capitulo dos

Jodida mierda, como podía siquiera verle el rostro a LuHan aquella noche. Realmente estaba sorprendido por el actuar de su minina pues simple y abediente había mostrado ser, algo así como una sedita tranquila, fue una manera muy alucinante de demostrarle que incluso ella era quisquillosa y rebelde, sin importar que fuera una gata bebé.

LuHan había abandonado su casa minutos después de lo sucedido, con el rostro teñido de frutas exóticas y puede que incluso un poco malhumorado porque hasta él se sentía de esa manera, después de todo había sido su gata la grosera y de actos egoístas, no se atrevía a visitar por ningún motivo el café pues la pena era un sentimiento que le comía el cerebro cuando pensaba en saludar o invitarlo a salir.

No obstante, su gata era consciente de la mala acción que había realizado pues lloraba, o eso suponía por los extensos maullidos afuera de la puerta del cuarto pidiendo de sobremanera entrar. Sin embargo Chanyeol era duro y no se dejaba doblegar, incluso cuando los llantos eran realmente desconsolados y su sueño era reducido más que todo porque se daba cuenta que estaba siendo un dueño malvado.

Pero ¿qué si no lo hacia? su gatita no aprendería a ser amigable con las personas que llegarán a casa, y no se refería exactamente al pendejo de Jongdae del cual se encontraba un poco más acostumbrada, hablaba de aquellos que llegarán para algo más. Pues se mostraba mucho más alerta con ese tipo de amigos.

Porque sí, había llevado a uno o dos pares más después del mal momento con el chino, se encontró coqueteando con el secretario de su jefe unas cuantas veces, y se arrepiente del tamaño de los mil demonios el haberlo llevado a su hogar, Joshua Hong había sufrido de arañazos en sus piernas por culpa de su descuido.

Pero no podían culparlo de eso por completo o tal vez sí, no lo sabe, por más que regaña a la felina está parecía no entender, solo se limitaba en hacerlo quedar mal pues de unas a primeras colocaba un rostro demacrado y maullaba como si también estuviera reprochandole, lo peor de todo era que Chanyeol parecía entenderlo joder, entender que la gata se estaba disculpándo de alguna u otra manera.

Sin embargo, siempre que invitaba a alguien al departamento era un nuevo caso del cual debía preocuparse. La gata ahora dejaba regalos en las entradas que absolutamente doblegaban su tamaño, vomitaba la mitad del día en cada rincón del lugar y sacaba las garras constantemente cuando había un apego excesivo a su dueño, casi estaba odiando ese lugar.

Chanyeol no se consideraba un hombre estricto pues su vida era un poco libertina y vivía su día a día sin medida ni reclamos, le dolía como una patada en los huevos cuando le tocaba tomar mano dura con el trato a su gata porque sin duda y pese a los acontecimientos la seguía queriendo. Pero él ya no podía dejar pasarlo porque no era normal lo que hacía, marcando territorio en el baño y orinando sus sabanas cuando descuidadamente dejaba la puerta abierta luego de ir al trabajo. Y se tiraría encima la culpa de lo último sino fuera porque el dueño del Pet shop le había dejado en claro que sus animales sin importar edad o estatura estaban entrenados para hacer sus necesidades en el arenal y básicamente no hacer mucho.

Habían sido dos meses bajo presión luego de que su pene se le apareciera en un sueño regañandolo y estrictamente pidiéndole un poco de comprensión, gritándole a los cuatro vientos que su puta mano no era suficiente y que necesitaba un agujero apretado donde esconderse por lo menos dos minutos. Y Dios! él también quería un poco de diversión y movimiento en su vida.

Por mucho que odiara decirlo su vida estaba llena de peros que no sabía como solucionar, la última vez había invitado a su colega KyungSoo Do y nada había salido como lo planeó nuevamente, extrañamente no por la gata, pues la culpa recaía en él. El estar tan preocupado por liberar al depredador no se midio a la hora de comentar y terminó diciendo cosas tan horribles como el infierno que por supuesto lo habían dejado a él como un grosero sin remedio.

