Capítulo 8: Perspectiva de Vegeta
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*mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Templo de Kamisama - El Mirador*
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La furia que había logrado mantener contenida salió tan pronto sentí el ki de este insecto... de este maldito traidor.
Mi respiración era errática, sentía que en cualquier momento mi corazón saldría de mi pecho; mis oídos zumbaban y mis brazos temblaban, pero aún mantenía la fuerza de mi agarre intacta. La magia del dragón no solo había bloqueado los recuerdos de la tierra, también había logrado bloquear mi tiempo en el ejército de Freezer: antiguos castigos y torturas que al bastardo le encantaba infligir a los pocos saiyajins que habíamos sobrevivido. Una de las razones por las que nos dejó vivir a Raditz y a mí por tanto tiempo.
Todos esos recuerdos habían comenzado a regresar a una velocidad abrumadora durante el viaje. Fue peor cuando recordé que Kakarotto se teletransportó una vez a la sala de gravedad de madrugada, hace ya dos años y terminó contándome la discusión con su esposa.
La arpía quería otro hijo, y Kakarotto se había negado.
Ese cabeza hueca me lo había contado todo. Jamás había vuelto a tocar a su esposa después de su regresó del más allá. Podía fingir ser un idiota delante de todos, pero incluso él tenía sus límites.
Con esa discusión fue el inicio de las peleas, los insultos y las reuniones secretas: Bulma y yo vimos como lentamente la máscara de Kakarotto se rompía cada vez más; Gohan visitaba más a su madre en un intento por distraerla, recibiendo él el maltrato y la atención; una vez escuché a Goten contarle entre sollozos a Trunks que estaba cansado de escuchar a su madre gritar, que incluso le tenía miedo.
Esa arpía, esa maldita tramposa había orquestado todo esto para tener a su esposo y a sus hijos como títeres... llegando al punto de violar a Kakarotto en contra de su voluntad.
Algo que había jurado por sangre jamás volver a permitir...
Por culpa de estos insectos los vínculos familiares con los que durante años aprendí a aceptar, incluso apreciar resultaron dañados por las discusiones hirientes, el odio y el desprecio ciegos que tenía por Kakarotto y mis sobrinos, debido a esa vida falsa implantada en nuestras mentes.
Sentí como las lágrimas comenzaban a acumularse en mis ojos lentamente, al mismo tiempo que mi mente repetía una y otra vez las violaciones; las torturas; las golpizas; los gritos de agonía de los que quedaban de mi raza... de Nappa, de Raditz, los míos.
Juraría haber escuchado por un segundo los gritos de Kakarotto y de Bulma... mi esposa.
Había roto la promesa a mi raza, a mi familia...
"¡VEGETA POR FAVOR DETENTE!" Escuché a alguien gritar... reconocía esa voz.
Parpadee rápidamente, regresando al presente. Mi visión había comenzado a nublarse sin darme cuenta. "Kai... ¿Kaiosama?" Pregunté casi en un susurró.
"¡Vegeta detente por favor! Esta no es la forma." volvió a pedir de forma desesperada. Ahora sí estaba seguro que era Kaiosama.
Miré hacia abajo y me encontré con la mirada aterrorizada de Krillin; mis manos aún agarraban su cuello con fuerza, su cara se había puesto ligeramente roja y morada, mientras sus manos hacían el patético intento de alejarme.
Después de tantos años de haber dejado el ejército de Frezzer (y por culpa de ese saiyajin pacifista) había dejado de disfrutar ver el miedo y el terror en los ojos de las personas a mi alrededor, incluso diría que ahora me desagrada. Pero en este momento no sentí eso, en cambio, solo sentía pura satisfacción.
Sería tan fácil solo apretar con más fuerza y podría sentir como se le rompía el cuello... las esferas ya no podrían revivirlo.
Estaría vengando a mi familia, lo estaría castigando.
"¿Por qué debería?" Pregunté en voz alta, no pude evitar mostrar una sonrisa de satisfacción al imaginar su muerte. "No es como si alguien lo extrañara."
"Incluso tú sabes que eso es mentira, Krillin tiene una hija, al igual que tú." el recuerdo de mi pequeña y todas las veces que lloro al ver el rostro de odio de Kakarotto solo provocó que apretara mi agarre. Me dan más razones para matarlo. "¡Espera, Vegeta!"
"¡Vegeta no puedes matarlo!" Escuché el grito de Piccolo. Giré hacia la derecha y lo ví, estaba un par de metros lejos de mí, tenía levantadas un poco sus manos, como en un intento de controlar a un animal rabioso. Y no estaría lejos de la verdad. "Espera a que Goku y Bulma recuperen la memoria... ellos también tienen voz en esto."
Vi directamente a sus ojos sin decir ni una palabra: noté que estaba preocupado porque matara a este bastardo, pero tenía un punto; suficiente tiempo Kakarotto ha tenido la boca cerrada. Además, no podía quitarle toda la diversión a mi esposa.
Regresé mi mirada hacia el patético terrícola, su cara estaba casi completamente morada, sus ojos se habían puesto rojos por la presión y abría la boca en un hilarante intento de conseguir más aire. No faltaría mucho para que el poco oxígeno al que aún accedían sus pulmones se acabará.
Quité una de mis manos y agarre su brazo izquierdo con fuerza, en un rápido movimiento me levanté, gire y lo lance a uno de los muros del templo, destruyéndolo.
