36. Esto es para ti
Día 1 del juego
—Oye Menzota, necesito la orden de la mesa 6—me gritaba Amanda desde el otro extremo del salón.
—Sí, ya voy—le dije mientras iba a la cocina con platos sucios.
Ese día la afluencia de clientes era mucha debido a que era feriado. En esos casos a casi toda la gente le daba flojera cocinar algo en sus casas, así que mejor venían a que los atendamos. Me preguntaba si entre aquellos clientes, también se incluiría Chris.
La verdad no lo había vuelto a ver desde el día en que despertamos juntos. Y no sabía aun si quería o no verlo. Por una parte quería ver esa sonrisa tan contagiosa que tanto me encantaba, pero por otro lado, no quería saber cuál sería su estratégico plan, con el que aparentemente terminaría diciendo mis verdaderos sentimientos.
El mostrar mis sentimientos hacia él no era una opción, y no solo se trataba del hecho de que una relación con él no tenía sentido, a menos que quisiera lastimarlo al desaparecerme de su vida, sino también tenía que ver con aquel raro sueño del cual me daba la ligera sensación de ser cierto.
Aún tenía que comprobar si en realidad era verdadero. No sabía cómo comprobarlo, pero ya me pondría a pensar en ello.
—Ami, necesita la orden de la mesa 6—le pedí a Alex entrando a la cocina y dejando los platos en el lavabo.
—Sí, dame un minuto—me respondió él
—Deberías pagarme horas extras por este tipo de explotación laboral—bromé sentándome perezosamente sobre una de las sillas cercanas—. No hemos parado todo el día, y creo que estoy a un paso de desmayarme.
—Yo diría que la que debe horas de trabajo es otra persona—Alex me dijo con su vista en el sartén que tenía en sus manos.
—¿A qué te refieres?—regresé a mirarlo recelosa.
—Pues resulta que hace algunos días uno de nuestros clientes me sugirió que controle a mis meseras—él parecía reírse—. Supuestamente ese par de locas anduvieron por toda la manzana con una escalera y dando serenatas en la noche—Alex me regresó a mirar acusadoramente—, y para colmo borrachas.
—Todo lo que dijo es mentira—me apresuré a decir abochornada.
—Aja, sí—él me miró con los ojos entrecerrados—. Es por eso que un día coincidentemente vinieron las dos con cara de zombies, para asustar a todo cliente que se les cruzaba.
—No, claro que no—seguí insistiendo.
—Ustedes deberían haber estado trabajando el día de su borrachera—Alex me miraba con la ceja alzada—, o más bien dicho esa loca de Ami, porque tú estabas de vacaciones ese día.
—Es que...
—Es así, ¿cierto? ¿Ami debería haber venido a trabajar?—él me miraba en busca de una confirmación.
—Bueno, sí pero...
—Pero nada—Alex me miró negando con la cabeza.
—Está bien, todo lo que dijiste es verdad—yo miré mis zapatos apenada—. Lo siento y de paso me disculpo por Ami.
—Solo porque las dos me caen bien, las perdono—él me sonrió resignado—. Pero si vuelven hacer algo así, me voy a enojar mucho.
—Te lo prometo. Esto no se volverá a repetir—le dije a mi jefe dándole una sonrisa avergonzada—, y de nuevo lo siento.
—Sí, bueno—él se empezó a reír de la nada—. Igual el castigo te lo diste tu misma, porque me imagino que ya sabes que eres la chica más famosa del barrio.
—Sí, eso ya lo sabía—yo me lamenté de mala gana.
Después de mi súper serenata, todos los vecinos de Chris me miraban como si fuera su payaso. Ni medio me veían se me reían. Y aquello sin duda era muy vergonzoso.
De hecho el rumor se había regado hasta las manzanas más cercanas, y fue tanto así que hasta la misma Gaby se enteró de mi espectáculo, y por supuesto ella no dudó en regañarme. Creo que esa muchacha se estaba convirtiendo en el remplazo de mi madre.
Si mi mamá hubiera escuchado aquellos rumores, seguramente ya me hubiera encerrado en mi cuarto hasta cumplir los 30 años.
