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Hoseok seguía cocinando como para cinco personas, seguía colocando cinco vasos y hacía un poco de té aparte cuando tomaban café. Luego recordaba que Taehyung no estaba y que no tenía que hacer té aparte ya que a su difunto esposo no le gustaba el sabor amargo del grano de oro.

Su negocio de decorador de fiestas se había visto pausado, pero cuando regresó, tuvo muchos clientes del pueblo y de otros pueblos cercanos, todos les mostraban los consternados que estaban ante la muerte de Kim.

Un mes había pasado en un abrir y cerrar de ojos, no se hablaba de Taehyung en la casa porque los niños cada vez que escuchaban el nombre de su padre, se ponían a llorar. Aún era un tabú y la herida dolía mucho.

Jungkook había sido muy importante y Hoseok no se imagina que hubiera hecho el solo. Había días en los que quería llorar hasta deshidratarse, mirando el lado de la cama que su difunto esposo ocupaba. La ropa aún estaba ahí, no se sentía físicamente ni mentalmente preparado para sacarlas de su habitación.

Había días que se perdía en sus pensamientos, mientras los niños hacían tareas o veían televisión todos juntos, la sensación de que en algún momento llegaría Taehyung por la puerta, aún se mantenía presente y viva.

Al levantarse, estiraba su brazo para tocar el lado izquierdo de la cama y poder sentir el cuerpo dormido de su esposo, pero solo sentía la sábana fría. Recordando que no había nadie a su lado.

La policía no pudo dar con el chófer que conducía el auto el día del accidente, aunque existía un video aficionado de una de las personas que llegaron después de escuchar el estruendo causado por el accidente, pero no era suficiente prueba y no salía el auto en ningún momento. Por eso el caso había quedado temporalmente cerrado.

Hoseok no pudo mirar el video, le comentaron que Taehyung se había sentado y dicho que estaba bien. No podía soportarlo, mirar los últimos minutos que aún estaba consiente, antes de que cayera en un coma.

JongIn junto con su padre llegarían ese fin de semana para visitar a los menores y llevarlos a pasear a la ciudad. Hoseok no se negó, eran su familia también.

Cómo también lo eran Yoongi y Namjoon. Su hermano había estado muy apenado y Namjoon consentía a sus sobrinos políticos trayéndoles cualquier cosa luego que salía de la fábrica.

Al segundo mes, junto con su familia política viajaron al pueblo del sur. El objetivo, donar varios de los objetos de Taehyung o en su mayoría. Ropa, libros, zapatos y más. No fue sencillo, acariciar las telas que rozaron una vez el cuerpo de Taehyung, logró abrir heridas.

Los niños se quedaron al cuidado de Jungkook, mientras los llevaba a pasear a las afueras del pueblo y consentía un poco. No era ningún problema tener a los menores, porque sabía que sufrían y ponían su mejor cara para no preocupar a Hoseok y a su hermano mayor.

Entre los objetos, separaron los que serían desechados o no, quizás unos serían guardados y quedarían de recuerdo, como la camisa de rayas que le dieron los pequeños en su último cumpleaños, el marco de fotos por el día del padre o su anillo de bodas. Este último fue dado junto con los objetos luego de retirarlo de la autopsia.

La nostalgia se palpaba en el ambiente, aunque la conversación iba en torno a los pequeños y su estabilidad emocional. Cuando llegó el medio día, varias cajas estaban apiladas en un rincón y listas para ser donadas.

Después de ese encuentro, Hoseok no regresó al pueblo del sur. No tenía una razón suficientemente fuerte para lograr viajar, sin embargo, la vida deparaba diferentes caminos y uno de ellos, había que avanzar.

•☭•

Hasta que un día Hoseok tuvo que viajar al pueblo del sur por unos problemas con la tubería de agua en esa casa, un mes después de donar la mayoría de pertenencias de Taehyung. Dejó a su hijo mayor a cargo de los más pequeños por un par de horas y viajó para dar solución al percance.

Las tuberías eran demasiado viajes y el antiguo dueño del terreno no las había cambiado y ellos, no tomaron en cuenta esos detalles al iniciar la construcción de la casa. El día se le fue volando y cuando se percató, ya no avanzaba a llegar a casa para la hora del almuerzo.

