51. Se terminó la historia


Capitulo triple (2/3)



—Sí, las cosas están demasiado graves en este momento—Chris puso su vista en mí.

Claramente lo que había dicho, era una indirecta a nuestra situación como pareja.

—Sí, y gracias a Dios llegaste tú—Ami le extendió a Chris mi plato con mis tostadas y huevos revueltos—Supongo que a ti no te va a negar nada, así que en este mismo momento le vas hacer terminar...o más bien empezar su desayuno.

—No creo que Aby...—Chris me miraba dudoso—A ella no le gustaría eso. 

—Así es, no tengo hambre muchas gracias— aclaré con la misma seriedad que Chris. 

—Sí, ya oíste—él puso el plato lleno sobre la mesa

—¡¿Es en serio?!—Ami nos miró enojada—¿Va a dejar que tu novia se la pase días sin comer? ¡Yo no lo acepto!

Ami se puso de pie de un saltó con el plato en la mano. Iba a ir directo hacia mí, pero Chris se lo impidió al taparle el paso.

—Dámelo, yo lo haré—Chris le quitó el plato a Ami, y aun sin mirarme se sentó junto a mí.

Precisamente en este momento donde Chris y yo estábamos en un hoyo sentimental, a mi entrometida amiga se le ocurre obligarme a comer de la mano de mi posible ex novio.

Ese gesto hubiera sido tan tierno en la época donde él y yo teníamos una vida normal, pero ahora, eso solo haría que las cosas se hagan más incomodas de lo que ya eran.

—Aby...—Chris me miraba detenidamente. Creo que hasta se le olvido lo que me iba a decir.

—¿Sí?—yo me había perdido en sus ojos cafés.

Mis ojos favoritos en el mundo. 

—De...deberías comer un poco—él respiraba profundamente—, por favor.

—Es que en verdad no tengo ganas, lo siento—dije tragando duro por los nervios. 

Yo sabía que Chris no me veía igual, porque de otra forma no estaría actuando tan receloso conmigo.

—No quiere nada Ami—Chris le informó y luego apretó los labios incómodo.

—¿Tú que eres el rey de los intensos, te das por vencido así de fácil?—Ami nos miraba con los ojos entrecerrados—. Algo está pasando entre ustedes, ¿cierto?

—Ami, no... no es eso. Es solo que cuando Aby no quiere comer, solo no lo hace, es así de testaruda.

—Sí, claro—ella rodó los ojos—. Mejor ya suelten que les pasa. 

No íbamos a decirle a Ami, que su nueva amiga era una viajera del futuro, ni que su amigo iba a ser una futura superestrella, de la cual sería fan la supuesta viajera del tiempo.

—No pasa nada, solo estoy enferma—hablé con poca paciencia

—Y si tanto quieres que coma, para que te convenzas de que no pasa nada, pues...—Chris me regresó a mirar exasperado—Ten Aby—él cogió el tenedor y lo clavó en un trozo de huevo revuelto—. Come y haz que Ami cierre la boca. 

Yo de mala gana, termine abriendo la boca, y Chris aprovechó para darme lo que fue el primer bocado de comida, desde la madrugada de ayer.

—Al fin—Ami suspiró aliviada—. Es que en serio es preocupante verlos a dieta a los dos. Ustedes son un par de tragones. 

—Sí, aja—Chris volvió a darme otro trozo de huevo y yo sin mirarlo empecé a masticar.

El tenerlo a él dándome de comer, hizo que de pronto mi apetito volviera. Era un alivio volver a estar en una situación casi normal.

Tenía que haber parado la situación romántica en la que nuevamente nos estábamos metiendo, pero no podía. Siempre había sido mi adicción el sentir que Chris cuidaba de mí. Me volvía a sentir en paz.

—Yo tampoco he comido nada desde ayer—él se inclinó hasta mi y me susurró. 

—Pues más vale que también desayunes algo—yo le quité el tenedor para coger un poco de fruta del otro plato, que había sobre la mesa—. Abre la boca—le pedí y él obedeció.

