Capítulo único
Este año en el pueblo se llevaría a cabo una gran fiesta para poder despedir el año viejo; como caballeros dorados al servicio de la diosa Athena nosotros no podemos realizar algún tipo de evento como esos donde estemos todos reunidos para cualquier día especial.
Aunque no teníamos esa posibilidad de realizar algún festejo, no nos negaban la oportunidad de bajar al pueblo a divertirse como lo hacen los demás aldeanos.
El primero en decidir asistir a ese evento fue Milo quien desesperadamente insistió toda la mañana a Camus para que lo acompañara.
Ellos fueron los primeros en cruzar el templo de Aries, solo puedo decir que ambos lucían perfectamente juntos.
A los demás no pude verlos, en ese tiempo decidí darme un buen baño, me encontraba solo, Kiki no se encontraba conmigo, se había quedado en Jamir; aunque admito que solo se queda hacer travesuras.
No tenía pensado presentarme a esa fiesta, aunque...
Ahora que me encuentro sentado en la orilla de mi cama, los recuerdos comenzaron a invadir mi mente.
A lo largo de todo este año mis intentos fallidos por querer decirle a Shaka lo que siento por él se interrumpían por los entrenamientos, las misiones, las guardias; terminaba por quedarme callado al no hallar un buen momento para declarar mi sentir.
Como buen caballero de Aries soy muy abierto a mis sentimientos, me gusta mucho el romanticismo no lo voy a negar, me gusta mostrar como soy.
Intentando darme ánimos me levanté para poder sacar las prendas que usaría el día de hoy, aunque no uso trajes elegantes como Camus lo único que hice fue colocarme una camisa blanca, un pantalón de color negro y un abrigo esperando que con esto pueda lucir muy bien en la fiesta de hoy.
Salí de mi templo y me dirigí al pueblo, es muy extraño estar rodeado de las demás personas sin llamar mucho la atención porqué parte de ellos nos conocían a la perfección.
Mientras me daba paso entre la multitud me acerqué a una banca que se encontraba vacía, será un buen lugar para perder el tiempo.
A los pocos minutos las personas fueron despejando esa parte del patio central, no le di mucha importancia hasta que dirigí mi mirada al frente.
Una larga cabellera dorada se mecía al compás de la suave brisa invernal, sus prendas blancas y radiantes resaltaban entre la multitud.
Ahí se encontraba Shaka, había venido a la fiesta también, ahora que lo pienso no sé porqué no me animé a invitarlo a venir conmigo.
Mientras me perdía en su caminar, mis recuerdos llegaban a mi mente; siempre adoré su compañía cuando éramos unos niños, las veces que ambos dormíamos juntos porqué teníamos miedo, las veces que yo salía de misión siempre... Pensaba en él.
Cuando salí a Jamir procuraba mirar al cielo e imaginar que aquellas estrellas le dijeran lo mucho que lo extraño.
No sé como pasó, simplemente sucedió; de un momento a otro solo pensaba en él.
— Es ahora o nunca.
Fue entonces que decidido me levanté de la banca y comencé a caminar hasta aquel bello rubio que se ha adueñado de mi ser.
— Shaka.
Lo llamé suavemente colocando mi mano sobre su hombro, aunque él dejó de tomar su bebida cuando sintió mi presencia.
— Mu, vaya también estás aquí.
— No tenía caso quedarme en el templo durmiendo para esperar el año nuevo.
Le respondí llevando una mano a mi cabeza, aunque intentando no mirar de frente a Shaka me puse a mirar nuestro entorno, justamente arriba de nosotros colgaban varias luces de colores acompañados de distintos papeles de colores que se movían ante las corrientes de aire.
Más allá al fondo se encontraban nuestros compañeros, quienes eran animados a tomar una ronda de cerveza con Death Mask.
— Shaka quieres...
Ni siquiera terminé de formular mi pregunta, en ese momento comenzó a sonar una musica suave y lenta perfecta para bailar, varios de los presentes comenzaron a darse paso justamente en medio de la plaza para disfrutar de las melodías que la orquesta interpretaba.
— Vamos a bailar Mu — Me comentó Shaka tomando mis manos y llevándome con los demás al centro para poder bailar.
