— M-mamá ¿Desde cuándo estas aquí? — cuestiona el menor de los hermanos.

— Los vi susurrándose cosas.

— No es nada, mamá — responde el alfa.

— Espero no estén planeando ninguna tontería.

— Solo le contaba a YoonGi sobre mi paseo en el pueblo.

— Esta bien. Será mejor que ambos vayan a dormir, ya es muy tarde para ti, Min seokjin .

El omega solo asiente cabizbajo y se dirige fuera del comedor. YoonGi por otro lado observa a su madre, quien solo le sonríe levemente para después retirarse, dejando un poco confundido al azabache.

El alfa se dirige hacia su alcoba para después acercarse a la ventana, de allí podía ver el bosque que separaba a Busan y Daegu. YoonGi suspira mientras vuelve a pensar en aquel omega que conoció; tiene miedo de cualquier cosa que pueda pasar en el futuro, por que sabe que de alguna forma u otra ellos terminarían estando juntos, después de todo, sus lobos ya se habían aceptado.

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Taehyung despertó y lo primero que hizo fue dirigirse directamente hacía el comedor. Al llegar lo suficientemente cerca, pudo escuchar desde afuera unas risas provenientes del lugar. El omega asomo su cabeza y allí pudo notar que su padre tenía visitas.

— ¡Taehyung, hijo! — exclamó cuando vio al menor en la entrada del comedor — Mira quienes vinieron de visita.

El omega volteo a ver los rostros de los tres contrarios, reconociéndolos inmediatamente y sin poder evitarlo, el rubio formo una sonrisa.

— ¡Jimin! — ambos se acercan y se abrazan.

Kim jimin, el era su primo. El padre omega de este era hermano de su padre, el había sido comprometido con el heredero alfa de Ulsan, un reino cercano a Busan.

El rubio dio una reverencia a sus tíos y se sentó junto a su primo para poder tomar el desayuno todos juntos. Ambos omegas hablaban entre ellos mientras los tres adultos platicaban de su lado. Cuando todos terminaron de comer, los dos omegas se dirigieron al jardín del castillo, donde empezaron a caminar.

— Ayer escape del castillo — dice repentinamente el menor.

— ¡¿En serio?! ¿Qué te dijo tu padre?

— Ugh... me regaño. Hasta uso su voz de mando conmigo — suspira triste.

— Lo que hiciste estuvo mal, sobre todo por que salir es algo que tienes prohibido.

— Ese no es el punto. En esa salida conocí a un alfa.

— Uhh ¿Y era guapo? — cuestiona con voz burlona el mayor.

— ¡Jimin! — exclama el rubio — Pero... sí, era guapo.

— Y bueno ¿Qué paso con el? — jimin movía sus cejas de arriba hacia abajo.

— Hable muy poco con el y mi lobo supo que era el. Mi alfa.

— ¡No puede ser, ya conseguiste a tu pareja destinada! — vocifera feliz el castaño.

— Si, es mi destinado. Pero hay un problema. Jimin, yo no puedo estar con el — el rubio repentinamente estaba cabizbajo.

— ¿Por qué? — cuestiona ahora triste el mayor.

— El... el es de Daegu.

Jimin no pudo evitar jadear sorprendido cuando aquella información fue dada. El reino de Ulsan no estaba metido en aquel conflicto que tenía Busan y Daegu, pero gracias a su padre omega sabía aproximadamente el nivel del conflicto que tenían ambos.

— Ayer fui directo al bosque cuando unos guardias empezaron a seguirme, allí me encontré con el. Pero... el que sea de Daegu no es lo peor.

— ¿Qué puede ser peor que eso?

— Él es el príncipe de Daegu.

Jimin siente como se atraganta con su propia saliva por la sorpresa. Taehyung por otro lado, permanecía cabizbajo y algo triste.

— Taehyung, estas metido en un gran problema. Cuando alguien conoce a su destinado es imposible que no caigan enamorados, tu y ese alfa son pareja.

— No tienes por que recordarme que estoy en un problema — el menor hace un puchero.

— Tal vez si le dices a tu padre que es tu destinado...

— No, el nunca me hace caso. Simplemente querrá matarlo por el simple hecho de que sea de Daegu

— No creo que lo mate... si el muere tu también lo haces — el mayor trato de dar un punto positivo.

— No le importara.

— Debe haber algún modo de que ustedes queden juntos ¿No te volverás a reencontrar con el?

— Le dije que hoy en la noche nos viéramos en el bosque, pero ahora no se como salir sin que papá se entere — dice repentinamente nervioso el rubio.

— Yo te ayudaré. Sal de la misma manera en la que saliste ayer. Le dire a tu padre que yo me quedare contigo esta noche para dormir y cuando el pregunte por ti, le dire que estas dormido.

El menor simplemente se abalanzo contra el castaño y lo abrazo para después darle un beso en su mejilla.

— Eres el mejor, jimin — ríe el más bajo.

Las horas pasaron rápido y pronto, el sol empezaba a esconderse y la luna a elevarse. Cuando el cielo quedo totalmente obscuro, es cuando taehyung sabe que es la hora de que se vaya.

— Ten cuidado... — pide en un susurro el castaño.

El rubio solo asiente y cierra la puerta de su habitación para después dirigirse fuera del castillo. Había sido un poco más fácil que ayer poder salir, extrañamente no se había topado con guardias, pero cuando se dirige a la entrada es cuando se da cuenta de que todos estaban allí.

El omega maldijo internamente y se dirige a la cocina del castillo. Reviso al rededor y se da cuenta de que no estaban las cocineras, el omega se acerca a la puerta que es otra salida por donde los sirvientes salen para dirigirse hacia las habitaciones de la servidumbre.

Taehyung salió por allí fácilmente, pues casi no habían guardias merodeando por esos lugares. En la parte de afuera del castillo habían pocos guardias, por lo que fue fácil pasar desapercibido debido a que traía la misma capa con capucha de la noche anterior.

El omega atravesó el pueblo, el cual estaba vacío, la mayoría de la gente ya estaba durmiendo. El rubio corrió hasta que pudo ver el bosque y suspiro aliviado cuando por fin empezó a adentrarse al lugar. Ahora le tocaba ir hasta el lago