[ XI ]

It's the evening light
Shining through the curtains
The time before the night
When everything is golden.

You're sitting on the chair
Wrapped inside a bedsheet
Playing with your hair
Watching people on the high street

"¿Qué dibujas, Danny?"

La cabellera azabache tan larga y lacia cayendo por su hombro al momento que sintió dos manos apoyarse sobre estos mismos y poco a poco sentir un peso extra sumarse a su espalda.

"Intento imaginar como se ve la libertad en algo material."

Esta vez choco sus ojos negros con los grises contrarios antes de que ambos rostros se dibujara una sonrisa.

"Y ¿qué imaginas?"

"Solo me entraron ganas de ir a acampar contigo y los chicos."

La pelinegra la tomó de la mano levantándola de la silla de su escritorio.

"¿Qué haces?"

"Vamos a decirle a los chicos que vayamos a acampar. Y me dan igual las quejas de Keisuke por los mosquitos."

La castaña entonces solo pudo soltar una baja risa nasal mientras agachaba la mirada negando, lentamente se acercó y depositó un suave beso sobre los labios de su acompañante, esta solo río un poco y acarició levemente la mejilla pecosa de la contraria.

"Eres increíble."

"No más que tú."

Ambas cabelleras castaña y azabache desaparecieron por la puerta de aquella habitación dejando sobre el escritorio viejo y arañado un dibujo sin color de lo que eran seis chicos y dos chicas tirados en el césped observando la luna..., bueno, siete chicos y una chica.

En el borde de la página había una pequeña nota en un recuadro en la cual se leía "Querida Aria, cuando estés lista para regresar, recuerda cuál es tu libertad."

.

.

.

Aquellos ojos como la obsidiana se abrieron de par en par con una reacción nerviosa que había recorrido todo su cuerpo.

Su respiración era agitada por la reciente impresión pero nada que al comenzar a adaptarse a la luz no fuera calmando. Al enfocar su vista descubrió a su alrededor las paredes blancas de una pequeña habitación la cual en ese momento era iluminada por la luz natural del sol que se filtraba por la ventana.

Alzó su mano derecha con dificultad debido a lo pesado que sentía el cuerpo y pudo descubrir en esta el oxímetro de pulso adherido a su dedo índice, siguiendo la misma línea se encontraba una intravenosa perforando su piel y lentamente volvió a bajarlo soltando un leve suspiro entendiendo su actual situación luego de una corta recapitulación de los hechos en su mente.

Tenía años de no poner un pie en un hospital, al menos no desde el incidente en aquel agosto.

Lentamente intentó sentarse en la camilla pero fue entonces que pudo sentir un peso extra sobre sus piernas, al hacer un poco de fuerza no daba crédito a lo que sus ojos veían.

Tontos, debieron ir a casa a dormir. Pensó mientras acariciaba suavemente la cabellera que tenía más cercana. Esos sedosos y suaves cabellos color chocolate.

— Hey Robin, ya es hora de despertar. —

Su idioma natal sonaba pesado por su voz grave y débil debido a que aún podía sentir los efectos de la anestesia en su cuerpo pero ver aquel pequeño cuerpo removerse y lentamente abrir sus ojos para apreciarle le daba energía para continuar.

— Blake... — Sus ojos comenzaron a brillar y se alcanzaba apreciar como las lágrimas comenzaban a acumularse amenazando con caer — No puede ser, tu... —

— Hola Dylan. —

¿Que si le dolió el impacto del cuerpo del más pequeño cuando se tiró encima suyo?, pues claro, como el mismísimo demonio, pero, ¿le importó?,no, ni en lo más mínimo.

— ¡Hermanito estás bien, estás bien! — Las lágrimas de Dylan comenzaban a empapar su hombro pero no le daba importancia si podía estrecharlo entre sus brazos y presionarlo contra su pecho expresando cuánto lo había echado de menos.

