Capítulo 3. Wrapped in your arms
Ha llegado finalmente el cap, tal como mencioné anteriormente este será puro smut y el siguiente cerrará con esta mini historia.
Así que, espero que sea lo suficientemente bueno para que sea entretenido. Creo que lo he dicho en otros fics, pero aviso que no soy la mejor escribiendo escenas explícitas pero hago lo mejor que puedo u.u
Como sea, vamos a ello 👀
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Tsukishima apenas tiene tiempo de respirar cuando Bokuto lo besa, tal como su personalidad, Bokuto no duda en tomar aquello que quiere. Sus labios están siendo devorados y por mucho que Tsukishima quiere besarlo con esa misma energía se queda atrás y pronto se vuelve torpe, si besar a Akaashi era suave y pasional, con Bokuto era salvaje y precipitado. El peliblanco lo sostiene firme con ambas manos en su cintura, cuando trata de alejarse apenas le da dos segundos para volver buscar sus labios ya rojos e hinchados.
Bokuto se burla de él tirando su labio entre sus dientes para mirar el estado sonrojado del rubio jadeando aire caliente entre ellos. El peliblanco sube una de sus manos para posarla en su cuello, acariciando con su pulgar su manzana de adán. Tsukishima traga con dificultad sintiéndose vibrar en todo el cuerpo, no sabe qué esperar y mucho menos quiere girarse a ver a los dos hombres ruidosos al lado, puede escuchar a Kuroo gruñir y Akaashi jadear y gemir. El sonido de besos compartidos continúa, Tsukishima teme mirar y arrepentirse de lo que sea que encuentre.
¿Qué sentirá al ver al ex novio que amó tanto besar a uno de sus amigos? Es ridículo preguntárselo porque Kuroo presenció lo mismo, pero al menos la idea al pelinegro lo había encendido, ¿y si no pasa lo mismo con él? Le asusta, quisiera estar más borracho para no pensarlo tanto, es por eso que odia su tolerancia al alcohol. Puede jurar que los demás están tan idos que apenas recordarán la mañana siguiente, y esto se volverá un desastre que explotará en sus rostros. Y entonces Tsukishima sería quien explique cada cosa que sucedió o…
“Tsukki, ¿estás conmigo?” Bokuto llama tomando con su mano libre la suya y llevándosela a sus labios, besando sus nudillos “Permanece aquí”
“Yo…” Tsukishima parpadea adaptándose al lugar y nuevamente la sensación de que todo esto es erróneo vuelve, esto podría afectar su relación como amigos. Esto los alejaría y no hablarían más. Tsukishima perdería aquello que ama tanto, a los chicos que tiene en su corazón pese a no decirlo abiertamente, son todo para él “Esto es una mala idea, Koutarou”
El sonido a su lado se detiene, respiraciones agitadas y Tsukishima siente que la atención de los tres hombres están sobre él, lo que lo hace peor, no es un aguafiestas, pero no hay nada que lo asuste más que sentirse alejado de nuevo de ellos. Se supone que la idea de este viaje era para recuperar aquel vínculo que parecía debilitarse, pero con esto sucediendo no sabe si sea el camino que los lleve a reforzar su amistad.
“Kei…” Bokuto baja sus manos para acariciar nuevamente sus muslos, haciendo círculos reconfortantes con sus pulgares “¿No quieres esto? ¿Te incómoda?”
No realmente, no, no es eso. Pero no dice nada solamente se encoge de hombros, quizás si mantiene el acto de borracho tonto ellos serían más inteligentes con sus decisiones.
“Si… dices que te incómoda y realmente no quieres esto, podemos parar aquí ahora” la voz tranquila de Bokuto le calma la ansiedad creciente en su pecho “No queremos hacerte sentir obligado, ni mucho menos hacerlo sin tu total consentimiento”
“¡No me siento obligado!” aclara el rubio con una necesidad de hacerlo saber, si bien le asusta las consecuencias, no le asusta besar a Bokuto o siquiera intentar tener sexo con él o con Akaashi… o de nuevo con Kuroo, no es nada como eso. “Solo que…” el rubio se muerde el labio pensando en si debe admitir que es lo que realmente le asusta o inventarse algo para que dejen de verlo, los otros dos pares de ojos le perforan la nuca “es muy nuevo, ayúdame, por favor”
Ha decidido a jugar como un borracho tonto inocente, se tragará sus inseguridades sobre la relación como amigos, y le hará caso a lo que su cuerpo está reaccionando. Porque no es tan tonto como para ignorar la creciente erección encerrada entre sus calzoncillos, y mucho menos puede ignorar como su corazón se acelera cuando Bokuto lo está tocando.
