Capítulo 3: Perspectiva de Whis - Parte 1
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*Cuatro meses más tarde...*
*mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia desconocida*
*Planeta del Dios Destructor Bills*
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Mientras caminaba en dirección al lago escuché, no muy lejos de mí la caída de algo a gran velocidad, formando un cráter en el suelo; el pez oráculo había aterrizado mal de nuevo.
"Ehh... ¡Whis! ¡Whis!" Escuché la voz del oráculo al levantarse, me acerqué a él.
"Buenos díaaass. ¿Ocurre algo Pez Oráculo?" pregunté tan pronto estuve delante de él.
"Oh nada... solo quería ver si ibas al planeta tierra." dijo con su voz relajada y feliz. Sonreí.
"Me imagino que quieres que te traiga unas golosinas. ¿No es así?" pregunte con una sonrisa, observando como el pez oráculo sonreía sin vergüenza. "En un momento más me iré a la tierra, aún me falta preguntarle al señor Bills si quiere venir."
"Ehhh... ¿Acaso no estaba dormido?" Preguntó el pequeño, sorprendido. "Si no recuerdo mal... dijo que dormiría por al menos dos años..."
"Eso fue lo que me había dicho también, pero aparentemente no tenía tanto sueño como creyó en un inicio." respondí. También estaba sorprendido de que mi dios destructor se despertará temprano, más que nada porque fue él quien se levantó. Por lo regular soy yo quien debe despertarlo cantando.
"Mmmm... ¿No será que tuvo otra premonición?" Soltó el pez oráculo.
Recordé la ocasión en que el señor Bills le preguntó sobre el Súper Saiyajin fase Dios: aún no podía creer que tan solo por una premonición de mi señor, conociéramos a dos de los últimos saiyajines de sangre pura y pasáramos por viajes en el tiempo, incluso un torneo multiversal.
"Lo dudo mucho, si fuera ese el caso hubiera activado sus molestas alarmas bomba..." realmente odiaba esas alarmas, cada vez que las activaba tenía que reconstruir la habitación.
"¿De qué tanto hablan tú y el Pez Oráculo, Whis?" me giré y vi que el señor Bills caminaba hacia nuestra dirección. Se había cambiado de su pijama a su atuendo habitual. Aunque tenía su brazo derecho tallando sus ojos.
"Nada interesante señor, le comentaba al Pez Oráculo que había despertado más temprano de lo esperado." dije sonriéndole, esperando que no escuchara mi comentario.
"Mmmm..." exclamó, claramente con falta de interés. Se detuvo a mi lado y volteo a mirarme. "Y para tu información, esas alarmas son una bendición en comparación con tu voz."
"Ay... que malo es usted señor Bills." solté de manera dramática, el dios simplemente rodó los ojos y agitó su cola. Aparentemente estaba pensando en algo. "A propósito señor, ¿Quiere venir conmigo a la tierra?" Siempre se animaba cuando pensaba en las delicias del planeta, había notado que estaba algo serio.
Mi señor posó una mano en su barbilla pensando profundamente, movió de nuevo su cola y cerró los ojos. Minutos después soltó un suspiro, bajando su mano y colocándolo en su espalda. "En esta ocasión no iré, prefiero esperar a que me traigas de comer."
"¿Algo que le molesté señor?" tenía las cejas un poco fruncidas y los hombros rígidos, signos de que algo estaba rondando en su mente.
Tantos siglos siendo su ángel y entrenador me han permitido saber cuándo algo lo molesta o lo irrita. Si no fuera ese el caso, ¿Qué clase de ángel asistente sería al no saber qué hace feliz y triste a mi Dios Destructor? Aunque, debo admitir que su comportamiento ha variado desde que conocimos a todos los humanos del planeta tierra, sobre todo al señor Goku.
