11. Te conseguí un trabajo



Cuando estuve en mi habitación, sola con mis pensamientos, no pude evitar pensar en mi anhelado nuevo empleo en la cafetería. Él tener a Chris como mi delegado para conseguirlo, hacía que de alguna forma él estuviera más cerca de mí, porque obligatoriamente tendría que ponerse en contacto conmigo.

 Ademas ese trabajo tenia varias ventajas, con respecto a permanecer cerca de Chris. Una de ellas, era que solo estaba a varios metros de su casa, algo que era perfecto, ya que me podía cruzar casualmente con él cualquier día. Y otra ventaja seria que al estar en ese empleo, trabajaría con la novia de su mejor amigo, por lo cual, Chris tendría que pisar aquel restaurante-cafetería tarde o temprano. 

Este trabajo sería una ganga completa. Iba a tener un trabajo, donde habría la oportunidad de volver a ver a mi amor platónico, y en el cual también, tendría momentos libres, para poder dedicarme a investigar sobre mi sobrenaturalsituación . Básicamente con ese empleo lo obtenía casi todo.

Pude sentir de repente mi celular vibrar en mi bolso, y al sacarlo vi que la pantalla mostraba que tenia una llamada de un número desconocido.

—¿Hola?—dije insegura. Nadie sabía mi número de teléfono, excepto...

—¡Aby, ayúdame! ¡Estoy en problemas!—me contestó desesperado Christopher—¡Necesito que salgas a la calle!

Yo sin siguiera averiguar más, fui corriendo hacia el balcón como desquiciada. Me pareció la ruta mas rápida para saber que pasaba. Su tono de voz me había causado pánico. 

Cuando llegué al filo, enseguida me puse a buscar como loca a Chris, temía por él.

—¿Dónde estás?, ¿qué esta pasado?— empecé a bombardearlo por celular— ¡Rayos!, ¿Qué paso?

Al enfocar mi vista en la calle, pude ver a Christopher salir tranquilamente hasta la media calle, riéndose de mi aspecto.

—Estoy bien, solo quería ver a la súper chica en acción— habló burlón, por el teléfono  —. Además tenía que comprobar, si el número con el que me mandaste el mensaje era tuyo.

—¡Creo que de pronto sentí ganas de matar a alguien!—protesté mirándolo con los ojos entrecerrados—. Me asustaste, me imaginé que a lo mejor algún asaltante te hizo daño. Y por hoy ya tengo demasiados traumas con ese tema. 

—¿De verdad me creíste?, nunca pensé que sería tan buen actor—se reía él

— No claro que no. Por eso casi me lanzo del segundo piso por salvarte-yo le solté fingiendo estar malhumorada. Yo aun ni colgaba la llamada—. Ahora si no te importa, voy a revivir a mi pobre corazón que se detuvo por tu culpa— le informé, mientras intentaba abandonar el balcón. No quería que viera mi sonrisa contenida, ya que supuestamente estaba muy enojada.

—¡Espera!—escuché que dijo— ¡¿Como eres capaz de abandonarme así?!

Yo volví al balcón simulando molestia, pero al parecer no me salió, ya que se empezó a reír aun mas al ver mi mueca de seriedad. 

—¿Vine hasta tu balcón para despedirme románticamente, y tú solamente me ignoras?—él me sonrió

—Muy bien, adiós—le devolví la sonrisa—. Y ya vete a dormir, porque no quiero que tu mamá me reclame, por tenerte merodeando balcones a altas horas de la noche.

—Ya, tranquila. No te molesto más, me voy—me dijo mientras abría la puerta del taxi-. Que duermas bien.

Dicho eso me dio una última sonrisa, y se subió al auto. Yo únicamente negué divertida al verlo sacar la cabeza por la ventana.

—Sí que eres una persona singular—murmuré mientras me despedía de Chris con la mano.

Era divertido descubrir la verdadera personalidad de aquella persona a la que tanto admiraba. No supe en que momento, pero ya me había empezado a convertir en su amiga. 

Esto era loco para mi. 

(...)

De mala gana, tuve que despertarme temprano, ya que tenia muchas cosas que hacer. 

Pese a que Chris me había prometido conseguirme trabajo, yo aun no estaba segura en si podría confiar en él. En realidad, no sabía si en realidad tendría éxito, o si de verdad él iba a intentar conseguir aquel trabajo. Realmente aun no lo conocía a fondo.

Por esa razón decidí ser precavida, y fui en busca de varios empleos. Casi todo el medio día fui dejar carpetas en varios sitios, los mismos a los que había querido ir antes de cruzarme con la mamá de Chris.

Cuando volví a mi habitación, estaba muy cansada, ni siquiera tenía ganas de almorzar, lo único que quería era quedarme recostada en mi cama toda la tarde. Por eso decidí poner un ambiente relajado. Y lo más indicado para eso fue el de reproducir mi lista de canciones favoritas en mi celular, las de Cnco.

Entre todas las canciones me puse a buscar mi favorita. Aquella canción que seguía siendo mi obsesión pese al tiempo que había pasado desde que fue lanzada.

"Cien", esa era la canción que siempre amaría.

En cuanto la canción empezó a sonar, recordé la letra. Y da la casualidad que aquella era perfecta para dedicársela a Chris en esos momentos. Camila, tenia la culpa de pensar en la dedicatoria. 