— Te extrañe chiquito, lo siento por irme sin decir nada. — Entonces sintió el otro peso moverse de su lugar y dirigió su vista hacía aquellos ojos color avellana para conectar con ellos.

— ¿Cuándo será el día en que dejes de hacer todo por tu cuenta? — la castaña soltó una pequeña ironía por quien pronunciaba aquellas palabras.

— ¿Quién es Baji Keisuke para decirme que no actúe por mi cuenta? — Baji negó sintiendo un nudo en su garganta. Al no haber palabras simplemente se abalanzó hacia su mejor amiga para unirse a aquel abrazo.

— Me asustaste tonta, no vuelvas a desaparecer así. ¿Qué hago si te pasa algo? — Ambos se separaron con cuidado de no lastimarla y vieron fijamente a sus ojos. Aria entonces no supo qué contestar porque en ese momento entre la paz de aquella habitación pudo pensar en que en una primera instancia quiso alejarlos para protegerlos porque los amaba y quería a todos a salvo.

Pero no se puso a pensar en que para ellos el que desapareciera también los dañaría en otro sentido.

— Lo siento Kei. No sabía qué hacer y yo, yo... — Sentía su garganta seca y un nudo formarse en esta por lo que el pelinegro la calmó abrazándola de nuevo y acariciando su cabello.

— Shhh... entiendo que querías protegernos y que ese mundo es peligroso y no quieres involucrarnos, pero así como tu quieres cuidarnos nosotros a ti también y espero que tu amigo el sicario — Aria soltó una leve risa por el apodo hacía Yuno — te haya dicho que somos capaces de meternos a la boca del lobo por ti. —

En ese momento recordó aquel verano en el que todos habían decidido perderse en un bosque para contar historias de terror por la noche y tirar a más de alguno al lago al solo despertar, le causaba nostalgia.

Deseaba volver a aquellos tiempos en los que estaban todos juntos sin ninguna complicación.

— Kei... — Quiso negarse a prometer cosas de las que no podía estar segura siendo el futuro tan impredecible pero en ese momento justamente no podía decir nada, Baji y Chifuyu, con quien moría por hablar para disculparse y agradecer, habían ido por ella ignorando todo riesgo en su contra. — Lo siento y gracias por ir con Chifuyu, según Jacob de no ser por ustedes él no hubiera llegado y yo... bueno, eso ya pasó. Gracias. —

Aria y Keisuke chocaron sus frentes mientras cerraban sus ojos.

— Te quiero tonta. —

— Y yo a ti idiota... — ambos soltaron una leve risa y se separaron.

— Por cierto, hablando de Chifuyu... —

— No empieces. —

— ¿En serio cambiaste a Kaworu por una foto con él? — Aria en ese momento quedó de piedra y tanto Keisuke como Dylan comenzaron a reír.

— ¡Lo que Jacob haya dicho no es verda- —

— Pero Blake-nii yo mismo te vi cambiar el fondo de pantalla. — Terminó por decir Dylan antes de que las risas se hicieran más estruendosas por el leve tono carmín que adquirieron las mejillas pecosas, aunque un par de segundos después también se unió a las risas.

Baji se encargó de contarle las cosas que habían pasado en su ausencia y le explicó mejor lo de su travesía con Chifuyu y como terminaron conociendo a Yuno, Aria no pudo evitar darle un golpe en la cabeza por su imprudencia.

Le contó sobre las reacciones de anoche cuando Mikey la llevaba inconsciente en su espalda hacía el interior del hospital y como todos querían ver cómo se encontraba, en especial Chifuyu que no había dejado el hospital hasta verle aunque sea del otro lado de la ventana de la habitación ya que no le habían permitido el ingreso a esta.

Finalmente le explicó que Dylan y él habían podido entrar y quedarse con ella por permiso de Jacob una vez llenó los formularios necesarios para la corta estadía, según los médicos, que tendría en el hospital. Mikey también se quedó solo que por ahora había tomado turno para ir a ver al rubio de trenza a quien finalmente se le permitía tener visitas.

