34.Esto es incómodo

Que creen me decidí hacer un maratón jaja

(Parte 1)


Todo se volvió negro de pronto. Susurros empezaban a inundar mis oídos. Una atmósfera tenebrosa me rodeó con ampliamente. 

¿Qué rayos estaba pasándome?

—No puedes dejar que la relación entre ambos continué. Y si no quieres que las cosas terminen mal, ya detén esto —aquella lejana voz se quedó en silencio—. Tú tienes la decisión.

—¿Yo?—dije confundida

¡Ay no! ¿Otro de esos sueños raros que me dejan casi muerta?, pensé.

—Sí, tú eres la única que sigue dudando sobre tener una relación con Chris. Y pese a todo aun no sabes si elegir a Christopher o tu familia— nuevamente me volvía a escuchar la voz tenebrosa de mi último sueño, y como aquella vez entré en pánico.

—Por supuesto que quiero a mi familia—intenté afirmar.

—Pero también lo quieres a él—me aseguró otra voz un poco más suave—. Quieres las dos opciones pero solo puedes tener una. Y en cambio él ya tomó su decisión, y ya no hay vuelta atrás. Él te va a elegir sin importar lo que pase—me respondió esa tenebrosa voz—.A tí te pudimos controlar cuando te mandamos el recuerdo de tu hermana en tus sueños. Y en otra ocasión te dimos un sueño donde Chris dejaba de amarte—informó la voz—. Tú reaccionaste como lo esperábamos... tuviste miedo de elegirlo a él.

—¿Qué me mandaron un recuerdo?

—Así es—me respondió la voz más imponente—aquella relación que de novios falsos que compartieron, fue la excusa perfecta para que ambos terminaran de liberar lo que sentían.

—¿Me están queriendo decir que Chris y yo nos estábamos queriendo desde antes de nuestra relación falsa?—pregunté pensativa. La verdad ni yo sabía desde cuando me enamoré de Chris, solo recordaba que me di cuenta que me había enamorado cuando él me rompió el corazón.

—Así es, por eso los sueños empezaron cuando iniciaron su relación falsa—aquella voz suspiró— . Teníamos que tomar cartas en el asunto, porque los dos se empezaron a involucrar de una manera demasiado rápida.

—Gracias a esos sueños, tú te empezaste a resistir a tus sentimientos—me habló la segunda voz—. Tú decidiste fingir que nada ocurría, y por lo tanto decidiste engañarte a ti misma haciéndote creer que ni tú ni él empezaban a sentir nada, pero en el fondo sabías que las cosas entre los dos iban progresando.

—No es cierto...—intenté defenderme. Pero al meditar mejor mis acciones con Chris durante mi falso noviazgo, llegué a pensar que aquello era cierto. Lo único que hice durante todo ese tiempo, fue pensar que Chris jamás sentiría nada, y mi mente se cerraba en ello.

—Contigo si funcionaron aquellos sueños, pero con él no—interrumpió la otra voz—. Pese a los terribles sueños que le mandamos sobre un futuro si te quedas, sigue empecinado en elegirte a ti—aquella voz lanzó una largo suspiró—. No le importa nada más que tenerte. Él se enamoró de ti de una forma verdadera. 

Mi corazón se aceleró al recordar los ojos de Chris durante aquella casi declaración de amor. Sin querer sonreí.

—Tú bien sabes que aquello no es natural para el mundo—me dijo la segunda voz—Tú no perteneces aquí, porque solo tenías que estar aquí temporalmente. Si viniste al pasado fue porque era necesario en el futuro—se escuchó un suspiro largo—. Pero nunca creímos que querrías quedarte más tiempo, ni mucho menos creímos que entre ustedes se llegaría a formar un vínculo tan fuerte.

—En él surgió un tipo de amor que casi no se ve en las personas de este mundo. Lo que Christopher siente por ti, es algo muy fuerte que casi es imposible de quitarlo de él— la otra voz me habló en un tono más suave—. Eso que siente puede ser un arma de doble filo.

—¿Cómo? Es que enserio no entiendo como rayos fue que él sintió eso por mí, si solo hace algunos meses él estaba empecinado en conquistar a otra chica. Yo básicamente solo soy una recién aparecida en su vida. 

—Es que las almas gemelas existen—me habló la voz más baja—. Y cuando dos almas gemelas están destinadas a encuentrarse, sus vidas se unen y ya no puede separarse. Tú recuerdo estará con él por siempre—se me hizo escuchar una risa suave—. Ustedes son almas gemelas, y si se encontraron fue porque así lo quisimos. 