Ahora Chris había cogido una tostada del plató y me lo mostró, indicándome que muerda. Yo por supuesto acepté gustosa en darle un gran bocado, y luego él hizo lo mismo.

—¿Quieres un poco de huevos revueltos?— le pregunté admirando su rostro atentamente. Sus facciones de intranquilidad se había extinguido de la nada. 

—Claro—él respondió mientras me daba un trozo de sandía con otro tenedor.

—Abre...

—Ustedes son tan tiernitos—Ami nos miraba con su cara de niña ilusionada—. Sabía que si ustedes par de testarudos, se animaban a comer el uno al otro, lo harían.

—Aja—logré decir sin quitarle la vista a Chris, él cual parecía muy gustoso saboreando.

De pronto la incomodidad había desaparecido. Ahora mismo los dos habíamos vuelto a sonreír.

—Permíteme—dije mientras tomaba una servilleta y le limpiaba las migas que tenía sobre su labio. 

—Gracias—él me sonrió, tambien mirando mis labios—Ahora déjame a mí—Chris también había tomado una servilleta, y la pasó por las comisuras de mis labios.

Perdí la cuenta del tiempo que estuvimos allí, dándonos de comer mutuamente. Únicamente me concentré en disfrutar del momento. Incluso los suspiros y comentarios cursis de Ami, no impidieron que distraiga mi atención de Chris. Él también parecía relajado con lo que estaba pasando.

Las cosas fueron como antes, y eso me hacía muy feliz. Claro que eso fue momentáneamente, ya que después de haber terminado de desayunar, nuevamente nos habíamos quedado sin nada en común que hacer. 

Otra vez volvía la incomodidad.

—Bueno chicos, mi trabajo ya está hecho—Ami recogía sus cosas en su bolso.

—¿Ya te vas?—hablé espantada, porque no quería quedarme a solas con Chris. No quería quedarme con él, en medio de una incomodidad nivel Dios.

—Sí, linda. Hoy es el último día de vacaciones y lo quiero pasar con mi osito—ella se puso de pie—.  Por cierto yo pago lo que se comieron, y si quieren más solo pídanlo. Yo pagó cuando vuelva.

—No muchas gracias Ami, ya terminamos—le sonreí agradecida. 

—Bueno, entonces los dejo—ella se acercó apresurada a nosotros, y dándonos un beso en la mejilla a cada uno, se fue del lugar. 

¡Trágame tierra, era momento de enfrentar la verdad!

¿Que sería lo que Chris tenía para decirme? No creía, que él haya venido hasta acá por casualidad.

Me parecieron eternos, los segundos que pasamos mirando hacia todos lados menos a nosotros.

—¿Y cómo has estado?—me decidí a preguntar, sonriendole falsamente. 

—Bien, supongo—él me respondió volviéndome la misma sonrisa—. ¿Y tú?

—Igual, solo que un poco cansada—respondí casi sin míralo.

Nuevamente volvió el silencio.

—Ami exageró hoy, ¿no?—yo intenté entablar otra conversación

—Sí, ella siempre es así

—Es verdad, Ami siempre será igual

—¿Y todo porque nos estábamos matando de hambre?— él observó

—Si, según ella—hablé mientras jugaba con el tenedor—, pero al menos ya comimos un poco. 

—Sí, menos mal—él desvió su vista.

Oficialmente, nos estábamos tratando como si fuéramos completos desconocidos.

—¿Y cómo fue que supiste que estaba aquí?

—Solo seguí tus gritos

—Debo haber gritado mucho

—Sí, bastante

Esta conversación estaba siendo patética. Ninguno de los dos se atrevía a decir lo que en realidad nos estaba atormentando en ese momento.

—Tu mamá debe estar feliz porque ya volviste, ¿cierto?—volví a interrumpir el silencio

—Sí, está contenta

—¿Y qué te dijo cuando vol..?

—Ya basta Aby—él me interrumpió pasandose una mano por la cara—. Tú y yo sabemos que, con esta conversación sin sentido, estamos únicamente dando largas para no tener nuestra verdadera conversación.

