25. Control

Martes 24 de octubre.

Dos revelaciones realmente particulares podrían cambiar la perspectiva de TAI con algunas personas, y un asesino serial tan estructurado sólo puede detestar que los planes se vayan de sus carriles.

Afortunadamente, nada está perdido. Por ahora.

Tampoco se perdió la vida de ninguna de las dos muchachas, Estefanía y Jazmín. La conversación solo continuó con gritos, llantos e incluso una cachetada por parte de la adolescente que siempre tomó el papel de adulta en la relación.

Una vez más, Jazmín salvó la vida de su amiga tan inestable. Tan fuerte y tan serena, la abogada ha logrado mantener la calma en el momento más desesperante de su vida.

Pero hoy, martes 24 de octubre, ni Darío, ni Gonzalo, ni Jazmín, ni Estefanía tendrán los ojos encima.

Es el turno de Belén Toscano.

Un lobo solitario, sin duda, que vivió sus años rodeada de mierdas.

Aunque esa noche iba a recibir una visita más que inesperada, de aquellas que no te esperarías nunca.

-Ey, hola. ¿Qué hacés acá? -preguntó Belén abriendo la puerta principal de su casa. Sus padres habían salido a una cena con amigos.

-Venía a ver cómo estabas, ¿puedo pasar? -retrucó la visita inesperada de la propietaria.

-Sí, dale. Vamos para mi cuarto así estamos más tranquis -contestó sin problemas Belén. Los dos entraron y se fueron directamente a donde Toscano había indicado.

-¿Por qué me hiciste esto? ¿Por qué?- La pregunta tomó por imprevisto a Belu, que cerró la puerta de su cuarto de un portazo.

-¿De qué hablás? -Belén ya no se sentía cómoda.

-¿Cómo pudiste quedarte callada todo este tiempo, aguantarte toda la mierda, vivir menospreciada por todo el mundo? ¿Cómo no defendiste tu dignidad, tu integridad? ¿Cómo? -El visitante se mostraba claramente alterado.

-Ya nací así, siendo menos. ¿Sabías que mis padres biológicos me dejaron tirada en una bolsa cuando era una bebé?

-No.

-¿Y sabés por qué mis padres adoptivos decidieron llevarme a su casa ese día?

-No.

-Porque no soportaban la idea de haber dejado morir a un bebito, pero las dos lacras siempre pensaron en ellos. Desde ese momento, hasta hoy. ¿Los vés por acá, conteniéndome, protegiéndome de TAI? No. Están comiendo con amigos.

-No sabía nada.

-Antes de juzgar mejor cerrá un poco la boca.

-Deberías haberle hablado así a todos esos que te quisieron lastimar. Ahora es tarde.

-Ya te dije, no puedo. Estoy ahí, quiero decir algo y me bloqueo. Mi vida es una mierda. Siempre lo fue.

-Me extraña, araña -La visita sonrió por primera vez. Belén se la devolvió, aunque aún no terminaba de entender el propósito de la conversación. No lograba comprenderlo.

-¿Y eso qué significa?

-Nada, un chiste que decía alguien que quería mucho.

-Gracias por venir -cortó en seco y cambió de tema Belén, como para sacar otro tema de conversación que no implicara tristeza.

-No agradezcas, no lo hagas más difícil.

-Ay che, ¿qué onda con esos comentarios?

En ese preciso instante, alguien tocó la puerta: Damián, el comisario. Había conseguido los resultados de aquel maldito pelo.

Aquellos resultados arrojaban a Belén Toscano.

-¡Soy Damián! Vengo a hablar un rato, Belu -gritó impaciente desde la misma puerta principal por la que entró la visita minutos atrás.

En ese preciso instante, una cantidad incontable de puntos se unieron en la cabeza de Belén y le hicieron click: su visita inesperada era TAI. El asesino.

-TAI es...

Belén Toscano no vivió lo suficiente como para terminar de gritar esa frase. Un cuchillo filoso y reluciente cortó en seco el cuello de la adolescente, que pudo ver por un segundo como su vida se desvanecía y uno de sus compañeros se la estaba quitando.

Damián llegó demasiado tarde. Sin Belén, sin TAI.

Pero esta vez solo estuvieron a escasos metros y segundos de descubrirlo.

El acto final es inminente.

Ya no hay más tiempo.

Llegó la hora.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top