—Sí, y debido a ese error de dejar conectar tanto sus almas, es que van a suceder cosas malas si no detienen esto. Aun no es tiempo de eso—la voz más alta habló decepcionada—. Él está decidido a seguirte hasta el fin del mundo si es necesario, él no va a dejar de luchar por ti, pero recuerda que a la final lo vas a lastimar porque tú no puedes quedarte con él. El dolor de una despedida podría ser menor si lo dejas más pronto.

—¿Entonces yo le estaría haciendo daño a su vida si decidiera tener una relación con él?—hablé con la voz ahogada

—Exactamente, entre más fuerte sea él vinculo más dolorosa seria la despedida—aquella voz me informó.

—¿Y si decido perder a mi familia para quedarme con él? Es decir qué tal si decido no lastimarlo con la despedida ¿Qué podría pasar?—hablé con temor

—Tú solo tienes una opción con respecto a tu futuro inmediato, y es que tú tienes que volver y dejarlo—aquella voz susurró—. Pero en cambio puedes elegir sobre la vida de Christopher. Tú puedes decidir si quieres hacerle daño o no con esa despedida. Y si en verdad lo quieres, vas a dejarlo antes que él dependa más de ti. 

—Precisamente. Sí eso llegara a pasar, quizás Christopher después de tu partida tome decisiones que cambiarían su vida. Es decir hay la posibilidad de que su futuro cambie por las decisiones que tomé por ti— la voz se quedó en silencio—. Y eso no estaba en nuestros planes cuando te regresamos a este tiempo. Él hacer que su vida de un giro de 180 grados no es tu misión por ahora. Tú misión con él aun no empieza. 

—¡Espera!—dije apresurada—¿Es decir que todo el asunto de haber regresado en el tiempo, tiene que ver con él? ¿Mi misión se relaciona con Chris?

—Pues sí. Tú volviste en el tiempo para ayudarlo— aquella voz me informó.

—¿Y qué clase de ayuda necesita de mí?—hablé sorprendida

—Aun no es tiempo para que lo sepas—aquella voz me dijo por última vez-, Por el momento solo trata de alejarte de él. Porque ya tu misión por la cual viniste al pasado está hecha, y ya es tiempo de regresar. 

—¿Y que fue lo que hice? La verdad no recuerdo haber hecho alguna cosa extraordinaria en la vida de él. 

—Con el tiempo sabrás que hiciste.

Quería reclamar y seguir obteniendo más respuestas sobre mi sobrenatural viaje en el tiempo, pero de pronto todo se volvió silencio. La sensación ya conocida de cansancio había vuelto. Al parecer iba a volver a la realidad.

Mis ojos se abrieron lentamente, y como aquella última vez que tuve aquella extraña conversación con las imponentes voces, me sentía horriblemente inmóvil.

Lo primero que vi mientras intentaba recuperar la sensación de mi cuerpo, fue una cabellera castaña a mi lado precisamente a centímetros de mi nariz, razón por la cual aspiré el agradable aroma de su perfume, aunque contrastaba con mi terrible olor a borracha.

Para mi suerte él aún seguía dormido. Pude notar sus ojos aun cerrados y su rostro muy sereno. En cambio yo estaba entrado en una crisis emocional, y más aún cuando el causante de mi confusión, tenía sus brazos bien envueltos en mi cintura.

Tú solo tienes una opción con respecto a tu futuro inmediato, y es que tienes que volver y dejarlo.

Diablos, aquella frase se me vino a la mente. Por un momento quise pensar que el sueño de hace algunos minutos solo era eso...un sueño extraño. 

Lastimosamente aquello que pasó hace una rato me pareció demasiado real.

Caí en cuenta que aquella voz tenia razón en varias cosas, como por ejemplo; si no hubiera sido por esos horribles sueños, la noche anterior cuando Chris se me había declarado yo lo hubiera aceptado sin siquiera pensarlo. Pero en cuanto recordaba a mi familia, más específicamente el llanto de mi hermana en el primer sueño que tuve, aquella opción de quedarme para con Chris, quedaba por completo anulada.

Además había otra cosa en la cual aquella voz tenía razón, y era que el tener algún tipo de relación con él no era algo normal. Que persona en el mundo quería a una novia, que tiene una doble suya en el mundo. Sin duda yo no era la única Aby, también estaba mi otra yo del pasado.