Aunque al tenerlo tan cerca de mi, no pude evitar perderme en esos hermosos luceros que justamente me miraban solo a mi, una sonrisa que antes no había visto; me hicieron perder la razón por unos instantes.
Rápidamente sacudí mi cabeza, él colocó su mano sobre mi hombro y la mía sobre su cintura, lentamente lo atraje a mi cuerpo, podía sentir como mi corazón latía desenfrenadamente ante ese tacto cálido de su piel y de su cuerpo.
Fui yo quien comenzó a moverse al ritmo de la melodía, Shaka me fue siguiendo los pasos, admito que es la primera vez que lo intento y él también.
— ¿Disfrutas de la noche? — Me cuestionó con curiosidad.
— Claro, además disfruto de tu compañía en estos momentos.
De acuerdo esto lo dije sin pensar, solo espero que no me vaya a castigar quitándole mis sentidos.
Sin embargo fue él quien se recargó en mi hombro sin dejar de bailar.
— Que bueno que te animaste a venir, de lo contrario hubiera estado solo en este lugar.
Poco a poco subí mi mano derecha a su espalda, me gustaba sentir ese cálido momento a su lado, el aroma que desprendía su perfume era muy dulce, algo tan dulce como él. Su larga cabellera dorada se enrredaba en mis dedos y yo solo quería que ese momento no terminara.
Estuvimos disfrutando la melodía hasta el final, cuando sonaron las últimas notas terminé con una sublime vuelta sin dejar de romper ese contacto visual con Shaka.
Poco a poco lo fui soltando y ambos hicimos una leve reverencia.
Justo cuando estaba por sugerirle a Shaka que me acompañara a caminar por este lugar fue él quien tomó mi mano guiándome entre la multitud para llegar a un sitio más alejado de las personas.
— La vista del cielo nocturno es hermosa.
— Lo es, pero hay algo más bello que la misma bóveda celeste.
— ¿Que es? — Me cuestionó con curiosidad.
Me quedé callado por unos momentos, espero que esta ocasión no tenga interrupciones como las veces anteriores que siempre había algo que no me dejaban terminar mi confesión.
— Tu... Eres lo más hermoso que he visto, la maravilla que nos brinda la noche no se compara con tu belleza. Tu a mi me gustas desde hace mucho tiempo atrás, la amistad que hemos forjado me ha llevado a debatirme en un dilema si mis sentimientos hacía ti son correctos; no tenemos permitido amar de esta manera sin embargo quiero ser el afortunado de mirarte cada mañana al despertar, mi vida entera quiero estar contigo, eres mi motivo por el cual sueño noche y día.
Shaka se quedó mirándome fijamente, con el rostro serio e inexpresivo.
A lo lejos se podía oír el reloj que se encuentra en la plaza del pueblo anunciando la llegada de la media noche, esto significaba entonces el año viejo se termina y daremos paso a uno nuevo, uno donde nuestros propósitos deben hacerse realidad y él mío quiero que se logre estando a lado de mi amado de cabellos dorados.
— Me emociona escuchar esas bellas palabras tuyas... Siempre me había dado cuenta en la manera que me mirabas, de igual manera quiero entregarte todo mi sentir y mi alma entera, aunque nuestra vida se base en vivir por proteger a nuestra diosa debo decirte que siempre serás mi gran amor.
El tiempo se detuvo para ambos, una conexión inexplicable vivían al sentir una corriente eléctrica recorrer su cuerpo, esas miradas que trataban de memorizar cada pequeño rasgo, cada lunar, se admiraban.
Sus respiraciones rozando con su piel, fue un sublime momento donde el impulso se apoderó de cada uno de ellos al rozar sus labios con el contrario.
Sellando con ese beso el inicio de un nuevo año, efímero juntos.
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Con esta parejita que resultó ganadora ayer que pregunté de quien querían un one shot y ganaron ellos juntos.
Les deseo un feliz año nuevo que no les falte salud, amor y paz en cada uno de ustedes, cuídense mucho y les mando un gran abrazo desde la distancia los quiero 🥰🥰🥰🥰
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