“Oh por Dios, no pongas ese rostro” se queja Bokuto para después abrazarlo “Eres tan adorable, no puedo esperar a…” la respiración de el peliblanco en su garganta lo estremece, y Bokuto sonríe al sentirlo “quiero realmente consumir cada expresión en ese adorable rostro tuyo”
Tsukishima jadea cuando Bokuto decide chupar la piel en su cuello para después morder, las manos del rubio suben al desordenado cabello del peliblanco y pasa sus dedos entre los mechones. El ruido a su lado ha desaparecido y Tsukishima teme que se hayan mudado de lugar para disfrutar a solas, lo cual no le molesta demasiado sabiendo que Bokuto está dándole la atención que necesita.
Tsukishima es empujado suavemente contra el suelo en la alfombra de la sala, y Bokuto no detiene sus besos pasando sus succiones y mordidas por sus clavículas, cuando la camisa no se estira más… el peliblanco se la quita sin problema. La corriente de aire helado contra su piel caliente le eriza la piel, pero poco le dura el frío corriendo cuando Bokuto también se quita la camisa y pega su gran cuerpo musculoso al suyo ahora acercando sus labios detrás de su oreja para murmurar lo deseable qué Tsukishima luce así.
Sin esperarlo Bokuto empuja sus caderas hacia arriba rosando su erección contra la de Tsukishima robando un gemido de la garganta del rubio, quien lleva sus manos a su boca avergonzado de su reacción. Sin embargo, Bokuto las retira para entrelazar las suyas con las de él, y vuelve a moler sus caderas con más lentitud y dureza, dejando la sensación deliciosa fricción entre sus pollas vestidas.
Bokuto gruñe empujando lento jadeando en su oído mientras que Tsukishima gime recibiendo las ondas de placer que recorren ante cada fricción, nunca había creído que frotarse sería tan placentero, quizás lo era porque Bokuto era quien estaba haciéndolo. Aún así, no es suficiente y lo sabe cuando torpemente trata de empujar contra Bokuto y apenas puede rosario.
“Shh… no seas ansioso, estoy haciendo esto mientras ellos traen lo necesario” murmura Bokuto pegando su frente a la suya, sonriéndole tentador. Vuelve a frotarse y Kei gimotea queriendo que al menos le quite los shorts y sus pieles puedan realmente tocarse “Oh, Tsukki, que lindo luces desesperado por mi pene”
Tsukishima quiere decirle que se calle y realmente lo toque sin ninguna tela interponiéndose, pero antes de que pueda decir algo los pasos vuelven a la sala riendo y el sonido de respiraciones agitadas vuelte. Oh. Ellos han terminado, supone Tsukishima.
“Joder, Bokuto, tuve dificultad para encontrar esto en tu desorden” habla Kuroo arrastrando las palabras. Tsukishima quiere girar su rostro a mirar pero Bokuto decide que es buena idea empujar y robarle otro gemido de sus labios “Oh”
“Tenemos el lubricante” añade Akaashi sacando a Kuroo de su estupor observando a Tsukishima prácticamente encerrado bajo el cuerpo de Bokuto, ya sin camisa mostrando la piel lechosa y sonrojada.
Akaashi se acerca a ellos con Kuroo siguiéndolo, Tsukishima se esfuerza por no mirarlos avergonzado, pero Akaashi no le gusta que no lo vean. Así que estira su mano para sostener la barbilla del rubio quien jadeando parpadea adaptándose a ellos, Akaashi lo observa con demasiada atención su rostro, los ojos verdosos brillan con demasiado interés que Kei cree podría ahogarse en sus ojos.
“Tsukishima luces demasiado bien” murmura Kuroo posicionándose en el otro lateral pasando sus dedos por los rizos de Tsukishima quien cierra los ojos difrutando del otro empuje y la caricia de Kuroo “Quiero lo mismo que ellos… quiero follarte”
Kei gime sintiendo el cosquilleo en su vientre, no puede ser que se correría solamente frotándose y algunas palabras de su ex novio. Kuroo sabe lo débil que Tsukishima es a los elogios y lo mucho que le encanta oírlos, independientemente si son dulces o más directos diciéndole lo mucho que lo desea.
