una mano en la mejilla—. Raguel me dijo algo al respecto.
—¿Conoces a...?
—Se muchas cosas que no quisiera saber—Aby se mordió el labio pensativa—. Incluyendo a Raguel. Pero por este lio tuyo, tuve que volver a... saberlo.
—¿A que te refieres?
—Hay cosas que sabrás a su debido tiempo—ella me acomodó el fleco—. Hoy por hoy solo debes saber que las historias de ficción no son tan bobas del todo.
—De seguro sabes muchas cosas anormales que pasan a nuestro alrededor, y por tu expresión diría que no son cosas buenas—la miré fijamente y ella embozó una leve sonrisa pensativa.
—Solo te puedo decir que hay cosas que no quisiera recordar—ella acarició mi mejilla—. Fueron errores que cometí contigo, pero que gracias a Dios fueron errores que me dejaron grandes enseñanzas, por lo que ya no volveré a equivocarme. Quiero hacer todo bien contigo por siempre. No quiero herirte.
—Empieza a darme miedo el futuro—solté a manera de broma para aliviar la tensión—. ¿Acaso vas a ponerme los cuernos o algo así? Porque si es así, prometo ponerme más sexy para que nunca tengas ganas de alguien más.
Aby soltó una risita
—Si llegaras a ser más sexy, me mandarían directito al infierno por solo pensarte.
—Si quieres ahora mismo traemos el infierno hacia acá—le puse mi cara seductora.
Ella sonrió tímida, y acto seguido me dio un pico en los labios.
—Chris, ya hablando en serio... en verdad te deseo lo mejor de esta vida. Por eso quiero que cumplas todos tus sueños. Yo sé de primera mano lo feliz que te hace ser un cantante al que miles de personas aman, ese es uno de esos sueños. Tú me has contado miles de veces lo alucinante que es perderte en un escenario y conectarte con el corazón de miles de personas. Amas llevarlos a vivir una historia solo con tu voz y una tonada. Amas tanto esto que durante la temporada después de Cnco donde estuviste en un stand by, eras tú pero sin brillo. Algo siempre te hacía falta.
—Sí, tú mismo lo has dicho, "después de Cnco". Es decir que sin Cnco, no conoceré esa sensación de necesitar de la fama o la fortuna. Es algo bueno, ¿no?
—Amor, en serio debes olvidar esa idea de dejar Cnco. Ni yo ni Any necesitamos que nos protejas de todos los problemas que pueden acarrear ser una familia famosa. Claro que hay días donde sí puede ser cansado, y hasta te dan ganas de nunca salir de casa, pero solo son días. No toda la vida siempre debe ser perfecta. Hay días hermosos, otros días no. Hay días que la prensa se inventa boberías sin sentido a raíz de estupideces como un simple comentario en redes sociales, o hay días donde me llega alguna amenaza de muerte por simplemente ser tu esposa. Y sí, hay veces donde me siento observada por un montón de gente cuando voy de compras al supermercado, o días donde siento que tienes a un montón de mujeres rondándote como moscas queriendo tener sexo contigo solo porque eres guapo y famoso, o días donde te extraño como la mierda porque no te veo meses a causa de tus giras, pero eso no importa al final de todo. Son los sacrificios que acepté porque te amo. Yo lo acepté, porque quiero que seas feliz. Y sí, a veces es difícil sobrellevar eso, pero... juntos aprendimos a hacer que esos momentos no sean algo triste o desesperante. Juntos aprendimos a ser uno solo en cada uno de esos momentos. El amor que nos guardamos hace que todo eso deje de importar.
—Pero en verdad solo quiero darte una vida normal, Abichuela—yo acaricié su mejilla, y ella suspiró ante mi tacto—. Además llegué a la conclusión de que podría dedicarme a la música pero tras telón... ser algo así como un compositor, o productor. Podría hacer música sin necesidad de tener la fama...