Y por supuesto que se arrepentía de eso cada vez que por su mente cruzaba, siempre trataba de disculparse con el chico cuando se lo topaba en el trabajo, sin embargo KyungSoo lo pateaba tan lejos como se le diera la gana. Sino fuera su amigo realmente estaría en problemas escandalosos pues Do era un tipo realmente abusivo.

─ Entonces no has podido vaciar las bolas por culpa de tu gata ─ Jongdae había aparecido muy temprano en casa y por mucho dolor de entrañas que fuera necesitaba hablar con alguien, contarle sus problemas y probablemente escuchar la opinión de un amigo ─ ¿has pensado en hacerlo en otra casa?

No era un imbécil como desafortunadamente aparentaba ser, por supuesto que lo había pensado, la idea era una joya que giraba una y otra vez todo los días en su cerebro como si fuera un mostrador mecánico, sin embargo habian dos motivos, primero; por mucho que lo anhelara nunca saldría de sus labios las palabras hagámoslo en tu casa ¿por qué exactamente qué era lo que estaba insinuando con eso? todos sus casi ligues mucho antes de mencionar su acomodado departamento ya estaban caminando de forma robótica hacia él. Es como si su hogar fuera un imán atrayente y casi sexual, algo así como el más oportuno para derrochar semen y segundo y el más probable; le daba un poquito de timidez, él era el mas interesado y pedir que además se hiciera en la casa adversa le parecía mucho.

─ Sí pero me da pena.

Jongdae lo miró por el rabillo del ojo saltón y un poco juzgón ─ ¿Me estás diciendo que te da pena decirle a tu pareja que quieres tener sexo en su casa? yo te he visto ligar, algo tan insignificante como el permiso no debería avergonzarte.

─ Como tú nunca esperas aprobación y dices las cosas como se te pegue en gana, no te da vergüenza ─ Chanyeol estaba frustrado ahora, no solo tenía las bolas pesadas de semen sino que su amigo se las estaba hinchando de cólera.

Su gata se asomó por un costado del sofá infraganti, lucía radiante, pulcra y pequeña. Las ventanas estaban abierta y en efecto los bigotes del animal se movían ligeramente.

Chanyeol nunca pensó que su acompañante realmente sería un grano en el culo.

Sus patitas se deslizaban por el suelo de madera resbaladizo, con su cola bien en alto y sus ojos afilados apuñalando al que se atreviera a mirarla fijamente.

─ Tu gata será mosqueada ─ su amigo dejó escapar descuidadamente pero al instante se arrepintió bajo la mirada del dueño de casa ─ no lo tomes como algo malo Yeol, en cualquier momento tendrá que ser empotrada.

Jongdae sabía como ser alguien desagradable, la conversación se estaba volviendo muy intensa y vaya suerte, pues se encontraba en un momento donde si lo tocaban posiblemente se irían años de amistad.

─ Creo que llego la hora de que te vayas.

•••

─ Estoy a punto de explotar ─ Chanyeol había escuchado dentro de una de las cabinas en el baño de la empresa. Ciertamente era muy común escuchar a sus compañeros quejarse en cualquier lado de ese lugar, su trabajo era casi excesivo y el director un impertinente que parecía carecer de cordura como para colocar la fecha de exámenes junto al de entregas del material lumínico.

Sin embargo ese día el señor Zhang lastimosamente se había puesto muy amable, reconociendo una labor que no le correspondía a su equipo, esto no solo ante su empresa sino en frenesí ante la empresa de su contrincante.

Y de esto no había salido nada bien, o por lo menos para sus compañeros que tenían solo dos pies, dos manos y menos de la mitad del cerebro en funcionamiento.

─ ¿Me estas diciendo que estos muchachos puedes hacer el material en una noche y sin descanso alguno? ─ el señor Kim lucía fresco y hablaba como un galán en prensa.

─ Justo eso señor ─ el director zhang sonreía estrechando su mano por mucho más tiempo de lo normal ─ mi ejercito es fuerte y siempre da el cien en sus presentaciones.

─ Me gustaría ver un poco de eso, mi empresa acaba de abrir la sección de interlineados y maquetas, estaría muy contento de que los mejores empleados nos dieran una prueba de su trabajo.

─ ¡Oh Dios! no estoy muy seguro de que haya tanto espacio para todo mi personal, elegir unos cuantos será muy difícil.