“Detente, Bokuto”
La voz calmada de Akaashi detiene a Bokuto quien parece temblar por querer empujar una vez más buscando su orgasmo. Mientras que Bokuto obedece, Tsukishima no puede evitar quejarse porque estaba tan cerca.
“¡No es justo! Ustedes ya tuvieron su diversión, al menos déjenme…” Tsukishima intenta bajar su mano para tomar su erección, pero la mano de Kuroo se interpone tomando su muñeca.
“No cariño, hoy me temo que deberás ser paciente”
Tsukishima no hace pucheros, no los hace nunca, excepto cuando Kuroo es tan castigador en la cama. Recuerda las veces en las que le negaba el orgasmo en sus juegos, y a Tsukishima le volvía loco tanto como le encantaban, así que su manera de romper a Kuroo era haciendo un puchero digno para que lo deje correrse.
“Tetsu…” llama el rubio tratando de sonar convincente, pero Kuroo solo se ríe por lo bajo disfrutando de ello.
“Esta vez no funcionará” responde el pelinegro acariciando con su pulgar el puchero de Tsukishima “Sé paciente para nosotros, moonshine” dice antes de dejar un beso suave y corto sobre los labios del rubio.
Tsukishima no tiene tiempo para reclamar cuando Akaashi a su lado lo ayuda a sentarse, ya con Bokuto ayudándolo a quitarse los shorts junto con su ropa interior. Apenas le da tiempo para sorprenderse cuando Akaashi lo toma del rostro para besarlo con esa misma languidez anterior, casi como si quisiera grabar la sensación de los labios de Tsukishima en los suyos.
El ruido de ropa cayendo se escucha en el fondo, y pronto más manos están tocándolo. Tsukishima está mareado y sabe que su cuerpo reacciona ante los toques, unos labios están succionando su piel en su cuello y espalda mientras que otros besan el interior de su pierna evitando su llorosa polla qué desea ser tocada. Es demasiado, pero jamás se ha sentido tan excitado como lo está ahora, Akaashi con una de sus manos pasa por su pecho y decidiendo pellizcar sus pezones.
“¡Ah!” jadea el rubio sobre los labios de Akaashi quien sonríe ante la reacción.
“Tsukki sigue tan sensible como siempre” susurra Kuroo contra su oído, erizado su piel.
Akaashi vuelve a pellizcar ahogando el ruido roto de su boca con otro beso profundo, Bokuto muerde el interior de su muslo y siente que podría perder la cabeza si realmente no hacen más que acariciarlo, trata de empujar sus caderas contra Bokuto esperando que se apiade, pero el chico se burla de él llamándolo desesperado. Y quizás tenga razón, no sabe cómo irá todo desde ahí, pero necesita que lo follen o al menos lo hagan correrse una vez.
“Chicos, por favor” murmura cuando Akaashi le da oportunidad de respirar, y a este punto no le importa rogar “Necesito… que me follen” quizás es el alcohol combinado con la necesidad de ser llenado.
Y eso parece ser suficiente para que los chicos decidan hacer algo porque escucha la botella de lubricante ser abierta, nuevamente lo mueven pero esta vez quedando sobre Bokuto y Kuroo a moviéndose para quedar frente a Tsukishima, el rubio se adapta a la vista y coloca sus manos sobre el pecho de Bokuto creyendo que será quien lo follara esta noche.
Akaashi se acerca por detrás, con sus dedos untados de lubricante. Poco después Akaashi es quien lo prepara mientras Bokuto aprovecha la posición de Kuroo para comenzar a besar más allá de su agujero, Tsukishima observa curioso mientras los dígitos dentro de él lo estiran, Kuroo tiene el ceño fruncido mordiendo su labio tratando de no hacer ruido ante la lengua de Bokuto forzando al músculo a adaptarse.
Sintiéndose lo suficientemente estirado, Tsukishima trata de tomar la polla de Bokuto en su mano para guiarla a su agujero, pero Akaashi se lo impide.
“Kei, es mejor trates de sujetarte fuerte” aconseja en voz baja, Akaashi es quien guía la polla de Bokuto quien no deja de dar atención al agujero de Kuroo.