Compró lo necesario para la reparación de las tuberías y habló con un vecino para que le ayudara. Este iría después del mediodía a revisar y arreglar el problema.

Una vecina, con quién se llevaba muy bien ya que ella fue de las primeras que los recibió amablemente en el pueblo, lo invitó a una taza de té mientras descansaba un poco por el ajetreo del día.

La señora Gim vivía sola, sus hijos habían viajado a la ciudad y otros se hallaban fuera del país.

—Toma Hoseok, es de naranja y con una pizca de canela —La señora pasó la taza de té.

—Gracias Señora Gim —sonrió enternecido por la amabilidad de la señora.

—¿Y los niños,?, ¿Cómo lo están pasando? —preguntó preocupada por los menores.

—Mal. Aunque traten de mostrar una sonrisa a Jungkook y a mi, se que les duele que su padre no regrese más. Hay días que están sumamente felices y otros, completamente apagados.

No había hablado con nadie en todos esos meses, nadie en la casa le preguntaban como estaba y respetaban su silencio. Por eso, con la señora Gim tuvo la oportunidad de desahogarse y soltar lo que le formaba un enorme nudo en su garganta.

—Es normal cariño, el duelo que ustedes tienen será grande —dijo comprensiva y mirándolo con suma tristeza.

—Yo solo espero que el tiempo ayude a mis pequeños, ya ha sufrido demasiado.

—Tu también estás sufriendo...—Giró su rostro y murmuró—. Aunque no deberías.

—Me dijo algo —Hoseok escuchó un murmullo.

—Nada, estaba quejándome como la vieja que soy —Desvió el tema—. ¿Cómo vas en el trabajo?

Conversaron unos minutos más, hasta que llegó el vecino que había hablado para que le ayudara. Al momento que se despidió de la Señora Gim, escuchó un suspiro por parte de ella, en cuanto le dio la espalda y se dispuso a salir de la casa.

Hoseok logró escuchar con claridad, solo quería confirmar.

¿Por qué no debería estar sufriendo?

•☭•

Cuando el sol estaba escondiéndose, la frase no salía de su cabeza y se encontraba pululando hasta alterarle los nervios.

Solucionar el problema le tomaría varios días, por eso le confió las llaves a su vecina y así, el trabaja no tomara más tiempo del debido.

A los dos días Hoseok regresó, confirmando el buen desempeño por parte de su vecino. Le pagó sin ningún problema y luego se encontraba charlando con la señora Gim.

Hoseok sabía que ella tenía conocimiento de muchas cosas y quería preguntarle, no se iría quedándose con la duda. Así que empezó de manera sutil, preguntando cosas sin mucho sentido, pero que eran muy importantes al mismo tiempo.

—Taehyung solía conversar mucho con usted, el me comentaba cuando venía para acá —comentó.

—¿Así? —Al ver la mirada de Hoseok, tartamudeó un poco—. Bueno si, pero pasaba en casa un poco ocupado.

—¿Ocupado? —preguntó—. ¿Con qué?

—Con quién, sería —soltó sin darse cuenta.

¿Con quién?

—Yo, en serio... No quiero ser entrometida —Lo estaba siendo, pensó Hoseok—, pero hay algo que debo comentarle.

Ante el silencio del viudo, prosiguió.

—Kim no pasaba solo en casa, había alguien más allí.

—¿Cómo di-dice? —tartamudeó.

—Hoseok, que su difunto esposo se veía con otra persona en su casa.

Se veía con alguien más.

La frase se repitió como bucle en su cabeza de manera infinita, hasta que sintió que empezó a dar vueltas y marearse.

Se veía con otra persona en su casa.

En su casa.

Con otra persona.

No supo responder a la señora Gim, antes de sufrir un desvanecimiento por la impresión.

¡Surpraiiis!
¿No se lo esperaban?
Una personita quería saber que sucedía y por eso actualicé pronto.
Espero que les guste y recuerden siempre llevar pañuelos antes de leer un capítulo nuevo.

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