24. Recuerdos de mi futuro
Definitivamente mi vida había empezado un nuevo rumbo. Esta vez se podría decir que un rumbo algo inesperado.
Hace solo algún tiempo me la pasaba pensando si llegaría el día en que pudiera conocer a Chris. Me refiero no solo al hecho de mirarlo desde lejos entre una multitud de chicas emocionadas, sino que me refería al hecho de al menos acercarme, y entablar una corta conversación. Creía que si algo como eso pasara, seria de las mejores cosas en el mundo.
Actualmente ese sueño ya no era ningún límite para mí, ya que con Chris había logrado algo más que una corta conversación. Precisamente en este instante lo tenía a él tomando mi mano, mientras caminábamos por el parque de diversiones. Supuse que ese era el sitio perfecto para empezar rumores de una relación que en la realidad seria falsa.
—¿Chris, seguro que con esto basta para convencer a la gente de que tenemos algo?—le dije, rogando internamente que me dijera que no. Solo así yo pondría como excusa, que la mejor forma de convencer a los demás seria besandolo.
¡Rayos, como extrañaba besarlo!
—Yo creo que si, a menos que tengas algo en mente—él hizo que me detuviera—. Si quieres podemos intentar algo mas—Chris empezó acercar su rostro.
—Más bien diría, que el que tiene en mente algo eres tú—acomodé mis manos en su cintura atrayéndolo más a mi.
—Admítelo—el me sonrió, con su respiración tan cercana a mi rostro—, ambos tenemos la misma cosa en mente.
Dicho eso, como si nos hubiéramos puesto de acuerdo nuestros rostros se acercaron, y siguiendo con la rutina de un beso, cerré los ojos para esperar que sus labios me encontraran, pero...
—¡Aby!—escuche mi nombre a lo lejos—¡No lo hagas!—yo asustada por aquella voz empecé a buscar a mi alrededor.
—¿Qué fue eso?—dije atónita, ya que aquella voz se me hizo muy familiar.
—¿Qué cosa?— Chris me miraba extrañado.
Inmediatamente me aleje de Chris y empecé a buscar aquella infantil voz.
—¡Aby, no me hagas esto!—gritó Jos y mis ojos se empezaron a poner cristalinos por la emoción. Mi hermanita estaba cerca, pero no sabia donde.
—¡Jos!—grité, haciendo que varias de las personas me regresaran a mirar—¿Mi nena dónde estás?
—¿Jos?—Chris se paró junto a mí—¿Quién es Jos?
— Es mi hermanita, recuerda que ya te hable de ella—le dije con las manos temblorosa— !¿Josselyn?!—seguí gritando y abriéndome paso entre la gente.
—¡Aby, tú no me quieres!—aquella pequeña voz se me hacía cada vez más cercana.
—¡Aby, espera!—Chris gritaba detrás de mí, pero yo solo quería encontrar a mi pequeña favorita.
—¡Porque ya no me quieres!—seguía diciendo la voz temblorosa de Jos.
Debo decir que en aquel momento mi corazón se estaba rompiendo, odiaba escuchar a mi hermana llorar.
—¡Aby!—Chris me seguía—¡Cálmate y detente!
De pronto sentí que alguien me jalaba bruscamente del brazo, y al voltearme me encontré con la mirada de Chris.
—Espera mujer—él se veía preocupado—¿Acaso la niña que buscas no es esta?
Inmediatamente él se hizo a un lado, dejando al descubierto a una pequeña castaña de cabello lacio, limpiándose las lágrimas con la maga de su saco.
—¡Eres muy mala!—ella me reprochó mirándome enojada.
Estuve a punto de ponerme a llorar allí mismo, porque ya había pasado mucho tiempo desde que vi a Jos por última vez. Y no podia creer que finalmente volvía a tener a mi pequeña traviesa. Así que sin esperar mas me agaché para abrazarla.
—Mi nena hermosa, cuanto te extrañe— desesperada la besé en la frente—ya no llores, por favor. Sabes que lo que a ti te pase, a mí me duele el doble—en seguida volví a estrecharla en mis brazos.
—Tu no me quieres—volvió a repetirme sollozando.
—Qué cosas dices— la reprendí, pero ella no dejaba de verme con rencor—. Claro que te quiero mucho.
—¡Mientes!—ella se quiso soltar de mi—Tú solamente lo quieres a él— ella furiosa dirigió su mirada hasta Chris.
