11."Diosa de las piernas."

MIAH.
- ¡Déjenme ir! ¡Las demandare por secuestro!- grita Alex desde la habitación de limpieza.

- ¡Cállate Alexander o juro que voy y te tiro en la piscina!- Gritó con molestia al individuo que se encontraba en el pequeño cuartito.

La pregunta de como Alex había terminado ahí es fácil de resumir. Luego de llegar de clases todos caímos en nuestras camas o sofás como una tabla, pero los idiotas de los Alphas creyeron que aún así no notaríamos o pensaríamos que harías algo. Luke se despertó confundido al escuchar unos ruidos raros fuera de casa, cuando salió de encontró con los Alphas a punto de arrojarles cualquier tipo de cosas a sus autos. Cuando les digo Luke corrió a golpear a alguno de ellos a tal punto en el que incluso ellos se asustaron no estaría exagerando. Y para la desgracia de ellos, Luke logró atrapar a Alex.

- ¡Que no soy Alexander! ¡SOY ALEX!- Grita más fuerte.

- Me canse.- Digo levantándome del suelo, los demás me miran con curiosidad mientras los dejo atrás para ir a mi habitación en busca de el cloroformo que claramente ninguno de ellos sabe que lo tengo. Después de revolver un poco mi habitación lo encuentro escondido entre mis medias de conejitos y mis medias de hamburguesas, bajo las escaleras y en cuanto mis amigas ven mi mano me miran con confusión.

- ¿Eso es cloroformo?- pregunta Alexa alzando una ceja.

- Sip.- dije vertiendo el liquido en una pequeña toalla. Luke abre sus ojos y mira a los demás, todos lucen levemente preocupados. Le hago una seña a Sean para que me siga ya que él es el único con una pistola de Nerf llena de todo lo asqueroso que pudimos mezclar.

Frunzo el ceño en cuando coloco mi mano sobre la cerradura de la puerta, del otro lado no se escucha ni el más mínimo sonido, miro a los demás confundida, le doy a Sean la toalla con cloroformo y todo la pistola Nerf en cambio. Giro el pomo de la puerta con rapidez y señalo con la pistola a Alex. Para mi sorpresa, Blake se encuentra en el hueco de la ventana, ambos Alex y Blake me miran sorprendidos y angustiados, trato de mostrarme lo más calmada posible mientras preparo la pistola para lanzar su primer chorro de lo que sea que tenga este líquido viscoso en su interior.

- Aléjate de la ventana si no quieres terminar raptado igual que tú amigo.- le digo con tono amenazante. Blake abre los ojos y se alza de brazos, saliendo lentamente del marco de la ventana, señalo hacia Alex con la pistola.- Y tú, te cambiare de habitación.- Decido que no es buena idea usar el cloroformo así que solo le susurro a Sean que lo desate, este arroja la toalla con cloroformo a un lado y se acerca a Alex para soltarlo.

Sean me da una corta mirada mientras desata a Alex, el cual parece que va a intentar escapar hasta que lo vuelvo a apuntar con la pistola, lo escucho susurrar algo con lo cual tuve que luchar para no lanzarme el piso a reírme por lo ridícula que sonaba esa oración en combinación con su rostro asustado.

"La camisa es nueva"

No podía negar que este chico gritaba a leguas no querer ser parte de todo esta maroma que nos traemos los alphas y nosotros.

Aún apuntándolo con la pistola y siendo empujado no solo por Sean sino ahora también por Luke, todos subimos hasta las habitaciones, y entre un par de susurros de pelea para decidir donde lo esconderíamos terminamos decidiéndonos por la habitación de Courtney -a pesar de que la susodicha no parecía muy alegre con este dato-

- No entiendo por que tiene que estar en mi habitación.- Exclama Courtney mientras Luke y yo atamos a Alex a la pata de la cama de ella.

- Porque los Alpha no saben en donde esta tu habitación.-Dice Des, dándole una corta mirada a la chica, alzandome de hombros. Courtney rueda los ojos y decide abandonar su habitación.

- Bien, disfruta tu tiempo aquí, chico, espero que no se te entuma el trasero.- Dice Luke mientras le da un par de palma ditas a Alex en el cabello como si se tratara de un perrito. Alex suelta un gruñido he intenta patear a Luke, pero jalo al rubio del brazo para que logre esquivar dicha acción.- Vaya, nos salió rabioso.

-Acércate para que veas que tan rabioso puedo ser, idiota.- Alex forcejea un poco antes de darme una mirada inquisitiva.- ¿Y qué planeas hacer conmigo, exactamente? ¿Llenarme de nuevo con glitter? ¿O tienes algo más original?

Bueno, el chico sin duda sabe como morder cuando quiere.

