Capítulo 13: Perspectiva de Kakarotto

***

*Tiempo Actual...*

*28 de mayo del año 784*

*Universo 7 - Galaxia del Norte*

*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*

*Lejos de la Montaña Paoz*

*En un bosque cerca del desierto*

***



×

"Fue una lástima lo que le ocurrió a Gohan. Bueno, cuando llegues al Otro Mundo, salúdalo de mi parte." Piccolo dijo al acercarse a mi lado.

Giré y vi su mirada: estaba serio, pero su postura y sus ojos mostraban tristeza. "Yo creo que es más triste para él, ahora que está muerto, ya no podrá verte más... por qué tú le simpatizabas mucho." Me miró por un momento y volvió a dirigir su mirada hacia la tierra, sus hombros se relajaron un poco.

Cuando esto acabará sabía que revivirían a Gohan con las esferas. A diferencia de mí... él no era un imán para los problemas.

×

"Oye Goku, dices que vivías solo con tu abuelito. ¿Verdad?" pregunto Bulma, ella se cepillaba los dientes y yo estaba acostado en el piso con una mantita. "¿Tienes padres? ¿Eres huérfano?"

"En realidad, no lo sé. Aparecí solito en las montañas cuando era un bebe. El abuelo me encontró y me llevo con él a casa. ¡Creo que le encante! Jajajajaja." me reí, mientras recordaba cuando mi abuelito me acariciaba el cabello y comenzaba a hacer un sonido agradable y bajo. El abuelo dijo que se llamaba ronroneo, siempre decía que parecía un gatito.

"Tienes una cola muy linda y me alegra que hayas sido feliz con tu abuelo." Bulma dijo de repente, yo sonreí. A mi abuelo también le gustaba, se enredaba en su brazo, cuando lo abrazaba o estaba a mi lado.

"Si, a mí también me gusta mi cola y tú me caes bien, aunque no tengas cola." le dije. Me dio sueño y me acomodé mejor la manta.

×

Me teletransporte a unos pasos de mi casa, camine en dirección a la puerta y entre.

Tenía que darme prisa, Kaiosama solo me había dado algo de energía para poder aparecer en la tierra. Ninguno de los otros Kaios o el Gran Kai sabían. Nos meteríamos en muchos problemas...

Caminé directamente a la que fue la habitación que compartí con mi esposa y abrí la puerta, inmediatamente escuché unos pequeños sollozos. La habitación era tal y como la había dejado, excepto por la cuna de madera que estaba al lado de la cama: adentro se encontraba un pequeño bebé, estaba llorando.

Había visto que Chichi se fue con su padre durante el fin de semana, Gohan se quedó en casa a cuidar del nuevo bebé, pero él había estudiado hasta el cansancio y se quedó dormido. Últimamente Chichi lo había llenado con mucho trabajo.

Me acerqué a la cuna y observé a mi hijo... él al verme dejó de llorar, pero en cambio sus ojos me miraban, curioso. Sonreí un poco, había sacado mi cabello y tenía puesto una de las piyamas de Gohan de cuando era bebé.

Gracias a Kaiosama había logrado ver el nacimiento de Goten... Chichi tardó tres meses después de mi muerte en descubrir que estaba embarazada. Me aseguraba de ver a mi familia al menos cada pocas semanas.

Tomé a Goten entre mis brazos y lo cargué. Vi como un brillo nuevo apareció en sus ojos y se río acariciando mi rostro con sus pequeñas manos. Él sabía quién era, igual que Gohan cuando lo cargue por primera vez.

"Hola Goten... soy tú papá." Le susurré, él sonrió cuando dije su nombre y se río más fuerte. "Ahora... ¿Por qué estás llorando?" Le pregunté en broma, pero escuché cómo su estómago gruño, Goten se río de nuevo. Así que tenía hambre. "Deja ver... ví que tú hermano calentó una botella." Miré alrededor de la habitación y vi una botella en la cabecera de la cama. Lo tomé y comprobé su temperatura, estaba tibio. Acomodé a Goten mejor en mis brazos y le di su leche, inmediatamente comenzó a beber. "Si, tienes el apetito de un saiyajin."