En serio era un tanto molesto, saber que a lo mejor en su corazón guardaba cierto afecto por una chica. Se suponía, que yo no tendría porque disgustarme por ello, pero mis estúpidos celos de fan, hacían que piense cosas sin sentido. 

Tomando mi momento de inspiración saqué mi celular, el cual me mostraba de fondo de pantalla a Chris. Ahora poniendo mi mirada en la fotografía, empecé con mi mini concierto de reproche. Claro, que le hice varias modificaciones a la letra. 

Duele cien

veces más que si se hundiera un clavo en mi piel

cada vez que veo tu foto y aun estás con ella

no aprendí aceptar que seas de otra, no

De fingir, me cansé

ya no me importa lo que creas de mí

yo no entiendo si al final quieres estar aquí

porque insistes en quedarte allí, no

Y es que dudo

que ella en verdad te ame como yo

y es que no me creo que en otro lugar

eres más feliz


Me reí de mi misma al escuchar mi dedicatoria en aquella habitación. Me pregunte, ¿Qué pensaría Chris de mi serenata secreta, con una canción que sería de él?

Era extraño ser la única persona que podía escuchar aquellos éxitos. Era la primera persona en cantar aquellas canciones, y era algo muy emocionante.

De repente, la canción del concierto se detuvo, dándole paso al tono de llamadas. Y pues como toda cncowner, mi tono consistía en una canción de Cnco. Mi elección había sido "tan fácil".

—¡Oh por Dios, es Chris—grité emocionada, sentándome de un brinco. Luego apresurada, le pasé el dedo a la pantalla para contestar—. ¿Aló?—fingí tranquilidad

—Hola Aby, ¿Cómo estás? Espero que bien—lo escuché sonreír 

—Sí...ehm...estoy bien. Gracias por preguntar, ¿y tú?— yo lancé un bostezo sonoro. Definitivamente era muy mala fingiendo indiferencia. Eso de hacerme la difícil nunca me salía.

—No me comas—él se reia —. ¿Acaso no dormiste bien por estar pensando en mi toda la noche?  

—Pues fíjate que así fue—respondí tranquilamente—. De hecho te apareciste en mis sueños, para decirme; "Hermosa, lo logré. Te conseguí el trabajo que querías"'—hablé dramáticamente. 

Despues de mis palabras, Chris se empezó a reír. Y como ya se había hecho mi costumbre, yo también fui contagiada por su risa.

—Hermosa, lo logré. Te conseguí el trabajo que querías—él repitió mis palabras.

—Tienes que mejorar el acento. No sirves de actor, amigo—le informé divertida.

—No estoy actuando, es en serio. Te conseguí el trabajo que querías—me aseguró 

—¿No estás jugando, verdad?—dije insegura—. ¡Si es una broma, te prometo que me vas a romper el corazón!

—¡No es broma!—replicó ahogando una sonrisa— Empiezas el sábado.

—¡Wou, no me lo creo!  —chillé emocionada—No sé cómo agradecerte, te debo una muy grande. Desde ahora puedes pedirme lo que quieras, no importa lo que sea, es tuyo.

—Ahhhh... ¿Lo que quiera?—él parecía estar pensando—. Ese ofrecimiento da mucho a la imaginación...

—Cuando decía "lo que quieras", en realidad no es todo lo que quieras—protesté riendo—. Olvide que cierta persona se lo toma todo muy a pecho.

—Si, de hecho me suelen decir que soy muy intenso. Y por lo general eso pasa cuando algo me importa mucho—él me contó—En fin...mi intensidad dejémoslo para esta tarde—él volvió al tema—. Te llamaba, para pedirte que vayas a las seis al restaurante, porque Alex; el chico que es el dueño, quiere hacerte algunas preguntas. Pero no te preocupes, igual sigues teniendo el trabajo. Yo mismo me encargué de ir a rogarle, y mi amiga me ayudo hacer eso. Claro que tuve que sobornarla, pero creo que fue un precio que valió la pena.

—Te mereces el cielo, en serio. Muchas gracias Chris—exclamé con la voz temblorosa. Estaba demasiado emocionada—. Voy a trabajar mucho para que todos vean que no te equivocaste al recomendarme, te lo prometo.

Pude escuchar que él sonreía suavemente por el teléfono.

—Estoy seguro que así lo harás—él me dijo—. Y bueno... entonces te espero a las seis en el restaurante, para poder presentarte a tu nuevo jefe, y a tu compañera. 

Después de darme indicaciones que yo ya sabía sobre la ubicación del restaurante, él finalmente se despidió.

—Te estaré esperando Aby, tengo que colgar.

—Allí estaré, no vemos—fue lo último que le dije.

—Nos vemos— él habló antes de colgar.

Debo decir que después de esa llamada, me había quedado sonriendo como niñita ilusionada. No podía dejar de suspirar ruidosa y exageradamente. Ese chico siempre provocaba esa reacción en mi, no lo podía evitar. Pero esta vez era mucho mayor la intensidad de mi reacción, ya que básicamente, lo estaba teniendo tan cerca. 

—Por eso es que te admiro tanto—murmuré en la habitación abrazando mi celular—. No me equivoque contigo. 



Holas jeje, lo  prometido es deuda, aquí les deje el nuevo capitulo. Gracias por sus votos y comentarios, en serio gracias.

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