Hay la posibilidad de que su futuro cambie por las decisiones que tomé por ti

Nuevamente a mi mente había llegado un frase proveniente de aquella voz que me atormentó.

¿Sería cierto que por mí la vida de Chris podría cambiar?

¿De qué manera podría comprobar si lo que me explicaban aquellas voces era real? Tal vez solo era un mal sueño.

—Me tengo que ir—susurré desesperada. Mi cabeza era una tormenta, y la causa era el guapo personaje que dormía abrazado a mí. 

Intentando ser lo más sigilosa posible, retire sus manos de mi cintura y él al sentirme solo dio un fuerte suspiró pero siguió durmiendo.

Mientras buscaba mis zapatos en el piso, miré hacia la ventana. Supuse que ya era muy tarde, debido a la intensidad de la luz del sol.

Cuando encontré mi suéter me lo puse rápidamente alistándome para salir de allí, me sentía sofocada en aquella habitación. No era nada cómodo estar cerca del chico al cual básicamente le había roto el corazón.

Tenía que haberme ido en ese momento pero fui débil, así que sin evitarlo me quedé por un rato mirándolo dormir plácidamente por última vez. En realidad estaba disfrutando de ese momento calmado hasta que...

Piii, piiii, piiiiiiiiiiii

¡Mierda, mi estúpida alarma empezó a sonar!

Desesperada ante el ruido, saque el celular de mi suéter para apagar la maldita alarma. No quería despertar a Chris.

—¿Mmm?—lo escuché murmurar

Cuando regresé a mirarlo, él me miraba adormilado pasándose una mano por la cara perezosamente.

Y despertó el bello durmiente, pensé.

—Hola—fue lo único que pude decir, para luego empezar a ver a cualquier lado menos a él.

—¿Qué hora es?—Chris se estiraba escandalosamente

—No lo sé, aún no he visto la hora—le respondí nerviosa, mirando a Chris revisar su celular.

—¡Ya son las 12!—exclamó sorprendido. Yo mientras tanto intentaba acomodar mi cabello alborotado con mis dedos.Él me veía fijamente mientras lo hacia.

—Abre la puerta del armario, ahí está un espejo—él me informó—. Y si abres el cajón pequeño de adentro, vas a encontrar un cepillo para que te peines—Chris me sonrió.

—No te preocupes—le dije casi en un susurro—, ya me tengo ir. Ami me llamó hace un momento y me dijo que necesita de mi ayuda en el restaurante— apresurada cogí mi bolso de la mesa de noche y me empecé a dirigir a la puerta.

—¡Aby espera!—él se levantó de un salto y corrió hacia a mí

Ni siquiera lo regresé a mirar, solo me quedé parada sin moverme con la mano en la cerradura.

—Estoy muy retrasada—le dije incomoda ante su mirada.

—Aun no te vayas—me pidió él acercándose a mí.

Nuevamente quise salir por la puerta pero él me lo impidió, se puso delante de mí bloqueándome el paso. Ahora su cara estaba a centímetros de la mía.

—Pues primero comes algo y luego te vas—Chris me sostuvo del brazo.

—Pero Amanda me necesita—repliqué mirando al piso.

—Sí, por eso ahora mismo la voy a llamar—sin que yo pudiera protestar, él había sacado su celular para marcar a un número que se me hizo conocido. En realidad era el teléfono de...

¡Mierda, él estaba llamando a Ami!

En seguida ante el hecho me invadió el pánico, así que atónita lo regresé a mirar. En lo único que pensaba en esos instantes era que no quería que descubriera que Ami jamás me llamó, y que solo la tomé como excusa para escapar de él.

—¿Aló Ami?—Chris habló a través del teléfono—Sí, soy Christopher...sip...—él de pronto soltó una risa con su vista en mí—. No, Aby no me emborracho. La voz la tengo así porque apenas desperté...ajap...—Chris seguía respondiendo—. Sí, ella esta conmigo, durmió en mi casa.

De pronto su mirada hizo que algo se quebrara en mí. Ahora se veía herido y algo me decía que seguramente la loca de Ami, le habría salido con algo que lo hizo sentirse mal.

—Sí, Amanda...ya terminamos—Chris dejo de mirarme rápidamente. Su voz transmitía desanimo—. Ahora no estoy para tus regaños...Ya basta Ami, sé que debí decirte sobre lo que teníamos Aby y yo, pero... sí Ami, lo siento...—él molesto, caminaba unos cuantos pasos lejos de mí—. Oye, mejor dejemos esa conversación para otro momento...Ami...¡Ami! ...ya guarda silencio...¡AMI!