Se terminó su comida, tomé el trapo cerca de la cuna y lo puse en mi hombro, acomodé de nuevo a mi hijo y le di palmadas en la espalda, mientras caminaba por la habitación. No pasó mucho para que eructara: dos veces de hecho. Retiré el trapo y mecí a Goten lentamente mientras comenzaba a ronronear. Siempre hacía esto con Gohan para que durmiera, lo relajaba.

Sin previo aviso escucho otro ronroneo: este más fino y pequeño. Me alejé un poco de Goten y lo ví, tenía los ojos cerrados y su mirada era tranquila. De él provenía el sonido. ¡Goten también podía ronronear!

Lo acerqué más a mí y continúe, hasta que el suyo bajó poco a poco y desapareció. Se había dormido. Lo llevé lentamente a su cuna y lo acosté, poniéndole una manta. No pude evitar quedarme por unos momentos apoyado en su cuna.

"Goku... date prisa." Escuché la voz de Kaiosama susurrar en mi mente.

Suspiré.

Me alejé y cerré la puerta detrás de mí, me dirigí a la habitación de al lado y abrí lentamente. Gohan se encontraba dormido contra el escritorio. Entre y me acerqué; puse mis brazos en sus hombros y levanté su cabeza. Ví como fruncía el ceño por el movimiento y su cuerpo se tensó, comencé a ronronear; desapareció su ceño y su cuerpo se relajó. Suspiré de alivio.

Lo apoyé contra mí y coloqué mi brazo izquierdo detrás de sus piernas, levantándolo; lo acosté en su cama, le quité los zapatos y lo tapé. Sonreí al verlo dormir.

Me arrodillé frente a él y lo observé con atención. Su cabello estaba volviendo a crecer, pase una mano suavemente por sus mechones. Aún dormido Gohan se acurrucó con mi toqué.

"Goku... ya es tiempo." Escuché a Kaiosama, sonreí triste. Me levanté y me alejé. Vi por última vez a Gohan y me teletransporté.

×

".. honestamente siento algo de miedo al estar viéndolo a él. Es la primera vez que me pasa esto." Dije en voz alta, pero no era toda la verdad.

Al mirarlo tenía una sensación extraña en mi pecho: si tuviera mi cola estaba seguro que se movería de un lado al otro emocionada. Lo que no entendía era por qué... eso solo pasaba cuando estaba con mi abuelo.

"Te lo diré, tu no perteneces a la raza humana de este planeta." Dijo el desconocido.

"Eh..." ya lo sospechaba desde hace mucho, pero que lo dijera alguien más...

"Tú planeta natal es Vegetta y perteneces a los peleadores más fuertes del Universo. Eres un saiyajin." Cuando escuché la última palabra mi cabeza comenzó a palpitar. "Y yo soy nada menos que tú hermano mayor. Soy Raditz."

Di unos pasos hacia atrás, quería negarlo, quería gritar que era un mentiroso y que se largara... pero algo en mi pecho me decía que no era mentira, y algo más profundo confirmaba que sí... era mi hermano.

De repente tuve la urgencia de tomar a Gohan e irme con él, que al estar solos todo se aclararía... me asuste.

×

Abrí más los ojos cuando Krillin me tendió la mano.

"Oye Goku... Discúlpanos por qué siempre dejamos el destino de la tierra en tus manos." Se disculpó con una sonrisa, luego me miró serio y con miedo. "No te vayas a morir... amigo." Sonreí, tomé su mano y la apreté con fuerza.

"No." Declare, decidido, él me sonrió de lado.

"Pero papá..." intento decir Gohan, él estaba agarrado de mi pierna derecha. Pase una mano por su cabello.

"Gohan... Si tu padre sale vivo de esta batalla te llevará de pesca al río. Es una promesa."

"Ah... ¡sí!" Sonrió, aun con algunas lágrimas en sus ojos. Él sabía que siempre cumplía mis promesas.

×

"... Incluso su Maestro, perdió la vida durante ese combate. Jiren intento levantarse de nuevo, pero ninguno de sus compañeros sobrevivientes lo siguió... aquellos débiles estaban obligados a obedecer a los fuertes... Al final Jiren se quedó solo... Jiren sintió una profunda tristeza al sentirse traicionado por aquellos en los que confiaba... en ese momento, comprendió que la confianza no valía nada..." aunque estaba acostado entre los escombros y mi cuerpo dolía como el infierno, escuché todo lo que decía el Dios de la Destrucción del Universo 11.