—Sí, lo sé—concordé—. Pero no creo que este lugar sea preciso, para tener una conversación como esa.

Ambos empezamos a ver a nuestro alrededor, donde varios comensales disfrutaban de su comida.

—Tienes razón—Chris se puso de pie—. Vamos a otro lugar, ¿quieres salir a caminar un rato? O si prefieres podríamos ir a tu habitaci...

—¡No!—grité escandalosamente. Incluso algunos de los clientes me regresaron a ver por mi ridículo—. No creo que mi habitación...es decir...no...yo...—me había empezado a trabar.

No quería estar a solas con Chris en un lugar tan privado como mi habitación. No era bueno para mi mente.

—Sí, te entiendo—él parecía divertido con mi mini ridículo—. Entonces vamos al parque, o a donde prefieras.

—Al parque está bien

Chris y yo nos pusimos de pie y salimos del hotel en silencio profundo. Ahora caminábamos por las afueras, aun con el peso de nuestra incómoda situación.

—¿Cuánto falta para llegar?—pregunté mientras cruzábamos la calle

—Unas dos cuadras. Creí que si sabías donde estaba—me respondió—. Hermosa en serio que...—él se sobresaltó—. Lo siento. 

¡¿Se disculpaba por decirme hermosa?!

—No te preocupes—yo quise tranquilizarlo. En verdad se había puesto muy tenso—, y solo para que sepas, aun no conozco muy bien el barrio—en aquel instante di un bostezo muy sonoro, algo que al parecer a Chris le causó gracia.

—Wouu, necesitas descansar urgentemente—él puso su vista en mi.

—Claro que sí—afirmé—Creo que llevo dos días sin dormir.

—Igual que yo. Con todo lo que paso, no he podido volver a estar tranquilo.

—Yo mucho menos, porque de alguna manera me siento la causante de todo este lío.

—No deberías sentirte así—me dijo él mientras empezábamos a entrar al parque—. Tú no provocaste el haber regresado...bueno, eso. 

—Supongo, porque no recuerdo haber hecho algo anormal en mi futuro, como para provocar retroceder el... tiempo.

Después de mi extraña frase ambos volvimos a mirar a que no haya personas cerca.

—Esto debe haber pasado por alguna razón—Chris parecía pensativo—. O quizás solamente caíste en un lugar equivocado.

Efectivamente tenía una razón para haber vuelto al pasado, y esa razón estaba en frente mío mirándome con sus ojos cafés.

—No tengo idea—mentí mirando atentamente el piso—. A lo mejor si caí en un lugar equivocado.

—¿Y dónde estabas cuando paso todo esto? ¿Estabas aquí en Loja?

—No—respondí en un suspiro—. Estaba en Quito. Recuerdo que caminaba con mis amigos, y después me perdí porque me alejé demasiado de ellos. Todo porque estaba enojada, por culpa de un idiota que me había besado sin mi permiso.

—¿Alguien te besó?—él había vuelto al papel de novio celoso—Es decir... no...no me hagas caso.

—Sí...bueno...después recuerdo que me senté un rato a calmarme y fue allí que me di cuenta que estaba sola y perdida. Luego para amortiguar el frío entré a una cueva, o algo así, y pues después paso lo que paso...mágicamente aparecí en una montaña de Loja

—Todo esto parecería una historia de ciencia ficción—Chris se rascó la cabeza—. Aun no puedo creer que tenga una novia que venga del futuro.

—¿Aun me consideras tu novia?—lo cuestioné sorprendida

Yo asumía que Chris me iba abandonar, y que quizás nunca jamás me iba a volver hablar.

—Claro que sí. Nada puede hacer que deje de amarte. 

Mi plan de alejarlo con la verdad no había funcionado. Chris había vuelto a mí.

—¿De verdad?—dije insegura.

Nuevamente entraba al dilema, de no saber si sentirme feliz o decepcionada por la reacción que aparentemente tenía.