—Claro que no, yo te amo mucho—quise volver a abrazarla, pero ella no me dejaba.
—¿Entonces porque me abandonaste?— ella empezó a llorar— Desde que te fuiste ya ni mis papás me quieren—demonios esto era una tortura—. Solo se la pasan buscándote—ella empezó a alejarse varios pasos— ¡Y tú estás aquí feliz con él! ¡Nos cambiaste por él!
—¡No!—me defendí— ¡Yo nunca los cambiaría por nada!
—Claro que sí, lo único que haces es buscar más formas para quedarte con él—ella lloraba ruidosamente—¡Quieres ser su novia porque solo lo quieres a él!
Jos sin previo aviso salió corriendo, y yo obviamente no dude en perseguirla, pero en el momento que di pocos pasos, Chris me sostuvo de la mano impidiendo que avanzara.
—¡Que te pasa!—le grité— Déjame ir, se puede perder, es solo una niña.
—No me puedes dejar Aby— él me apretaba fuertemente la mano con su mirada suplicante—. Si te vas a buscarla, ya no podrás volver conmigo. Por favor no lo hagas.
De pronto todo a mi alrededor se desvaneció, por lo visto lo que pasó no fue real.
Asustada por la situación, mis ojos se abrieron dramáticamente, logrando así encontrarme con mi habitación de hotel. Por lo visto todo lo anterior solo se trató de una pesadilla muy fea.
Como si de alguna forma el seguir recostada en mi cama me llevara de vuelta a ese horrible sueño, me puse de pie y me aleje lo más que podía.
—¡Que cosa fue eso!—me quejé mientras me dirigía hacia el baño.
En cuanto vi mi cara en el espejo me asuste, parecía que acababa de ver un fantasma. Mis ojos tenían unas marcadas ojeras, mi cara estaba pálida y tenía sudor en la frente, sin contar mi espantoso cabello despeinado.
De alguna manera aquel sueño, fue un llamado de atención a mi nueva decisión sobre mi falsa relación con Chris. Así que sin evitarlo, me sentí como una basura al pretender dedicar mi tiempo a una relación sin ningún fin, cuando en realidad cada segundo que vivía, debería dedicarlo a buscar el regreso a mi verdadera vida en el futuro, con mi familia. Estaba prefiriendo un juego, antes que a mi propia familia.
No resistí la culpa e inmediatamente las lágrimas empezaron a salir, así que salí del baño y fui directo a mi cama para tumbarme a llorar.
—¡¿Que estás haciendo?!—me regañé a mí misma.
En días anteriores luego de haber iniciado mi relación falsa con Chris, me la había pasado prácticamente volando en las nubes.
Casi me la pasaba solo en mi teléfono, mensajeando o hablando con Chris. El celular era nuestra única forma de comunicación, debido a que a Chris le había prohibido salir de su casa por un largo tiempo. Y la razón era obvia... su mamá estaba enojada, porque Chris se desapareció toda la noche sin avisar, y supuse que la cosa se puso peor cuando apareció con olor a alcohol.
La señora Yenny estaba furiosa por ello, pero él me dijo que solo sería cuestión de días hasta que se le pase el enojo.
Durante ese tiempo, también en el trabajo me la había pasando inmersa en mi nuevo noviazgo, ya que muchas personas, específicamente algunas chicas, se ponían a entablar una conversación conmigo. Obvio eso lo hacían con el pretexto de sacarme la verdad, sobre si Chris en realidad era mi novio.
Otros de los intensos con respecto a las preguntas sobre Chris y yo habían sido Amanda, Daniel y el resto de los amigos de Chris que ya conocía. Ellos se empecinaban en querer conocer la historia de como fue que nos decidimos a ser novios, pero siempre terminaba dándoles largas para que no hicieran preguntas al respecto. Aun no nos habíamos puesto de acuerdo con Chris sobre la historia que les íbamos a inventar .
Dejando atrás mi pesadilla anterior me decidí a bajar a desayunar, así que cambiándome rápidamente de ropa, fui al restaurante del hotel.
En cuanto llegue abajo, me encontré con Gaby, la cual después de mirarme preocupada se acercó a la mesa en la que estaba sentada.
—¿Aby?— ella llamó mi atención—En serio te ves horrible.