Así que Jiren no solo peleaba por él mismo. Quería recuperar a su maestro... como yo alguna vez quise recuperar a mi abuelo.

Que ironía...

×

"Escúchame... Kakarotto-o." Vegeta me llamo, estaba agonizando. Podía sentir como su ki disminuía, pero se negó a caer tan fácilmente. "El-l lugar... donde tú y yo nacimos, era el planeta Vegeta... y la causa de su-u destrucción... no fue una inmensa lluvia de meteoritos..."

"Ya no digas nada más Vegeta, por qué tú muerte llegará. ¡Entiéndelo!" si seguía hablando moriría y no quería escuchar la historia, mi cabeza había comenzado a palpitar.

"Fue Frezzer quien lo destruyó... agh... y nosotros-os los saiyaji-in fuimos sus más fieles ayudantes." se quejó, ví como lágrimas caían de sus ojos. "Trabajamos tal y como él nos ordenaba-a... agh...y a pesar de eso, mató a todos..." Cuando escuché lo último un sentimiento de vacío se instaló en mi pecho, no pude ocultar la sorpresa en mi rostro. "...menos a nosotros. También mató a tu padre... y a mi padre. Frezzer no tenía otra opción... por qué temía que naciera... el Legendario Súper Saiyajin... y lo derrotará..." terminó, el vacío en mi pecho solo creció. Ese dolor incomodo de nuevo.

×

"Cuando anochezca robaré una cápsula..." dijo papá. Estaba muy cansado y no quería abrir los ojos, pero los escuchaba.

"¿Qué?" Preguntó una mujer, era mamá.

"Lo enviaremos hacia otro mundo..."

"¿Queé? ¿¡Estás bromeando!?" Gritó mamá.

"No Gine... habló en serio."

"Pero ¿Cómo se te ocurre hacer algo así en este momento? ¡Ni siquiera ha aprendido a hablar!"

"Con las capacidades que está mostrando Kakarotto, está condenado a qué lo envíen lejos... al menos así nos aseguraremos de que quede en un mejor planeta."

"Pero... Aún es muy pronto." dijo mamá en voz baja.

"Puede que no quede mucho tiempo."

"¿A qué te refieres...?"

"El gran Frezzer... Teme que pueda aparecer el súper saiyajin."

"¿Qué no se supone que es un mito?"

"¡Así es! Aunque no deja de ser una preocupación para él. Es muy probable, que ese sujeto esté planeando algo. Presiento que... nos está persiguiendo la muerte..." dijo papá, su voz se escuchaba preocupada.

"Pero... es como tú..." susurró mamá, casi no la escuchó. "Él debe saber que es... tenemos que enseñarle a protegerse... Aún es muy pronto."

"Si Frezzer se llegara a enterar, entonces no tendrá una vida... lo mataría, o algo peor." Escuché sollozos, era mamá. Abrí un poco los ojos y los ví nítidamente, papá rodeó a mamá con un brazo. "No te preocupes, Gine... le daremos a Raditz sus coordenadas. Si tengo razón, será él quién le cuente lo que es y lo que conlleva. Hará todo lo posible para protegerlo del Ejército... es su mladshiy brat después de todo..."

×

"¡Espera por favor!" Grité, tanto en voz alta como en telepatía. Escuché un sonido de sorpresa.

"Goku... eso es imposible. ¿Tú fuiste el que me llamaste dentro de mi mente?" Krillin preguntó. Había olvidado que jamás use la telepatía con él. Kamisama me lo había enseñado, pero aún era difícil. "Goku ¿Fuiste tú?"

"Si... fui-i yo... lo hice por qué no puedo hablar más fuerte... Kri-krillin... discúlpame, pero por lo que más quieras... déjalo ir. ¿Si-i?" Pedí, con voz entrecortada.

"¿Qué dijiste?" Preguntó él. "¿Estás hablando en serio?"

"Por favor... solament-te, te voy a pedir ese capricho..."

"Goku... Este saiyajin fue quien mató a todos nuestros amigos y, además, intentó exterminar a todo el mundo. ¡Si dejamos que él se vaya recuperará toda su energía y regresará con las mismas intenciones!" Cuánta razón tenía... pero eso no me persuadió, al contrario, me emocioné con la idea de que regresará a la tierra.

"Si... tienes-s toda la razón..." respondí.