—Mi amor, tú naciste para transmitir la música con tu voz. No desperdicies la oportunidad de usar tu voz alrededor de todo el mundo—Aby me miró fijamente—. Y solo para que te des cuenta de lo mucho que quieres esto, déjame decirte que ya sé que tus padres aceptaron enviarte a Argentina para que estudies música. Ese era tu sueño hasta antes de yo llegar.
—Les dije que ya no quería... y en verdad ya no...
—El chico que lustra zapatos—Aby soltó de repente—. Tú eras el chico que lustraba zapatos en las calles de New Yersey con el sueño de ahorrar suficiente dinero para ayudar a su familia y a su vez dejar una parte para pagarse la universidad en Argentina. Así es como planeabas luchar por tus sueños.
—¿Qué?—yo me quedé estupefacto—¿Cómo que...?
—Mi amor, solo te puedo decir que a veces la vida da giros muy inesperados, y uno de esos giros te hará tomar la decisión de ir a vivir solo en Estados Unidos. Tu amor por tu familia, y tus anhelos de convertirte en músico harán que decidas luchar solo en un país por completo extraño, donde a duras penas entenderás el idioma de los demás.
—Okey, creo que necesito que me digas que es lo que va a pasar—murmuré con la voz temblorosa.
Se suponía que en mis planes no estaba ni de cerca irme a Estados Unidos siendo tan joven, yendo solo y para variar en un trabajo por completo desconocido para mí. Lo que Aby me decía era un golpe bajo para mí, ya que solo se me ocurría que en realidad algo muy grave pasó conmigo o con mi familia para que yo haya decidido hacer todo ello.
—Tranquilo amor, tú salida del país en más que todo por problemas económicos—ella desvió rápidamente su vista—. Obviamente esos problemas tienen solución a la final. Pero a lo que quiero llegar con toda esta historia del chico lustrabotas, es que debes entender lo suertudo que eres. El destino retorció tu camino de tantas formas que no imaginas solo para que llegues a tu sueño. Esos pequeños pasos que vas a tener que dar te van a llevar a Cnco. Incluso puedo llegar a decirte que ni siquiera vas a tener tiempo a soñar, ya que el sueño te va a caer antes que lo pienses. Así de puntual y exacto va a llegar a ser tu destino.
—Tu explicación super trágica de mi futuro, me convence aún más de que no debo seguir mi sueño con Cnco. Es que... básicamente me estás diciendo que voy a tener que pasar por muchos malos ratos solo por llegar a...
—Tu camino a Cnco va a ser necesario. Por ejemplo tu futuro más cercano va a hacer que tengas que ir a Estados Unidos así no quieras. Tú no vas a tener opción. Lo debes hacer porque tu familia lo necesita. No quiero que llegado el momento, tengas que decidir si en un futuro darme una vida tranquila hecha para nunca perderme, o ayudar a tu familia que tanto lo necesita. Yo sé que no vas a querer decidir eso.
Auch.
—Simplemente buscaría otra forma de ayudar económica...
—Es tu única opción Chris
—Entonces simplemente no iré a la audición....
—¡Chris, escucha!—Aby me interrumpió bruscamente—. Tengo que decirte algo muy serio
—¿Y ahora que?—dije y ella me clavó la mirada fijamente.
—Eres idiota—dijo y acto seguido me dio un manotazo en el brazo, causando que suelte un grito—. En serio que quiero cachetearte por esa estúpida decisión que quieres tomar. Una oportunidad como la que tienes es una en un millón. Yo que fui tu fan por tantos años, conocía la forma en que agradecías a la vida por estar en Cnco. Cada oportunidad que tenías siempre repetías que volverías a pasar por todo lo que pasaste para llegar a donde estabas. Si ese Christopher del que fui fan te escuchara decir las barbaridades que estás diciendo ahora, de seguro te daría un puñetazo en la cara por menso. Y sí, mi amor. Te amo, y eres mi vida entera, pero debo decirte... idiota.
—Vaya—fue lo único que logre murmurar. Estaba sorprendido por el cambio repentino de humor de Aby y por todo lo que me dijo.
En gran parte ella tenía razón pero...