Era una conversación de viejos, sí. Y los estaban sentenciando a muchos de ellos. Casí podía ver como sus amigos se estaban ahorcando con la corbata los unos con los otros. Nadie quería hacer parte de esa batalla y mucho menos cuando el jefe tenía ese rostro pintado en su cabeza.

─ Muy confiado de su equipo señor Zhang, esperemos no defrauden a la empresa L&W ─ el señor Junmyeon se despidió con un movimiento de cabeza muy ligero, sino supiera que el viejo ya paso los cuarenta posiblemente pensaría que es un joven Ceo ─ hasta la próxima muchachos.

─ La clave del éxito señor Kim ─ susurró el director un poco nefasto a espaldas, respondiendole al señor Kim quien ya había abandonado el sitio─ ¿quién se cree qué es?─ el genio de su jefe era una mierda y su paciencia el doble, la combinación de ambos nunca había sido buena, sin embargo Chanyeol hacia su trabajo a tiempo para no crear conflictos ni recargar a sus colegas, pero más importante que eso, no colocar su trasero en la aceras frías de la calle, se pasaba de limpio y conciso, no jugaba en las horas de oficio ni tampoco tomaba por tonto el espacio laboral de sus compañeros. Varías veces se encontró alzandole la voz al señor Zhang pero este simplemente lo mandaba a casa cuando no tenía argumentos fijos para lanzar. Pero pese a no decirlo le agradecía que no lo tirara como perro por ser impulsivo y mal hablado al momento de pedir las cosas.

─ El señor Kim se fue jefe ─ Kyungsoo le informo a Zhang quien aún de espalda yacía ─ ¿se encuentra bien?

─ ¡Por una mierda! tú, Sehun, Jongin y Chanyeol se quedan haciendo el trabajo ─ el señor se encontraba hecho chispas y en ese momento Yeol se preguntó si solo era un odio superficial que había nacido luego de que el señor kim llegara a Corea demandando su puesto como suyo para luego irse por la torre alta de ingreso de la empresa L&W de unas calles más abajo, o si había algo mucho más profundo pues había logrado oír algo unas mañanas pasadas luego de haber conseguido pelear con su gata desde la noche anterior porque no lo dejaba hacer su vida ─ los demás sigan con su trabajo.

─ Yo no puedo, tengo un hijo y soy padre soltero ─ Sehun era un chico bastante sincero, había llegado mucho antes que Chanyeol y aunque ya llevara su tiempo de oro en ese lugar sus miradas casi nunca cruzaban. Sin embargo era popular pues su trabajo era impecable y daba más de lo que pedían, el decline que tuvo ahora simplemente es algo que abrió ojos, incluso un tipo como él podia darse sus lujos de refutarle al jefe.

─ No me interesa, te quedas a menos que quieras cerrar las puertas y dejar tu carnet en la mesa.

Bueno, Chanyeol tenía una gata. Una gata a la cual no había alimentado en todo el día. Una gata que solo come cuando le dejaba la merienda en su dispensador, una gata que dependía de él, una gata que no había atendido lo suficiente los últimos días por el extraño estrés sexual concentrado junto al del trabajo del viejo abusador. Una gata celosa que seguro lo estaba esperando en la puerta de su casa y, por qué no, con regalos dispersos por todo el lugar.

Él también tenía una razón para llegar temprano a casa ese día, sin embargo el señor Zhang había puesto es sus manos un trabajo pesado de días e incluso semanas y que por mucho que haya sido halagado era casi imposible que en tan poco tiempo sea cumplido y entregado. Mucho más si ahora solo tenía un pensamiento que llenaba cada lugar de su cerebro, su bolita blanca con hambre fija.

•••

Los pensamientos eran instantáneos con la materia en sus manos, KyungSoo trabajaba muy tranquilo y de JongIn ni hablar, el tipo era ágil con las manos y sus ideas sumamente frescas. Sehun cada tres segundos revisaba el reloj de muñeca y se podía decir que lo único que mantenía a Chanyeol alejado de esa acción era el hecho de querer terminar rápido.

