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「ɪɴɪᴄɪᴏ」
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El corazón puede doler de distintas formas.

Por una ruptura, una pelea familiar, el final de una amistad, la pérdida de una mascota o...la muerte de un ser querido.

Sin duda esto último sobretodo es algo muy difícil de afrontar ya nadie en esta vida está preparado para perder de manera drástica a un ser querido, a tu sostén, a tu familia, a tu mejor amigo.

Cuando recibes una llamada a las cuatro de la mañana sabes que no son buenas noticias y que algo serio ocurrió.

Yoon Eunji jamás pensó que recibiría aquella llamada.

"¿Familia Yoon? Nos comunicamos del departamento de policía, solicitamos su presencia en el lugar para el reconocimiento de un cuerpo"

Quizo creer que solo fue una confusión, quizás se trataba de otra familia con la casualidad de portar el mismo apellido o quizás de una broma muy pesada de alguién que solo quería molestar.

Pero no.

Yoon Seyeon acabó con su vida aquella noche de otoño.

Y desde entonces todo su mundo se derrumbó. Su hermano no solo acabó con su propia vida si no que también se llevó la de su melliza.

Recordó como fue aquella noche en donde no se atrevió a ingresar a la Sala del forence con sus padres a reconocer aquel supuesto cuerpo. Tenía la esperanza de que no fuese su hermano quien estaba allí pero cuando el grito de su madre se escuchó confirmó su peor pesadilla provocando que ella saliera corriendo en un estado de shock fuera del departamento policial.

La lluvia empapaba todo su cuerpo sin embargo pese a su escasa vista por las lágrimas en sus ojos logró llegar hasta la casa de su mejor amigo, Lee Su-Ho.

Aquel azabache estaba de pie mirando al cielo mientras las gotas de lluvia lo moraban de pies a cabeza. Pisadas rápidas se escucharon como eco por toda calle que se encontraba desolada lo que lo hizo bajar la mirada hacia el frente notando como la castaña corría en su dirección.

-¿¡QUE LE HICIERON!?-Chilló con lágrimas en los ojos mientras golpeaba el pecho del pelinegro.-¿¡QUE LE HICIERON, SU-HO!?-Gritó sin dejar de golpearlo.-ÉL NO SE SUICIDARÍA, ÉL NO ME DEJARÍA.

Sin embargo el más alto solo se quedó estático mirando al horizonte sin sentir realmente los golpes de la más pequeña mientras ella gritaba de dolor.

Él también estaba en shock y no procesaba realmente lo que ocurría.

Poco a poco Eunji fue perdiendo fuerzas mientras caía de rodillas en un charco bajo sus pies cubriendo su rostro sin dejar de llorar.

Su-ho poco a poco se deslizó también hasta quedar de rodillas mientras ambos se dejaban envolver por la lluvia y la oscuridad de la noche con solo la luz de algunos faros iluminandolos.

Ella se acurrucó en los brazos de su mejor amigo. No podía culparlo por las decisiones de su hermano, sabía que algo había pasado pero ni Su-ho ni Seojun tenían la culpa.

-V-vamos adentro, no quiero que te enfermes...-murmuró con voz apagada Su-ho tomando en brazos a la castaña para llevarsela a su apartamento.

Ambos se secaron en silencio y el más alto le brindó a su amiga una de sus remeras y un short que ella había dejado tiempo atrás para que estuviera cómoda.

Ver llorar a la castaña le rompió aún más su corazón.

-Oppa..-Sollozó-¿Pu-puedes dormir conmigo?-Preguntó Eunji acostada en la cama del azabache con la vista pérdida en el techo.

Ambos terminaron acurrucados en aquella cama, ella llorando en su pecho y Su-ho con su brazo en la cintura de la menor aún en estado de shock hasta quedarse dormidos.

Muy temprano en la mañana ambos se despertaron sobresaltados, ella aún en los brazos de Su-ho, por un fuerte golpe en la puerta.

Su-ho fue quien se levantó con desánimo y salió de la habitación perdiéndose de la vista de Eunji.

Ella tomó su teléfono para responder a su madre para que no se preocupara por su repentina desaparición hasta que un estruendoso ruido en la sala la hace sobresaltar y salir de la cama para correr en esa dirección donde provenía él ruido.

Seojun sujetaba con fuerza de la camisa de Su-ho estampandolo contra la pared.

Eunji pegó un grito al ver cómo Seojun golpeaba el rostro de Su-ho notando como la nariz de este sangró. Sin embargo él no reaccionó contra su amigo.

-¿¡QUE HACES!?-Gritó apenas puesto que su voz se encontraba dañada y seca por tanto llorad intentando frenar la pelea.

La mirada de ambos chicos se dirigen a ella.

-¿¡SEYEON MURIÓ Y TU ESTAS REVOLCANDOTE CON SU HERMANA!? -Exclama Seojun con una sonrisa amarga en sus labios mirando a Su-Ho.-¿Y tú? ¿Tenias que ser tan zorra para que no te importe acostarte con el asesino de tu hermano?

Eunji se acerca a ambos chicos y estampa su mano en la mejilla de Seojun totalmente tensa por sus palabras.

Su-Ho queda anonadado por las palabras de Seojun. Jamás imaginó que él le hablaría así a Eunji, la mejor amiga de ambos. Podía tolerar los golpes de su amigo pero que se metiera con la más pequeña jamast.

-Vete.-Exclama con frialdad Su-Ho aún sin poder creer como se había dirigido hacia la menor de los Yoon mientras dejaba un golpe seco en el pecho de Seojun apartandolo de él.

Por un segundo en los ojos de su amigo vió un arrepentimiento por sus propias palabras sin embargo rápidamente volvió a colocar aquella mirada de odio y se marchó del Departamento de Su-ho.

Y esa fue la última vez que vió a sus mejores amigos porque luego de eso Eujin volvió a su casa para abandonar el país con sus padres.