Chris se detuvo de espaldas a mí y se quedó en silencio. Supuse que él estaba a la espera de que nuestra amiga imprudente termine de regañarlo.

—Sí, luego hablamos, pero por ahora necesito que me hagas un favor—Chris nuevamente se puso a caminar en su habitación— . Aby me dijo que la llamaste porque necesitabas que ella te ayude en el restaurante. Por eso te llamaba para pedirte que la cubras por otro rato. ¿Podrías?

Tragame tierra, seguramente Ami estaba a punto de delatar que nunca existió tal llamada.

—Gracias Ami, te prometo que mas luego sale para allá— él me regreso a mirar con una sonrisa entusiasmada. Yo mientras tanto estaba confundida.

Wouu, al parecer Ami no me delató. Ahora le debía una grande por ayudarme a mentir.

—Sí Ami, ella va a comer antes de venir. Yo me encargo de eso—él se acercaba a mí sin quitarme la vista de encima—. Ajap , la voy a tratar como una bebé—Chris rodó los ojos divertido.

¿Qué estupideces estaría diciéndole Ami a Chris?, me pregunté.

—Sí, sí, ella es una chica que necesita alimentarse bien, para seguir creciendo linda y sana—Al decir aquello Chris me guiñó un ojo, lo cual le sonreí atontada—.Ya Ami, si se cómo cuidarla—él suspiró mirándome. De un momento a otro su expresión había cambiado a una de nostalgia—.Quizás ya no sea mi princesa ...pero aun la puedo cuidar como tal—él me clavó la vista y a duras penas logró curvar una sonrisa para mí.

¡Diablos, creo que iba a morir de amor!

Maldecía por dentro por no poder correr a besarlo.

—Sí Ami, en un rato la mando. Nos vemos.

Dicho lo último Chris colgó el teléfono y ahora me miraba sonriente.

—Aún tenemos tiempo para bajar a comer algo—me afirmó Chris—. Ami te va a cubrir por un rato, así que andando—él me tomó de la mano, cosa que hizo que me pusiera aun más nerviosa. Creo que las sensaciones se triplicaban al saber que él estaba enamorado de mí.

En medio de un silencio profundo bajamos las escaleras y nos dirigimos directamente hasta la cocina. Allí Jonathan se encontraba sentado almorzando. 

—Ah sí—él nos sonrió al vernos entrar y puso su vista especialmente en mí—, por poco olvido que estabas aquí.

Él ver al hermano de Chris, me hizo recordar a otro integrante de la familia.

—¡Tu mamá!—grité al recordarla, y en seguida me empecé acomodar el cabello desesperada. No quería que mi ex suegra, me viera con cara de chica con resaca—¿Dónde está?—susurré lo último.

Chris y Jonathan intercambiaron miradas extrañadas ante mi actitud, y luego empezaron a reírse. 

—Cálmate—me pidió divertido Jonathan—ella salió muy temprano al trabajo, y va a regresar hasta bien en la tarde—él siguió comiendo su almuerzo tranquilamente. 

—¿Entonces la casa va a estar sola?—Chris le preguntó a su hermano—. Porque según recuerdo tú ibas salir con tus amigos.

—Pues así mismito—contestó él—. Solo acabo de comer y me voy de aquí.

—Que bien—exclamó Chris—. Así tendré la casa sola para estar con Aby—Chris me miraba seductoramente.

—Controla tus hormonas naño—se burlaba Jonathan—. Ya deberías cambiar esa mente cochina que te traes. 

—Bueno, voy a cambiar solamente si Aby así lo quiere—Chris me regresó a mirar a la espera de mi respuesta, pero yo únicamente me quedé muda.

—Yo... bueno...—empecé a tartamudear.

No sabía si seguirle o no el juego. No tenía claro si debía o no seguir siendo la misma Aby de siempre con él.

—Ehm...creo que no me gustaría que cambies nada de ti—respondí respirando profundo—, pero por ahora deja descansar tu mente pervertida, que ya estuvo demasiada activa anoche—intenté seguirle el juego.

—¡Ay no!—se quejó Jonathan tapándose los oídos—. No quiero oír los secretos de sus cochinadas.

Chris empezó a reírse de la cara de su hermano, y como siempre me ocurría cuando escuchaba aquella risa contagiosa, yo también empecé a reír.