"¡Krillin!" Creo que era 18.
Ya no pude contenerlo, rápidamente mi respiración se volvió más inestable, mi transformación se perdió y no pude evitar caer de rodillas al suelo. Agarré con ambas manos mi cabello y lo apreté con todas mis fuerzas. Mi pecho dolía demasiado, me faltaba el aire y solo provocó que respirara más rápido, pero dolía, siempre dolía. Mis oídos volvieron a zumbar y comencé a temblar: todo lo que había pasado; todo lo que había visto; lo que fui obligado a ver; lo que fui obligado a soportar pasó por mi mente intentando ahogarme, enterrarme. El pasado había venido a torturarme de nuevo.
Fui al menos lo suficientemente consciente para escuchar pasos acercándose.
"Vegeta, respira..." alguien hablo, creo era Piccolo.
"¡No te acerques!" No pude evitar gritar, sabía que cualquiera que se acercará saldría herido o lo mataría por accidente. Había pasado mucho en ese entonces.
"Vegeta, nadie está cerca de ti." Escuché otra voz, era Ten Shin Han, y con él pasos se escucharon, pero estos no avanzaban, estaban retrocediendo. "Vegeta, tienes que respirar, hazlo lentamente..."
Lo escuché, y aunque odiaba recibir órdenes sabía que tenía que hacerlo, al menos por esta vez.
Comencé a respirar por la nariz y exhalar por la boca, fue errático al principio, pero no pasó mucho para que comenzará a respiraba más lento; mi cuerpo poco a poco dejó de temblar, mi corazón dejó de latir en exceso y por fin tuve el control suficiente como para soltar mi cabello, colocando mis manos en el suelo. Había dejado de doler.
A mi memoria llegaron momentos de mi niñez: cuando no podía controlar mis ataques y era Nappa quien me guiaba.
Lentamente me senté en el suelo y crucé las piernas, aun respirando. Nuevamente se activó mi sentido del ki y pude sentir las presencias que estaban en el templo y después las que estaban debajo de nosotros; Karin; el pequeño poblado que estaba al fondo; Satán City; Corporación Cápsula; Bulma, Trunks... Bra. Rápidamente mi respiración volvió a la normalidad.
Me calmé lo suficiente para escuchar pasos hacia mi dirección, levanté el rostro y abrí los ojos, sin recordar cuándo exactamente los había cerrado. Frente a mí estaba Popo, él tenía una pequeña charola con algunas botellas de agua.
"Tienes que beber agua." Dijo, mirándome serio. No pude evitar soltar un bufido, pero tomé una de las botellas y rápidamente la vacíe, junto con otro par.
Habían pasado años desde que tuve un ataque y más desde que alguien los había presenciado, todos ellos ya habían muerto.
"Vegeta, ¿Estás bien?"
Levanté la mirada y me encontré con el rostro casi inexpresivo de Piccolo, casi. Sus ojos demostraban que estaba enojado, disgustado y preocupado. Lo que no sabía era si estaba preocupado por Kakarotto o por mí, probablemente ambos.
Tantos años en este planeta hicieron que me acostumbrara a qué se preocuparán por mí; había sido primero Bulma, Trunks, Kakarotto... y la lista solo se alargó con los años. Aún era desconcertante que se tomarán siquiera el tiempo para preocuparse, pero no estaba de humor para discutir.
"Mejor que ese traidor..." respondí.
Ten Shin Han se había acercado un poco, pero la pared donde había lanzado al bastardo estaba siendo sorprendentemente reparada por Whis. Mientras, un par de metros más adelante apoyado contra uno de los árboles estaba Krillin, siendo curado muy... lentamente por Dende. A su lado estaba No. 18 con un rostro impasible.
"Dende solo lo curará lo necesario." Piccolo dijo, yo solamente levanté una ceja. "Ya no está dispuesto a curarlo completamente, ni siquiera el maestro Karin."
"Así que la bola de pelos también sabe." Desde el inicio de todo este desastre no había venido al templo, siempre pasaba algo que me impedía venir. Ahora lo sé mejor, había sido culpa del dragón.
"Lo hace, Yajirobe es otra historia." Dijo está vez Ten Shin Han, quien veía la curación con un ceño fruncido. "Piccolo y Dende no salieron afectados al tener conexión con las esferas."
"Por ese antiguo Kamisama puedo suponer." Algo que hizo bien ese viejo Namek. "Pero, ¿Y tú?"
"Ten Shin Han fue afectado parcialmente." Respondió Dende, quien se acercó a nosotros después de acabar con el humano desmayado, Popo de inmediato se colocó a su lado. "Al ser un híbrido entre un humano y un Triclope, el deseo logró darle algunos recuerdos falsos, pero sin bloquear ninguno."
"Triclope..." susurré, algo sorprendido. Tenía un vago recuerdo de leer en antiguos archivos de conquista sobre un planeta abandonado con un nombre parecido. Mire de nuevo a Ten Shin Han; eso explicaría su ki, parecido al de los humanos, pero con una clara diferencia. "Eso explica mucho." El guerrero simplemente suspiro. Me levanté del suelo un poco menos rápido de lo habitual. Recordaba muy bien cuando me caía al intentar caminar de inmediato, no necesitaba más demostraciones de debilidad por hoy.