—Ten—Alex interrumpió mis pensamientos.
Yo rápidamente cogí los platos y me empecé a dirigir hasta la puerta de salida.
—Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida...—Alex se puso a cantar, cosa que me sorprendió de mala manera.
Eso solo me recordó mi estúpida serenata de rompimiento.
—¡Cállate, cállate!—salí gritando.
En cuanto estuve afuera de la cocina, me encontré con Ami caminando apresurada hacia mí.
—Mujer, como es que te demoras—ella me reclamó quitándome los platos.
—Ya se enteró Alex—le anuncié.
—¿Se enteró de que?—ella me miró curiosa
—Pues de nuestra serenata de rompimiento—le informé—. Ahora si se nos armó una grande—yo mentí.
—¿En serio? ¡Noo!—Ami me dio una última mirada y luego se fue a la mesa de sus clientes. Yo la seguí detrás.
—Sí, y me regaño muy feo—fingí estar a punto de llorar—, y después me dijo que ya no iba a trabajar más aquí.
Ami me regresó a mirar atónita, y antes de venir a consolarme dejó sobre la mesa los platos de los clientes casi lanzandolos.
—Mi nena, no te pongas así—ella me empezó a jalar del brazo, llevándome hasta afuera del restaurante,
—Y todo por tu culpa—me puse las manos en la cara fingiendo llorar—. Si no me hubieras convencido de la serenata, aun tuviera trabajo.
—Cálmate Aby, ahora mismo arreglo esta injusticia—ella me soltó de repente—. Ese bobo me va a oír. ¿Desde cuándo se volvió tan exagerado?
Antes que Ami cometa su heroico acto de defenderme, yo la agarré del brazo.
—¡No Ami!—yo me empecé a reír en su cara—. Era mentira, solo quería engañarte por alguna vez.
—¡Menzota me asustaste!—ella me miraba de mal humor—. Por un momento creí que tendría que mantenerte hasta que te vayas de Loja. En serio sabes actuar, con razón hasta me lograste engañar con Chris en su acto de novios.
—Sí,...el acto—dije con ironía, ya que todo lo que hice con él fue real. Cada beso, caricia, frase, fue con un intención, y era la de complacer mis locos deseos que tuve por años desde que era su fan loca, mas no por tratar de engañar a alguien.
—Perdón—Ami se disculpó—. No quería recordarte a ese tarado, lo siento.
En aquellos días no había conversado con Ami a cerca del "Tarado", ya que simplemente no estaba preparada para decirle a mi amiga, que sus suposiciones fueron ciertas. Chris se había enamorado de mí y por lo tanto me había convertido en su mentira verdadera.
Algo me decía que si ella se enteraba, iba a ser más intensa que Chris en cuanto a intentar que admita mis sentimientos. Y por el momento ya tenía mucho con el guapo intenso, que aún no había dado señales de vida.
Debo decir que todo lo que me estaba pasando era muy loco. Básicamente el chico con el que soñaba, y el cual era absolutamente imposible tener en mi vida real, ahora estaba rogando por mí, y aquello sin duda era algo a lo que era titánicamente imposible resistirse.
—No te preocupes—me hice la que no pasó nada.
—Es tan triste saber que ya no son novios. Es que en serio que eran tan tiernos juntos— Ami me miraba con lastima—. Aunque hayan sido novios falsos, igual se veían lindos.
—Sí, aja—yo intenté no mirarla.
—Todos los hombres son unos idiotas. Bueno mi osito no, pero su amigote sí—ella soltó enojada—. Chris tenía a una chica que lo amaba de verdad y a él se le ocurre preferir a una chica vulgar de vestidos cortos y la que poco le importa él. En serio que me da ganas de matarlo.
—Ouch, eso debería doler—rodé los ojos ante sus palabras. Ami en lugar de dar ánimos, estaba causándome todo lo contrario porque me estaba recordando el rechazo.
Si no hubiera sabido de los sentimientos de Chris, probablemente ya hubiera salido corriendo a mi habitación en el hotel a llorar.