Tsukishima inhala sintiendo la gran polla de Bokuto deslizándose lentamente, estirándolo aún más. Y tal como dijo Akaashi trata de aferrarse al pecho de Bokuto adaptándose al tamaño del peliblanco, pero éste mismo empuja hacia arriba sin darle más tiempo.
“Mierda” jadea Tsukishima, apenas fue un empujón y sabe que probablemente sus piernas no vayan a resistir mucho.
“Mi novio es muy ansioso” murmura Akaashi en la oreja del rubio acariciando el abdomen de Tsukishima “Pero, no debes preocuparte solo por eso” Akaashi desliza nuevamente dedos dentro de él, su agujero apenas lo resiste por lo que asustado se gira ver al pelinegro, pero este lo calma dándole un beso suave en la espalda “Necesito que te relajes, Kei, nos vas a tomar a los dos”
“¿Q-Qué? Estás loco, van a romperme” dice Tsukishima algo asustado pese a que su polla tiembla de interés a escucharlo.
“Lo harás bien, confía en nosotros” Akaashi le da un beso nuevamente pero esta vez en la mejilla “Solo necesito que te relajes y respires, por el momento solo serán mis dedos”
Tsukishima lo observa mordiéndose el labio, todavía dudando de su capacidad, los nervios no le ayudan mucho.
“Tsukki” llama Kuroo para tomarlo de la barbilla, Bokuto parece presionar dos dedos dentro del pelinegro provocando qué su voz salga irregular “Cariño, tú puedes resistirlo, siempre has sido bueno… oh, mierda” Tetsuro jadea mientras su agarre en su mentón se afloja “Dios, Bokuto, ¿puedes dejarme t-terminar de hablar?”
Bokuto sonríe al escucharlo: “Adelante, estoy seguro que ambos pueden hablar teniendo sus agujeros llenos”
Akaashi resopla una pequeña risa, observando como Bokuto empuja dentro de Tsukishima y a su vez ingresa un nuevo dedo dentro de Kuroo, es mágico escuchar a ambos hombres gemir por Bokuto, algo en ello le da envidia, porque todavía debe esperar para finalmente follar a Tsukishima.
Gracias a Kuroo, Tsukishima parece relajarse y los dedos de Akaashi entran con más facilidad junto con la polla de Bokuto qué lentamente empuja cada cierto tiempo. Después de unos cuantos empujes más Tsukishima está lo suficientemente estirado, por lo que Akaashi coloca más lubricante en su propio pene siendo considerado con el material, apenas ha acercado su miembro a la unidad entre Bokuto y el rubio, cuando lo ve tensarse.
“Shh… todo estará bien, ya estás listo” anima Akaashi empujando dentro con lentitud, Tsukishima ahoga un grito cuando la cabeza ha entrado, apoyando sus manos completamente en el pecho de Bokuto jadeando por aire.
“Oh Dios, oh Dios, yo… ¡mierda!” los improperios de su boca se deslizan con facilidad sintiendo el ardor subiendo, Kuroo decide ayudarlo acariciando amablemente su cabello y perfilando su rostro.
“Lo estás haciendo bien, bebé, luces increíble” elogia Kuroo sabiendo que los cumplidos funcionan para relajarlo, pero esta vez Tsukishima no cree que sean de ayuda.
Akaashi apenas se ha movido, está dándole tiempo mientras Tsukishima parece una cuerda tensa a punto de romperse, siente demasiado y sabe que sus ojos pican con lágrimas. Bokuto tampoco se mueve pero parece ansioso por hacerlo, con su pecho subiendo y bajando.
“Voy a moverme” avisa Akaashi segundos después empujando.
“¡Ah! ¡Mierda!” Tsukishima araña el pecho de Bokuto, debido a que la polla de Akaashi entra la de Bokuto de desliza más dentro de él y Tsukishima siente que puede romperse “¡Joder! Tetsu, Tetsu, me voy a romper” el rubio jadea con las lágrimas acumulándose, duele y a su vez siente demasiado dentro.
“Lo haces increíble, mi amor” Kuroo baja para besar la esquina de sus ojos borrando las lágrimas “Sé que puedes hacerlo, ya estás ahí, solo relájate” por último le da un beso en los labios, mientras Tsukishima está temblando.