Pasaba ya la media noche y admitía que en el pasado este tipo de tareas eran bendiciones caídas del cielo, pero justo en ese momento ya no eran bien recibidas, ni siquiera recuerda el porqué ese tipo de explotación le habían parecido un regalo, principalmente nada de lo que pida el señor Zhang puede ser tomado de buena forma. Pues el viejo no tenía ni su vida estable.

─ Ese tipo es molesto ─ susurró JongIn con un pequeño pez pintado en los labios.

─ Mi hijo es apenas un bebé ─ Sehun intervino en el reproche de su compañero.

─ Odio cuando el jefe se interpone en el tiempo libre de nosotros ─ Kyungsoo trajo el vívido recuerdo de hace un año, pues la situación era similar ─ como si fuéramos muñecos que pueden tomarse a la hora que le de la gana.

Chanyeol básicamente tomaba la misma posición, pues aunque el quedarse hasta tarde en su trabajo sin paga de más era exactamente todo lo contrario a una buena acción lo enfurecía de sobremanera el hecho de que el señor Zhang no los esperó y se fue sin siquiera decir un jódanse de despedida, es más, ni la cena les había pedido.

─ ¿Y tu gato? ─ Jongin le había dirigido la palabra, su rostro posiblemente había adoptado un semblante lo suficiente estúpido y perdido.

─ Es gata ─ corrigió Chanyeol de buen humor antes de quedarse perplejo ─ ¿cómo sabes de ella?

─ Chico, es más popular que el grupito debutante de la SM ─Kyungsoo se precipitó en sonreír y mirar a Jongin ─ la mencionaste en la reunión de empleados, en la fiesta de bienvenida que hicimos para Jeongin, en el bar de felix y justo puedo apostar en que estabas pensando en ella.

─ ¿Cómo?

─ Siempre terminas comentando algo de tu gata ─ Jongin complementó ─ mi bolita hizo popo fuera del arenero, mi gatita arañó a Luhan pero se que ella esta pasando por un mal momento, se puso celosa de nuevo, mi gata hizo esto, mi gata hizo aquello ─ Jongin imitó y Chanyeol no pudo evitar avergonzarse.

─ Lamento eso ─ soltó una risa nerviosa, no era común ser expuesto de este modo. Ni siquiera pensaba que hablaba de más pues no se acuerda siquiera de mencionarla anteriormente ─ es la primera vez que cuido de alguien.

─ Me recuerda a la primera vez que vi a mi hija, era tan chiquita y blanca que me daban ganas de llevarla siempre en el bolsillo para que nadie la tomara ─ Sehun es verdaderamente un chico grande, no le daba más de veintiséis y sin embargo era tan fuerte que incluso el mismo Chanyeol se sentía cohibido.

─ Joder, si vas a decir algo tan lindo por lo menos quita la cara de culo ─ Kyungsoo se quejó por los músculos que ahora pintaban las facciones de su rostro ─ jodidamente incómodo.

─ Juro por mi vida que este es mi rostro ─ Sehun se defendió y se podía decir que sí, el chico escasamente sonreía en el trabajo, se limitaba un poco con sus emociones y a primeras parecía un hijo de puta.

─ Esto es muy liviano ─ Jongin dedicó una mirada confusa, el material misteriosamente se estaba moldeando fácilmente, lo que ocasionó que sonriera ─ a este paso seré el primero en irme.

Chanyeol lo miró de reojo ¿acaso no estaba viendo que todos estaban mucho más adelantados que él?

─ Serás el primero pero en amanecer en la oficina ─ Kyungsoo tomó la palabra para burlarse y le sirvió pues Jongin chilló frustrado a punto de arrancarse toda su cabellera castaña ─ eres un despistado.

Chanyeol solo se limitaba a observar pues justo ahora el hueco de su estomago se había abierto en dos por el hambre y no quiso ni imaginarse como estaría su gata, no quería pensar algo malo pero era inevitable, su mente siempre preparaba lo peor para de este modo sentir alivio a la hora de ver que las situaciones no eran tan desagradables al momento de enfrentarlas.

Se llevo una uña a la boca pues con tanto apetito ese pedazo de almacenamiento de mugre tenía un sabor a pizza con salsa.

─ ¿Muy rica la uña? ─ Jongin le preguntó.