—Creo que mejor cierro la boca—Ami me dio una sonrisa incomoda—, pero es que Chris es un...
Ami al parecer iba a seguir dándome "ánimos", pero de pronto una voz infantil nos interrumpió.
—Señorita—dijo una voz pequeñita e inmediatamente empecé a buscar el origen de aquella voz.
—Oiga—volví a escuchar el llamado, seguido de un jaloneo a mi camiseta desde abajo.
Sorprendida bajé mi vista y me encontré con un niño de aproximadamente unos cinco años mirándome impaciente.
—Ho..hola—intenté saludarlo— ¿En que te puedo ayudar?
El niño me miraba evaluadoramente, como si estuviera estudiando mi cara, lo cual se me hizo raro.
—¿Usted es Abigail Mendoza?—me preguntó el pequeño.
—Pues sí—le respondí con duda—¿cómo lo sabes?
El niño se puso a mirar a su alrededor como si estuviera espiando que no haya moros en la costa.
—Es que tengo un recado para usted—él metió la mano en el bolsillo de su pantalón para sacar un trozo de papel—, me dijeron que le dé esto.
Extrañada miré un trozo de papel en aquellas pequeñas manos. En mis adentros empezaba a imaginarme que quizás ese recado venía de alguien que me había llamado "niña mentirosa".
—Tome—él me tomó de la mano y me puso el papel—, y tiene que leerlo porque sino puede que no me paguen.
—Oye niño, ¿que tramas?—Ami se acercó un poco más—¿Quien te mandó eso?
Yo aún atolondrada por lo que pasaba, me quedé viendo el papel sin reaccionar.
—Me lo mando un chico grandote con una gorra, que casi me atropella con su patineta—el niño respondió alzando los hombros.
Sí, definitivamente el chico que describía era mi loco favorito.
Muerta de la curiosidad, abrí el papel y lo empecé a leer con los nervios a flor de piel.
Te di un poquito de descanso, quise darte tu tiempo para que analices tu mentira, y te des cuenta que no tiene caso que te sigas negando. Como ya te dije, en este juego solo hay un ganador, y ese soy yo. Así que vete preparando, porque vas a ser mi premio, jajaja.
Doy por inaugurado "revelemos la mentira, de la niña mentirosa"
(Advertencia: no me responsabilizo de las consecuencias de mis actos, sobre todo si se te ocurre aparecerte frente a mí con tu hermosa carita)
¡Diablos! Chris había empezado el juego, y yo únicamente con esa nota ya estaba a un paso de darme por vencida.
—Es mi idea o este enano acaba de describir a Chris—Ami intentaba ver la nota—. ¿Aby, que dice ahí?—ella me empezó a lanzar preguntas— ¿Es de Chris?
Yo no le hice caso, solamente quise concentrarme en intentar controlar mis nervios. En serio que mi corazón estaba loco en aquel momento.
—Ay casi me olvido—el niño me volvió a jalar de mi camiseta—. Oiga señorita.
—¿Qué?—yo bajé mi vista, cuando logré reaccionar.
El niño me hizo señas para que me acercara más hasta él, así que obedeciendo al pequeño me agaché hasta llegar a la altura de su cara.
—Me dijo que también le dé esto—el niño me agarró del rostro y sin que yo lo vea venir me plantó un sonoro beso en el cachete—. Me dijo que le diga, que la idea era dárselo en los labios, pero como aun soy pequeño....pues...aun no estaba para eso. Mmmm y también me dijo que...que...-él se quedó pensativo—¡Ah sí! Me dijo que como usted era de él, ni siquiera a mí me dejaba hacer esas cosas con usted...mmm...o algo así—el niño estaba confundido, ante lo que dijo.
Creo que nunca jamás alguien me había dado un gesto tan tierno, como el de mandarme un beso y una nota mediante un pequeño niño.
Chris era en absoluto un chico muy tierno y su ternura me estaba empezando a matar lentamente.