"Señor Vegeta... lo que dijo sobre el señor Goku... ¿Es verdad?" Miré a un lado y me encontré con la mirada preocupada de Dende. Fue una sorpresa que fuera él quien preguntara primero.
Suspiré, regresando al fondo de mi mente los recuerdos, pero sin poder hacer nada con la culpa, la decepción y el dolor que estaban en mi pecho.
"Fue verdad." No pude evitar soltar una risa amarga. "Kakarotto no tiene vergüenza en contar sobre su nula vida sexual, en eso se parece mucho a los saiyajin." Terminé, serio.
El rostro de Dende rápidamente mostró dolor y se llevó una mano a la boca, mientras unas cuantas lágrimas escapaban de sus ojos, Popo rápidamente se acercó a él y puso una mano en su espalda. Regularmente era Piccolo quien apoyaba a Dende, pero una rápida mirada me mostro que no estaba en condiciones; él se había movido para estar a la orilla del mirador, su vista estaba fija hacia abajo, claramente estaba viendo a Kakarotto en estos momentos. Inconscientemente busqué su ki, pero recordé que su nivel de poder era demasiado bajo incluso para sentirlo.
Voltee a ver a Ten Shin Han y él tenía una expresión en blanco, la única emoción que se mostraba en su cuerpo era la fuerza con la que apretaba sus puños.
Sin poder evitarlo llegaron los recuerdos de las golpizas y violaciones de Raditz a manos de la mayoría de las fuerzas Ginyu, Zarbon, Dodoria... sobre todo de Frezzer, siempre fue el más cruel.
Odie a Kakarotto por el hecho de que perdonara la vida de Frezzer más de una vez, ese insecto solo merecía la muerte, pero ese tonto no sabía por lo que habíamos pasado los saiyajins restantes bajo sus órdenes, y era mejor así... Era un consuelo que él, Tarble y Broly se hubieran salvado de ese infierno.
Pero ahora... no esperaba con ansias la reacción de Kakarotto...
El sonido de una tos nos alertó a todos. Giré y vi como 18 ayudaba lentamente a Krillin a levantarse, por su aspecto, claramente necesitaba ayuda.
Sus ojos aún estaban rojos por la presión que hice en su cuello, la piel de su rostro está entre roja y muy pálida, pero lo que me dio cierta satisfacción (aunque fuera un poco) fueron los moretones morados, verdes y rojos que estaban en todo su cuello, incluso habían marcas de mis dedos. Piccolo había dicho la verdad, Dende solo curó las heridas que tuvo al ser lanzado a la pared y casi nada del estrangulamiento.
Lentamente el traidor se levantó y caminó hacia nosotros, siempre con una mano alrededor de su cuello. Tenía una mirada de culpa y miedo, 18 en cambio tenía una de preocupación, aunque era ahogada con una furia fría, todo dirigido a su esposo. Se detuvieron a un par de metros, instantáneamente la androide lo soltó cuando Krillin pudo estabilizarse y se alejó unos cuantos pasos. El humano vio esto y solo suspiró.
"Vegeta-a..." hablo con una voz ahogada, claramente con secuelas de mi fallido intento de asesinato. "De verdad-d... yo-o no sabía..."
"¡CALLATE!" Grité con furia contenida, el insecto dio un par de pasos atrás con terror. "¡No quiero escuchar tus patéticas excusas!" Cerré mis ojos y di un par de respiraciones profundas. El ataque se acabó, pero mi furia estaba a nada de disminuir. Volví a abrir los ojos y lo miré. "La única razón por la que sigues con vida es solo para que mi esposa y Kakarotto decidan qué hacer contigo." Me acerque lentamente a él, mis ojos brillando de color turquesa, apenas contenía mis instintos. "Pero ten en cuenta esto, cuando todo termine yo personalmente me encargaré de hacerles pagar a todos y cada uno de ustedes... los saiyajin soportamos muchas cosas. ¡Pero una traición se paga con sangre!" Declare, asegurándome de verlo directamente a los ojos y viera que no estaba jugando. Sin querer ver por más tiempo su expresión de culpa y miedo me gire, alejándome de él.
"Bien, creo que eso sería todo." Comentó no tan jovialmente Whis al terminar de reparar la pared, se dio la vuelta y se acercó a nosotros conjurando una silla para que Dende pudiera sentarse, lo cual hizo, sin antes darle una sonrisa agradecida al ángel, el cuál regresó. "¿Qué es lo que pasará ahora?"
"Piccolo." Lo llame, él aún estaba en la orilla del mirador. "Dijiste algo sobre Porunga." Al escucharme se dio la vuelta y nos miró a todos, deteniéndose un segundo en el traidor y regalándole una mirada de completa cólera, después me miro, ya más calmado.
"Porunga es el más antiguo y fuerte de ambos dragones. Él sería el único que puede deshacer esto, pero debemos darnos prisa, entre más tiempo pase puede que deje alguna secuela." Suspiro, mirando por un momento a Dende. "Incluso si deshacemos los deseos todos serán capaces de saber qué recuerdos son falsos, pero tendrán que mantenerlos."
"Señor Vegeta." Llamo Dende, se veía más tranquilo, pero su mirada era triste y llena de arrepentimiento. "¿Cree que pueda ir a Nuevo Namek en una nave? El señor Goku... era el único que sabía teletransportarse."
"Puedo hacerlo, pero no tengo las coordenadas..."