Akaashi por su parte lo abraza por la espalda dando suaves besos por la extensión de su columna, y Bokuto ahora pasa una de sus manos libres por el brazo del rubio. Ellos tres lo elogian de lo bien que lo está haciendo, le dicen cumplidos y lo llenan de amor, Tsukishima comienza a hipar conmovido porque se siente tan amado en ese instante. Sus tres personas favoritas están ahí, más allá del sexo, conectados.
“C-Continúa” dice Tsukishima finalmente calmado, y su cuerpo sorprendentemente se ha adaptado a tener dos pollas dentro de él.
Akaashi sigue besando su espalda empujando dentro de él, hasta que llega al final. Los tres sueltan un gemido en conjunto, con Akaashi apretando la cintura de Tsukishima. Pronto Bokuto y Akaashi marcan un ritmo lento para follar a Tsukishima, y el rubio se vuelve un desastre de gemidos y gimoteos sintiendo profundo las pollas de los hombres. Sin embargo pronto es callado cuando Kuroo le pide abrir su boca, y sin cuidado mete su pene dentro de su boca.
Tsukishima gime alrededor de la polla de Kuroo, mirando hacia arriba para encontrar la sonrisa presumida del pelinegro.
“También tienes que llenarte de mí, cariño” el tono atrayente de Kuroo es lo suficientemente para que Tsukishima asienta sin quejarse. Kuroo sostiene su rostro para que mantenga su vista en él y Tsukishima no quiere ver a ningún otro lado “Sí supieras lo hermoso que te ves así…” Kuroo empuja hacia dentro hasta el fondo de su garganta “Extrañaba tanto tu linda boca” murmura el pelinegro ido follando su boca sin cuidado.
Tsukishima lo toma todo, sabiendo que Kuroo ama follarle la boca, y trata de hacer un buen trabajo para los tres chicos que ahora lo llenan de todas las formas posibles. Akaashi y Bokuto empujan marcando un ritmo más rápido rosando su punto dulce, el rubio gime alrededor de la polla de Kuroo cuando finalmente siente como su punto dulce recibe atención y es golpeado, una tras otra embestida.
La imagen y los sonidos son completamente obscenos pero Tsukishima está en un punto en el que no le importa, el dolor inicial ha sido reemplazado con total placer y solo quiere seguir siendo follado. Los gemidos de Akaashi y ruidos guturales de Bokuto son música para los oídos del rubio mientras que los jadeos de Kuroo son hipnotizantes. Su propio pene llora por ser liberado y sabe que está tan cerca de alcanzar su orgasmo.
Después de algunas embestidas, finalmente Tsukishima se corre con fuerza manchando el pecho de Bokuto y el suyo, su paredes se aprietan alrededor de las pollas dentro de él robando un gemido fuerte de ambos. Kuroo avisa sobre su orgasmo, pero antes de que pueda correrse Bokuto toma las caderas del pelinegro para dejar la boca de Tsukishima.
“¿Bo… por qué?” Kuroo apenas puede decir algo cuando Bokuto vuelve a meter dos dedos dentro de él “¡Joder!”
“¿Qué…?” el rubio parpadea recuperándose del orgasmo y ve a Bokuto salir de él. Akaashi lo sostiene para darle espacio a Bokuto de retirarse.
“Me temo que Bokuto tiene algo que hacer” se burla Akaashi sosteniendolo para sentarlo en su polla, tocando con precisión su próstata. Tsukishima sobre estimulado gime.
Bokuto se las arregla para moverse e ir por lo que ha estado persiguiendo desde el inicio de la noche. Kuroo se sorprende cuando Bokuto se mueve para quedar frente a frente y finalmente besarlo, la escena frente a los ojos de Tsukishima es demasiado caliente. Bokuto y Kuroo se besan con más intensidad y sin medidas mordiendo y reclamando el dominio del beso, tan fogoso que Tsukishima queda impresionado de lo apasionado que lucen.
“¿Qué te parece, Kei?” Akaashi se mueve dentro de él para volver a embestir contra su próstata “¿No te gusta verlos así?”
“¡Ngh! ¡Ah, si!”
Bokuto mueve sus manos al culo de Kuroo apretando y deslizando la punta de sus dedos para jugar con el agujero estirado del pelinegro, quien jadea contra los labios del peliblanco. Bokuto sonríe y sin delicadeza obliga a Kuroo a girarse para que pueda ver a Tsukishima siendo follado por Akaashi quien no deja de moler su próstata, el rubio con su polla aún manchada de su anterior orgasmo vuelve a levantarse, el rubio no sabe qué tan obsceno se ve ahora, pero incluso si la imagen no es suficiente seguramente sus gemidos lo son.