—Oye enano—Ami se acercó al niño para agarrarlo por los hombros—. ¿Cómo se llamaba la persona que le mandó esto a Aby?—ella se puso a sacudir al pobre niño, pero este en lugar de asustarse por el maltrato de mi desesperada amiga, se empezó a reír como si estuviera jugando.
—No me acuerdo muy bien- el niño se reía escandalosamente—, pero creo que era Christian
—¡No friegues!—Ami habló asombrada— ¡Debe ser Christopher! ¡Sí, tiene que ser él!—ahora Ami se abalanzó sobre mí—. Tú, dime en este instante de quien es la nota—ella me agarró por los hombros y me empezó a sacudir como al niño.
—Cálmate—pedí intentando zafarme de ella.
—¿Fue Chris cierto?
—Ay, no seas curiosa- yo repliqué
—Aby, no me mates de la intriga—Ami me miraba suplicante—. Este chisme es el mejor de todos los tiempos. Y si es Chris te juro que...
—Ya deja a mi Abichuela—escuche decir a la voz de Chris a mi costado
Ami y yo regresamos nuestra mirada hasta él origen de su voz, y al verlo ahí parado mirándonos con una sonrisa divertida, abrimos la boca sorprendidas.
—¿Tú fuiste él de la nota?—Ami se acercó a Chris amenazadoramente apuntándolo con el dedo
—Dile Aby—él me regresó a mirar.
—¿Ah?...sí... bueno...sí...era él—yo le respondí a Ami con mi mirada en otro lado que no sea Chris.
Lo que menos quería era mirarlo a él, ya que había él riesgo de yo salir corriendo a besarlo... y en serio que estaba a punto de hacerlo.
—¡Creo que me va a dar algo!—Ami se puso una mano en el pecho—. Si Chris te mandó un beso en los labios en ese recado fue porque...—ella se quedó en silencio, mientras se abanicaba con las manos—. ¡Sí, tú debes sentir algo por esta loca!—Ami empezó a sacudir a Chris emocionada—. Ahora sí todo está arreglado. Ya pueden convertirse en novios, casarse, tener muchos abichuelos, y vivir felices para siempre.
Creo que Ami iba a explotar de la felicidad, y aquello hizo que me sintiera más culpable ya que había otra ilusión que romper. Tendría que decirle a Ami que no iba aceptar a Chris.
—Necesito ver esa nota—Ami se me abalanzó para quitarme el papel, pero yo fui más rápida y me lo metí en el bolsillo de mi pantalón.
—Ni loca te muestro esto—yo me alejé de ella.
—Chris, tienes que decirme que decía ahí—ella fue a buscar respuestas con él autor de la nota.
—Bueno, pero te lo digo adentro—dijo él aguantándose la risa—. Es que se me antojó algo de tomar, así que mientras tomo mi bebida te voy a contar nuestra larga historia—sentí que Chris me abrazó por los hombros, posición que me obligó a mirarlo a los ojos.
¡Ahí estaban esos ojos cafés que últimamente los veía siempre en mis sueños!
—Necesito aliados para poder ganarte—él me dijo sonriendo de lado—, y Ami es mi mejor aliada.
—¿Aliada?—escuché decir a Ami—¿Ganar qué?—yo ni la regresé a mirar, tan solo podía estar clavada mirando a Chris.
—Mejor ve por mi bebida y ya te cuento el chisme—sugirió Chris aun con su vista en mí.
—Si señor—Ami emocionada se fue a cumplir con la orden de Chris—. Todo sea por el chisme.
Antes que ella se fuera, yo la detuve del brazo. Tenía algo muy importante que pedirle antes de involucrarla en el supuesto juego.
—Ami—yo me solté de Chris para acercarme al oído de Ami. De ninguna manera él debía oír.
—Oye—escuché decir mientras tanto al niño abajo—. Págame—Chris puso su atención en el infante, dejándome así algunos minutos a solas con Ami.
—Prométeme que no vas a decir nada sobre lo que te conté. Ya sabes... sobre lo que sentía por Chris—le hablé bajito.