No iba contarle a Krillin de mi presentimiento. Sentía que era demasiado personal, tal y como mi ronroneo. Ni siquiera yo podía entenderlo, pero no podía dejarlo morir... algo en mi interior me decía que era mejor que viviera, tal como ocurrió con Piccolo en el torneo, cuando le di la semilla.

Y algo mucho más profundo me decía que él era diferente de alguna manera... que no debía dejarlo morir, o ese sentimiento de estar solo volvería de nuevo: como cuando mi abuelo murió... o cuando ví morir a Raditz.

"Escucha, él no tiene compasión por nadie y si crees que cambiará su forma de ser como lo hizo Piccolo estás equivocado. ¡Por qué este no es como Piccolo!" Lo escuche, pero algo en sus ojos me dijo que estaba solo y roto.

"Ya... ya lo s-se... ese sujeto llamado Vegeta... es... extraordinariamente fuerte, pero la ver-rdad no sé cómo decírtelo... todo esto se me ocurrió cuando él estaba a punto de morir... y llegué a una conclusión de que... no valdría la pena." Al igual que Raditz.

"¿Qué? ¿Qué no valía la pena?" Preguntó Krillin, atónito.

"Yo decidi-í ir con Kaiosama a entrenar y volverme más fierte-eg..."

"¿Qué?" Preguntó sin entender. La verdad, ni yo sabía lo que decía.

"Sin... sin embargo, ese tipo llamado Vegeta es... mucho más fuerte que yo... me dió miedo, para serte honesto. Pensé que este sería nuestro fin... aunq-que, por un lado, me sentí feliz. Mi corazón latía de emoción cuando luche con él... no cabe duda de q-que, yo también soy un saiyajin... porque-e, realmente disfruto pelear con... Sujetos... más fuertes que yo..." y no mentía. Aún a pesar del dolor que sentía.

De repente escuchó los jadeos de dolor de Vegeta y un gruñido de Krillin. Había sentido como se alejaba lentamente de mi amigo mientras hablaba.

"V-volveré a entrenar... para después... pelear con él..."

"Este canalla mató a Yamcha a Ten Shin Han y a Chaoz... ¿¡QUÉ NO LO RECUERDAS!?" Grito Krillin y cerré los ojos, frustrado.

"¡Sé que estoy mal!" Lo decía enserio. Lo sabía y aun así me negaba a dejarlo morir. "... Krillin... cúmpleme ese capricho, por favor... ¡Por lo que más quieras... déjame volver a pelear con él!" Supliqué.

Escuché los gruñidos de Krillin y los jadeos de esfuerzo de Vegeta... unos segundos después, el sonido del metal cayendo, fue la espada. Solté un suspiro de alivio.

"Cómo quieras..." contestó finalmente Krillin. Algo en su tono provocó que mi pecho me pesará. "Tienes derecho a ser una persona caprichosa, gracias a ti el mundo sigue con vida." Sonreí ligeramente y cerré los ojos. "... Pero escúchame Goku..." abrí los ojos e intenté mirarlo. "...la próxima vez, debes derrotarlo con un poder más sorprendente. ¡Has entendido!"

"Si-i... claro." Dije, aún si su mirada se veía algo enojada.

Tal vez ese fue el momento en que comenzamos a separarnos...

×

"Kakarotto... Tu eres un guerrero admirable. Me acabo de dar cuenta de que no sirvo para pelear con Majin Buu... tu eres el único que puede derrotarlo." escuché la voz de Vegeta en mi cabeza, quise voltear, pero estaba peleando contra Kid Buu. "Kakarotto... La primera vez que te vi fue cuando estaba en busca de planetas con un excelente ambiente para después venderlos..." no pude evitar soltar una risita, estaba seguro de que Vegeta no sabía que lo escuchaba, mucho menos sabía la razón, pero no iba a quejarme. "Al principio pensé que era tu obligación proteger a tus seres queridos y a causa de eso un poder totalmente desconocido brotaba de tu corazón, quizás tenga razón: ahora yo tengo el mismo deber. Antes yo peleaba para que todo se hiciera a mi voluntad, por diversión, era una delicia para mí matar a la gente sobre todo para fortalecer mi orgullo. Pero Kakarotto... tú eres diferente, no peleabas solo para ganar, siempre sobrepasaste los límites de tus fuerzas para no perder ante nadie, por eso nunca te atreviste a matar a tus oponentes: lo sé porque tú nunca te atreviste a matarme... Parece que al fin he comprendido que en mi corazón hay un poco de sentimiento que suelen tener los humanos. Pero no puedo soportar la idea de que existe un Saiyajin generoso que le gusta pelear... ¡Tú puedes Kakarotto, eres el Número 1!"