—Sí—él suspiró con su vista plantada en mi—. Aunque claro que por mi confusión me costó mucho llegar a esa conclusión. 

—¿Ni siquiera te importa que yo sea tu fan del futuro?

Él me miraba fijamente, como si no tuviera respuesta a esa pregunta.

—En realidad, aun no lo sé—él estaba nervioso—. Tal vez no me importe que posiblemente sepas más de mi vida que yo mismo; supongo que sabes mucho sobre mi vida personal y también mi vida profesional del futuro, pero...—Chris se tomó una pausa, bajando su vista momentáneamente—pero, si hay algo que me tiene muy intrigado. 

—¿Qué cosa? 

—Es que quizás solo sea una estupidez—él empezó a caminar nervioso de un lado a otro—, pero cuando tú... me dijiste que eras mi fan, una cosa fue la única que en ese momento me asustó—yo le clavé la mirada a la expectativa—, y bueno es que quizás lo que tú sientes por mí... no es real—Chris se detuvo, alzando su vista para encararme—. Tuve miedo cuando se me ocurrió que a lo mejor para ti, siempre fui únicamente una cantantucho del cual te sabías todas sus canciones, al cual amarías aunque te tratara horriblemente, y al que sin importar sus errores aceptarías, porque al ser una fan todo lo que ves en él es tu prospecto de tipo perfecto—Chris se pasó desesperado una mano por el cabello. 

Las palabras de Chris hicieron que mi corazón empezara a latir rápidamente. Sin querer había algo de verdad en ellas. En sí, el Chris de este tiempo me encantó a primera vista por ser Chris; mi cantante favorito al cual admiraba sin importar nada, pero con el paso del tiempo me di cuenta que tuve expectativas muy bajas con respecto a él. Todo lo que me mostraron por redes o por pantalla sobre como era Chris, era una nimiedad. 

Antes lo veía como un príncipe azul, pero al conocerlo me di cuenta que Chris era algo mucho mejor. Un príncipe azul quedó corto. 

—A lo mejor todos mis defectos nunca te molestaron, porque tú los borrabas con tal de seguir reemplazando los errores con virtudes del Christopher imaginario—Chris me miraba respirando con dificultad—. A lo mejor tú solo me miras con ojos de fan y quizás solo estuviste conmigo porque era tu única oportunidad para tener al chico famoso contigo, mas no porque en serio viste algo en mí para darme una oportunidad.

Quería protestar y decirle que todo lo que él decía eran boberías, y que el chico imaginario de mi época de fan desapareció. Ahora el chico común había invadido mi alma.

—¿Solo quiero saber algo?—Chris seguía hablando, mientras yo seguía muda—Yo confió en ti, y sé que para responderme la siguiente pregunta, me vas a decir la verdad. Así que...—él se quedó en silencio—¿Me amaste porque en serio te conquistó mi verdadera personalidad y mi verdadera alma o... porque sentiste que sería tu última oportunidad con el cantante que te obsesionaba?

Nuevamente mi cabeza era un caos. En ella iban y venían todas las razones por las cuales no podría estar con él.

Si le respondía con la verdad a esa pregunta, iba a alargar la historia entre él y yo, y no era correcto hacer eso. Entre más corta sea la historia entre los dos, menos iba a doler terminarla.

—No te puedo responder eso—yo baje mi mirada. Entendía lo que tenía que decir, pero simplemente mis palabras no salían de mi boca.

—¿Y porque no?—él me miraba interrogante

Yo simplemente me quedé callada con mi vista baja.

—¿Aby?—él seguía insistiendo

—No puedo seguir mintiéndote

—¿Mentirme en qué?

—¿Sabes que? Mejor hablemos otro día—yo quise salir de allí, pero Chris me sostuvo del brazo. Básicamente me apegó a su cuerpo íntimamente. 

—No, Aby. Necesito tu respuesta. 

Chris se alejó un poco de mí para analizarme más directamente. 

—¿Acaso la repuesta va a ser la que menos quería escuchar?—él volvió acercarse a mi

Dando un largo respiro, me preparé para asestar el último golpe.