"No es nada en realidad, pero algo está pasando y está molestando mis sentidos." dijo, podía ver qué no sabía que estaba causando esto. El pez Oráculo aún estaba con nosotros, observando en silencio nuestra conversación. De repente la cola del señor Bills dio un giro completo. "Whis ¿Acaso traerás a ese par a entrenar?" preguntó, mirándome directamente a los ojos.
"Desde antes que usted se durmiera el señor Vegeta me había pedido que fuera por él para entrenar, así que sí." le revelé a mi señor, él simplemente asintió con la cabeza.
"Si tienes la oportunidad trae a Goku aquí, hace tiempo que no viene y tiene que dominar su doctrina." asentí con la cabeza a su petición. "¡Ah! y no te tardes demasiado con la comida Whis... sabré que te quedas más tiempo del necesario." por último se dio la vuelta, caminando en dirección al palacio.
Sonreí levemente por la advertencia, me giré a mirar de nuevo al Pez Oráculo. "y... ¿Qué golosinas exactamente quiere esta vez?" la pequeña criatura solo me sonrió, pensando por un momento.
Aproximadamente 10 minutos después ya había comenzado mi viaje hacia el planeta Tierra. Mientras observaba los colores blanquecinos que se hacían siempre durante el trayecto, me permití sacar un ceño fruncido.
Horas antes, como todos los días cocinaba el desayunó. No había escuchado ningún ruido procedente de la habitación principal, así que fue bastante sorprendente ver al señor Bills en la entrada de la cocina, vestido aún con su camisón, pero despierto al fin de cuentas. Fue una novedad; mi señor jamás se despertaba por cuenta propia, al menos no desde que se convirtió en dios destructor: en sus primeros años como deidad había sido responsable y se levantó a un tiempo aceptable, pero con el pasar de los siglos esa responsabilidad (como siempre era normal en los dioses destructores) desapareció y ahora apenas podía despertarlo.
En un inicio quería pensar que había puesto sus alarmas bomba, pero al revisar su habitación mientras él se tomaba una ducha, demostró que no había el clásico daño que dejaban las explosiones. Aunque, lo que más me alertó fue su petición de traer al señor Goku al planeta.
Puede que el señor Bills no le agrade mucho que los dos saiyajins destruyan su planeta en sus entrenamientos, pero con el tiempo he visto que ha llegado a tenerles respeto, incluso me atrevería a decir que apreció, sobre todo después del Torneo del Poder y aunque él no lo quiera demostrar (más que nada por su posición como deidad) ha llegado a preocuparse algunas veces por ellos, como lo ocurrido con Goku Black; cuando se sintió culpable cuando la línea de tiempo del Joven Trunks del Futuro siguió en las mismas condiciones a pesar de su intervención.
Pero esto se siente diferente y aunque él señor Bills tenga razón en que el Señor Goku debe entrenar su doctrina, parece tener más razones para esto. Tal vez sea la razón por la que se despertó antes de lo previsto, pero su expresión corporal no indicó que me mintiera. Probablemente sean más sus sentidos que otra cosa. Bueno, si algo ocurrió en la tierra me enteraría tan rápido llegara.
Por el momento, me deleitaba con la imagen mental de un delicioso banquete. Tal vez podría convencer a la señora Bulma para que me regale algunos paquetes de pizza y ramen instantáneo.
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Después de un viaje de 30 minutos, aterricé tranquilamente en el jardín trasero de Corporación Capsula. Al mirar alrededor noté que no pude llegar en mejor momento, justamente hoy la señora Bulma estaba haciendo una fiesta, vi los puestos diferentes de comida en todo el lugar, sobre todo la gran pista de baile. Al parecer será una gran celebración.
"Oh... Hola señor Whis." escuché la voz alegre del joven Trunks detrás de mí. Me giré y pude observarlo mejor; había crecido bastante, tenía puesto unos pantalones ligeros de color oscuro, una playera de color azul marino con un chaleco morado y tenis de color rojo y negro. Su nivel de pelea también había aumentado, note. Sonreí ante el saludo.