Chanyeol le mofó como respuesta, es verdad que es un asco pero se encuentra pasando por una crisis, solo pensaba en terminar rápido o por lo menos antes de que dieran las cuatro de la mañana, no veía el momento en salir corriendo a casa y embutir a su masita con todo lo que encuentre en la dispensa.

•••

Si le hubieran dicho que le tocaría lidiar con el demonio de tasmania de seguro se hubiera reído, pero ¿por qué no lo hacia? ¿por qué se sentia capaz de matar a alguien? la furia hacia burbujas en su estómago, es más, el hambre se había esfumado como agua en estufa encendida. Todo era un jodido pero muy jodido desastre, el cuadro más caro que había comprado en toda su vida era un puto arenal de gato, el jarrón egipcio de edición limitada yacía roto en partes incontables, las paredes estaban arañadas, su sofá color yeso lleno de pelito blanco y huellitas. Todo por lo que había trabajado había sido usado como pañuelo.

─ ¡Mierda!

La gatita salió del cuarto saltando en sus patas y a Chanyeol no pudo parecerle más nefasta esa acción, se sintió como si le hubieran jalado todos los pelos del ano folcroricamente.

─ Si me dices que esto es una maldita broma te creo. Si me dices que vas a arreglar toda está puta mierda te creo ─ sus ojos comenzarón a encenderse agresivamente, sus dientes apretados perfilaban una mandíbula mucho más áspera de la que ya poseía ─ si tuviera la oportunidad te devolvería ahora mismo ─ y muy lejos del arrepentimiento sintió alivio, alivio de decir aquello que había estado pensando ya por un pequeño tiempo, el no poder seguir tolerando una situación de la cual absolutamente no estaba acostumbrado, el no poder tener una vida, el no poder hacer lo que él quería por temor de que se quedase sin un hogar ─ mañana mismo te intercambió por una morrocoya.

Soltó el bolso lanzandolo a un lado del minino que maullando yacía desde que Chanyeol comenzó a alzar la voz, se dirigió con paso firme caminó hasta el cuarto tan solo para seguir explotando pues apenas abrió un poco la puerta su zapato se presiono en una montaña de popo húmedo.

─ ¡Puto animal! ─ se quito la prenda para tomarlo sin importándole cinco si se empataba para acto seguido tirarlarsela a la gata en la cara ─ ¡si te fijas que huele a mierda!

La pequeña gata saltó del sillón de mala forma, ocasionando que cayera de cabeza, sin embargo eso no la detuvo y con los maullidos aún en la boca corrió con toda la velocidad que sus patitas le permitían hasta debajo de un mueble donde bien sabía que Chanyeol no podría alcanzarla.

Él llegaba cansado luego de servirle al viejo, eran casi las cinco de la mañana y lo último que recuerda de las tres horas pasadas es a él trabajado mal por su puta consciencia martirizandolo por no haberle alimentado, y su gata a cambio le había vuelto una etcétera el hogar. No contento con eso, ahora le tocaba limpiar las heces y trapear todo en la habitación, además de cambiar las sabanas puesto a que sucias y olorosas si se encontraban.

─ Si me dieran a elegir entre tenerte o no, preferiría no haber entrado a comprarte ─ Chanyeol vacío su enojo mientras apuntaba al animal ─ cimpri in gititi, sin limpiis. ¡limpio mis huevos!

"Compra un gatito, son limpios"

•••

Chanyeol esa noche en realidad no pudo dormir muy bien, no se sentía mal por lo que había dicho pero si se lamentaba de algunas cosas, por ejemplo lo de haberle aventado el zapato cagado.

─ ¡Aish! no puedo estar arrepintiéndome.

Nuevamente había dejado a la gata durmiendo fuera del cuarto como lo llevaba haciendo hace un tiempo en forma de castigo, sin embargo esa gata grosera parecía no haber aprendido nada, esa mañana la llevaría a la tienda y pediría en el peor de los casos un reembolso o un intercambio, y en el mejor una cita en el psicólogo de gatos, si es que eso existía para que la estudiarán y la convirtieran en un animal apto para una casa en la ciudad.