"Yo puedo darte las coordenadas Vegeta." Kaiosama dijo, jamás creí alegrarme de escucharlo.
"Pero hay un problema." Exclamé, todos me miraron. "¿Es correcto que vaya yo? No tengo la mejor historia con los Namekuseins, puede que incluso me nieguen los deseos si yo se los pido."
"Eres el único que sabe manejar una nave Vegeta." Piccolo recalco.
"No tiene la mejor historia con nosotros señor Vegeta, lo admito." Continuó Dende, levantándose. "Pero nosotros los Namekuseins no somos como los humanos. Nosotros no albergamos emociones como el odio, la venganza o el resentimiento; desconfiaran de usted, de eso no hay duda. Pero el Gran Patriarca verá, al igual que yo, que usted ya no es el mismo de antes y que no usará las esferas con intención maliciosa, sino para ayudar." Dijo, con la seguridad de sus palabras plasmada en su mirada. "En cuyo caso no irá usted solo, el Señor Piccolo lo acompañará."
"¿¡Qué!?" Exclamó sorprendido Piccolo, tal parece que no sabía esa parte del plan, solté una pequeña carcajada. "Nunca dije que iría."
"Es lo mejor, señor Piccolo." Dende reiteró sonriendo un poco, probablemente había preparado todo esto. "Yo no puedo dejar la tierra, a la señorita 18 jamás la han visto y el señor Ten Shin Han tuvo muy poco contacto, usted es la mejor opción. El Gran Patriarca confiará en su palabra."
"Si te preocupa dejar desprotegido el Templo, yo me quedaré aquí a hacerle compañía a Dende." Dijo Ten Shin Han, matando al instante la excusa que Piccolo estaba a punto de decir. "Me contaste que estuviste con los Namek en toda su estadía en Corporación Cápsula, tu presencia hará que confíen." No pude evitar alzar mi ceja con curiosidad, han pasado más tiempo juntos de lo que pensaba.
Piccolo miró entre Dende y Ten Shin Han aún sin creerlo, al final solo suspiró. "De acuerdo." Acepto, claramente infeliz.
"Tengo una duda..." no pude evitar preguntar. "¿Qué hace ese traidor aquí?" Señalé al bastardo lejos de nosotros.
"Vino aquí a hablar." Habló por primera vez 18, ella estaba parada un poco más cerca de nosotros, con ambos brazos cruzados. "Necesitan saber exactamente qué deseos pidieron para poder deshacerlos."
"¿Y acaso tú no sabías nada de esto?" Pregunté sarcásticamente.
"Yo no sabía..." Declaró con furia fría. Eso no se podía fingir. "Desperté un día y Goku apareció en nuestra casa vestido con traje con ese estúpido peinado y cuando comenzó a hablar de todo excepto de artes marciales supe que algo estaba muy mal." Volteó lentamente a ver a su esposo, quien tenía la cabeza gacha. "No pasó mucho para que la culpa lo consumiera... pero no sabía el alcance de lo que hicieron."
"Es claro que no sabían, solo pensaron en su mundo ideal lleno de flores y color de rosa." Dije, en tono burlón. Ni siquiera quería pensar en lo que sufriría Bulma. Si pensaba más en el tema sabía que iría a matar a ese imbécil de Yamcha.
"¡No creí que llegaría a esto!" Gritó Krillin, sus manos ahora formaban puños y miraba a todos en busca de alguien que lo entendiera. "Goku es mi amigo, lo conozco más tiempo que tú Vegeta. ¡Solo hicimos lo que creímos mejor para él!"
"¡NO ME SALGAS CON ESA ESTUPIDEZ!" Grité indignado, mis ojos habían cambiado de color nuevamente. "¡Lo mejor que le pudo pasar a Kakarotto fue haberse separado de esa arpía!"
"Chichi fue buena para Goku, tuvo hijos, incluso logró que consiguiera un trabajó." Declaró, como si fuera una hazaña digna de elogiar. "¡Su estúpido amor por las peleas nos ha causado muchos problemas, Chichi lo mantenía a raya! ¡TAL VEZ ELLA HUBIERA IMPEDIDO QUE SE HICIERA EL TORNEO DEL PODER Y NOS PUSIERA EN PELIGRO A TODOS!"
"¡TÚ NO TIENES EL DERECHO PARA DECIDIR EN LA VIDA DE UN SAIYAJIN Y MUCHO MENOS EN LA DE KAKAROTTO, POR ÉL ESTAMOS VIVOS!"
"El señor Vegeta tiene razón." La voz fría de Whis corto toda la discusión. "El Rey del Todo Zeno Sama tenía planeado hace tiempo desaparecer a los universos de bajo rendimiento. Si el señor Goku no le hubiera recordado el torneo, todos ustedes ya hubieran desaparecido." Se río el ángel al final, como si contara una anécdota.
"Pero... no nos hubiera destruido a nosotros. El-el dijo que Goku era su amigo..." tartamudeo el traidor al final.