"Buenos días, joven Trunks." saludé de vuelta, vi que tenía cargando a la señorita Bra; ella vestía un vestido blanco con lunares rojos y un pequeño suéter del mismo color, la habían peinado con una cola de caballo. La pequeña me vio con una sonrisa y me saludaba con la mano, respondí el gesto con el mío. "Veo que llegué en un buen momento."
"De hecho sí. ¿Se quedará para la fiesta? No tardan en llegar todos..." me avisó, mostrando poca emoción.
Pensé por un momento en su oferta, el señor Bills claramente notaría que me quede más tiempo del necesario, pero tal vez pueda hacer que no se enoje tanto trayendo un poco de comida de cada puesto, sin olvidar la comida que suelo pedirle a la señora Bulma.
"Bueno, no puedo decir que no a la fantástica comida de la Tierra ojojojojojo" había pasado tiempo desde que vine y estaba encantado de volver a probar su comida.
"Excelente, puede ir a alguno de los puestos que ya se instalaron. Le avisaré a mi madre y a papá que llegó." avisó cortés, yo asentí con la cabeza y caminé en dirección a un puesto bastante familiar; era el señor que había cocinado sushi en la fiesta de cumpleaños de la señora Bulma.
Rápidamente me senté en el puesto y el señor me saludó con una sonrisa, preguntándome qué quería del menú: di una mirada rápida al pequeño letrero al lado de la mesa y pedí uno de cada uno. Mis ojos se iluminaron cuando el primer platillo estuvo delante de mí. Agarré los palillos y probé el primer bocado. ¡El sabor es celestial! Sentía como mis papilas gustativas se maravillaban con este sabor.
Mientras degustaba mi quinto plato escuché unos pasos acercándose, giré mi rostro y observé a la señora Bulma caminando a mi dirección, portaba un elegante vestido rojo, claramente que se había arreglado para la ocasión. Detrás de ella caminaba el señor Vegeta, solo tenía su traje de combate y mostraba su clásico ceño fruncido.
"Un gusto verle de nuevo señor Whis." me saludó la señora Bulma al estar al lado de mí, su esposo se mantuvo alejado.
"El gusto es mío señora Bulma. No sabía que hoy darían una fiesta." mencioné, sintiendo la presencia de varios terrícolas acercándose. "¿Le molestaría decirme que celebran?"
"Bueno... Goku quiso darnos una noticia importante y como había pasado tiempo desde que nos reunimos todos, aproveché para hacer una pequeña reunión." contó todo con una alegre sonrisa, por el rabillo del ojo pude ver cómo el Señor Vegeta se puso tenso ante la mención del señor Goku, además de profundizar más su ceño.
La señora Bulma y yo comenzamos una plática bastante animada sobre las delicias que había decidido poner en la fiesta, mostrándome también nuevas recetas que se veían exquisitas; el señor Vegeta fue una presencia constante, pero extrañamente se mantenía más lejos de lo usual, tal vez había peleado con su esposa, ya que incluso ella lo ignoró de manera magistral. De verdad que había ocasiones en que la señora Bulma me sorprendía.
Durante el recorrido a los puestos comenzaron a llegar los invitados; el señor Krillin llegó con toda su familia, con camisa blanca y unos pantalones oscuros; su hija un lindo vestido de color frambuesa y un sombrero que hacía juego, su esposa en cambio tenía unos pantalones azul marino y una blusa negra de manga larga, se había cortado el cabello. La segunda pareja fue el señor Ten Shin Han junto con el señor Chaoz; ellos portaban sus trajes de combate que mostraban el símbolo de su estilo de lucha. Saludaron castamente al grupo y se alejaron en un rincón (al menos solo el señor Ten) no sin antes darme un saludo con un movimiento con la cabeza el cual respondí. Parece ser que no solo el joven Trunks está poco interesado en la reunión. El señor Chaoz se fue a jugar con la señorita Marron.