Tal parecía que mi presentimiento tenía razón después de todo... Vegeta si cambió.

Finalmente, ese sentimiento de vacío se fue... lo menos que podía hacer por él era no decirle que lo escuché, se enojaría.

×

"¿Compañeros para qué? ..." comenzó Jiren, después de que lo dejará clavado en las rocas con un golpe. "... ¿Confianza para qué? ...si lo aceptará... ¡Todo por lo que he peleado sería para nada!" Sus ojos se habían nublado, recordando. Estaban llenos de ira y dolor a partes iguales. "No creo... en esa fuerza..." sentí como su ki comenzó a aumentar. "... Algo así..." su aura volvió e hizo polvo las rocas a su alrededor, había comenzado a cargar su ki en su mano derecha. Fruncí el ceño más profundamente. "¡¡SE BORRA FACIL!!" Gritó en cólera, terminó de cargar su ataque y lo lanzó directamente a las gradas, dónde estaban los guerreros del universo 7. Mi familia...

Me teletransporté justo frente a ellos y logré lanzar el ataque hacia un lado. Aterricé en una parte de la arena, quedando frente a mi oponente.

"Jiren..." dije casi en un susurró, pero lleno de ira.

"Toda esa fuerza en la que tanto confías, desaparece fácilmente. ¡Cómo eso de ahí!" Esa fue su respuesta. Vi en sus ojos arrepentimiento y culpa, pero probablemente era mi imaginación, no sería la primera vez.

Iba a hacerlo pagar por lo que intento hacer.

×

"Amigos. Antes que nada, quisiera darles las gracias por haber asistido a nuestra boda. Estoy muy segura que seré feliz en la vida." Chichi agradeció a todos con una sonrisa. Yo no conocía a la mayoría de estas personas, me sentía extraño... y solo. Ox Satán me dio la opción de invitar a mis amigos, pero dije que no.

Por alguna razón sentía que no debían de estar aquí, probablemente tuvieran cosas que hacer y no quería molestarlos.

"Chichi, eres muy bonita. Igual de bonita que tu madre." Dijo Ox Satán con lágrimas en sus ojos, él estaba al lado de Chichi con una sonrisa. Yo sonreía, pero no como lo hacía a diario.

Fue extraño, regularmente la sonrisa salía por sí sola, pero ahora... tuve que forzarla un poco. Chichi me había dicho que era un momento importante y estaría lleno de alegría, pero era lo que menos sentía.

"Muchas gracias papá, y gracias por el vestido de novia, nunca olvidaré este detalle." Ella al agradecerle tomó mi brazo, intenté no moverme.

"Goku..." escuché mi nombre. Miré directamente a los ojos a Ox Satán. "...cuida a Chichi, hazla feliz..." Pidió. Un nudo en mi garganta se formó por alguna razón, pero sonreí y asentí.

"Goku..." dijo Chichi en un tono bajo, agarró mi brazo con más fuerza y me abrazó, me sorprendí un poco, pero dejé que lo hiciera; aunque evité mirarla a los ojos cuando ella me miró. Me reí, intentando distraerme, se sentía extraño tenerla cerca.

A diferencia de mi ella se veía muy feliz, eso me animó un poco. Si esto la hacía feliz estaba bien... No me gustaba ver a las personas tristes, mi pecho siempre me dolía al verlos.

Cuando fue el turno de dar los regalos (según Chichi) Uranai Baba se acercó a nosotros con su esfera.

"Les adivinare su futuro como regalo de bodas." Dijo ella, Chichi se emocionó e incluso saltó un poco.

Baba se giró y alzó sus manos frente a su esfera y comenzó a tararear. Su esfera brillo de un tono azul, pero no podía ver y Chichi tampoco. Baba se acercó.

Pasó un rato y de golpe sus ojos se abrieron mucho al igual que su boca, rápidamente se giró y tapó su esfera mostrando una sonrisa, una que me pareció un poco extraña.

"¿Qué fue lo que vio?" preguntó Chichi curiosa. Uranai le guiño un ojo.