Su mirada se encuentra con la de Kuroo brevemente pero Bokuto interrumpe su intercambio presionando su polla contra el agujero del pelinegro, abriéndose paso por sus paredes. Kuroo maldice adaptándose a la penetración, pero Bokuto no espera susurrándole al pelinegro que ha esperado por follarlo mucho tiempo y Kuroo no puede evitar gemir cuando las palabras salen de Bokuto mientras empuja profundo en él.
La imagen de Kuroo siendo follado frente a sus ojos es tan fascinante e hipnotizante. Tsukishima observa como Bokuto lo folla sin cuidado y rudeza que Kuroo acepta con todo su cuerpo, su rostro lleno de placer y sumisión, algo que el rubio nunca había visto. Ver al coqueto y supuesto dominante ante la gente ser reducido a un desastre de gemidos y sonidos rotos es excitante, tanto que su polla comienza a gotear. Akaashi ríe contra su cuello.
“Así que Kuroo no es el único que se excita viendo al otro” Akaashi no detiene sus embestidas con precisión, con su mano libre tomando la llorosa polla de Tsukishima.
“¡Joder! ¡Oh Dios!” Kuroo al otro lado es ruidoso siendo completamente destrozado por las fuertes embestidas de Bokuto quien choca sus pieles con tanta fuerza que es obsceno el sonido que resuena.
“A-Akaashi… me voy a correr” avisa el rubio sin poder dejar de mirar a Kuroo.
Akaashi decide que es el momento para aumentar el ritmo lento con uno más rápido y preciso para poder darle sin descanso a su próstata, Tsukishima se aferra al aire soltando improperios por su boca sintiendo el calor ahogándolo.
“¡Ah! ¡Ah! ¡Bo!” Kuroo trata de hablar entre gemidos “¡V-Voy… voy a correrme!”
Bokuto asiente abrazando a Kuroo con fuerza, presionando sus labios en su nuca: “Yo también” murmura lo suficientemente alto.
Y Tsukishima no puede sostenerlo más, y se corre por una segunda vez ruidosamente en la mano de Akaashi. Son oleadas de placer que se extienden por todo su cuerpo, Akaashi lo sostiene cerca y el líquido caliente lo llena, el rubio tararea satisfecho. Los gemidos tardíos de Bokuto y Kuroo llegan y ambos llegan a su propio orgasmo dejándose caer sin gracia en la alfombra.
Los jadeos son lo único que los acompaña, y con honestidad Tsukishima tiene la mente en blanco sintiendo que está flotando, no cree que sea capaz de formular algún pensamiento coherente. Siente los besos de Akaashi por su cuello y parte de su rostro, se siente muy bien, piensa el rubio.
Tsukishima con los ojos cerrados decide que los problemas del día siguiente, no le importan, ahora solo quiere dormir. Y es lo que hace en los brazos de Akaashi.
[…]
Su garganta se siente seca cuando se despierta en la madrugada, sin embargo, eso es lo que menos le molesta. El calor que lo abraza es demasiado, se pregunta en su inconsciencia si olvidaron encender el aire acondicionado. Sus ojos apenas se abren y nota que la única luz de la habitación es la luna del ventanal… es la habitación que Bokuto y Akaashi escogieron al llegar al lugar. Su cerebro lento se da cuenta que no está solo cuando alguien refuerza su agarre para acercarlo, cuando se gira a ver a su derecha se encuentra con el rostro relajado de Akaashi. Sin embargo, su sorpresa es encontrar a Kuroo abrazando a Akaashi también, y a su izquierda está Bokuto abrazándolo de la misma forma.
En esa diminuta cama están 4 hombres abrazados, con sus extremidades enredadas de modo que puedan estar todos juntos ahí. Tsukishima entiende la razón del calor, pero ahora que sabe por qué, no quiere quejarse. Más bien se deja abrazar y siente que todo está perfecto, se siente completo.
Tsukishima envía a tu ansioso cerebro a descansar y a seguir ignorando lo que puede suceder después, por el momento quiere disfrutar de tener a estos chicos que tanto ama junto a él.
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