— ¿Cómo está Draken? —

— Pues todo en orden, hace falta más que un par de golpes o heridas para acabar con ustedes, par de idiotas. — Aria sonrió al escuchar esa respuesta y finalmente decidió removerse en su cama para intentar levantarse. — Oye ¿que demonios haces? —

— Estoy en perfectas condiciones ya, quiero ir a ver a los chicos. — Justo cuando iba a quitarse los aparatos adheridos a su brazo la puerta se abrió de golpe revelando una cabellera corta peculiar a la que la castaña tenía temor verla acercarse si su dueño estaba molesto.

— ¿Que vas a dónde? — Aria tragó en seco. — Dos costillas rotas, esguince de muñeca derecha, cuatro roces de bala, siete suturas por cortadas, cinco hematomas grandes y una hemorragia interna en tu estómago sin mencionar la mala alimentación e hidratación durante una semana además de un colapso nervioso. ¿Sigo o ya te vas a quedar quieto en tu cama hasta que te digan que puedes levantarte? —

Tanto Baji como Dylan sentían la tensión en su espalda y eso que el regaño no iba dirigido hacía ellos. Por su lado sentía su cuerpo estremecerse.

— Ho- Hola Mitsu. ¿Te extrañe? — El pelilila suspiró profundamente antes de cerrar la puerta tras de sí y acercarse a la castaña y dejar un leve golpe sobre su frente antes de abrazarla.

— Idiota, no nos vuelvas a hacer eso. — Aria sentía que se derretía en los brazos de sus amigos, sentía culpa por ponerlos de esa forma pero a la vez era una paz increíble el sentimiento de saber que estaban a salvo.

Su familia estaba con ella.

▪︎Agosto 10, 2005.

Una semana había pasado desde el incidente de Moebius y la caída del grupo Meiji. Las noticias estaban vueltas un caos gracias a lo último, durante los últimos años este grupo era una organización reconocida y bastante dominante en todo Japón, pero de un día para otro cayó por completo y no había rastro de los atacantes, todo negocio había cerrado y la "mercancía" había escapado por completo siendo que unos huyeron, otros fueron rescatados por las autoridades o en su defecto murieron buscando libertad.

Aria solo sabía que estaba agradecida por que el grupo ya no existiera, aún si le aterraba un poco la idea de que no conocía los motivos del grupo Chain tras de esto.

Por precauciones Aria había decidido que se mudaría del viejo cuarto donde había vivido hasta el momento, Jacob se había convencido de que al final estaba más segura si vivía al menos cerca de él, aunque tampoco arriesgaría a que se tratara de la misma casa. Como consecuente de todo esto el viejo cuarto ahora iba ser hogar de Yuno quien no le molestaba vivir en un barrio con un poco de ajetreo. La mudanza de ambos se había organizado en la última semana en la que Aria había tenido que quedarse en observación en el hospital debido a la gravedad de su caso que aún así no lo era tanto como el de Draken ya que sus costillas no habían alcanzado a perforar nada y para la recuperación de estas solo no debía meterse en peleas al menos por dos meses.

Aunque todos sabían que no haría caso con su terquedad.

— ¿Nos vamos, Blake? —

Yuno había comenzado a llamarla por su segunda identidad argumentando que la última semana había visto el respeto que imponía con este a todos además de que ya antes le había comentado que se sentía más cómoda siendo tratada como tal. Ese día le habían dado de alta y el pelinegro se encontraba ahí para ayudarle con sus cosas.

La última semana los únicos que habían podido visitarle habían sido Baji, Mitsuya, Mikey, Yuno y Jacob, luego estaba Draken pero con este último era Aria quien se levantaba a escondidas de los enfermeros para poder ir y colarse en su habitación. Nadie aparte de los mencionados tenía permitido el ingreso y Aria entendía a la perfección que era para que su secreto no fuera revelado, pero con más razón estaba emocionada de salir y finalmente poder ver a sus demás amigos, sobre todo cierto rubio que por palabras de Keisuke sabía que había querido contactarle toda la semana.