—Cnco le dio a tu seres amados esa hermosa vida que siempre has anhelado darles. Por tu trabajo pudiste darle a tu mamá y tu abuelita ese descanso que siempre creías que se merecían. Además Cnco te llevó a darles un serie de logros que hicieron que ellas mueran de felicidad por lo orgullosas que estaban de ti. Tu alcance mundial con Cnco hizo que seas la conexión para que muchos de tus amigos también cumplan sus sueños. Fuiste la puerta que tus amigos necesitaban que se abriera para que ellos triunfaran al igual que tú. No creo que quieras elegir entre mí y los sueños de tus mejores amigos.
Auch
—Aby ya no sigas—cerré los ojos fuertemente y tomé una respiración profunda—. No es justo que saques a colación todo eso, cuando...
—Tú no eres justo conmigo. Simplemente decidiste convertirme en el más grande error de tu vida. No es justo que me hagas la responsable de perder tu más grande sueño—ella dijo dolida—. Yo no quiero que despiertes cada mañana mirándome y recordando que por mí culpa debes levantarte temprano a un trabajo que odias.
Ella me miraba con los ojos cristalinos y yo de inmediato acaricié su mejilla.
—Sabes que esa no es mi intención
—Chris, yo... yo solo quiero que le tengas más fe a nuestro amor—ella suspiro, mirándome con ojos tristes—. Quiero que tengas fé en que el amor que sentimos será lo único que necesitamos para mandar al carajo cada uno de esos problemas que vendrán. Amor, yo soy la testigo número uno de que todo saldrá bien para los dos en el futuro. Esos problemas para mí ya son pasado. Y sí, claro que en su momento al inicio lloré, tú lloraste, nos gritamos, nos alejamos, pero todo se solucionaba. Solo era cuestión de que aprendamos a solucionar las cosas juntos, haciendo uno sacrificios por el otro, siendo recompensados el uno por el otro. Ese es el juego donde al final terminamos uniéndonos más.
—Lo pintas todo tan bonito—sonreí inseguro
—Chris, no seas tan extremo. Solo... solo deja que la vida nos de sus lecciones y deja que las aprobemos. Solamente debes quedarte a mi lado en el proceso y eso es todo—ella se dio la vuelta y miró fijamente al techo—. Además...no sé si en realidad puedas cambiar lo que ya está escrito. Es que... solo he conocido una excepción a eso. Y la verdad no fue muy bonito de ver todo lo que pasó para que ese destino cambie.
—No estarás hablando de ti o... ¿nosotros?
—Nosotros no... eso creo, pero... si fueron unas personas muy... similares—ella aclaró la garganta.
—Me ocultas cosas, se te nota—comenté y ella regresó a mirarme con un puchero triste—. No sé que tan prudente sea pedirte información sobre eso que te puso así. Al parecer tiene que ver con ese destino cambiante que posiblemente sea en el que estamos metidos.
Aby se giró lentamente sin despegarme la vista de encima. Se mantuvo observándome detenidamente por lo que me parecieron siglos, sus ojos me decían que el verme le dolía.
—¿Que ocurre?—susurré y ella puso sus ojos cristalinos.
—Hay una versión de mí, que odiaría que vuelvas a conocer—ella soltó una pequeña lágrima—. Esa versión de mí, te lastimó como no tienes idea. Esa versión de mí, no te amó en verdad, a lo único que ella amaba era a ella misma. Afortunadamente, la vida me dio una segunda oportunidad de darte la historia de amor que tú mereces.
—Hablas como si existiera otra tú en otro mundo
—Hay tantas cosas raras que no sabes Chris, y de hecho hace solo unas horas yo tampoco las sabía porque... quedaron borradas de mi mente, pero ahora que las volví a recordar puedo asegurarte que la vida no es tan simple como parece. Sería muy confuso explicarte todo ahora, pero... solo debes saber que en tu futuro siempre va a existir una Abigail que te ama con todo su corazón y de la forma más real posible. Tú eres todo lo que ella necesita para existir. En esta vida o en cualquier otra, ella siempre elegirá amarte mil veces más.
