2.
A lo lejos escuchó las olas del mar. Con lentitud camina hacia aquella luz para salir de la cueva donde estaba para encontrarse con una vista impresionante. Estaba en una playa completamente desolada, no había nadie allí más que ella.
Su cabello voló por el viento mientras los rayos de sol acariciaba su blanca piel. Se acercó un poco al mar y dejó que el agua salada acariciara sus pies.
—Eunji—Escuchó su nombre en el viento mientras su piel se erizaba.
Esa voz la conocía.
—Eunji—Volvió a escuchar y ella miró para todos lados y comenzó a correr en esa dirección.—Eunji—Volvió a susurrar pero la voz se hizo más fuerte y reconoció aquella voz.
—¡Seyeon!—Gritó ella en su búsqueda hasta llegar a un acantilado.
Allí, de espaldas, estaba su hermano.
Poco a poco Seyeon giró sobre sus pies para mirar a su hermana con una sonrisa y extendió sus brazos en su dirección.
Ella sonrió y con lagrimas en los ojos corrió hasta su hermano hasta arrogarse sobre sus brazos. El castaño la atrapó en el aire y entre risas dió un par de vueltas hasta dejarla nuevamente sobre las piedras.
—Oppa—Susurra ella sollozando de alegría mientras se funden en un hermoso abrazo.
—Aigoo, ¡ya!—Dice él entre risas— ¿Por qué tan llorona, Eunji?
Ella entre risas deja un golpe en el hombro de su hermano.
—Te extraño tanto.—Dice ella entre lágrimas mientras sonríe.
Seyeon la mira con ternura mientras limpia sus lágrimas.
—A qué no me atrapas.—Dice el castaño y corre hasta el final del acantilado para saltar.
—¡SEYEON!—Grita Eunji corriendo por donde fue su hermano muy preocupada.
—¡VAMOS! —Su hermano está en el mar riendo a carcajadas.
Una sonrisa vuelve a aparecer en el rostro de la melliza más pequeña y toma carrera para así terminar saltando.
Cuando su cuerpo toca por completo el mar no siente frío, de hecho el agua estaba cálida.
Abre los ojos aún bajo el agua y se da cuenta que no sólo puede ver si no que también puede respirar.
Seoyeon se hunde y ambos se miran riendo a carcajadas y nadan bajo el agua tomados de la mano hasta volver a la orilla acompañado por hermosos peces.
Cuando salen ambos se encuentran completamente secos y se sientan en la arena para contemplar el atardecer abrazados en silencio.
Seyeon comienza a tararear la canción que habían creado de niños y ella le sigue el ritmo mientras su hermano a veces le pica la costilla para hacerla reír.
—Desde que no estás no se que hacer, nada en mi vida tiene sentido.—Dice con lágrimas en los ojos.
—De los dos, tu siempre fuiste la más fuerte pero sabes que siempre estaré cuando me necesites, si sabes que hacer sólo ten fé en ti y no renuncies a nada de lo que quieres.—El castaño acaricia el pelo de su hermana y luego besa su frente.—Busca a Su-ho y a Seojun. Se necesitan.—Le susurra en el oído mientras se levantaba de la arena para dirigirse hacia el mar tarareando Starlight.
Eunji quizo ir con él pero por alguna razón no pudo levantarse de la arena.
—¡Seyeon!—Grita en suplica para que no se vaya.
Su hermano detiene su caminata y mira en su dirección.
—¿Si?
—Feliz cumpleaños.—Dijo ya con una sonrisa Eunji.
—¡Feliz cumpleaños, hermana!—Grita feliz finalmente Seyeon mirándola con una sonrisa que le transmitió paz mientras se despedía con su mano y ella dejó de intentar levantarse.
Dejó que sus lágrimas se liberaran de sus ojos mientras sonreía agitando su mano en despedida.
—Te amo.—Sollozó mientras veía como su hermano se adentraba al mar y cada vez que nadaba más lejos el sol también se ocultaba hasta que todo quedó oscuro.
✦ ˚ · .
· •.
—Buenos días.—Escuchó una voz a lo lejos y poco a poco Eunji abrió los ojos para encontrarse con Hwan quien sonreía pero al ver el rostro de la castaña su expresión cambió a una más preocupada.—¿Estas bien?
Ella recordó su sueño y sonrió con lágrimas en los ojos, su hermano la había visitado en sus sueños una vez más. La última vez que lo hizo fue cuando do llegó a Estados Unidos.