Volver a salir del cuarto para ver el estado de su muy cuidada zona era realmente deplorable, pero pese a su preparación mental nunca imaginó contemplar la sala en un estado aceptable o al menos mucho mejor de lo que recuerda haber contemplado esa madrugada, pero había una leve diferencia o sea, las garras en las paredes yacían y el jarrón egipcio por su puesto brillaba por su ausencia pero todo lo veía muy limpio, se preguntó si en su estado nubloso se había levantado a limpiar la casa, pero por más vueltas que le daba al asunto siempre rebotaba en lo mismo, él absolutamente no se había mosqueado por organizar algo como el desmencueto y mucho menos con el humor con el que estaba, incluso el cuadro caro que compró en una visita a París se encontraba fielmente colgado.

─ No pude haberlo soñado ¿verdad?

Y estaba seguro que no porque él no estaba loco. Sostuvo su cuerpo con las dos manos y rodillas cuando se agacho para buscar a la gata debajo de los muebles, se introdujo en el baño preocupándose cuando vio huellas de pies en el suelo húmedo, corrió hasta la cocina y verificó que todos sus cuchillos estuvieran ahí, abrió los gabinetes y seguido a eso la nevera.

─ No me digas que se metieron a robar ─ Chanyeol se habló así mismo sin embargo se golpeó al instante ─ el ladrón ingresó a mi casa, le dio lástima el estado en el que se encontraba y se llevó al culpable. Suena bastante razonable.

Si la gata no estaba, posiblemente había sido secuestrada, el peso le cayó bastante fuerte. Corrió hasta su recámara en busca de su celular sin embargo la frustración se evaporó pues la gata estaba en el rincón por poco vacío de la habitación, visiblemente durmiendo con todo el aura de tranquilidad que había dado entender que no poseía.

Se preguntó del porqué el cambio tan abrupto en su personalidad, era extremadamente dulce con él pero era un infierno con los otros, también el como había entrado si perfectamente el mismo se encargo de cerrar la puerta delante de la gata.

─ No voy a devolverte.

Iba a visitar un veterinario de eso no había duda, necesitaba una explicación del actuar de su mascota que por más adorable que se viera por poco y no lo era, ella no podía seguir ahuyentado sus citas, comenzaba a sentirse aún más solo de lo que estaba al principio y eso que inicialmente la idea era formar una familia. La gata, su pareja y él, puesto a que su homosexualidad era tan alta como lo bajo que era la posibilidad de tener hijos.

Tomó el directorio que estaba debajo del teléfono, buscó una veterinaria que se encontrará abierta y en menos de lo que cantaba un gallo ya tenía una cita apartada.

La gata no se despertaba por mucho ruido que hiciera y eso lo asustó un poco puesto a que ella solía levantarse primero, se puso a pensar si su gata si gastaba energía en él o si tenía una mentalidad mucho más abierta de la que él pensaba. De hecho, estaba pensando mucho en momentos inoportunos, el reloj marcaban las diez:ymedia y claro que sí, le agradeció al horario laboral, al señor Zhang e incluso así mismo por todo su trabajo en la semana porque justo iniciaba la cazumba de la semana por lo tanto no tenía trabajo del cual preocuparse y que por efecto lo interrumpiera.

Tomó una ducha relajante, pues tenía los mojones en la cabeza desde ayer por culpa de su jefe, se dio su tiempo para masajear los nudos de sus hombros y le proporcionó tres tipos de acondicionadores a su cabello para que este se aplacara. Enrollo la toalla a la cintura y miró hacia abajo, las huellas aún estaban ahí y se preguntó si había sido él el que se había dado su duchita en la madrugada. También se fijo en que la nevera había sido saqueada, pero eso lo relacionó con el hecho de que quizás había comido luego del estrés.

Pero la pregunta que lo tuvo anoche constipado volvió ¿la gata no había comido en todo el día? él por lo menos no había movido ni un solo dedo por alimentarla.

Le devolvió la mirada, ahora si se sentía un poco mal, había dicho cosas desagradables y aparte le había golpeado. No quería justificarse pero en realidad no lo quiso hacer. No le echaría la culpa a la hora, tampoco al hambre ni mucho menos a la gata, él se creyó lo suficientemente independiente y responsable, debió hacerle caso a Luhan desde un principio, posiblemente pudo haberse ahorrado toda la mala saliva y la situación no hubiera llegado a ser tan crítica.

─ Soy un dueño terrible.

