彡 ᎠᎪᎽ ͲᎻᎡᎬᎬ 彡

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TsukkiYama week
Day 3: Height difference
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Ya era de noche y Yamaguchi seguía en la casa de su novio, Tsukishima.

Se iba a quedar a dormir ahí, no había problemas además de que siempre lo hacían; desde niños solían quedarse en la casa del contrario con frecuencia, se volvió una costumbre que aún seguía y parecía que seguiría así por más tiempo.

Ambos estaban recostados en el sofá de la sala; Kei sobre el mueble y Tadashi sobre Kei.

Los padres del rubio habían salido a cenar y ya que estaban solos decidieron pedir de comer y ver algunas películas hasta que les entrara sueño, y era justamente lo que hacían en ese momento.

Veían a la televisión, donde se reproducía Jurassic World y pese a saberse casi de memoria la película la miraban con atención.

Estaban en silencio, aunque de vez en cuando dejaban salir algunos sonidos, ya fueran suspiros, estornudos, etc.


––– Tsukki. ––– El nombrado hizo un sonido dándole a entender que lo estaba escuchando. ––– ¿Dónde dijiste que estaba el manga que te preste la semana antepasada? –––

––– Ah... Lo dejé en la repisa de mi habitación.  –– Respondió luego de haber repasado en su mente.

––– Ya veo. Voy a ir por el ¿No te molesta? ––– Cuestionó mientras se levanta de su asiento.

––– Amh no. Pero si quieres yo voy por el. ––– También iba a levantarse pero el pecoso ya había caminado hacia las escaleras.

––– No te preocupes, yo voy. ––– Habló desde las escaleras.

––– ¿Seguro? ¿Si vas a alcanzar? –––

––– ¡Por supuesto que sí! ¡No está muy alto de todos modos! ––– Exclamó ahora desde el piso de arriba.

Cuando el de lentes escuchó aquello pareció desconcertarse ¿No era tan alto? No, si lo era después de todo, su habitación estaba hecha "a su altura". Se levantó del sofá y fue hasta su habitación para ayudar a su pareja.

Subió las escaleras y caminó hasta su cuarto para ayudar al pecoso, grata sorpresa al ver a éste último con el dichoso manga entre las manos. ¿Cómo? ––– Tsukki, ¿Pasó algo? ––– Cuestionó al notar la presencia del rubio.

––– Ah, pensé que necesitarías ayuda. –––

––– Vamos, te dije que no estaba tan alto. ¿Ves? ––– Dijo mostrandole el manga.

––– Si... Perdón. ––– Seguía desconcertado.

––– Je, je; no pasa nada, volvamos a la sala. ––– Se acercó al interruptor de la luz y luego fue hasta la puerta, donde se encontraba Kei parado.

Kei se hizo a un lado para que Tadashi pudiese pasar, y entonces lo vió. Detuvo al pecoso tomándolo del brazo, cosa que sorprendió a éste último.

El de lentes observaba a su novio atentamente, tanto así que duró unos cuantos segundos haciéndolo. ––– ¿Pa-pasa algo, Tsukki? –––

El nombrado seguía en lo suyo, entonces suspiro. ––– No. ––– Se le acercó y depósito un corto beso en la frente ajena. ––– No pasa nada. Vamos a abajo. ––– Avanzó hasta la escalera y espero por el contrario.

––– S-si. ––– El beso lo sorprendió pero no duró mucho.

Ambos bajaron y regresaron a dónde antes. Kei volvió a envolver a Tadashi con sus brazos mientras que él se recostaba sobre el pecho del rubio.

Continuaron viendo la película de antes y así siguieron. El pecoso miraba atento y entretenido al filme y por su lado, el de lentes tenía su mente en otro lado.

¿Desde cuándo Yamaguchi era tan alto?

Esa era la pregunta rondaba por su mente, tanto así que lo dejó pensando por un buen rato, y es que; cada que le mencionaban a su novio lo primero que se le venía a la mente eran tres cosas; sus pecas, su rebelde mechón de pelo que parecía tener vida propia y la notoria diferencia de estatura entre ambos, porque así era.

Si, así era; una gran diferencia de altura como en primaria, si, porque así era en la... escuela primaria, cuando ambos tenían... diez... años.

Si, así era.

Entonces se hizo presente la realización.

––– ¿Qué..? ––– Murmuró muy para si mismo.

Ya habían pasado varios años y hasta ese momento reaccionaba al cien porciento sobre un factor claramente obvio, Yamaguchi se volvió alto.

Aquello le shockeo de cierta forma y es que, él siempre recordaba que, cuando niños su novio tenía muchas dificultades para poder alcanzar cosas que se encontraban alto, y era el mismo rubio quien tenía que tomar las cosas para que el moreno pudiera tenerlas.

Si, era así.

Como con ese libro que a Tadashi tanto le encantaba leer, pero que para su mala suerte su madre siempre lo dejaba en el espacio más alto del librero del pecoso; y que no era hasta que Kei fuera a su casa para poder tenerlo en sus manos nuevamente.

O con las cajas de cereal; el peliverde siempre le pedía al rubio bajarle la caja de su cereal favorito ya que ni estirándose lo más que su cuerpo le permitía, lograba alcanzarla.