"Oh, vas a tener una gran familia..." dijo, su postura era tensa y nerviosa, pero seguía sonriendo.

Chichi no se había dado cuenta y emocionada fue con Ox Satán a contarle, iba a seguirla hasta que la mano de Uranai me detuvo. Voltee a mirarla.

"Goku... cuando todo terminé ven a visitarme." Dijo, sería. Presentía que era mejor no preguntar, por lo que solamente asentí con la cabeza.

Ella se despidió, se subió a su esfera y se fue. La vi hasta que se perdió de vista.

×


Me faltaba el aire... estaba hiperventilando; mi corazón no dejaba de latir desbocado; mi pecho dolía con una horrible sensación de frio y roto. Mi cabeza pesaba y mis oídos zumbaban, no sabía cuánto tiempo estuve gritando, pero sabía que fue bastante. El dolor en mi garganta fue claro en ese hecho.

Todo mi cuerpo me dolía, mi ki estaba inestable y apenas podía mantener la transformación. Sentía como si fuera a desmayarme en cualquier momento, pero mi furia era grande y me mantuve despierto.

Retire temblorosamente las manos de mi cabello. En algún momento había tomado mis mechones y había apretado con todas mis fuerzas, incluso había marcas de uñas en mis palmas, estaban sangrando.

Fruncí el ceño, eso no debería de haber pasado...

Levanté lentamente la vista, mirando a mi alrededor. El lindo paisaje ahora era solo un recuerdo: las nubes habían ocultado la luz del sol; el pasto había desaparecido, ahora sólo había rocas y grietas por doquier; los árboles alrededor se habían caído, incluso algunas montañas rocosas se habían derrumbado sobre si mismas.

Ahora entendía por qué este lugar me calmaba.

Fue donde peleé con Vegeta por primera vez... y en donde regularmente nos juntábamos Piccolo, Gohan y yo para meditar. Incluso la casa de Piccolo no se encontraba muy lejos. Solté una sonrisa amarga. Ahora entendía muchas cosas...

Mis puños se cerraron con fuerza. Mi ki chisporroteo.

Escuché pasos hacia mi dirección, miré hacia enfrente: Chichi caminaba lentamente hacia mí: su cabello antes arreglado ahora estaba despeinado y suelto detrás de ella; tenía golpes alrededor de su cara junto con un rasguño grande en su mejilla derecha. Estaba a un par de metros... estaba acercándose.

Pero lo que me regreso a la realidad fue cuando sentí su ki... y el pequeño ki del bebé.


×

"¿Verdad que quieres tener otro hijo Goku?" Preguntó ilusionada.

"No."

Ella me miró con los ojos muy abiertos, sin creer que me hubiera negado a una petición suya, lo que rara vez hacía. Pero esto era diferente.

"No te escuché Goku... dijiste que sí. ¿Verdad?" Su rostro había pasado a una de desesperación, pero me negué a apartar la mirada.

"Chichi. Dije que no." Repetí en voz muy clara.

"Pero... podemos criar a otro bebé, puedes estar ahí para él..." siguió, pero yo la corte.

"Chichi entiende. No es que no quiera otro hijo... pero no quiero que pase lo mismo que Gohan, él tuvo que crecer sin mi gran parte de su adolescencia, y con Goten perdí su infancia." Despotrique sin poder evitarlo, la culpa burbujeando en mi pecho. No me había dado cuenta que me había quitado la máscara de tonto. "Siempre aparece una amenaza y me niego a perderme la vida de otro hijo. No pienso volver a dejarte criar a dos hijos tú sola." Repetí las palabras que le dijo a Piccolo ese día que fuimos a cuidar a Pan.

Chichi me miró con los ojos muy abiertos y opacos por un largo momento. Su mirada era neutral, no había emoción en ella.

Lentamente sus cejas se fruncieron y ojos se iluminaron con una emoción. Odio.

Ese sentimiento en mi interior me alertó de que algo había cambiado. Pero como regularmente hago cuando estoy con mi esposa, lo ignore.

Sus puños se cerraron fuertemente y sentí como su ki se llenaba de una furia ciega. Me acerqué lentamente a ella para calmarla.