—¡Abichuela!—Chris en medio de las risas llamó mi atención—¿Qué quieres para desayunar?—. Ahora el me miraba tiernamente.

—Lo que tú quieras por mí está bien—sonreí nuevamente recelosa, sentándome en una silla frente a la mesa. 

Imaginaba que Chris me iba a odiar en la mañana por haberle dejado en la zona de amigos, pero no. Él estaba de buen humor con la misma gracias de siempre, dispuesto a prepáreme un nutritivo desayuno.

—En seguida sale tu orden, hermosa—él me sonrió, para luego dirigirse a la alacena en busca de ingredientes para el desayuno.

—¿En serio vas hacer algo para desayunar?—Jonathan lo miraba curioso— ¿Acaso no te has dado cuenta que ya es más del medio día, y que a estas horas las personas normales almuerzan?

—Pero Aby y yo no somos normales—respondió Chris ocupado en la cocina. Él se veía más animado de lo normal, y aquello me ponía en extremo nerviosa—, es por eso que funcionamos bien cuando estamos juntos. Somos un loco para otro loco. 

—Eso no te lo discuto, ambos son raritos ahora que lo pienso— Jonathan bebía su jugo—. Por un momento quise salvar a Aby, pero con lo que vi anoche...

—¿Qué viste?—pregunté pegando un pequeño salto.

—No te hagas—Jonathan se empezó a reír de mi—. Cantas muy bonito por cierto.

—¡Nooooooooooo!—me lamenté clavando mi frente en la mesa—¿Viste el espectáculo de la serenata?—levante mi cabeza, mirándolo avergonzada.

—Sip, y hasta los grabé—Jonathan me respondió con simpleza.

—¡¿NOS GRABASTE?!— dijimos al unísono Chris y yo

—Pues claro, en que otra ocasión voy a tener tremendo espectáculo en el balcón de mi casa. Esto sin duda debe permanecer documentado—Jonathan se reía, mientras en la pantalla de su celular se reproducía la supuesta grabación. Allí Chris y yo, asomábamos en pantalla. Claramente escuché mi voz entonando "la rata", y al acercar mi vista al celular noté la entrada de Chris en escena, para luego llevarme cargando.

—¡Pendejo bórralo!—advirtió Chris— Eso fue vergonzoso.

—Ni lo pienses. Esto pa los recuerdos—aseguró Jonathan burlón—. Sus hijos del futuro estarán mas que interesados en esto. 

—No seas malo—le rogué mientras intentaba quitarle el celular, pero él fue mas rápido y se lo metió en un bolsillo interno de su chaqueta. 

—Bueno...entonces si no lo borras por lo menos no lo vayas a publicar—dijo Chris mirando a su hermano con cara de sicario—. Sí alguien ve eso, te juro que te mato. 

—No hay necesidad de publicarlo porque ya todos los vecinos lo vieron—se reía Jonathan—, y va a ser inevitable que el chisme se riegue. 

El hermano de Chris tomo un último sorbo de su jugo, y se puso de pie mirándonos con una sonrisa burlona.

—No se preocupen, en poco tiempo todos lo olvidaran—él dándonos un guiño, salió de allí en dirección a su habitación.

Apenas se hizo silencio en la cocina extrañé a Jonathan ya que Chris y yo nos quedamos solos... tan pero tan solos, mirándonos incómodos en medio de un silencio sepulcral.

Me preguntaba si de ahora en adelante las cosas irían así entre los dos.

—Mmmmm... y... ¿y dormiste bien?—Chris fue el primero en hablar. 

—Bueno...algo así—respondí con mi mente en aquel sueño extraño de hace algunos momentos. 

Ese estúpido sueño era el impedimento a los miles de sentimientos que Chris estaba causándome. Juro que estaba con una tremendas ganas de agarrarlo a besos. 

—Pues yo dormí bien...demasiado bien—me aseguró Chris, volteándose a la cocina donde algo empezaba a hervir en una olla—. Creo que durmiendo contigo mis sueños siempre serán buenos.

Este chico definitivamente estaba tentándome a que me lance a sus brazos, pero yo tenía que resistirme... por su propio bien.





Hola, hola jeje, perdón por desaparecerme, pero como me tarde en actualizar aquí les dejo el inicio del maratón.

Bueno volviendo a la historia, ¿Creen que Aby, se pueda resistir a las ternuras de Chris?

Jeje ya verán que se viene muchas cosas, y ojalá estén dispuestas a sufrir, ok no jaja

Bueno, ahora si me despido, adiosito 

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