-Si- fue la silaba que desencadenó el fin entre él y yo.


jaja (ignoren a H y Babi)

https://youtu.be/8t1z52ajmFc


Chris desvió inmediatamente su mirada de mí. Su expresión mostraba dolor.

—Entonces debo asumir, que para ti no llegué a significar más que un objeto que siempre quisiste—él empezaba a respirar con dificultad. 

Me quería morir, su cara me decía que estaba muriendo por dentro. Nunca en mi vida creí que el dolor de una persona me afectaría tanto como ahora. Si Chris se sentía mal, yo estaba el doble de mal.

—Gracias...por tu sinceridad—pese a que él trataba de simular estar relativamente fuerte, no había tenido éxito.

—Chris no... yo... perdóname—entré en pánico al verlo así—Lo lamento tanto... Chris...

—Sí, claro—él parecía fuera de si. No podía enfocar su vista en un solo lugar por más de un segundo—Y como sea... creo que ya no tiene caso que continúes fingiendo. Supongo que lo más sano para nosotros es que este falso noviazgo termine, ¿no?

—Perdóname—yo me acerqué a él, pero al hacerlo se alejó de mi. 

—Bueno, lo correcto ahora es no torturarme más al tenerte cerca. No cuando sé que en realidad no me ves a mí, sino a un chico imaginario que simula ser yo. 

—No, no...—yo quería desmentir todo, pero mi estúpida cabeza me decía que deje que las cosas siguieran dándose.

-Fue un gusto haberte conocido Aby. Te deseo la mejor de las suertes en todo lo que hagas.

Dicho eso Chris alzó su mano a manera de despedida, y se dio la vuelta para caminar en dirección contraria a mí. A medida que avanzaba, yo me iba sumiendo en la culpa.

¿Qué acaba de hacer? ¿Mis miedos hicieron que tome decisiones erróneas?

Ya ni siquiera sabía si estaba actuando racionalmente.

Días después

El decir que mi vida se estaba desmoronado era poco. Me sentía a morir a cada minuto, simplemente no podía dejar de pensar en Chris y en las heridas que le había causado la última vez que nos vimos.

Sí, desde esa vez habíamos perdido el contacto.

Y esta vez era definitivo, Chris había terminado conmigo y ahora todo ese rumor se había regado.

Ami por supuesto fue la primera en acosarme, o más bien la primera en intentar asesinarme por haber permitido que terminemos. Ella quería saber a toda costa la razón de haber terminado, pero yo solo llegué a decirle parte de la falsa verdad. Le había dicho que lo que sentía por Chris no fue lo que pensaba, y que por eso habíamos decidido darnos un tiempo.

—¿Es en serio?—Ami frunció el ceño mientras se sentaba junto a mi—¿Quién fue él de la brillante idea de darse un tiempo?

Por suerte ese día no habíamos tenido muchos clientes.

—Eso no importa—le respondí mientras miraba por la ventana a lo lejos la casa de Chris—, la cuestión es que ya todo terminó. 

Mi corazón dolía al pensar, que quizás él estaba dentro de su casa. Me ponía loca pensar que estaba cerca, sin derecho de al menos volver a verlo. 

—¿Pero tú en realidad querías terminar con él?—ella me miraba desilusionada

—No lo sé—yo no resistí más y me lancé a los brazos de Ami—, quizás el haberle dicho lo que le dije, fue un error. 

Ella me dirigió a una de las mesas cercanas y nos sentamos sin dejar de abrazarnos. 

—Pero aún podrían arreglar las cosas—ella se alejó un poco, para limpiarme una lágrima de la mejilla—Aun pueden darse una oportunidad, si es que en realidad lo que dijiste no era cierto. Tú misma me estás diciendo que te arrepientes.

—No creo que Chris quiera volver conmigo—fue la única respuesta a la que recurrí como escapatoria. 

No podía decirle a Ami, que no volvería con él porque quería evitarle sufrir cuando regresé a mi futuro.