—Más que bien.—Susurra finalmente dejando a relucir aún más su sonrisa permitiendo que su amigo viera sus perlados dientes.
Ella miró la hora y se dió cuenta que llegaba tarde a su reunión con el Sr Lee.
El hombre había llegado a Estados Unidos hace algunos dias solo por el día de su cumpleaños y pidió audiencia con ella. Aunque Eunji en un principio quiso negarse pero tuvo consideración en que el hombre había estado pagando todas sus terapias, clases y hospedajes desde que llegaron.
Aquel día el Sr. Lee se arrodilló ante ella sorprendiendola por completo y en esa posición le había explicado todo lo que ocurrió el día que su hermano decidió acabar con su vida. Ella lo había estado culpando todo ese tiempo pero gracias a su confesión pudo comprender que era inocente. El hombre agradeció el perdón de la joven y ambos decidieron restaurar aquella buena relación que tuvieron alguna vez como un tío y una sobrina.
—Tio Lee disculpe el retraso.—Exclamó la castaña haciendo una pequeña reverencia con su cabeza en forma de disculpas.
—Dulce Eunji, feliz cumpleaños.—Exclama con una sonrisa abrazandola y luego le entrega una pequeña cajita.
—Pero....
—Acepta este regalo de un joven anciano.—Dice con humor mientras intenta poner una cara tierna lo que resulta en una muñeca graciosa para Eunji logrando una risa.
Ella abré el pequeño cofre y ve unas llaves con un pompon.
—Esto debe ser una broma, Sunbae.
—Por supuesto que no. ¡anda!—Finje seriedad mientras hace un ademan con su mano—Pero tu regalo no está aquí.—Le entrega un sobre.—Está aquí.
Eunji abre el sobre y ve un pasaje a Corea.
Miró al Sr. Lee y su corazón comenzó a latir.
—Creo que ya es hora de que vuelva a a tu verdadero hogar pero por supuesto que no te presionaré pero se que hay personas allá que desean verte—Carrasca su gaeganta—por eso la fecha lo pones tú—El señor Lee rasca su cabeza nervioso.—Esta noche vuelvo a Corea.
—Yo...lo pensaré.—Sonríe guardando el sobre y las llaves en su mochila—Muchas gracias por el regalo.—Le da un pequeño abrazo—Que tengas un buen regreso, tio Lee.
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· •.
Eunji miró el sobre en sus manos mientras se mordía el labio ansiosamente.
Había llegado a su casa ha hace un buen rato, sus padres se encontraban trabajando y Hwan tuvo que acompañar a su madre a hacer las compras.
Recordó las palabras se Seyeon en su sueño.
“Busca a Su-ho y a Seojun”
Pensó como había quedado todo la última vez, aquel día no sólo perdió a su hermano si no a sus dos mejores amigos. Ella tampoco intentó ponerse en contacto, de hecho, desde aquel entonces ella se volvió un fantasma para el mundo. Eliminó sus redes sociales y consiguió un nuevo número de celular que sólo lo tenían cuatro personas.
Temió por un momento de como sería el reencuentro si es que decidía volver a Corea.
Claro que tenía curiosidad de volver a ver a que los chicos, pero también recordó las dolorosas palabras de Seojun hacia ella la última vez.
Tampoco los buscó por redes sociales aunque a veces se moría de ganas.
Ellos vivían en cada recuerdo y no había día que no extrañara a ese par.
Sobretodo a Seojun. Aquel idiota que hacia su corazón latir. Río levemente al recordar lo celoso que solía ponerse cuando algún chico quería acercarse a ella pero el jamás lo admitió, se justificaba con que solo quería protegerla de los idiotas y eso le daba ternura. Eunji sabia que él no era un chico que admitiera sus sentimientos con palabras.
Tomó el cuadro que estaba al lado de su pequeña mesa de luz y admiró la foto un momento en donde estaba ella con su hermano y sus dos mejores amigos abrazados.
Era graciosa porque Seyeon y Su-Ho fulminaban con la mirada a Seojun puesto que en el último momento éste beso su mejilla haciéndola reír.
—Ay chicos..—Murmura y suspira dejándose caer en su cama.—Universo dame una señal para volver a reunirme con ellos.
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Traduccion;
Sunbae: Término para referirse a una persona con más conocimiento académicos que tú.
Oppa: “hermano mayor” y lo usan las chicas hacia su hermano mayor, novio o amigos muy cercanos con los que se tiene confianza.
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