Y aunque no lo fuera a admitir ella también moría por hablar con él.

— Si quieres adelántate a la entrada, yo iré a despedirme de Draken. —

Yuno asintió y ambos salieron de la habitación tomando direcciones contrarias.

A Aria le tomó un par de pasillos llegar hasta la habitación del rubio y al llegar se alegró de encontrar a una segunda persona en el lugar con quien tenía una charla pendiente.

— No la mires tanto que le arruinas el encanto, Slim Shady. —

Ambos chicos en la habitación voltearon hacía la puerta encontrandose con la sonrisa traviesa de Aria, el más bajo sonrió con amplitud al reconocerle.

— ¡Blake-san! —

— Veo que alguien te dió un regalo bastante preciado, Takemichi. — Admitió observando con atención el toppuku que colgaba de las manos de Takemichi. — ¿Es de quien creo que es? — Draken asintió levemente ante su pregunta y Aria se sentía feliz por el hecho de que Mikey cediera aquel regalo al rubio significaba lo que mil palabras no podrían transmitir.

— Esto era de Mikey-kun...— ambos chicos voltearon hacía el rubio más bajo y se fijaron que nuevamente alzaba el toppuku admirandolo. — Son unos grandes zapatos que llenar para mi ¿no es así? — Los ojos negros se fijaron sobre el como queriendo transmitirle una frase muda de animo. — Me pregunto, ¿algún día seré digno de llevarlo? —

Aria iba a responder pero Draken fue más rápido.

—Ve a hablar con él, sigue durmiendo en el techo. — Takemichi iba a retirarse pero la castaña lo frenó tomándolo del brazo.

— Espera Takemichi, me voy contigo. — Aria se acercó al tatuado y lo abrazó palmeando un poco su espalda en despedida. —Cuídate, y no me vayas a extrañar tanto en los días que te quedan de encierro. —

— Ya claro, hasta comienzo a extrañar a alguien tan fastidioso como tú desde ya. — Draken rodó los ojos con una sonrisa y Aria río por lo bajo. — Ya vete y no te metas en problemas tonto. —

— No cuentes con eso. — Luego de esto la castaña se retiró de la habitación junto a Takemichi quien le esperaba para emprender camino juntos.

Ambos caminaron en silencio por varios minutos hasta que llegaron a un punto en el cual sus caminos se dividían, Takemichi para la azotea y Blake ya se retiraba del hospital.

— Bueno Blake-san yo- —

— Takemichi. — Su voz sonaba seria por lo que Takemichi volteó hacía el capitán y le encontró con la mirada perdida en el pasillo que debía seguir.

— ¿Qué sucede Blake-san? — De repente sus miradas nuevamente chocaron.

— Yo... te debo una explicación. — Fue entonces que comprendió toda la situación y tragó en secó al no saber qué esperar del más alto. — Escucha, sé que te has de preguntar qué pasó aquella noche y debo admitir que no es fácil para mi darte una explicación, sin embargo tu... —

Takemichi pudo sentir una mezcla de emociones rodear el ambiente, ¿eran nervios?, quizás ¿temor?, no podía saberlo. De un momento Blake sacó su celular nuevo donde apenas y tenía contactos, el anterior lo había perdido pero según la compañía de celular sus contactos y viejo historial de mensajes podrían ser recuperados mediante un proceso complicado que tardaría un tiempo pero el estaba bien con eso, volviendo a ahora tecleo un mensaje a Yuno diciendole que se fuera ya que había surgido algo inesperado pero que debía resolver y la respuesta de aceptación no tardó en llegar, en el mismo mensaje le avisaba que igual estaría en casa de Jacob el resto de la tarde, según sabía esos dos se habían vuelto amigos en la última semana con el tema de la mudanza así que no le sorprendió.