—Tú también estas linda gracias— le dije, dando un bostezo sonoro.
—¿Es por Chris que estas así?—Gaby me miraba con atención.
—¡No!—hablé inmediatamente—. No es por él.
—Bueno, pero si es que algo te hace ese chico lindo, yo me vengare por ti—ella me guiño un ojo burlona—. ¿Y ahora que te traigo?—Gaby sacó su libreta de órdenes.
—Lo de siempre, pero esta vez quiero mi café bien cargado—empecé a frotarme los ojos, los sentía muy pesados.
—Como ordene la chica Vélez—ella se fue riéndose.
Ignorando su comentario, me acomodé en la silla para respirar. Ese sueño me había puesto mal, y en lo único que podía pensar, era en familia y en mis amigos volviéndose locos por mi desaparición. Yo mientras tanto, como desalmada estaba aquí tratando de vivir una vida que no me pertenecía.
Impulsada por mis deseos de volver a tener aunque sea un poco a mi familia, me decidí a marcar a un número demasiado conocido para mí. Iba a llamar a mi casa.
Ya que no podía tener a mi familia del futuro, por lo menos quería tener a mi familia de este tiempo.
Estaba demasiado nerviosa y casi me faltaba la respiración cuando escuchaba sonar el tono de espera. Rogaba porque alguien contestara el teléfono.
—Haló—escuche una voz femenina. Definitivamente esa dulce voz era de mi madre. Era tan reconfortante volver a escucharla, la extrañaba demasiado.
—¿Sí?—ella volvió hablar, pero yo únicamente permanecí en silencio—¿Haló?
—Te amo mami—susurré bajito.
—¿Aby?—ella preguntó riéndose—¿Y ahora que quieres que te compre? Porque solo eres así de cariñosa cuando quieres algo.
Yo solamente me quedé en silencio, pues ya no me correspondía seguir hablando con ella, así que únicamente me vi forzada a colgar.
Quizás mi llamada le iba a causar un interrogatorio a mi otra Aby, pero eso sería problema de ella.
—Linda—escuché decir a mi costado—¿Qué te pasa?—Gaby me miraba fijamente.
—Problemas con mi familia—le respondí intentando no llorar.
—¿Quieres hablar al respecto?—ella me puso mi comida sobre la mesa—. Si quieres puedes desahogarte conmigo.
—No, pero te lo agradezco mucho— intenté sonreírle—. Es algo sin importancia.
Gaby me sostuvo la mirada insegura por un rato, y después asintió resignada.
—Bueno, pero si necesitas hablar con alguien ya sabes donde vivo— ella me sonrió por última vez y se fue.
Me sentía terrible e impotente por no poder llegar a mi familia. Me moría de la culpa por tenerlos sufriendo por mí.
En medio de mi culpa, también alguien se incluía a atormentarme, y ese era Chris. Creo que el recordar la cara de desilusión que puso en mi sueño, cuando yo lo iba a dejar por ir a buscar a Jos, hizo que se me partiera el corazón. Su mirada suplicante aun estaba en mi mente.
Internamente me preguntaba si alguna vez seria tan importante para Chris, como para hacerme merecedora de sus suplicas.
—No sueñes tanto—me dije a mi misma, poniendo otra vez atención a mi sentimiento de culpa.
En aquel momento lo único que quería hacer era estar sola con mis pensamientos, y sabia que esos pensamientos posiblemente me iban sacar lagrimas, así que para llorar a gusto subí a mi habitación. Ahí si me mortificaría hasta la hora de ir al trabajo.
Cuando estaba buscando la llave para poder abrir mi puerta, mi celular empezó a vibrar en mi bolsillo. Yo sin siquiera ver quien era la persona que me llamaba, contesté apresurada. Estaba muy distraída.
—¿Haló?— traté de decir, mientras encajaba la llave en la cerradura.
—¿Aby?—dijo Chris, e inmediatamente me lamenté, por tener que escuchar la voz del causante de mi dilema.
—Hola Chris—le respondí nerviosa.
—Espero que estés bien—él parecía serio.
—Si Chris no te preocupes— intente poner la voz normal— ¿Qué tal sigue tu castigo?
—Mmm, va bien...bueno de hecho, te iba a contar algo sobre eso.
—¿Qué cosa?— le dije con poco interés.
—Es que...—él se quedó en silencio—. ¿Aby estas bien?