Yo me acerqué a sus labios para plantarle un beso, pero apenas mis labios tocaron los suyos ella me separó de inmediato.
—¿Que ocurre?
—Prométeme que no vas a abandonar tu sueño con Cnco—ella me miraba a solo centímetros con su hermosos ojos oliva—. Christopher Vélez, necesito que me prometas que vas a dejar que Cnco se cumpla en tu vida, y que vas a lograr que yo me convierte en tu fan enamorada número uno.
—Solo quiero hacerte feliz
—Y mi felicidad está en tu felicidad así que... sé feliz con Cnco, te lo pido.
—Pero...
—Por favor—Aby me miraba desesperante suplica.
¿Estaba en serio tan cegado por amor?
Una vida tranquila como la había palpado el día de hoy con Aby, esa se había convertido en mi nuevo anhelo. Poder ser una pareja de casados, en una casa común, criando a su bebé, pero luego del día de hoy me di cuenta de algo muy importante. Aby estaba teniendo esa vida tranquila que yo deseaba para ella en un futuro. Además ella me aseguró que pudimos superar todas los problemas a los que le temía. Ella en su tiempo futuro, ya había visto como lo superábamos.
—En verdad no quiero lastimarte jamás...
—Todos los humanos se lastiman los unos a los otros, incluso a veces sin hacerlo intencionalmente. Son leyes de la vida que ni el gran Bodoque Vélez puede evitar. No tengas miedo.
Quizás Aby tenía razón, y a lo mejor yo solo estaba exagerando. Mis sentimientos por la Abichuela tal vez estaban haciendo que tome decisiones muy apresuradas y estúpidas. Y sí, claro que quería meter a Aby en una cajita de cristal, y guardarla en un sitio recóndito para que nunca nadie le haga daño, principalmente yo, pero... mi futuro y el de mi familia también estaban en juego.
—Entonces, esta decisión nos concierne a los dos, ¿cierto?—pregunté con nervios—. Es decir, ¿ambos estamos decidiendo este camino?
—La decisión es tuya, mi amor—ella sonrió suavemente—. Decide lo que tú quieres hacer, lo que en verdad anhela tu corazón. Y no, no te preocupes por los que te amamos, porque te aseguro que no nos estás haciendo daño con tu sueño. Tanto tu familia como yo, estaremos más que deseosos de que cumplas tu sueño, y estaremos orgullosos de lo que logres. Y sí, puede que pasemos momentos difíciles, pero ¿Que sueño no ha tenido que pasar por tiempos malos?—Aby me tomó fuertemente de la mano y me miró relajadamente con sus ojos olivas—. Bodoque, cualquier dificultad la vamos a pasar de largo. Yo te prometo que pase lo que pase, voy quedarme en tu pasado, tu presente y tu futuro.
—¿Lo prometes?
—Por supuesto—ella me dio un pico en los labios—. Y si no me crees a mí, créele a esa preciosa bebé que está durmiendo plácidamente en la cuna. Además, créele al anillo que llevo más que orgullosa en mi dedo—ella alzó su mano y me mostró feliz en su dedo anular un brillante anillo dorado.
—Entonces supongo que... ¿olvido mi absurda idea de dejar mi sueño con Cnco?—di un suspiro profundo—. ¿Debo aceptar mi destino, y simplemente dejar que toda la locura ocurra?
—Tú lo quieres, tú familia lo quiere, yo obviamente lo quiero, así que...¡Tienes que hacerlo!
Desvié la vista hacia la pared a mi costado y me di un momento para recordar todos los momentos vividos en mis visitas fugaces al futuro, además de todos los videos y experiencias contadas por Aby cuando estaba conmigo. Solo de recordarlo se me erizaba la piel, y mi corazón se aceleraba.
Ahora luego que Aby me quitó cualquier sentimiento de culpa por querer elegir mi sueño, hacía que tenga un nuevo sentimiento pero esta vez de ilusión. Parecía que en esta ocasión, mi deseo de triunfar en la música se hacía más poderoso, sobre todo porque Aby y mi familia iban a estar ahí para guiarme.