Pasó media hora en la que la señora Bulma tuvo que atender algunas cosas, así que me dejó en una de las sillas del gran buffet, le di las gracias y continúe comiendo, mostrando siempre mi sonrisa de satisfacción, mientras mi mente trabajaba.
Desde el minuto en que aterricé en Corporación Cápsula supe que algo andaba mal.
Regularmente al instante en el que entro a la atmósfera de la Tierra soy capaz de percibir tanto el ki del señor Goku y del señor Vegeta, pero solo logré captar el de este último. A mi mente llegó la posibilidad de que estuviera entrenando para ocultar su energía del oponente, pero eso no lo explicaría, aún si estuviera entrenando lo sentiría. Incluso el ki del joven Gohan se encuentra más bajo de lo que recuerdo, aunque probablemente él dejo de entrenar otra vez. Y yo pensaba que ya había recuperado su espíritu de lucha.
El comportamiento de todos solo ha aumentado mis sospechas... pero mientras aún no encuentre la causa seguiré disfrutando del buffet. Tuvieron que pasar 15 minutos para que el señor Vegeta por fin se acercara.
"Hola, señor Vegeta." salude jovialmente.
"Hola Whis." me regreso el saludo de manera simple y seria. Si estuviera el señor Bills aquí, estoy seguro de que se arrodillaría. "Quería saber si está vez habrá posibilidad de continuar con el entrenamiento."
"De hecho sí. El señor Bills despertó temprano y me dio luz verde para venir por ustedes." Él príncipe levantó una ceja al escuchar que mi señor se había despertado antes, pero no preguntó al respecto.
"Solamente iré yo Whis, Trunks tiene cosas que hacer en Corporación Cápsula." aviso serio.
Desde la finalización del torneo el joven Trunks había ido algunas veces al planeta junto con el joven Goten. De hecho, el hijo menor del Señor Goku ya había logrado despertar el Super Saiyajin fase 3, aunque aún no había podido controlarlo; el joven Trunks en cambio había terminado de dominar el Super Saiyajin fase 2. Al menos ese era el nivel en el que los dejé la última vez que los vi, eso fue hace casi un año.
Me limpie la boca con una servilleta y voltee mi mirada al señor Vegeta quería preguntarle si el señor Goku entrenaría está vez, hasta note la llegada del señor Yamcha; el humano ex peleador había llegado a la fiesta usando un traje negro que, aunque era sencillo, aún se veía elegante; llevaba una camisa blanca y un par de lentes oscuros que ocultaban sus ojos, aunque no su gran sonrisa; una que parecía algo engreída. También note que se había cortado el cabello. La señora Puar tan rápido vio al señor Chaoz, se acercó a hablar con él.
Por el rabillo del ojo pude notar como el señor Vegeta apretaba los puños con fuerza, no pasó mucho para saber la razón de su enfado; tan rápido la señora Bulma vio al señor Yamcha se acercó a él de manera muy coqueta a hablarle, incluso el hombre extendió su brazo como una invitación y ella lo acepto con una sonrisa, caminando en dirección a la mesa de bebidas. Observe cómo el señor Vegeta rápidamente se fue a una parte alejada de la fiesta, sin dejar de mirar el obvio coqueteo entre su esposa y el terrícola. Suspiré, claramente había problemas en su matrimonio.
Al ver que ya no podía preguntarle sobre el señor Goku, decidí mejor esperar. Por lo que la señora Bulma me informó la fiesta no inicia hasta las 5 de la tarde y ya que eran las 4:30 mi espera no sería tan larga.
Está vez fue el turno del señor Piccolo en llegar, el simplemente me hizo un saludo rápido y se fue a la parte más solitaria del jardín junto al bosque, cerca del kiosco, más alejado de lo habitual. Eso es extraño, por lo regular viene en compañía del joven Gohan, y aunque no es alguien que disfrute las reuniones, se encuentra más cerca.