—¿Ah?—yo intenté concentrarme nuevamente—Ah...si, si—hablé incomoda.
—¿Segura?—él me preguntó lentamente.
—Si
—¿Segurísima?—volvió a repetir.
—Si
De pronto se produjo un largo y profundo silencio entre los dos, y aquello me hizo sentir aun mas incomoda de lo que estaba.
—¿Me lo juras?—pude sentir la voz de Chris cerca de mi oído, literalmente estaba ahí junto a mi.
Sorprendida por sentir su aliento en mi oído, regresé a míralo instantáneamente, y en cuanto me encontré con su mirada frente a mí, casi grito de la impresión.
—¿Tu qué haces aquí?—le dije sorprendida aun hablando por el celular.
—Vine a consolar a mi novia—él me sonrió contestándome por su celular.
—¿Y cómo sabes que necesitaba de alguien que me consuele?—yo lo miré interrogante cerrando la llamada—. Es decir... no necesito que nadie me consuele, porque estoy bien— en seguida puse mi mejor sonrisa.
—No te creo—él me alzó los hombros, mientras se guardaba el celular en su pantalón—. Un pajarito me contó que estabas mal, y ahora que te veo puedo decir que el pajarito no se equivocó, estas terrible.
—Gracias por el cumplido—le hablé irónica—y solo por casualidad, ¿el pajarito que te contó, no se trataba de una chica cuyo nombre es Gaby?
—Jure que no iba a revelar su identidad—él me respondió mirando hacia otro lado.
—Que pájaro más chismoso—yo me di la vuelta para abrir la puerta de mi habitación—. Y no te preocupes. Yo sé que fue Gaby la que te...—me quede pensativa de pronto—. Espera...¿desde cuándo Gaby tiene tu número si se supone que ni la conocías? Además , ¿como llegaste tan rápido, si solo hace algunos minutos ella me vio supuestamente mal?
—Pues resulta que yo estaba tranquilo viniendo a visitarte, para darte una buena noticia—él me explicó—, pero cuando estaba subiendo por las escaleras, tú amiga Gaby me dijo que fuera pronto a verte porque algo malo te pasó. Ella dijo que estabas necesitando de un novio que te consuele.
—Es una exagerada—le dije fingiendo tranquilidad—. Ya estoy bien.
—Si claro, entonces estas demasiado bien que hasta lloras de la felicidad—él examinó mi rostro.
Yo únicamente me voltee en silencio y me concentré en abrir la puerta. No creí que se me notara tanto que estuve llorando.
—Si, bueno—me resigné, dejando abierta la puerta—. No estoy tan bien.
—¿Entonces me lo vas a contar?— él me miraba esperando una respuesta.
Si, claro. No estaba tan loca como para contarle que tenia una crisis emocional por causa de mis ganas de posponer mi búsqueda por mi regreso en el tiempo. Ah, y tampoco le iba a decir que posiblemente, él era el que estaba causando todo el aplazamiento.
—Si te lo voy a contar, pero...
Él sin pedir permiso, había pasado por a lado mío para entrar a mi cuarto. Yo solo me quedé mirando el lugar en el que Chris había estado.
—Si claro—exclamé con ofendida—¡Pasa mi amor!— grité al pasillo.
—Esa es la actitud—lo escuché decir detrás de mi, mientras yo cerraba la puerta—. Si seguimos así de expresivos con nuestro amor, todos se lo van creer— él se burló.
Nuevamente antes de invitarlo, él ya se había acomodado muy bien sobre mi cama.
—Ven toma asiento—él dio palmaditas, indicándome donde sentarme—. Tranquila siéntete en tu casa.
—Si aja—me reí.
Pese a que él era mi dilema, me alegre de que haya venido, ya que sus ocurrencias me estaban elevando inmensamente los ánimos.
Bien, aquí íbamos. Nuevamente a inventar una historia, que reemplace mi verdadero sobrenatural problema.
Holas, holas, ¿como están?, espero que bien.
Bueno aquí tienen otro capitulo, espero les haya gustado.
Gracias por los comentarios del ultimo capitulo, todos fueron hermosos, jaja, y me hicieron reír mucho con sus ocurrencias.
Bueno, ahora si me despido, dándoles un pequeño dato del siguiente capitulo: ¡Pelea, pelea!, con eso les digo todo jaja
Chaitos
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top