— Blake-san si no quieres hablar está bien, yo entiendo. — Justo en ese momento Blake guardó su celular y giró de nuevo hacía el rubio.

— No... tú te has ganado una explicación de mi parte. — Takemichi ladeó su cabeza intentando comprender a qué se refería. — Cumpliste tu promesa conmigo Takemichi, y por sobre eso cuidaste de lo más preciado que tengo. —

— ¿A qué te refieres Blake-san? —

— Tú cuidaste de la pandilla en mi ausencia. — Takemichi sintió su corazón acelerarse como en el momento en que alzó el toppuku de Mikey hace un rato, él estaba siendo reconocido. — Protegiste a mi familia Takemichi, te ganaste mi confianza y respeto. —

Takemichi sentía que sus ojos picaban pero se resistió las lágrimas para no verse débil según él, aunque a Blake le pareció tierno de su parte.

— Vamos, la que voy a contarte es una larga historia pero no te retendré mucho. — Ambos iban a continuar su camino pero antes Blake se detuvo. — Lo del Slim Shady era broma, cámbiate en cuanto puedas esa ropa. 

De nuevo Takemichi se sintió ofendido solo que a diferencia de con Draken el castaño y el habían terminado riendo antes de continuar con su camino.

Blake sentía que el abrazo que le había dado Takemichi antes de irse había sido uno de los más sinceros que había recibido en su vida, desde el primer momento supo que el chico era especial y vaya que no se equivocó.

Contar de nuevo su historia no había sido fácil aún habiéndose saltado detalles o no habiendo profundizado en el dolor de cada vivencia, había dicho lo puntual y necesario para que Takemichi entendiera la situación y la verdad su forma de entender todo le pareció tan madura que nuevamente se cuestionaba cómo alguien así era menor que el. Esperaba que de ahora en adelante pudiera ir conociendo más a profundidad a su nuevo amigo.

aYuno
•Online

— Yuuuuu

— Que

— Ya voy saliendo, fuiste a la casa del viejo?

— Sisi, aunque no tardaste tanto como esperaba

— Bueno menos mal, así quizás no te espero tanto tiempo

— Esperar?? Quién?

—Ahhh cierto que no sabes

— Bueno me encontré con alguien camino a casa que al parecer estaba desesperado por verte

— Le dije que en nada salías del hospital así que supongo que debe estarte esperando

— Espero que hayas ajustado bien tus vendas, diviértete

Blake no entendía a quién podía referirse Yuno, estaba seguro que no eran sus amigos más cercanos habiendo mencionado el tema de las vendas pero entonces ¿quién?

Con la curiosidad recorriendo su cuerpo se apresuró a dejar las instalaciones.

Una vez fuera la temperatura acalorada y regular de Shibuya atacó su piel sintiendo el contraste de haber permanecido con el aire acondicionado durante una semana habiendo salido pocas veces a la azotea. Inhalo profundo mientras observaba a su alrededor las calles siendo transitadas y a lo lejos el parque donde niños y adultos realizaban diferentes actividades pareciendo divertirse, no obstante no encontraba señal de a quién podía referirse Yuno en sus mensajes.

No hasta que escuchó esa voz.

• ────── ✾ ────── •

If I wished myself a superpower
I would make this moment last for hours
If I had my will, time would just stand still
Wait for me until I find some magic film
To take a photograph and live inside

• ────── ✾ ────── •

— Tu... enserio estas bien. — Fue entonces que volteó y se encontró con aquella mirada azulada tan relajante como ver el océano y que transmitía tanta paz. De todas las personas que esperaba encontrar debía admitir que él era la mejor de las sorpresas.