No había visto que había tomado uno de los sartenes que estaban detrás, cuando estuve a su lado ella se alejó y me golpeó fuerte en la cabeza, me llevé una mano a la cien. Era la primera vez que me golpeaba con tanta fuerza, y con mi defensa siempre baja a su alrededor logré sentir el golpe.

Lo que siguió solo fueron gritos por ambas partes... la primera de muchas discusiones.

×


"Goku...mi amor..." Ella dijo temblorosamente con ternura, pero sus ojos me mostraron una historia diferente: estaban opacos, como si estuviera en trance.

Ahora sabía que era ese sentimiento que siempre tuve desde que era niño: que siempre me alertaba y que por miedo en su mayor parte siempre lo ignoré. Eran mis instintos saiyajin... y esos mismos instintos me decían que esa mujer no debía de acercarse a mí... o a mis hijos, y no pensaba ignorarlos está vez.

"¡NO TE ACERQUES!" le grité. Mi ki chisporroteo de nuevo y provocó que el aire se arremolinaba a mi alrededor. Ella paró de caminar.

El simple pensamiento de que ella se acercará a mí o me tocará me dio repulsión. De repente tenía unas enormes ganas de vomitar, me llevé una mano a la boca para detenerlo, pero fue imposible. Me giré hacia un lado y vomité. Ese simple movimiento me dejó más débil de lo que estaba, sentí como la fase dos desaparecía y me dejaba solo con el Súper Saiyajin.

"Goku... por favor déjame ayudarte, vamos a casa..." imploro Chichi. No se había movido de dónde le grite.

"Vete a la mierda..." Solté, jadeando. Me limpié la boca con mi manga. "No volveré a ese lugar... hace mucho, que dejó de ser mi hogar..."

"No digas eso Goku... podemos volver... todo puede ser como era antes... tenemos una niña en camino..." dijo, me dió escalofríos.

"¡¡UNA NIÑA QUE CONCEBISTE AL VIOLARME!!" Grité sin pensar mirándola a los ojos. Mi energía encendiéndose más.

Cuando verdaderamente analicé lo que dije mis ojos se abrieron con horror, mis puños comenzaron a temblar. Sentía de ganas de vomitar de nuevo.

Chichi... ella... ella...

"Goku-u estás equivocado-o..." negó temblorosamente. Podía ver qué mis palabras la habían afectado, pero estaba tan perdida en la fantasía que las ignoro. "Tú... tú me-e amas... solo... estás confundido..."

"¿Es que aún no lo entiendes?" Pregunté serio. "Yo no te amo, y jamás lo he hecho... La única razón por la que me casé contigo fue por esa promesa que hice de niño... una que ni siquiera yo recordaba..." dije, con una sonrisa amarga. "Debí de haber dicho que no..." solté una carcajada, sintiendo mis ojos humedecerse lentamente. "Todos estaban cómodos con sus vidas menos yo... debí de haberme alejado de ti desde hace mucho... Creí que hacía lo correcto al quedarme por Goten, pero cuando ví que él estaba sufriendo lo saqué de ese infierno... ¿Y te digo una cosa?" la miré directamente a los ojos. "Jamás me sentí tan malditamente feliz, hasta que me aleje de tí... Eres una arpía a la que nada le es suficiente... Intentaste hacer de mi tu "esposo humano perfecto" Pues sorpresa... ¡No soy humano! ¡SOY UN SAIYAJIN!" Grité, sintiendo como si un pequeño peso se quitará de mis hombros.

"¡Gohan!" Escuché el grito preocupado de Piccolo.

Me congelé en mi lugar.

Gohan... Goten... mis hijos...

Volteé hacia la izquierda: estaban a un par de metros lejos de mí, juntos; envueltos en una tela blanca y siendo protegidos por Piccolo. Ninguno de los dos se movía. Mi aura desapareció. Rápidamente me levanté del suelo y corrí a su dirección. Cuando por fin llegué hasta ellos me arrodillé.

"¡Gohan! ¡Goten!" Los llamé. No podía sentir su ki, el pánico casi se apodera de mí.

"Goku cálmate... ellos están bien, sólo se desmayaron." Dijo Piccolo en un tono bajo. El separó a Gohan de él y me lo pasó casi delicadamente, Goten estaba enterrado en los brazos de su hermano. Me senté en el suelo y los abracé tan rápido como pude.