La gata ni siquiera debió entender la mitad de lo que hizo, era muy chiquita pues contaba solo de un año y medio según el vendedor.

Se colocó su pantalón ajustable negro junto a una camisa blanca manga larga que lo hacía lucir un poco más informal de lo común, amarró sus zapatillas, peinó su cabello con sus dedos y tomó las llaves del auto.

─ Esto es por su bien, vamos ─ Chanyeol se alentó así mismo, originalmente no quería llevarla a la veterinaria pero ahora que iba en camino quería llegar rápido, si fuera posible volaría por encima de los autos para saltarse el trafico.

Se acercó a la gata y la acogió pegándola en su pecho duro, ella aún dormía, sus respiraciones subían y bajaban pacíficamente como un bebé, sus orejas se movían por puro reflejo y su cola peluda que muchas veces vio crispada era un hilo que se movía de aquí para allá, según los movimientos que daba.

Cerró la puerta detrás de si, el elevador descendió exactamente los tres pisos que alejaban a Chanyeol de la tierra, cuando finalmente se encontraba en el exterior solo le bastó dar una mirada para encontrar su auto en el estacionamiento, apagó el seguro para poder ingresar y poso a la gata en sus piernas con delicadeza para no levantarla. Dio unos detalles y arrancó fugazmente por el camino.

La calle principal era un caos, siempre había vívido del tráfico, sin embargo no eran tan agobiantes gracias a los maravillosos paisajes, las casas lujosas con lotes pequeños de césped verde vivo eran una maravilla, los colores del día se interceptaban entre si como una obra y eso le hizo recordar el momento exacto en que compro el cuadro grande de su casa.

La calle larga gracias al cielo si estaba despejada y deslizar el carro hasta el final no fue ningún problema.

Meaw

─ Realmente despertaste luego de tanto tiempo, perezosa.

Meaw

─ No creas que estoy feliz por lo que paso.

Meaw

─ Enserio que tienes una apariencia engañosa.

Por último giró la esquina con su descapotable buscando un espacio para poder parquear su automóvil, miro la hora por última vez antes de bajar cuidadosamente del auto y dirigirse hasta la entrada, él estaba llegando tres minutos tarde a la cita.

El lugar le daba mucho sentido a su nombre, habían animales estampados en todas partes, diseños, jabones, medicinas, ropa e incluso collares. Habían jaulas para pericos, cama para perritos y peceras de todos los tamaños.

─ ¿Señor Park? ─ un joven rubio nombró su apellido, era un chico bajito de ojos redondos, Chanyeol asintió hacia su pregunta y el prosiguió ─ El doctor Lee lo espera.

Chanyeol volvió a acercar a la gatita contra su cuerpo para justo después caminar por el camino que le habían indicado, la puerta azul con garabatos esperandolo.

Entró y sin esperar una invitación se acercó al escritorio.

─ Buenos días señor Park ─ el veterinario lo saludo ¡Dios! todos en ese lugar parecían recién salidos del horno.

─ Doctor buenos días ─ Lee le ordenó que se sentara y él así lo hizo ─ iré directo a la situación, yo adopte no hace mucho a lo que sería mi mascota, mi gata ha pasado por distintas etapas y emociones, al principio cuando eramos solo nosotros dos era obediente, limpia y no ocasionaba problemas en casa ─ el doctor asintió en modo de aprobación, entrelazo sus brazos y se recostó en el respaldar de la silla ─ pero de un tiempo para acá siempre que llevó personas a la casa es muy grosera, rebelde y desobediente. Pensé que serian celos normales pero hoy en la madrugada tuve trabajo pesado en la oficina y me tocó quedarme hasta muy tarde, pero ese no es el problema, la situación está en que cuando volví a casa está se encuentra en un estado agonizante con cosas rotas de aquí a allá, popo en todos lados, arañazos en las paredes y en total un completo desorden, ¿la gata está enferma?

Miaw

El doctor le sonrió y bajó el rostro ─ en efecto está celoso ─ volvió a alzarlo con la caja de dientes a plena vista ─ dime su nombre y colócalo en la mesa ─ el joven siguió hablando ─ además es una extraña mezcla entre un bobtail japones y un gato persa, he ahí su tamaño y carácter.