-Planeaba simplemente darle algunos sustos a tus amigos solo por tenerte aquí, me caías bien así que solo planeaba esperar un rato y solo soltarte luego, quizás hasta te hubiéramos traído alguna hamburguesa.- Digo, encogiéndome de hombros, sin apartar mis ojos del chico atado a la pata de la cama en ningún momento.

Alex parece consternado durante unos segundos antes volver a optar por sus facciones indiferentes.

-Hablaste en pasado.- Dice con obviedad y algo de cautela.

-Así es, ahora por andar de hablador, me encargaré de que todo el mundo te vea tal cual tu bellísima madre te trajo al mundo, y espero que corras rápido, al decano no va a hacerle mucha gracia que un adolescente nudista sea visto por el campus de su universidad.- La sonrisa perversa se apodera de mis labios, mientras miro con satisfacción como el rostro de Alex se desencaja.

-No lo hagas.- Dice casi en forma de súplica.

Pienso hablar de nuevo, pero esta vez Bailey carraspea y me interrumpe.

-Si prometes comportarte, lo consideraremos.- Dice, tomándome del brazo cuando pretendo protestar.

Alex le da una mirada agradecida a Bailey, esta sólo aparta su mirada y suspira.

Todos decidimos abandonar la habitación luego de esto, yo me encuentro de brazos cruzados, cualquiera diría que acaban de quitarme mi mayor diversión.

-¿Por qué hiciste eso, Bailey?- Pregunto.

-Miah, sé qué para ti no sería un problema que te expulsen, tus padres tienen cierta influencia y fácilmente pueden inscribirte en otra universidad, pero hay personas, como a Courtney y a mí, incluso hasta para Alex los cuales no cuentan con esa opción, ese chico lucia muy asustado cuando mencionaste lo de la expulsión, quizás no sea porque no pueda pagarla o qué sé yo, pero prefiero no arriesgar el futuro y el sueño de alguien solo para hacer pasar vergüenza a un grupo de chicos.- Bailey toma un poco de aire luego de sus palabras, sus mejillas lucen de color carmesí y sus rostro se encuentra siendo una mezcla entre vergüenza y vigor.

Trago con fuerza y bajo la cabeza avergonzada, tiene razón, eso fue muy infantil y tonto de mi parte.

Pero aquí es cuando conocen otro rasgo mío, me cuesta aceptar mis errores, soy tremendamente terca.

-Si lo dices así le quitas toda la diversión.- Murmuro.

Escucho a Bailey ahogar una exclamación para luego ver cómo se aleja hasta su habitación.

El silencio reina entre todos los demás y yo, todos parecen algo avergonzados, así que para salvarme de cualquier otro regaño decido ir a darme una ducha.

A ver si así lograba quitarme el mal sabor de boca que ahora se mantenía en mi cavidad bucal.

RYDER.

- ¡AGARRENLO! ¡SE VA A ESTRELLAR! – Grito entre susurros hacia a los chicos al ver a Blake a pocos segundos de estrellarse contra el suelo. Con algo de trabajo, logramos atajar a Blake antes de que su cara quedara plasmada en el suelo.

- ¡Cambiaron a Alex de habitación!- Exclama Blake mientras soba su trasero, tratando de aliviar el dolor del golpe.

- Estas chicas van a acabar con mis nervios.- Dice Brian mientras que presiona el puente de su nariz.

Los engranajes de mi cabeza trabajan rápidamente mientras trato de ingeniar un plan en el que evite que alguno se quiebre un brazo.

Mi mirada recorre el lugar de forma analítica, casi en tiempo récord mi cabeza crea múltiples escenarios y estrategias para lograr que todos salgan de esa casa así podemos entrar a buscar Alex.

Entonces mi mirada se fija en estos.

Los autos de Luke y Sean.

Dios santo, voy a tener que pagar por eso.

- Arrojaré varias rocas a los autos, las alarmas se encenderán y todos saldrán porque sabrán que somos nosotros, Chase, Blake, son los que corren más rápido, ustedes estarán escondidos de forma poco evidentes detrás de esos arbustos.-Señalé dichos arbustos, que se encontraban a poco más de tres metros de los autos.- Cuando ellos los vean, correrán para distraerlos, mientras que los demás nos encargamos de encontrar a Alex.

Chase y Blake me miran algo horrorizados, pero asienten. Una vez ellos ya se encuentran en posición yo comienzo a lanzar pequeñas-no-tan-pequeñas rocas hacia los autos, casi de inmediato la alarma de estos suenan, le hago una seña de aprobación a los chicos, los cuales se agachan lo menos posible cuando ven a Luke y a Sean literalmente vuelan hasta sus autos, seguidos de estos se encuentran las caras ya familiares.

Le hago una seña a los chicos que quedan conmigo para que avancen conmigo, todos corremos al interior de la fraternidad y aumentamos la velocidad en cuantos escuchamos las incontables blasfemias que abandonan los labios de los hermanos en cuanto notan a Chase y a Blake.