—Lo haré—solté una sonrisa aliviada y luego completé mi frase—, lo haremos.
—Lo haremos—Aby me mostró "los cinco" y los choqué con mi mano, para posteriormente darle un abrazo que me transmitió seguridad por el futuro—. Y sí, puede que no me vayas a ver en cinco años, pero... créeme que estaré contigo en una buena parte del inicio.
Cinco años sin Aby, apenas lo había vuelto a recordar.
¡Carajo!
—Acabas de romperme el corazón otra vez—yo empecé a gimotear frustrado, soltándome de su abrazo—. Abichuela, rompiste mi burbuja de felicidad.
Aby me miró confundida, y luego de pensar unos segundos y descubrir su error, se cubrió la boca con los ojos bien abiertos.
Ella se dio cuenta de lo que me esperaba los próximos cuatro años y tantos meses.
—¡Perdóname! ¡En serio, perdón!—ella se veía en serio culpable.
—¿Abichuela, sabes cuantos meses tuvieron que pasar para volver a sentirme así? Fueron meses enteros sin sentir felicidad verdadera. Y hoy que lo logré, me lo saboteaste—yo me levanté de la cama fugazmente, y me fui desanimado a esconderme junto a la ventana.
—Chris, lo siento—Aby soltó con culpa y de inmediato corrió a pararse a mi lado. Quiso tocarme pero yo me alejé—. En verdad no quería recordarte eso.
—Estábamos bien, Aby—yo me pasé una mano por el cabello, haciéndole notar lo frustrado que estaba—. ¿Por qué tuviste que arruinarlo todo?
—Chris... en serio...
—Me duele mucho, Aby. Me costó tanto tiempo para que la idea de ya no volver a tenerte, deje de lastimarme. No tienes idea de lo mucho que lloré. De hecho, nunca había llorado por una chica, y entonces apareciste y luego un día solo te fuiste y me convertí en el peor bebé de la tierra.
—Chris, yo lo lamento. Juro que jamás vuelvo a comentar algo al respecto.
—Eres muy mala, Abigail. Yo.. en serio ya lo había aceptado—yo me hice el que empezaba a llorar. Aby quiso acercarse, pero le di la espalda y empecé a "sollozar".
—Amor, por favor no llores—Aby se escuchaba desesperada—. Yo... hago lo que sea para remediarlo. Pero por favor, no llores.
¡Bingo!
Obviamente no armé toda esta escena por únicamente hacerme la "victima", simplemente aproveché el mal rato para sacar provecho de algo que desde hace mucho estaba extrañando.
—¿Lo que sea?—dije girándome lentamente, pero sin dejar de mirar el piso.
—Por supuesto—Aby quiso tomarme del rostro pero yo lo desvié. No quería que notara la ausencia de lágrimas.
—Bueno, quizás podrías darme un pequeño consuelo. Algo... algo que alivie todo este sentimiento de extrañarte todo el tiempo—yo me pasé una mano por mi "falsa" nariz mocosa.
—¿Que cosa?—ella dijo curiosa
No se sospechaba para nada mi engaño.
—Lo que yo quisiera es...—me tomé mi pausa dramática y alzando mi rostro por fin la miré unos segundos. Mientras ella me miraba expectante, yo di una respiración profunda antes de ir hacia ella en específico a sus labios. Ella ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar, pues yo me había adueñado de sus labios rápidamente. Aby por supuesto no tardó en besarme de la misma forma intensa en que lo hacía—. Aby... ¿aceptarías...?—yo respiraba en sus labios, y la miraba fijamente a los ojos—. ¿Aceptarías darme otra última... noche de pasión?
En cosa de segundos Aby cambió su mirada de culpabilidad e intriga, por unos ojos entrecerrados de cansancio. Sin poder evitarlo solté una risita, haciendo que ella también suelte una risita resignada.
—Tantos años casada contigo y aún sigo cayendo en tus dramas—ella rodó los ojos y acto seguido puso sus manos en mi cintura—. Siempre sacas provecho de mí con tus lágrimas de cocodrilo.