"Mmmmmm ¡Esto de verdad que es delicioso!" exclamé feliz al probar un sabroso postre.
A comparación de las reuniones anteriores, está vez no se notaba el ambiente agradable y animado con el que siempre me encuentro, algo se sentía raro... falso, como una clase de teatro.
Cuando estaba por tomar un pudin, pare mi mano y dirigí mi mirada hacia un lado. Un vehículo se acercaba hacia nuestra dirección, cuando se encontró a menos de 5 metros no pude evitar abrir ligeramente mis ojos ante la sorpresa. Apenas había podido sentir su presencia a esa distancia, no era posible que mantuviera su nivel de pelea tan baja durante tanto tiempo. Incluso sus hijos.
La señora Bulma tan pronto vio la nave se alejó del señor Yamcha y fue a los límites del bosque, viendo como bajaba en el claro.
El vehículo aterrizó, cuando el motor se apagó el primero en salir fue el joven Gohan; estaba vestido con pantalones azul oscuro, camisa púrpura con un chaleco blanco, zapatos formales de color café y sus gafas habituales, con un armazón de azul oscuro; colgada en su brazo estaba su esposa Videl; tenía un lindo vestido morado claro y unas zapatillas de tacón bajo. A su lado venía la pequeña señorita Pan de 4 años; le habían puesto un vestido color naranja, unas mallas color azul oscuro y unos zapatos negros, culminando con un sombrero de paja, el cual tenía un listón del mismo color que el vestido.
Tras ellos salió el joven Goten: tenía el cabello más corto, se había dejado la parte de enfrente mostrando tres mechones, mientras que toda la parte de atrás había quedado muy corta; llevaba pantalones oscuros y una camisa de color azul cielo, con unos zapatos negros. Me volví a sorprender; tenía entendido que al joven Goten no le gustaba vestirse tan formal, un rasgo que, de hecho, compartía con su padre.
Rápidamente el señor Ox Satán bajo a continuación: el llevaba unos pantalones oscuros, camisa a cuadros de tonos café y su inconfundible casco. Detrás de él salió la señora Chichi y ella fue verdaderamente toda una sorpresa: tenía puesto un vestido bastante elegante de color azul cielo, unas zapatillas bajas de color blanco y un suéter azul oscuro, su cabello agarrado en una trenza. Aunque de todos, fue la apariencia del señor Goku lo que me dejó sin palabras. Había sido el último en bajar; llevaba un traje completo de color vino, camisa blanca, corbata y zapatos negros, tenía todo su cabello peinado hacia atrás, gracias a un gel para el cabello, pero lo que me alarmo fue que perdió gran parte de su masa muscular, posiblemente más de la mitad. Sin olvidar el hecho de que su nivel de ki era tan bajo como el de un terrícola, sino es que más.
Definitivamente algo estaba ocurriendo, conocía al señor Goku y el jamás dejaría de entrenar, ni siquiera por su esposa.
Mientras la señora Bulma saludaba a los recién llegados me dedique a ver disimuladamente las expresiones de todos los presentes: el señor Vegeta miró con completo desagrado a toda la familia Son, también el joven Trunks, quien se encuentra a su lado; la pequeña Bra solo miraba entre su hermano y su padre, ignorante ante la situación; el señor Krillin se acercó a la familia y comenzó a saludar a todos, esta acción la imito su esposa e hija; la señora 18 mostró su rostro neutral, aunque se veía un leve ceño fruncido cuando se acercó a saludar a la señora Chichi; el señor Chaoz, Yamcha, Puar y Oolong también se acercaron a saludar.
El señor Ten Shin Han, y Piccolo en cambio no se movieron de sus lugares, pero tenían puesta toda su atención a la familia, sobre todo el señor Piccolo; el namek vio a la familia del joven Gohan con melancolía en sus ojos.