— Chifuyu... —

• ────── ✾ ────── •

The sun is going down
Your skin is like a painting
The light is perfect now
But I can feel it changing

• ────── ✾ ────── •

El tiempo parecía detenerse y el ambiente bullicioso de hace un momento parecía desvanecerse en una atmósfera diferente, una que hace mucho tiempo no sentía, una que era única y llenaba de una paz inexplicable el pecho. Su corazón vibraba con alegría y por un momento sintió su cuerpo ceder ante unos débiles impulsos de caminar hacía el chico frente a él, lo que le alegraba era no ser el único.

Negro y azul se encontraron en un choque de miradas que solo pudo ser roto por la necesidad de ambos de juntarse en un abrazo tan sincero en el que expresaban todo lo que en ese momento sus gargantas no dejaban pasar.

— Blake-san tu en serio estás bien, estás aquí... — Palabras simples y llenas de sentimiento que era innecesario decir más.

— Estoy aquí Chifuyu, tú... gracias. —

Decir más era arruinar la silenciosa atmósfera que habían creado ambos al encontrarse piel con piel, en el mismo preciso instante en el que Chifuyu olvido todas las preguntas que quería hacerle a Blake por el hecho de que simplemente le hacía feliz que estuviera bien, que pudiera verlo una vez más.

Comprendió entonces que el tiempo le daría sus respuestas y que por ahora solo quería poder disfrutar de tener a su amigo una vez más con él.

• ────── ✾ ────── •

If I wished myself a superpower
I would make this moment last for hours
If I had my will, time would just stand still
Wait for me until I find some magic film
To take a photograph and live inside

• ────── ✾ ────── •

— No tienes que agradecerme, me importas y aunque no se los detalles sé por Yuno-san que tú tratabas de protegernos a todos entrando ahí... — susurró el rubio a su oído antes de separarse y ver al castaño de pies a cabeza para volver a encontrarse nuevamente con sus ojos. — No te pediré que me expliques nada, tú sabrás cuándo hacerlo y no te voy a presionar, solo déjame agradecerte a ti también por cuidar de todos. — Los ojos de Blake brillaban y en la mente de Chifuyu se miraban lindos junto al contraste de la luz. — Pero si me quieres compensar con algo tu y yo tenemos una salida pendiente. —

Y el toque que finalizaba la escena para Chifuyu se formó en una sonrisa en el rostro de Blake.

— ¿A dónde quieres ir? —

Chifuyu lo pensó por un momento mientras analizaba a su acompañante de pies a cabeza, sólo entonces notando un detalle que le hacía falta a la ecuación en cuanto a la fórmula Blake se trataba.

— ¿Qué le pasó a tu cabello? —

— Oh eso... bueno fue parte del trabajo quitar el rojo y aunque odie como se ve no tuve opción y -—

— ¿Te lo puedo teñir yo? —

— ¿Qué? — Las piezas parecían encajar una sobre otra como si el rompecabezas de una escena del pasado volviera a armarse frente a sus ojos, una escena a la que no quería volver a ceder.

Pero que su corazón anhelaba tanto volver a dejarse llevar como el adolescente que era.

— Está bien, pero primero vamos a rentar algunas películas y comprar un par de hamburguesas y papas fritas, ¿si? — La sonrisa de Chifuyu se ensanchó al escuchar el permiso del mayor y con la emoción dominando sus sentidos le tomó del brazo para jalarlo al blockbuster más cercano que tuvieran para buscar un par de películas que pudieran ver esa tarde.

Fue así como ambos terminaron en el apartamento de Chifuyu comiendo un par de hamburguesas mientras le gritaban a los protagonistas de las películas por no hacer lo que cualquier persona normal haría en su situación como si estos pudieran escucharles mientras el tiempo de fijación del tinte de Blake hacía efecto en su cabello, bueno, y en el de Chifuyu, ya que ambos terminaron por teñirse el cabello mutuamente.