—Oye, pero en serio me debes algo por el mal rato que me hiciste pasar—reproché con dolor—. Me dolió volver a pensar que otra vez te me vas.
Aby soltó un suspiro triste y acto seguido me dio un beso en la frente.
—No sabes lo mucho que me duele lo que a ti duele—Aby soltó un suspiro.
—Okey, sí... va a doler, eso lo tengo claro, pero... por hoy no quiero que nada duela. Al menos quiero intentar ser feliz por otro rato más. Yo... yo solo quiero fingir que te tengo ahora y que nunca nadie te va a arrebatar mí. Solo... solo quiero ser feliz por otro rato.
—¿Y para ser feliz necesitas otra noche de pasión?—ella sonrió suavemente.
—Tú más que nadie sabes lo feliz que me pone eso—contesté con mi sonrisa traviesa.
—Eres un puerco—ella soltó una risita—. Christopher Vélez tenías que ser.
—El mismito
Aby acercó sus labios lentamente a mi oído.
—¿Me consideraría una infiel si hago el amor con el Christopher del 2013?—Aby dijo con voz seductora—. ¿Qué crees que diría el Christopher de esta época?
—Yo creo que diría que lo lleves a la luna por mí—solté divertido.
La verdad no me había puesto a pensar en mí mismo.
Sí era extraño saber que en algún futuro, un yo más adulto estaría trabajando como burro en algún lugar de Miami mientras mi esposa hacía el amor con un yo más joven.
No se sentía prohibido, pero... si extraño.
—¿Prometes que no te enojarás en un futuro si te soy infiel contigo mismo?
—Claro que no, al contrario te voy a felicitar—dije sin pensármelo—. ¿Donde firmo el contrato de mutuo acuerdo? Solo por si acaso mi otro yo te quiera pedir el divorcio.
Aby soltó una risita
—Hagamos algo—ella sonrió de lado y me miró a los ojos atentamente—, ¿que tal si dejamos esto como un secreto entre los dos?
Toda esta situación de la "infidelidad" era extrañamente estimulante.
¡Diablos, me estaba gustando que me pongan los cuernos"
—Nada saldrá de mi boca—dije de inmediato, queriendo besarla pero ella no me dejó. Solo se quedó mirándome al principio con diversión, pero acto seguido me miró con dolor.
—No soy capaz de negarle nada al chico que me va amar y a extrañar por tanto tiempo—Aby me acomodaba el cabello de mi frente delicadamente—. Yo conozco el futuro así que sé que debo compensarte con creces. Creo que por eso es que ahora mismo soy capaz de aceptar cualquier locura que quieras. Ahora mismo, eres mi más grande debilidad.
—No sé si sentirme afortunado por que me tengas lastima, o si en realidad es algo muy malo—murmuré un tanto nervioso.
—No hablemos de eso ahora—Aby soltó con una sonrisa amarga, cambiándola por una de lado; misma que me daba a entender que quería continuar con mi "premio de consuelo".
Aby se despegó un poco de mí para acto seguido quitarse su camiseta, yo por supuesto me quedé mirándola sin parpadear. No quería perderme ningún detalle de ella. Realmente quería memorizarme cada instante de lo que iba a pasar, pues pasarían tantos años para volver a estar en la misma situación.
¡Maldición, no estaba listo para volver a dejarla ir!
—Por ahora solo me importas tú, mi Chris que tuvo que atravesar el tiempo para volver a encontrarme.
Yo me acerqué rápidamente a ella, tomándola por la cintura para apegarla a mi cuerpo. Sin más ambos buscamos la boca del otro, para fundirnos en uno solo en nuestros singulares besos que parecía suaves, pero que eran tan intensos que nos quedábamos sin respirar.
—¿Siempre me había preguntado que se siente estar con alguien mayor que yo?—solté en broma y ella me dio un manotazo en el brazo causando que grite de dolor.