"Señor Krillin creo que usted aún no lo entiende." Se río ligeramente Whis, divertido por la estupidez humana. "Hemos existido por mucho tiempo, visto como en el camino planetas y civilizaciones perecen por los mismos errores. Si bien Zeno Sama le atrajo por alguna razón el señor Goku, no hubiera dudado en destruir el universo 7 si lo viera desechable y de querer salvar al señor Goku lo hubiera enviado a otro universo, pero únicamente a él. Incluso si el señor Goku quisiera salvarlos sería inútil, y de enojar a Zeno Sama sería destruido también." Su sonrisa bajó un poco. "El señor Goku sin saberlo les dio la oportunidad a todos de luchar por su vida. El problema fue que el resto de los universos vieron en el señor Goku a alguien a quien culpar por sus fallas, siendo en realidad ellos los verdaderos causantes del Torneo y su casi completa aniquilación." Al escucharlo todos se quedaron en silenció. La fría y divertida revelación por parte del Ángel había sido inesperada.
Se escuchó el sonido de alguien cayendo, al girar ví que el causante era Krillin, había caído de rodillas; su mirada estaba clavada en nada en particular, estaba en blanco. Tal parece que se había dado cuenta de la magnitud de sus acciones. Me acerqué a él y me arrodillé a su lado, con una sonrisa fría en mi rostro. Iba a disfrutar esto.
"A Kakarotto le importaba mucho tu compañía, jamás lo entendí, pero siempre decía que te veía como el hermano que nunca tuvo, incluso si tú le tenías miedo debido a su herencia." Al escuchar esto el humano dejó de respirar por la sorpresa. "Él vio las miradas de sospecha y miedo que lanzabas a veces, incluso vio tu alivio cuando murió salvándonos a todos de Cell... ¿Pero le importo? No, el idiota estaba dispuesto a todo con tal de que siguieras siendo su amigo, incluso si tuvo que ocultar su verdadera naturaleza y mostrar una actuación de estúpido para que no te asustaras más." Los ojos del traidor se abrieron en reconocimiento. La máscara de Kakarotto se rompió varias veces en su presencia, lo suficiente para que se diera cuenta. Fue aún más recurrente cuando dejó a la arpía, se sentía libre. "Dime cuándo Kakarotto recuerde. ¿Tendrás el valor para decirle que lo hiciste *por su bien*? ¿Qué tú eres el causante de que Gohan se vaya a divorciar? o ¿Qué Goten sea maltratado por sus tutores privados?"
El grito de culpa y dolor que Krillin soltó, junto con las lágrimas que lo acompañaron fue hilarante, después entre sollozos pedía perdón desesperadamente a Kakarotto y sus hijos. Pero no podía quedarme a ver el final de su escena.
Me di la vuelta y me dirigí a la orilla del mirador, no sin antes mirar a Piccolo: su expresión no había cambiado, era claro que él sabía de lo que hablaba o al menos en su mayor parte.
"Iré por la nave, cuando el insecto deje de llorar que te diga como pidieron los deseos. Nos iremos tan pronto regrese." El solo me dio un asentimiento, me elevé en el aire sin aumentar mi ki y volé en dirección al edificio principal de C.C.
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La rutina de Trunks había sido la misma desde hace meses. Los fines de semana se levantaba al alba y se vestía formalmente para ir a la CEDE Principal de Corporación Cápsula; ahí se encargaba de las juntas, reuniones con inversionistas y el papeleo, hasta bien entrada la noche.
Antes de este desastre un jefe adjunto se encargaba de eso, Bulma se quedaba en su laboratorio con su padre y Trunks pasaba tiempo con Goten o en su defecto con Mai... su pareja.
Pareja que no he visto desde que comenzó todo esto...
Me detuve en mi vuelo y me concentré en el ki de Mai; estaba viva y en compañía de sus dos locos compañeros, pero se encontraba demasiado lejos de Corporación Cápsula, incluso de Satán City. ¿Por qué alejaron a Mai de Trunks? ¿¡Que carajos fue lo que estaban pensando!?
No pude evitar soltar un gruñido, pero continúe con mi vuelo. Cuando todo terminará conseguiría respuestas, de una forma u otra.
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"... Joven Trunks, también tiene pendiente una junta con el fabricante de robots del laboratorio Número 5." La voz de la secretaria fue lo primero que escuché al acercarme a la ventana. Me senté en un lugar fuera del edificio, lo suficientemente oscuro para que nadie pudiera verme, pero aún en mi rango de audición.
"Dile que hablaré con él mañana, aún no termino de revisar sus planos." Dijo mi hijo con voz cansada. Su ki actuaba de forma errática tal y como yo hace unos días. De repente su ki se elevó, sonreí un poco, había notado mi presencia. "De hecho... cancela y reagenda todas las reuniones que tenga por el resto del día, estaré terminando el papeleo para el nuevo almacén."
"Oh... claro joven Trunks." Contestó algo desconcertada la secretaria. "¿Algo más que necesite? Podría traer comida para ambos y ayudarle..."
"No, eso sería todo, ve a terminar tu propio trabajo." Despidió frío, la humana soltó un suspiro decepcionado y se fue de la habitación. Escuché como Trunks se levantaba de su asiento y ponía seguro a la puerta. "Está libre." Rápidamente abrí la ventana y entré a la oficina.
El área era grande, pintado de un color gris oscuro; tenía un escritorio grande de madera oscura junto una silla principal; frente a él un par de sillas gemelas lo acompañaban; en el suelo había un tapete de color azul oscuro y alrededor había estantes y muebles que contenían libros, planos y diferentes tipos de archivos.