Había veces en que Blake pensaba en el momento de su muerte y habiendo estado tantas veces cerca de esta sabía lo que era pasar por los lindos momentos de tu vida reviviendolos una última vez, eso mismo le había llevado a pensar que quizás la vida después de la muerte se trataba de eso, vivir en los buenos momentos por siempre.

Si era así quería que este momento estuviera entre ellos.

• ────── ✾ ────── •

I need some way to prove that this was real
A memory is not enough
I'm scared that I'll forget the way it feels
To be young and in love

• ────── ✾ ────── •

Un par de días después la nuevamente cabellera bicolor se batía con el viento mientras Blake cruzaba las calles de Shibuya admirando todo a su alrededor.

Pensaba en lo complicada pero curiosa que era su vida y en los giros repentinos que esta tenía, sin embargo no le desagradaba, aún con todo lo que sufría nunca odio su vida, porque el estar en la miseria te enseña a valorar los buenos momentos, conocer personas malas te hace valorar a las buenas que encuentras y las malas experiencias te ayudan a ser más resistente a los constantes giros en las calles de la vida.

Blake sentía que cada pérdida sería recompensada cuando fuera el momento indicado y conocer a sus amigos era muestra de eso.

Cruzó una calle más hasta que llegó al correo para dejar dos cartas que sabía perfectamente que no tendrían respuesta, en ellas podía leerse la dirección de la prisión para menores. Se despidió del hombre que le atendió y se dispuso a continuar con su camino, esa tarde había acordado reunirse con Mitsuya para ayudarlo con unos nuevos diseños que tenía en mente.

Cruzó frente a un callejón donde se detuvo por un sonido bastante peculiar y casi imperceptible si no tuviera buen oído.

Lo analizó por un momento intentando convencerse de que había sido producto de su imaginación y que era imposible que hubiera escuchado aquel característico cascabel unirse al bullicio de esa hora y se lo creyó en el interior al ver a un niño pasar a su lado mientras cargaba un peluche con cascabeles en el collar que decoraba su cuello. Imaginó que pensar tanto en su pasado ya comenzaba a traerle memorias vividas.

Sin más continuó ignorando ese hecho para sus adentros, mientras a unas calles de ahí una de sus cartas era retirada del correo para irse con su respectivo dueño.

Let me stay right here
Just a moment longer
The picture is so clear
Please let this last forever

- Cody Fry.

BUENOS DÍAS ALEGRÍA

Y hoy no pueden decirme lo contrario porque anduvimos bien soft xd

Bueno amigos es de mi agrado informarles que hemos llegado al final del primer arco y con esto quiero agradecerles por todo el apoyo, comentarios y animo de parte de los que han llegado a este punto acompañándome.

Un agradecimiento especial a sugawaragin por ser mi editora y por compartir conmigo cada emoción al ir escribiendo esta historia desde el inicio.

Por otro lado otro agradecimiento especial a Dan_Dai por recomendar mi historia en la suya y tal y como el lo hizo yo les recomiendo a todos ustedes pasar por la suya por que es una obra de arte. Pueden encontrarla como Petricor en su perfil.

LOS AMO DAI Y GIN, SON DIOSES <3

Continuando con esto lamento tardar un poco ya que esto debía publicarse ayer pero henos aquí xd de todas formas espero que lo hayan disfrutado tanto como yo y bueno avisarles que en vista de como van mis horarios la fecha de publicación cambiará, si la situación cambia puede que volvamos a los feliz jueves.

Tsukimi a partir de ahora comenzará a publicarse los viernes a partir del Viernes 24 de Septiembre.

Si, tomaré una semana de descanso para organizarme bien con el nuevo arco y además atender mis responsabilidades personales que a propósito gracias por sus buenos deseos para que pueda graduarme.

Y bueno sin más que decir que tengan un lindo día, que Baji los bendiga y NOS VEMOS!

Pd: fotito de mis niños de luz para despedirme.

Con amor para ustedes, Darky ❤

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