—Que sea la única vez que lo piensas. Yo seré la única mujer mayor con la que hagas este tipo de cosas, ¿entendiste?—ella dijo entre divertida y amenazante.
—Entendido jefa—solté en medio de una risita, y acto seguido ella me besó a la par que sus manos tomaban de los bordes de mi camiseta para quitármela—. No me importa que usted sea mayor que yo...hoy la quiero en mi cama—canté causando que Aby soltara una carcajada.
—Definitivamente nunca tendré suficiente de tus payasadas—ella besó mis labios con total adoración y acto seguido me quitó la camiseta—. Nunca vas a cambiar esa parte tuya.
Aby volvió a atrapar mis labios y se entretuvo en ellos por un buen rato. Yo simplemente me quedé siguiéndole el paso y disfrutando de sus caricias que iban de mi espalda a mi torso.
—Conejitos—ella logró decir interrumpiendo el beso
—¿Ah?
—Sigo usando ropa interior de conejitos—ella soltó en una risita, para acto seguido llevar mis manos al botón de su pantalón—. ¿Quieres ver?
Me gustaba esta versión de Aby que era menos tímida. Con mi Aby por lo general yo era el que daba todos los primeros pasos. Supongo que mi yo del futuro hizo que ella se soltara un poco más.
—Será un placer descubrirlo—yo desabrochaba su pantalón y bajaba su cierre, mientras besaba su cuello con dedicación.
Aby no se quedó quieta, pues al igual que yo, ella se las arreglaba para desabrochar mi pantalón. No le costó mucho la verdad, incluso antes que yo ella ya había empezado a bajarlo en conjunto con mi bóxer, dejándome casi desnudo.
—Ufff, mujer—logré comentar ante la rapidez de sus actos. A duras penas yo solo le había logrado desabrochar su pantalón—. Te recuerdo un poco... un poco... mucho más tímida.
—Pues esta Aby que tienes aquí, es el monstruo que creaste—ella dijo con una hermosa y sexy sonrisa, para acto seguido separarse de mí y bajar en definitiva mis pantalones con mis bóxers.
Diablos, estaba por completo expuesto. La Abichuela me había ganado, incluso me sentía la damisela en apuros.
—Mándale mis felicitaciones al Chris del futuro—tragué duro y ella de inmediato empezó a besarme. Yo mientras tanto, luchaba para terminar de quitarme la ropa por mis pies. Era difícil ya que Aby me tenía por completo perdido en sus labios. Solo quería darle cada vez más.
—¿Quieres que vaya más lento?—ella soltó en mis labios con una sonrisa inocente—. ¿O quieres que vaya más rápido?—acto seguido su mano había ido hacía un lugar muy prohibido en mi anatomía.
Por poco se me sale el corazón cuando "agarró" aquello. Ni siquiera me dio tiempo a procesarlo.
—Más... más rápido—logré decir con la voz entrecortada, y ella soltó una risita—. Me encantaría que las cosas sigan así de rápido. Seamos rayo McQueen por favor.
Y sí, puede que Aby fuera menos acomplejada cuando hacemos el amor, pero aún así me encantaba ver la forma en que se sonrojaba cada vez que hacía algo indecente. Se veía malditamente sexy, y a la vez tierna.
Ahora mismo tenía toda su cara roja como tomate.
—Te amo Chris—Aby soltó mientras me besada—. Amo todas tus versiones.
Aby me estaba dejando sin aliento a causa de la experticia de sus "caricias", ella nunca me había tocado de tal forma. Supuse que con el paso de los años fue conociendo más mis debilidades.
¡ESTE ERA UNO DE LOS MEJORES DÍAS DE MI VIDA!
—Si me desmayo, no me saquen de aquí—solté con la voz temblorosa, sin dejar de mirarla y ella soltó una risita.
Todo iba perfectamente bien, hasta que de repente...
—¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!—de repente el llanto de Anabiel hizo eco en toda la habitación, causando que Aby diera un respingo para acto seguido salir corriendo hacia la cuna al fondo de la habitación.
