Búsqueda

Kimetsu no yaiba no me pertenece.
Prohibido copiar este proyecto, sin autorización previa.
Pairing: Nezuko x Sanemi.
Advertencias:
Los personajes son mayores de edad.
Un poco de OoC, existe magia y AU.
Dedicado a: kamado_fan, Alejabarbos

...
No importaba la hora o el día fuera.

Las estaciones cambiaban con el pasar del tiempo.

Quien sea pensaría que aquello era algo más que obvio, es decir, que el tiempo avanzaba sin importar las circunstancias de las personas, ya sean buenas o malas, pero a pesar de todo el tiempo puede curar todo, al menos esa era una idea general que tenían muchas personas, sin embargo un joven de apariencia robusta se negaba a aceptar aquello.

Su hermano no estaba muerto.

Él lo sabia y lo obligaría a regresar de ser necesario.

Ese objetivo era lo único que lo mantenía cuerdo, pero las heridas en su cuerpo no era algo alentador, cada vez que estaba cerca de encontrar a su hermano una misteriosa criatura lo atacaba, evitó soltar un quejido de dolor cuando su madre cosió la herida que tenia en el brazo.

-Genya...- Su madre hacia lo posible para mantenerse fuerte frente a él, a pesar de que hace cinco años perdió a su esposo e hijo.

La noticia fue tan desgarradora que Genya nunca olvidaría la expresión que tuvo su madre ese día. Sus ojos lucían fríos, pero sus palabras todavía eran cálidas.

-Encontré mas pistas- mencionó al ver que su madre le presto un poco de atención. -Unos niños han visto a alguien que se le parece demasiado- informo recordando que esas personas no eran mas que unos infantes. Un mocoso rubio llorón, él otro que tenia una mascara de jabalí en el rostro y él que parecía ser amigo de esos extraños era demasiado pasivo.

-¿Crees...que sea...él?- la señora sabia que quizás habría la posibilidad de que fuera su hijo, noto como Genya apretaba con fuerza sus puños.

Con cuidado acaricio los cabellos del menor

-No es tu culpa- sabiendo de sobra que el pelinegro se culpaba de la ausencia de Sanemi.

-Yo...-

Flash back

-Hermano, hermano- lo llamo varias veces, para detenerlo, a pesar de que continuo tosiendo con mas fuerza, se cubrió la boca al ver que la sangre había manchado su mano.

Sanemi ignoro esas palabras y se fue al bosque, ese día Genya gritó con fuerza, alarmando a todos.

Su padre salió rápidamente en busca de su primogénito, mientras que la esposa se quedaba en casa cuidando del menor de sus hijos y Genya no dejaba de señalar el camino por cual se fue Sanemi, ese día fue el principio de sus desgracias.

La búsqueda paso de ser días a semanas, de semanas a meses y los meses a años, y tal vez el tiempo fue el enemigo de todos, porque aquellos que participaron en la búsqueda comenzaron a dejar el mundo.

-¡Largo!-.

-¡Váyanse de aquí!-.

Los afectados comenzaron a atacarlos y llamarlos culpables.

-¡Por culpa de ustedes perdí a mi ...!

-¡Su familia solo trae desgracias.!

La señora Shinazugawa mantenía la frente en alto, no se dejaría intimidar por esas personas dolidas. Limpio el polvo de la tumba de su esposo, y dejo unas flores sobre esta, pensando en las promesas que habian hecho ambos padres.

Cuidaría Genya.

Encontrarían a Sanemi.

Así sea lo ultimo que haga en esa vida.

Fin del flash back

-Madre...yo estoy seguro de que es él- algo muy dentro de sí, le decia que estaba en lo correcto y estaba el cien por ciento seguro de que su hermano algo tenia que ver con su misteriosa recuperación, que hasta ese entonces la doctora Tamayo lo llamaba milagro.

-Deseo que sea así- la mujer coloco unas plantas medicinales sobre la herida cosida, eso ayudaría a acelerar el proceso de curación, soltó un profundo suspiro, sabiendo que su hijo partiría una vez más.

Con cuidado se alejo y pronunció unas cuantas palabras.

-¿Crees que así, puedes alterar el destino, Nezuko?.

En otro lugar.

Una maga se mantenía concentrada leyendo unos antiguos libros que había logrado rescatar de las islas del sur, todos sus esfuerzos estaban dando resultados, pero aun así. El recuerdo de alguien atravesando su corazón con una espada, era algo aterrador.

A veces, él tenia el cabello negro.

Otras veces era blanco.

No lo negaría, sentia miedo y lo peor era que esa pesadilla no dejaba de perseguirla.

Era como si alguien, estuviera diciéndole que su fin esta cerca.

-Nezuko- la voz de Sanemi llego a sus oídos.

-No- notó como el muchacho la miraba aburrido. -Es Nezuko-sama- le recordó la maga.

Sanemi chasqueo la lengua irritado.

De ningura forma la llamaría así.

-Como sea- advirtió antes de irse.

-Ellos siguen esperando tu regreso- las palabras salieron solas.

-Como si me importara- camino hasta la oscuridad.

Nezuko formo una mueca.

Todo era su culpa.
...

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