Separé un poco la tela y los vi mejor: Gohan tenía una herida abierta en la frente que había parado de sangrar; Goten en cambio sólo tenía un labio partido, se veían tan tranquilos... Apoyé mi frente junto a la de ambos, cerrando los ojos: logré escuchar sus latidos y sus respiraciones tranquilas. Ellos estaban bien... casi solté un sollozo.

De repente sentí como el ki de Chichi se movía hacia mi dirección. Abrí los ojos y luego los entrecerré, abracé con más fuerza a mis hijos, protegiéndolos. Tenía que alejarlos...

"Lo lamento Piccolo..." le susurré con verdadero pesar, antes de poner mi mano en su pecho y lanzarle un rayo de ki, lo suficientemente fuerte para alejarlo.

Voltee a ver hacia atrás y ahí estaba ella, corriendo hacia mi dirección. Se acercaba a nosotros...

No.

No se acercaría a ellos, no volvería a lastimarlos.

Abracé con más fuerza a los chicos y me llevé dos dedos a la frente.

"¡No Goku!" grito al verme. Cerré los ojos y me teletransporté.



&&&



Aterricé boca abajo en el pasto, cerca de la sombra del árbol, había logrado al menos poner a Gohan y a Goten a un lado para no aplastarlos. Perdí las pocas fuerzas que me quedaban y sentí como mi transformación desaparecía. Volví a respirar con normalidad.

"¡Goku!" Escuché la voz de Kaiosama.

Suspiré aliviado.

Escuche los sonidos de Bubbles acercándose, incluso el vuelo de Gregory. Ya no estaba en la tierra, ella no podía llegar hasta aquí... Las esferas aún no estaban activas...

"Por un momento creí que no lo lograrías..." comentó Gregory, mientras se sentaba en mi hombro. Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas. Yo también lo había creído...

Cuando Kaiosama se arrodilló frente a mi gateé con esfuerzo y lo abracé con fuerza, él puso sus manos en mi cabello. "Oh Goku... de verdad lo lamento..." se disculpó. Cerré los ojos con fuerza y negué con la cabeza.

"No puedo... no puedo levantarme-e..." Jadee. No pude soportarlo más y comencé a llorar. No recordaba cuando fue la última vez que me permití llorar. "Ka-kaiosama no puedo levantarme... no puedo..."

Kaiosama no dijo nada, pero me envolvió lo mejor que pudo en un abrazo; Gregory aún en mi hombro comenzó a acariciar mi cabello; Bubbles estaba abrazando mi hombro izquierdo y me daba pequeñas palmadas en la espalda. Sentí mi pecho cálido por un segundo y lloré con más fuerza...


×

"Si tú padre y tú madre aún siguieran con vida te matarían al ver la deshonra de hijo que trajeron al mundo..."

×


Vegeta tenía razón después de todo este tiempo... era una deshonra para ellos... era una deshonra para todos... Todo esto era mi culpa... siempre es mi culpa... solo causo problemas a las personas que me importan.

"Lo siento-o... lo siento, lo siento, lo-o siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento..." me disculpé una y otra vez. Si era para mis hijos, mi abuelito, mis padres, mi hermano, mis sobrinos, Vegeta o el resto de mis amigos no lo sabía. Solo quería que supieran que lo lamentaba todo.

"Estás a salvó Goku... tus hijos están contigo y están bien... nadie más que tú puede llegar aquí... están a salvó..." Kaiosama intento consolarme, lo abrace con fuerza, sintiendo seguro con él.

Si, estábamos a salvó.

Por primera vez en años me sentí a salvó...











Notas:

- Varios fragmentos sacados del anime de Dragon Ball (clásico), Dragon Ball Z, Dragon Ball Super y Dragon Ball Super: Broly.

- Como nos enseñó Trunks en el capítulo "Magia Mental - Parte 2" Mladshiy Brat significa: Hermano menor.
¿Por qué no tiene una traducción dentro del capítulo? porque Goku no sabe lo que significa, a diferencia de Vegeta el no aprendió el lenguaje. Recuerden que los capítulos son según la perspectiva de los personajes, si no saben algo no se muestra.

- Goku dijo: "No puedo levantarme"
El Planeta de Kaiosama tiene una gravedad más alta que el de la tierra (alrededor de 50 o 100 según recuerdo) Goku ha estado sin entrenamiento durante casi un año, junto con una mala alimentación. Su cuerpo simplemente ya no soporta la gravedad.


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