Yo por mi parte me convertí en un chico gelatina ya que mis piernas me fallaron, causando que me desplomara arrodillado en el piso.
¿Que diablos estuvo a punto de pasar?
Yo todavía estaba en la etapa donde la Abichuela se sonrojaba a niveles extremos por tan solo mirar a "Chris junior".
—Debo estar soñando—yo me pellizqué el brazo, y por supuesto este dolió en el alma.
No era un sueño... menos mal.
—¿La bebé tiene hambre?—Aby sacó de la cuna a Any, la cual sollozaba desconsolada—. ¿O acaso la bebé ya se hizo popis?—ella charlaba con mi hija.
La Aby "devoradora Christophers" había desaparecido de la nada, en cosa de nada se había convertido en la "Aby mamá". Se veía tan concentrada siendo el consuelo de Any.
—Mi vida, calma. Ya estoy aquí—ella susurraba mientras caminaba con Any en su hombro—. Ahora mismo vamos a encontrar el problema. Creo que acabo de olerlo.
Aby se fue con Any hacia una mesita acolchada en la esquina de la habitación, allí depositó a mi pequeña "mata pasiones" y en seguida se dispuso a quitarle el pantaloncito. Al parecer el problema era su pañal.
Yo me quedé mirándola, todavía estaba en etapa de shock. No me sentía capaz de acercarme a ella sin que empiece a tocarla para que volviera a ser la Aby de minutos antes. Aby por su parte seguía tranquila cambiando el pañal de Any.
—Any heredó de Amanda esa manía de interrumpir noches de pasión—Aby soltó en medio de una risita mientras limpiaba con pañitos húmedos la "colita" de Anabiel—. Tiene una especie de detector. Ella siempre hace berrinches cuando sus papás intentan... ya sabes.
—No me digas eso
—Por esa razón es que aprendimos a ser más... rápidos. Quizás ya lo notaste—ella me dio una mirada tímida y divertida—. Es que cuando eres padre, lo único que te queda es aprovechar al máximo los pequeños espacios que te deja tu hija.
—Entiendo, debe ser... muy difícil—yo me puse de pie con dificultad, ya que hasta sentía que el piso se me movía.
—La verdad no tanto. Digamos que nos gusta el nuevo ritmo—Aby reía pensativa—. Es más... divertido.
—La verdad que... sí—solté una risita.
—Se nota—ella me dio una mirada rápida y al ver cierta parte de mi anatomía, soltó una risita y de inmediato escondió su cara para que no vea el sonrojo de sus mejillas.
Holi holi ❤️
Bueno, solo puedo decir que siempre es lindo volver al sitio donde fuimos felices jejeje, yo siempre lo era cuando escribía sobre los Abichuelos. Y como les dije alguna vez cuando empecé este libro de extras, las actualizaciones serán cuando menos lo esperan.
Esta vez me surgió la necesidad de terminar este especial por culpa de mi espíritu fangil jeje. Estos últimos días revivió con la visita de los chicos en su "ultima cita tour" acá a Quito. Todo lo que viví en esos días que vinieron hicieron que vuelva a ser esa escritora soñadora que se derretía por Chris jajaja. Realmente obtuve de los mejores recuerdos con ellos en estos días, y toda esa emoción tenía que descargarla en algún lado así que acá me tienen, desquitándome con los Abichuelos jejejeje.
Este capitulo y el siguiente son el cierre de este especial donde pudimos conocer un poco más sobre todo lo que pasó con Chris en los cinco años que estuvo sin la Abichuela. Espero que hayan disfrutado de estos capítulos.
Y bueno, no me despido aún porque aún falta el otro capitulo, y conociendo la mente cochambrosa que tienen pues... creo que les va a gustar y pues... también quizás lloren un poquito... creo. Pero lo más importante, acá sabrán la razón de que Chris no haya recordado a Aby.
Bueno chiquillas, nos vemos mañana, porque ajá... mañana mismo les subo el siguiente capitulo. Ya está en borradores, listo para publicarlo.
Ahora sin más me despido y me voy a "mimir", chaitos.
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