─ Bueno en realidad no le puse un nombre ─ Chanyeol le respondió un poco avergonzado, situando al animalito encima de la mesa como se le fue ordenado, llevaba más de un mes con la gata y como siempre la llamaba con sinónimos cariñosos no pensó que sería necesario colocarle uno fijo ─ si se necesita uno podemos llamarla BaekHee.

─ ¿No crees que es muy femenino? ─ le cuestionó el doctor con la mirada hacia el animal, él comenzó sobando la parte trasera de sus orejas, luego el cuello y por último el estomago, lo que ocasiono que el gato se recostara encima de su lomito ─ comencemos por este lado, no conoces a tu mascota y eso es un problema, deme su dedo señor Park ─ Chanyeol lo dio sin rechistar y dejó que lo guiarán por debajo del vientre de su masita ─ dígame que siente.

─ Unas bolitas.

El gato maulló.

─ Exactamente señor, su gata en realidad es un gato ─ el doctor lee le soltó con gracia y él se desplomó en su asiento ¡el vendedor le había dicho que era una jodida hembra! ─ y no uno cualquiera, es un híbrido macho con bolsa.

─ ¿Qué? ¿a qué se refiere con gato? ¿cómo así que un híbrido macho? entonces ¿por qué es tan celoso? y más importante aún ¿que significa la bolsa? ─ ahora si era el pobre Chanyeol, nunca se le había ocurrido ver a su gata o gato mear por lo tanto nunca se fijo si tenía regadera o bañera, había tenido tanto conflicto por un gatito roñoso.

─ Señor ¿no ve las noticias? ─ no, él no le prestaba mucha atención a la caja y sus canales, pues la mayoría del tiempo esta entregando talleres o prefiere ver series en netflix.

Chanyeol negó ─ no tengo mucho tiempo de sobra.

─ Bueno, tu híbrido te ha elegido como su compañero y por eso echa a cualquiera que tenga intenciones contigo, ellos son muy susceptibles a las hormonas. ─ explicó el veterinario.

─ ¿Qué? ¿cómo compañero? pero si él es una mascota. ─ musitó.

─ Corrección; Es un híbrido, es mitad humano mitad gato, él te vio como su compañero ideal y te ha marcado, ahora quiere que lo llenes de crías y es muy celoso respecto a ti y su territorio, eso explica su violencia.

─ Es mi mascota, no lo veo de esa forma ¿es siquiera legal? ─ preguntó Chanyeol horrorizado.

─ Por supuesto que sí, sigue siendo humano, es un caso más común de lo que crees, de todas formas los gatos no son monógamos, dale lo que quiere y probablemente te deje en paz, te vio como el macho más apto para reproducirse y eso es lo que quiere, después de eso puedes castrarlo y problema solucionado.

─¿Qué? ¿cómo funciona todo eso?

─Tengo un folleto que lo explica, ellos siguen teniendo una parte animal que es más instintiva que nada y el instinto de tu gato le dijo que eras suyo, quizás no debiste consentirlo tanto en un principio.

─ Si esto es verdad ¿cómo explica el hecho de que nunca lo he visto actuando de forma rara, es decir siendo humano o convirtiéndose en algún ser? ─ Chanyeol cuestionó, la situación de la que se estaba informando era lo más raro que había pasado en mucho tiempo, un gato humanoide. Él no estaba en ninguna película Disney ¡los animales no pueden cantar ni bailar! mucho menos convertirse en un puto humano.

─ Eso no depende de mi, debes preguntarle a tu mascota si deja que lo veas. No creo que te lo niegue a dejado en claro que tú eres más suyo que él tuyo ─ Lee le sonrió y ¿ahora que debería de hacer? ¿llevarlo a casa? o ¿irse de cabeza donde el psicólogo? ─ lo primero que tienes que hacer es colocarle un nombre.

Chanyeol no quería ni pensar en ello, ahora resulta que la única manera de librarse de esto seria leyendo un folleto en el cual entraría con cero conocimiento y si las cosas no resultan como las esperaba, llenar de crías a su gato, lo cual suena enfermo y lo hacia sentir un depravado.

─ Baekhyun o lo que sea.

─ Mmh ─ el doctor asintió ─ es perfecto.

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