Aunque, lo que más se destacó fue la pequeña guardería que estaba a un lado del escritorio, ahí mismo, sentada frente a un pequeño escritorio y una laptop de entrenamiento se estaba Bra. Cuando ella me vio sus ojos se iluminaron y levantó sus brazos para que yo la cargará, me acerqué a ella y la tomé en mis brazos, abrazándola por un momento.
"¡Papi!" Soltó mi hija feliz, yo solamente la abrace más fuerte.
"Lo siento..." no pude evitar susurrar, lo suficientemente bajo incluso para que Trunks lo escuchará. Le había fallado a mi familia.
"Papá, ¿Qué haces aquí? Solo han pasado dos días desde que te fuiste." Preguntó Trunks cuando se acercó a nosotros, acomode a Bra sobre mi cadera y mire a mi hijo a los ojos.
Cuando mire a Piccolo por primera vez está mañana fue extraño; los recuerdos que me habían implantado provocaron que lo viera de manera algo diferente. Con Trunks no fue la excepción, pero en vez de sentirlo extraño lo sentí... triste.
Trunks me recordaba a veces a Tarble; tenían ese aire juvenil y feliz, incluso inocente. Pero dónde mi hermano era tranquilo, mi hijo es travieso; pero algo que compartían era ese brillo cursi que tenían en sus ojos cuando estaban enamorados o en el caso de Tarble, casado. Ahora ese brillo ya no estaba en los ojos de mi hijo, estaban solitarios, tristes, incluso opacos... igual que los ojos de su madre y de Kakarotto.
"Ocurrieron un par de cosas y tuve que regresar." Respondí simple. Bra había apoyado su cabeza en mi hombro y estaba jugando con el guante de mi mano derecha.
Trunks entrecerró los ojos y frunció el ceño sin creerme. Tan parecido a su madre, sabían leerme muy bien. "¿Ocurrió algo malo?" Preguntó.
"No ocurre nada, pero tendré que ir a otro lugar... ¿Crees que puedas sacar de la bodega la Nave Cápsula 1808-B?" Inmediatamente dije el nombre Trunks mostró una mirada triste, pero se recuperó rápidamente.
"¿Ya es hora de irnos?" Preguntó indiferente, pero pude notar como sus ojos se humedecieron.
Bulma apenas había entrado estos meses al laboratorio de Corporación Cápsula, pero cuando lo hacía solo trabajaba únicamente en una Nave. Hace ya unas semanas que había acabado con todas las modificaciones y lo había guardado en el almacén.
Ella pensaba que no lo sabíamos, pero esa nave la hizo para nosotros...
Jugaron muy bien sus cartas, obligaron a mi esposa a odiarme a mí y a nuestros hijos, al grado en el qué incluso nos echaría de su vida y yo, sin otro vínculo con este planeta tomaría la decisión de dejar la tierra. Había escuchado a Bulma hablar sobre unos papeles de divorcio hace unos días con el abogado de Corporación, Trunks estaba conmigo y escuchó todo.
Levanté mi mano y la puse en su hombro, dándole un ligero apretón. No podía decirle lo que pasaba solo lo confundiría, tendría que esperar hasta mi regreso.
"No, no nos vamos a ir, ni hoy ni nunca." Declaré con voz firme, su mirada me decía que no estaba seguro de mis palabras, pero aun así asintió y puso su mano con la mía y la apretó. "Tengo que hacer un viaje con Piccolo a Nuevo Namek y esa nave es la única con suministros, sacar otro alertaría a tu madre de que estoy aquí." Y alertará al resto de los traidores de que ya no estoy bajo su control. Podría matarlos en un instante, pero primero debía arreglar todo este teatro.
"De acuerdo." Asintió, pero aún veía dudas en sus ojos, yo solamente le revolví el cabello. "¡Oh papá, basta!" Se alejó de mí, dejó sus anteojos en el escritorio y se dirigió a la ventana. "Regreso en unos minutos..." saltó y se fue volando.
"Papá..." Bra corto el silencio que siguió minutos después. Me senté en una de las sillas y la senté en mis piernas. Sus ojos brillaban mientras me miraba, levantó su mano y tocó mi mejilla. "Papi... ¿Recuerdas?" Preguntó en un tono esperanzado y vulnerable, me di cuenta más tarde que una lágrima se había deslizado por mi mejilla y ella lo había limpiado.
"Si princesa... recuerdo." Le susurre, mientras sacaba de mi armadura su juguete, el muñeco de Kakarotto. "Tu tío Goku te extraño..." Los ojos de mi hija se abrieron de felicidad, tomó rápidamente su muñeco y lo abrazó con todas sus fuerzas, mientras comenzaba a sollozar, la abrace y mientras la mecía la escuchaba repetir como extrañaba a su tío, sus primos y a Pan.
Ninguna de mis batallas se comparó al dolor que tenía mi corazón al escuchar a mi hija llorar. Había prometido que ninguno de mis hijos sufriría la pérdida de su familia. Falle miserablemente.
Cuando Trunks regresó a la oficina Bra se había quedado dormida. La estaba acomodando en el doncel que estaba al lado del escritorio cuando escuché a mi hijo entrar por la ventana.
"Aquí está la nave." Me dijo, al mismo tiempo que me tendía una cápsula y dos pequeños kits. "La nave ya tiene combustible y adentro tiene al menos otros tres litros. Ya tiene alimento, pero tomé otro Kit por si acaso y el otro para el señor Whis."