—¿Y cómo lo sabes?—Ami me miraba exasperada.

—¡Porque lo sé y punto!—le grité esquivando su mirada de detective. Posteriormente me arrimé a la silla, con los brazos cruzados y mirando fijamente a la mesa para evadir a Ami—Hay muchas cosas que intervinieron para que nuestra relación termine.

—¿Pero qué cosas?

—Olvídalo 

—¡Mierda, Aby! ¡No te entiendo en verdad!

—Ni yo entiendo mis estupideces—sollocé con rabia—, pero creo que el tiempo me dirá si en realidad estamos haciendo lo correcto.

En realidad, deseaba que todo este desastre que nos estaba provocando en el pasado, valga la pena en el futuro.

—Yo también ruego al tiempo por esa respuesta. En serio que amaba verlos juntos—ella me sonreía nostálgica—¿Sabías que tú fuiste la primera relación de Chris que yo aprobaba?—Ami puso una mano sobre mi hombro—. Tú quizás no lo sabes, pero antes él era un chico que se fijaba en chicas que no valían la pena. Él no era... bueno, digamos que no era precisamente la clase de chicos, que llegan a tomar en serio una relación. Claro que tenía sus novias oficiales, y decía que las quería, pero pasaba poco tiempo y todo se terminaba. Y cuando lo veías después de eso, era como si nunca hubiera pasado nada. No creo que alguna vez haya pasado por un despecho amoroso. 

En parte ya sabía eso, yo había sido testigo de todas sus relaciones fallidas en un futuro. Lo admito, había sido masoquista al investigar sobre su vida amorosa. 

—Me imagino

—Cuando tú llegaste, él cambió su forma de actuar. En realidad lograste meterte en su mente y ni se diga en su corazón. Él en realidad se entregó a una relación contigo, tanto así que hizo hasta lo imposible por lograr que aceptes tener algo con él. Y ahora que lo de ustedes terminó, él prácticamente está volviéndose loco...

—¿Cómo sabes eso?

—Porque Dani me lo contó—Ami me miraba triste—En realidad la está pasando muy mal. Me contó que cuando fue a verlo a su casa, casi ni le habló, y en cuanto logró que Chris se abriera para contarle lo que pasaba, él se ...desmoronó.

—Ay no—yo apreté los labios como intento de no romper en llanto. 

—Sí, Aby. Además también me dijo que su mama está muy preocupada, porque últimamente se ha aislado mucho. Dice que aparentemente ya no come, ni duerme, y hasta casi ni conversa con Jonathan ni con ella. En realidad él se metió en un estado del cual va a ser muy difícil sacarlo. 

—No puede ser—hablé sintiendo lágrimas bajar por mis mejillas.

Yo le estaba provocando eso. Soy la bruja más grande del universo

—Aby, no creo que Chris haya cambiado lo que siente por ti. Él se comporta así porque en realidad te ama y le duele que quizás tú no.

—No sé qué hacer Ami—yo la abracé en busca de consuelo—, ya lo perdí. 

—¡Claro que no idiota!—ella parecía en serio enojada—¡Se nota que te mueres de ganas por salvar esa relación con él, pero no me cabe en la cabeza porque no quieres hacerlo! Tú me dices que son muchas cosas, pero quizás si me las cuentas yo pueda ayudarte a resolverlas. Ayúdame a ayudarte.

—No puedo, Ami. ¡No puedo! ¡No tiene caso!—en aquel momento me separé nuevamente—. Eso únicamente queda entre Chris y yo. Nadie más puede intervenir.

—Espero que algún día me lo cuenten—ella negó resignada

Definitivamente no iba a involucrar a Ami en este estúpido problema. No tenía sentido que ella entré a esta historia de ciencia ficción.

—Chris se me fue—yo seguí hablando, con la mirada perdida. 

—Aun no lo vas a perder. En tus manos esta acabar con esto. Quizás si arreglas los problemas que no me quieres contar, las cosas pueden volver a empezar entre él y tú.

—Esos problemas nunca tendrán solución


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top