Que la fuerza los a acompañe, chicos.

-Debe estar arriba.- Susurra Dylan mientras sube las escaleras de dos en dos.

Cuando llegamos al segundo piso una gran infinidad de puertas se presentan delante de nosotros, son más de las que nosotros contamos en nuestras casa.

-Separémonos.- Digo. Dylan y Brian asienten.

Entro a la primera habitación y la examino lo mejor posible, pero no parece haber rastro de mi amigo, así que decido salir antes de que se nos acabe el tiempo.

Tomo el pomo de una de las puertas, pero me detengo, miro hacia la puerta de hasta el final, mis ojos se entrecierran por la curiosidad, así que decido acercarme a esa, tomo el pomo de esta con decisión y entro.

Me detengo en seco en cuanto veo una bolita de pelos levantar su vista hacia mí.

Mejor conocido como un perro.

Me quedo quieto, atento a cualquier acción o posible movimiento que pueda hacer el perro, pero este solo bosteza y vuelve a su siesta.

Vaya, menos mal que su tremenda apariencia de perro guardián solo es eso.

Mi mirada recorre el lugar, hay algunos posters de películas y de bandas y cantantes en las paredes blancas, una pequeñas luces blancas cuelgan del techo contra el cual se encuentra la cama, haciendo que estas formaran una pared de luces sobre esta, todo parece un poco caótico, hay algunas prendas en el suelo, logro ver una lindas bragas negras de encaje cerca de una puerta la cual a mi parecer podría ser un baño.

Nada mal para la dueña de dichas bragas.

Mi mirada continúa recorriendo el lugar hasta detenerme en algunas fotografías que se encuentran sobre el escritorio de la habitación, me acerco con curiosidad para poder ojearlas.

La sorpresa se adueña de mí cuando en una de las fotografías reconozco de inmediato de quien se trata, es Miah, o bueno, una versión mucho más joven de ella, podría tener unos 15 o 14 años, se encuentra abrazando a dos chicos, uno mayor y otro menos, el más grande besa la coronilla de su cabeza y el menor sonríe de manera tierna al igual que Miah, una sonrisa toma mis labios al ver la alegría que expresa el rostro de Miah. Dejo esta de nuevo donde estaba y tomo otra, esta es solo del chico mayor de la foto anterior y de Miah, ella se encuentra sentado sobre una cama, con una sonrisa de oreja a oreja mientras que uno de sus dientes frontales se encuentra ausente, el mayor parece que estaba riendo al momento de tomar la foto ya que luce como si estuviera riendo, lo curioso es que el mayor se encuentra con un estetoscopio descansando sobre su cuello, como si fuera a escuchar algo, mientras que el extremo metalico que suele servir para escuchar el ritmo cardiaco se encuentra sobre el pecho de Miah. Por lo que podía deducir, se trata de su hermano mayor, no debe de llevarle más de cuatro o cinco años.

Me encuentro tan sumido en mis pensamientos, que no me percato del sonido de la puerta al abrirse, hasta que escucho un grito y me suelto la foto con sorpresa, dejando que esta caiga al suelo.

Escucho el sonido del vidrio romperse y maldigo mentalmente por la escena en la que me encuentro.

Estoy husmeando en la habitación de mi archienemiga, acabo de romper una de sus pertenencias y a sí, claro, casi lo olvido, mi archienemiga se encuentra delante de mí, goteando agua de su cabello suelto.

Envuelta en una pequeña toalla rosa opaco, que con mucho trabajo cubre su cuerpo.

Oh, mierda, es mi fin.

Miah parece a punto de golpearme, su mirada se mueve entre el marco de fotos en el suelo y yo, una y otra vez.

-Si sabes lo que te combiene, corre, White.- Murmura la chica de forma baja, mientras da pequeños pasos hacia mí.

Y yo no puedo apartar la mirada de sus piernas, genial.

-¡Ryder!- El grito de Brian me saca de mi trance traído por la mismísima Diosa de las piernas y me hace sacudir mi cabeza.

Y como si me tratara del mismísimo flash, corro, corro fuera de esa habitación y fuera de una posible causa de muerte.

Pero antes de eso, cuando ya me encuentro en el pasillo, en el cual al parecer todos aparecieron, lanzo mi haz bajo la manga.

-¡Dylan!-Le grito a mi amigo en forma de señal, este asiente y de inmediato ambos sacamos nuestras bombas fétidas de nuestros bolsillos, y las arrojamos hacia el resto de los Kappa.

Al menos por poco pude salvarme el pellejo.

(N/A):
Quiero aclarar que este capítulo sufrió un cambio muy drástico, antes de mencionaba sobre el señor bigotes (la mascota de Alex) y algunas de las fobias y miedos de las chicas, pero no se preocupen, estas serán mencionadas más tarde en la novela.

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