—¿Qué?—Ami me miraba extrañada
—Tú nunca supiste que yo lo quiero ¿de acuerdo?—le dije por último
Ami me siguió mirando con duda, pero al parecer mi rostro preocupado la convenció de darme una respuesta a mi favor.
—Está bien, pero luego me explicas— ella se fue de allí.
Dejando de lado a Ami, puse mi atención en la pequeña discusión entre Chris y mi cartero.
—Fueron dos recados así que son dos dólares—el niño protestaba.
—Ohh si, casi lo olvido. Perdón Matías—Chris metió su mano en el bolsillo de su chaqueta—, pero déjame decirte que cobras mucho. Creo que para la siguiente voy a pedirle el favor a Diego, tu amigo, el quizás me cobre menos.
—Entonces que sea 1.50, no acepto nada menos—él niño negociaba de una manera que por poco hace que explote en risas.
—Trato hecho—Chris le extendió el dinero—. Ay, espera—él impidió que Matias tomara su pago—¿Si hiciste todo lo que te pedí?
—Sí, todo—respondió el pequeño asustado
—¿Entonces no la besaste atrevidamente?—Chris le preguntó burlón al niño.
—No—el chico empezó a dar saltos, para alcanzar el dinero que Chris tenía en sus manos—. Ya págame.
—Buen niño—Chris me volvió abrazar por los hombros—. Esos labios ya tienen dueño.
Yo tragué duro ante lo que dijo Chris. No se como hacia para lograr desarmarme con tanta facilidad con una simple frase. Internamente pensé que ya debí haber puesto mi sonrisa boba.
—Sí, ya se—aclaró el niño.
—Gracias por tus servicios—Chris le dio al niño su paga.
El pequeño de los recados, tomando su dinero se fue de allí emocionado sin siquiera despedirse.
—¡Matías, recuerda comer tus vegetales y la sopa!—Chris le gritó al pequeño mientras se iba corriendo—. Que buen niño, me recuerda a mí cuando era pequeño ...aunque yo era más guapo.
Chris dejando de lado a Matías, me apretó más fuerte contra él y ahora me miraba con una sonrisa.
—Bueno, entremos. Ami nos esta esperando—él me soltó y se fue caminado hacia adentro.
—Te estas tomando en serio esto del juego, ¿cierto?—yo le dije desde atrás, sin siquiera moverme.
—Claro que si Abichuela—él me regresó a mirar con una sonrisa coqueta—. Cuando algo me importa mucho, me lo tomo muy en serio—él dio un suspiro y un guiño rápido—. Creo que tú ya sabes lo mucho que me importas.
¡Diablos, nuevamente me había desarmado con una frase!
Christopher luego de regalarme una última sonrisa y se fue hacia el restaurante. Y yo mientras tanto empecé a caminar de mala gana detrás de él, preparándome mentalmente a mentir a todo lo que él le fuera a decir a Ami.
Definitivamente Ami no iba a ser mi aliada en el juego. Ella sabía que yo quería a Chris, así que por mi supuesto bien ella se iba aliar con Chris para hacerme caer.
Al parecer ya tenía a dos intensos de los que tenía que cuidarme la espalda.
¡Rayos, iba a perder y por lo tanto iba a terminar como premio de Chris!
Buuu, me demoré un poquito en subir el capitulo, pero me paso una tragedia. SE DAÑO MI COMPU y estoy que lloro. Por suerte los capítulos que ya escribí de la historia estaban en mi celular, excepto el que ahorita leyeron, ese me tocó volver a escribirlo y en la compu de mi hermana.
Espero arreglar el problema de mi compu a mas tardar esta semana, ojalá. :(
Bueno, cambiando de tema, espero que les haya gustado el capitulo, espero que me puedan regalar un votito jeje. Animen a esta pobre chica, que perdió todos los archivos de su compu. Todos se borraron, buuu :( :( :(
Por cierto el próximo capitulo va a pasar algo que quizás no se imaginen. Nuestro Chris va hacer algo medio loco.
Ok, ya no les canso mas, y me despido, hasta la próxima. Ojalá pueda subir otro capitulo antes que se acabe el año.
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