"Eso será suficiente." No pude evitar mostrar una sonrisa orgullosa. Trunks sabía que Whis aún estaba en la tierra.
"¿Es seguro que vayas a Nuevo Namek?" Preguntó. Él sabía todo el lío que cause la última vez, no eran los recuerdos exactos, pero gran parte de la historia aún se mantenía.
"Piccolo estará conmigo, es perfectamente seguro." Me forcé a mostrar una sonrisa confiada. "En cuanto a tí, es mejor que pidas algunos días libres, al menos hasta que regrese."
"No se trata de algún enemigo, ¿O sí?" Volvió a preguntar. Era claro que mi sonrisa no lo había engañado, estaba demasiado a la defensiva y él podía verlo. "¿Por qué no mejor voy contigo?"
"No se trata de ninguna pelea Trunks, y no irás conmigo. Necesito que te quedes en la tierra y cuides de tu hermana y tu madre."
"Hace tiempo que mi madre tiene a alguien más que la cuide..." soltó Trunks en un tono enojado y venenoso. Suspiré, solo para controlar mi propia furia.
Me acerqué a él y rodeé sus hombros con mi brazo y lo acerqué, abrazándolo. Trunks se tensó un poco, pero me rodeó con sus brazos y me abrazó. Mientras comenzaba a ronronear en un tono bajo, él copió el sonido instantáneamente y se relajó.
Cuando Trunks presenció varias discusiones con su madre lo encontraba enojado en una sala de entrenamiento o en su defecto, llorando en silencio. Lo consolé de la única manera que sabía: con entrenamiento hasta el agotamiento o solo abrazándolo mientras lloraba. Todos los abrazos que no le había dado cuando era niño se los di durante estos meses.
"Esto me recuerda demasiado a Majin Buu para mí gusto..." soltó mi hijo después de un rato, enterró su rostro entre el espacio de mi hombro y me abrazó con más fuerza. "Prométeme que no es una misión suicida..." pidió lo último con voz quebrada, solo lo abracé con más fuerza y comencé a revolverle el cabello, el comenzó a ronronear más fuerte.
"Te prometo por mi orgullo que no es nada peligroso." Cuando ponía en juego mi orgullo es cuando hablaba en serio y lo más importante, él lo sabía. Sentí como se relajaba un poco. "Será un viaje rápido, regresare en aproximadamente una semana, tal vez menos. Haz que tú secretaria se encargue del papeleo hasta que regrese."
"Pero mi madre dijo..." antes de que terminara me separé de él y lo mire directamente a los ojos.
"No importa lo que diga tu madre, yo arreglaré el asunto con ella cuando regrese." Declare, serio. "Pero hasta entonces quédate en Corporación Cápsula y cuida de tu hermana y tus abuelos..." suspiré de nuevo, al recordar una última cosa. "Y si Kakarotto llega a una de sus reuniones con tu madre no vayas, no importa con que te amenace, enciérrate la sala de gravedad si es necesario."
"Se trata de él... ¿no es así?" Preguntó, curioso.
"No exactamente... pero preferiría que no estuvieran cerca de ellos sin mí." Respondí, en parte esa era una de las razones.
"Eso no será un problema... con gusto estaría lo más lejos posible." Dijo, y rápidamente movió su mano hacia su cabeza.
"Termina tu trabajo hoy y vete a casa con Bra." Sonreí un poco. Tal parece que Trunks no solo heredó mi fuerza, si no también mi resistencia a la magia mental.
"Claro... solo cuídate ¿Sí?" Preguntó en un tono que debería ser desinteresado, pero era más de preocupación. Yo solo asentí y le apreté el hombro. Me di la vuelta y me dirigí hacía la ventana volando en dirección al mirador.
No fallaría una segunda vez.
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Cuando aterricé cerca de la entrada del templo la imagen que me recibió era algo diferente; Piccolo se encontraba alado de Dende, ambos esperándome; Popos a su lado, pero Ten Shin Han estaba a un par de metros lejos, con los brazos cruzados; No. 18 estaba a su lado, pero no había pista del traidor; Whis en cambio estaba comiendo un helado no muy lejos. De dónde demonios lo sacó era un misterio.
"¿A dónde se fue a esconder está vez?" Pregunté, mientras caminaba en dirección a Piccolo.
"Ya dijo todo lo que debía, no había razón para que se quedara más tiempo. Ya no es bienvenido en el Templo." Popo fue quien habló. Una molestia menos por la que molestarse.
"Tardaste Vegeta." Piccolo fue quien habló está vez.
"Tuve que ir con Trunks primero." ÉL asintió, me acerqué a Whis y saqué de mi armadura uno de los Kit. "Tal vez en unos meses podremos reanudar el entrenamiento."
"Eso sería perfecto, ya que el señor Bills no se dormirá por un tiempo." Respondió el ángel con una sonrisa, tomó el kit y lo guardó en su báculo junto con el postre que había estado disfrutando. Se alejó de nosotros y sostuvo su báculo a unos centímetros del suelo. "Espero verlo junto con el Señor Goku y sus hijos señor Vegeta. Hasta pronto a todos." Se despidió, dio dos golpes a su báculo y se fue en una columna de luz.
Saqué de mi armadura la cápsula de la nave, la activé y la lance.