Y así era en muchas cosas, si algo se hallaba fuera del alcance del pecoso, el de lentes lo bajaba para él.

La diferencia de estatura entre ambos era tanta que el rubio solo lograba distinguir/divisar al peliverde gracias a su "antena" rebelde.

Tadashi era muy bajo, y él muy alto pero, solo eran niños cuando era así.

Fue durante la secundaria cuando Tadashi comenzó a darse su estirón. En primaria el de estrellas en las mejillas le llegaba hasta el hombro al de ojos color miel, y al entrar en la secundaria eso empezó a cambiar de a poco.

En cada año que pasaba los dos chicos crecían; Tsukishima siempre fue alto pero aún así seguía volviéndose más y más alto y por su parte, el pequeño y tembloroso Yamaguchi se volvió igual de alto que su, ahora, novio. De llegarle al la altura del hombro, ahora mismo le llegaba a la altura de la frente.

Sin duda, un cambio muy notorio, y un poco impresionante, para Tadashi, quien parecía quedarse pequeño toda la vid, al menos eso pensaba Kei.

––– Soy un idiota... ––– Pronunció tras haber vagado en su mente, pensamiento y recuerdos durante minutos.

––– ¿Dijiste algo? ––– Se separó un poco de su pareja para verle mejor.

Lo que creyó que dijo en su mente había Sido dicho en voz alta. ––– Ah, no, nada. ––– Respondió tratando de que Tadashi dejara el tema de lado.

Le observó por unos segundos. ––– Oh, bueno. ––– Y volvió a su posición de antes.

Kei dejó salir un suspiro y no hizo nada más.

Debía cuidar bien sus pensamientos para la próxima vez.

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Ya pasaban de las diez de la noche así que ambos decidieron subir para dormir de una vez.

Llegaron a la habitación del rubio y se acomodaron en la cama, se estaban viendo de frente gracias a la posición en la cuál estaban, así que se miraron para perder el tiempo y que el sueño les llegará bien.

Pasaron minutos y ninguno había dicho algo, hasta que uno decidió hablar. –––– Tadashi. –––

––– ¿Qué pasa, Kei-kun? ––– Respondió de forma natural ante el llamado.

Por su lado, el nombrado se sorprendió un poco por lo dicho, pero no duró mucho tiempo tal sorpresa. ––– Es solo que... ¿Cuándo te volviste tan alto? ––– Hizo una pausa y en ella el moreno pareció confundirse un poco. ––– Quiero decir. Siempre has sido pequeño, así que ¿Cuándo sucedió tu estirón? –––

––– Oh Dios. ––– Suspiró. ––– Mi "estirón" sucedió en la secundaria, ya que cuando salimos de allí ya media uno setenta y tantos. –––

––– O sea, si pero ¿Por qué? –––

––– ¡¿Cómo qué por qué?! ––– No era por ofender a su novio, pero había sido una pregunta un poco tonta. ––– Por la pubertad, ¿Por qué más seria? –––

––– O sea, si pero es que, siempre has sido pequeño, a mi parecer. Incluso ahora. –––

Dejó salir un suspiro pidiendo más fuerza y paciencia. ––– No Tsukki, no soy pequeño; soy más alto que la media incluso. ––– Y es que, aunque su novio no lo pareciera, llegaba a ser un tanto idiota. ––– Pero me veo y me ves pequeño, porque eres una jirafa, y a tu lado cualquiera se ve enano. ––– Respondió con obviedad, ya que era la verdad.

––– Eso no es verdad. ––– Pero quería llevar la contraria.

––– Claro que sí. ––– Y él no se lo iba a permitir.

––– Que no. –––

––– Que si. –––

––– Que no. –––

––– Que si. –––

––– Que no. –––

––– Que-... –––

––– Ya. ––– Interrumpió al pecoso para que terminara con ese círculo vicioso que lo comenzó a hartar. ––– Déjalo así y vamos a dormir, estoy cansado. ––– Se dió la vuelta dándole la espalda a su novio.

––– Cómo diga señor, soy una jirafa y veo a todos como hormigas. –––  Mencionó divertido dándose una vuelta de igual forma.

––– ¡Oye! ––– Exclamó volteando hacia el contrario.

––– Jajaja, ya. ––– No pudo evitar soltar una fuerte carcajada ante ello. ––– Hasta mañana. ––– Se tranquilizó.

––– Hasta mañana... ––– Él también se calmó y acomodó bien en su lugar. ––– Hormiga. –––

––– Graciosito. ––– Una risa por parte de Kei se escuchó, Tadashi no hizo más que sonreír y esperar a caer dormido.

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Ahhh perdón por la tardanza, en serio lo siento.

Amh, la verdad no tengo mucha energía para escribir el mensaje del final así que...

Espero les haya gustado el capítulo, si ven alguna falla de ortografía o algo que no se entiende no duden en hacérmelo saber.

Los quiero mucho, no olviden tomar agua, tengan un lindo día y bye bye ~ ✨




{𝚃𝚜𝚞𝚔𝚔𝚒𝚈𝚊𝚖𝚊 𝚠𝚎𝚎𝚔}




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