Tome un pudín de la mesa y continúe cenando; por el rabillo del ojo noté como la señora Bulma le susurraba algo al señor Goku, cuando se alejó por una fracción de segundo los ojos del saiyajin se dirigieron a mi ubicación y se tensó al instante; se acercó a su esposa y sus hijos y les susurró algo, todos se pusieron tensos, pero se acercaron a mi dirección. La señora Bulma les informo de mi llegada.
Cuando la familia Son estuvo a un metro de mí, coloqué mi cuchara en la mesa y me limpié con una servilleta. Cuando todos estuvimos cerca les mostré una cálida sonrisa, sin perderme la clara incomodidad que tenían a mi alrededor.
El señor Goku se inclinó y con él, el resto de su familia. "Es un gusto tenerlo de vuelta Señor Whis." saludó cortésmente, mientras regresaba a su postura correcta, simplemente asentí con la cabeza, sin dejar que algún signo de sorpresa se viera en mi rostro. La última vez que me saludo tan formal fue el día que lo conocí, hace casi 4 años. "Espero que su viaje a la tierra fuera agradable."
"Ciertamente lo fue, gracias por el cumplido."
"¿A qué le debemos el placer de su visita?" preguntó esta vez el joven Gohan, él se había puesto menos tenso ante mi presencia, pero aún se notaba su incomodidad.
"El señor Bills despertó antes de lo planeado y me pidió que viniera a la tierra por la exquisita comida, además de venir por el señor Vegeta para entrenar." les informe.
Desde que la señora Bulma les dijo de mi visita a la señora Chichi es la más tensa, incluso diría que está asustada, lo mismo pasó con el señor Krillin al primer momento en que me vio, pero se portó cortés; en cambio el señor Yamcha y el resto de su compañía me han ignorado olímpicamente. Que suerte que el señor Bills no decidiera venir, o la situación se hubiera complicado.
La familia al escuchar mi respuesta solo asintió y me desearon un feliz festín, retirándose.
"Vegeta siempre entrenando... no veo la hora de que Bulma deje a ese mono y se vaya del planeta con su descendencia." escuché que le susurraba el señor Goku a su esposa y no pude evitar poner una expresión atónita. Rápidamente recupere la compostura y retire de mi rostro cualquier signo de emoción.
Dirigí mi vista hacia la señora Bulma, ella había regresado al lado del señor Yamcha; tanto el señor Vegeta como el oven Trunks vieron la escena incomodos, pero sin intervenir, la pequeña Bra vio con una expresión triste a su padre; el señor Krillin se encontraba en una conversación con el señor Goku, por lo que mi oído podía captar a esta distancia hablaban de algunos protocolos de seguridad. La escena no tenía sentido en lo absoluto.
La señora 18 se encontraba un poco lejos, hablando con la joven Videl, ambas sentadas en una de las mesas, viendo al mismo tiempo a sus hijas, quienes estaban jugando; la señorita Chichi cerca de sus dos hijos, mientras hablaba con su padre sobre las calificaciones sobresalientes del joven Goten. El escenario era un poco más normal, pero siempre la señora Chichi se juntaba con No. 18 y su nuera, sin ignorar el hecho de que el joven Goten jamás se separaba del joven Trunks en las reuniones, ahora apenas y cruzaban miradas.
Sin embargo, lo que me dio la certeza, fueron las miradas que me enviaron el señor Ten Shin Han y el señor Piccolo; ambos hombres tienen un ceño fruncido dibujado en sus frentes, ojos duros y posturas tranquilas, pero defensivas; mismas poses que hicieron cuando peleaban por su universo en el Torneo del Poder. Estaban a la defensiva.
Asentí con la cabeza, mirándolos, ambos me devolvieron el gesto.
Cerré los ojos por un momento y no pude evitar soltar un suspiro. Presiento que solo estoy viendo la punta del iceberg. Tan solo espero que el señor Bills no se enoje demasiado cuando me vea regresar más tarde de lo programado. Por cómo se ven las cosas, tendré que quedarme hasta el final de la reunión.
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