La nave era la más grande que Bulma había hecho hasta la fecha, según los planos que había podido ver en su laboratorio cuando ella no estaba: contaba con una sala de comando; una pequeña sala de entrenamiento con gravedad incluida; tres habitaciones; dos baños completos y una cocina completa con tres despensas, ambas con suministros.
Puede que mi esposa me odie por culpa de la magia de las esferas, pero incluso así ella se preocupaba por nosotros y se aseguró de hacer la nave con todas las comodidades. Me acerque e ingrese el código de apertura, la nave se abrió y las escaleras automáticas bajaron. Todo estaba listo.
"Es hora de irnos Piccolo." Él asintió, volvió a mirar de nuevo a Dende, tal vez en busca de vacilación, pero él tenía una mirada segura en su rostro, suspiro derrotado y camino en dirección a la nave, no antes de mirar a Ten Shin Han con quien asintió con la cabeza y entró a la nave.
"Que tengan un buen viaje señor Vegeta." Nos despidió Dende, yo solamente asentí y entré a la nave, se cerró la puerta automáticamente.
Me acerqué al área de comando e inicié el programa de despegue mientras abría el área de coordenadas, Piccolo ya se había sentado en el asiento del copiloto, había desaparecido su capa y turbante.
"Bien Kaiosama, dame las coordenadas." Dije en voz alta.
Era tiempo de terminar con esta farsa.
***
...5
***
Notas:
- Verán que en este capítulo Vegeta estuvo bastante fuera de control (llegando incluso a sufrir un ataque de ansiedad) Quiero que entiendan, si bien, lo que vivió en el Ejercito de Freezer lo ha superado, al verlo olvidado y después recordarlo (como si le pusieran todos sus traumas en una televisión y lo obligaran a verlo hasta el final) simplemente lo quebró y su temperamento estallo (no ayudo que recordó votos y promesas que hizo a su familia y a su raza, que descubrió fueron rotos y el no pudo hacer nada)
- Se darán cuenta que Vegeta dejo muy de lado las consecuencias del deseo a su esposa y es porque Bulma ha sufrido mucho por esto, al mismo nivel de Goku, tal vez incluso más... Vegeta lo sabe y deja de lado el tema por el momento, porque sabe que no tiene el suficiente control de sus emociones y podría hacer algo de lo que se arrepienta. Ama a su esposa, pero quiere terminar con esta situación y después lidiar con las consecuencias.
- El tema de la violación es bastante complejo: Cuenta como violación cuando una de las dos personas implicadas se niega y es obligada por la contraria; cuenta como violación si una persona esta drogada, en estado de intoxicación o inconsciente durante el acto; cuenta como violación si, una de las personas implicadas esta siento obligada a tener relaciones por medio de chantaje o amenaza.
Independientemente de que la persona obligada llegue al orgasmo, sigue contando como violación si se aplica alguna de estas especificaciones.
- Con Goku cuenta como violación por medio de chantaje o amenaza: en este caso, sería por manipulación mental. (No cuenta como drogado o intoxicado por la razón de que ha estado consciente de todo, simplemente no recuerda haberse negado antes, por ahora)
-La tortura y abuso de Raditz, Nappa y Vegeta a manos del Ejército de Freezer no es canónico: lo que sabemos con exactitud es que no fue agradable y estuvo llena de humillaciones y probablemente de golpizas, una de las razones por las que Vegeta lo odia tanto.
- Hace unos meses, cuando salió el capítulo final de la saga de Granola del manga de Dragon Ball Super se habló del nuevo poder de Frezzer: Vegeta estaba inquieto y se dio la meta de mandarlo de vuelta al infierno y dudo que sea solo por su familia y orgullo... algo más paso en el Ejercito que hace que lo odie tanto y que a la vez este tan alerta. (eso pienso yo)
- En este capítulo se menciona a Tarble, el hermano menor de Vegeta. Oficialmente él es canónico, pero solo se hace mención de él en una OVA y una película.
- Se comenzará a ver más de la Cultura Saiyajin (todos inventados por mi)
- La información respecto a los Namekuseins es completamente canónica, esta información se lo dice el Gran Patriarca a Vegeta en la Saga de Moro del manga Dragon Ball Super.
- La oficina de la CEDE de corporación capsula se inspiró en el edificio donde trabaja Trunks al inicio de Dragon Ball GT.
- Se menciona por segunda vez Mai, Pilaf, y Shu. Ellos al igual que todos fueron afectados.
- Los robots mencionados son canónicos, fueron mostrados en el arco de Los Héroes de la Limpieza del manga de Dragon Ball Super, antes del arco de Super Hero.
- El nombre de la Nave en donde viajan Vegeta y Piccolo tiene un significado = 1808-B78
1808 = 18 de agosto: Cumpleaños oficial de Bulma.
B = Bulma
- El ronroneo no es canónico, pero fue incluido en esta historia. Una referencia al sonido sería el ronroneo de un león.
- Los Saiyajin son capaces de hablar al mismo tiempo que ronronean: ambas funciones requieren del uso de la laringe, pero el ronroneo no interfiere con el paso normal del aire con la laringe y la tráquea. (Lo que nos permite hablar)
- Que el Señor Popo expulsara a Krillin es posible y hasta canónico hasta cierto punto: en el anime de Dragon Ball Super el Señor Popos amenaza a Vegeta con expulsarlo del Templo si destruía otra vez la habitación del tiempo.
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