26 | Daños colaterales en el Azerbaiyán GP

𝐓𝐫𝐨𝐮𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐤𝐞𝐫




Flashback

Carlos Sainz's POV

ESTO TENÍA QUE SER CLASIFICADO como llegar al cielo.

No había otra manera de definirlo.

Tener a la venezolana debajo de mí con sus mejillas sonrojadas, cabello castaño esparcido por las almohadas, mientras gemía despacio en mi oído con una voz que podría describir como la de un ángel... con cada embestida que daba, sentía más y más que debía serlo.

Sus uñas se clavaban en mi espalda y a pesar del ligero dolor me volvían loco, creando un arrebato y un frenesí dentro de mí de querer darle lo mejor. De complacerla en todos sus sentidos. De arruinarla para cualquier otro.

Podía sentir mi ego incrementar con cada súplica de mi nombre que salía de sus labios como un mantra.

Adora Torres era un manjar para los ojos.

Ver sus pechos rebotando bajo mis penetraciones, sus largas pestañas contra sus mejillas mientras su boca me recibía roja e hinchada para cada beso robado podría ser de las cosas más pecaminosas que había visto en mi vida. Me traía extasiado.

Sus piernas entrelazadas en mi cadera me permitían entrar cada vez más profundo al punto que agradecía ser los únicos en la casa porque los jadeos y gemidos que se escapaban de ambos no se escuchaban nada bajos.

Le susurré al oído lo hermosa que era, que besaba como una diosa y que debía ser el hombre más afortunado del mundo por tenerla entre mis sábanas. Le hice saber lo bien que me hacía sentir, todo lo que me provocaba hacerle, y con cada palabra que susurraba a su oído podía sentirla estremecerse debajo de mí causándome satisfacción.

Con una mano toqué su intimidad escuchándola jadear bajo mi toque, sus piernas me apretaron y podía sentir que cada vez estaba más cerca del orgasmo. El mío no tan lejano.

Me esmeré como lo haría por un podio en una carrera. Saber que era el que le provocaba aquellos gemidos era demasiado para cualquier mortal, Adora estaba a otro nivel.

Era mía por la noche y no la dejaría olvidarlo.

Sus piernas temblaron a mi alrededor indicándome que estaba cerca, y no pararía. No hasta darle lo mejor de mí y más.

La sentí contraerse mientras soltó un gemido que quedaría grabado en mi mente para siempre. Trabajé para llegar casi al mismo tiempo y unas embestidas después lo logré jadeando en su oído mientras me dejaba caer encima de ella, sus brazos acercándome más en un abrazo como si no pudiera tener suficiente de mi contacto.

Y siendo honesto yo tampoco podía tener suficiente del suyo. Mientras recuperábamos el aliento alcé la vista y me topé con aquellos ojos marrones que me robaban el aliento mirándome de una manera que no podía descifrar, pero me traían embelesado. De verdad era la mujer más hermosa con la que había estado.

Adora Torres me tenía hasta los huesos.

Fue un pensamiento que pasó de manera tan fugaz e impredecible que me quedé paralizado, mi corazón bombeando con fuerzas en mi pecho. Por un momento me invadió el pánico, como si todo el aire de la habitación se hubiera esfumado y las paredes se estuvieran cerrando. Eso fue todo lo que tomó: Un mísero pensamiento.

No podía estar tan mal, ¿o sí? Tan perdido por la venezolana de esta manera. No cuando esto se supone que era para matar las ganas, ni más ni menos.

Había tenido muchas chicas de esta manera, no iba a mentir, también jugué con varias de esas. Sin embargo, nunca había pensado más allá de aquellas noches, pero con Adora no podía evitarlo. Siempre me encontraba planeando. Fantaseando incluso.

Y eso me aterraba.

¿Y si ella tenía razón? ¿Y si no estaba listo para darle lo que se merece?

¿Cómo sabía si estaba dispuesto a cambiar? ¿O si ella se sentía siquiera cerca de cómo lo hacía yo? ¿Y si no podía corresponderle? ¿Y si me aburría y terminaba rompiéndole el corazón exactamente como ella lo predijo?

Adora rompió el silencio—Eso fue...

—Deberías ir al baño, ¿no? —dije nervioso mientras me alejaba de repente como si no hubiera suficiente oxígeno en la habitación para los dos.

La sentí mirarme, pero traté de mantener mi compostura para no hacerle ver todo el remolino de emociones que traía por dentro en lo que me quitaba el condón y buscaba mis bóxers tratando de distraer mi mente, colocándomelos apenas los hallé. Encima de mi maleta ubiqué una de mis camisetas y se la tiré para luego acostarme a su lado a lo que tiraba el condón a la basura.

No la podía mirar.

Sentía que si lo hacía vería a través de mí.

Después de unos segundos en silencio se levantó y con pasos pesados se dirigió al baño.

Apenas aquella puerta se cerró me permití respirar tratando de poner en orden mis pensamientos intrusos. No sabía ni qué me estaba pasando y no había nada que detestara más que lo inesperado. O cualquier cosa que no tuviera respuestas claras.

Era un hombre que le gustaba saber a dónde iba.

Analizar la data y las estadísticas para tener un pronóstico de los posibles escenarios era parte del trabajo que realizaba con mis ingenieros.

Ojalá tuviera uno en el oído en esos instantes diciéndome qué carajos se supone que debía hacer.

A pocos metros de mí tenía a la mujer que podía calentarme o enternecerme en cuestión de minutos y yo estaba teniendo un jodido colapso mental.

Patético, Carlos.

Sin embargo, ¿qué se supone que debía hacer? No recordaba haber sentido algo así de fuerte ni por Isabel. No tenía con qué o quién comparar los sentimientos que traía y eso me desesperaba.

Escuché a Adora salir del baño y decidí pretender estar dormido para no tener que conversar. No sabía ni qué estupideces saldrían de mis labios así que lo mejor sería callar.

Sentí como se hundió la cama a mi lado y como después de segundos en silencio se acercó hasta que sentí su cabeza en mi pecho, el olor frutal de su cabello golpeando mis fosas nasales mientras que mi primer instinto fue rodearla con mis brazos y apretarla fuerte contra mí, deseando nunca irnos de aquí.

Sin embargo, la ansiedad de todo lo que había sobrepensado me lo impidió y la alejé para darle la espalda con un dolor inimaginable en el cuerpo.

Me costó hacerlo, pero le debía respuestas claras y no seguir jugando como acostumbraba. Adora tenía suficientes problemas en la cabeza como para sumar otro que pudiera desconcentrarla del campeonato. Ese otro siendo yo y mis sentimientos que ni siquiera comprendía.

Ya descifraría lo que me pasaba, aunque primero debía darme un espacio.

—Necesito dormir bien, Torres. Mañana volvemos a Madrid y luego toca Baku. Trata de dormirte —murmuré queriendo dar una pobre explicación por mis pobres acciones.

Ella lo entendería.

Algún día.

O al menos eso esperaba...


***


Presente

Adora Torres's POV

Entre cada paso que tomaba lejos de él lo detestaba más. En mi cabeza todavía se reproducía toda la discusión como un eco.

"¡Tienes que dejar de culpar a todo el mundo de tus problemas!"

"¡Tal vez tu papá tenía razón y no deberías estar aquí!"

"¡Anda, Torres, suma a otro más a tu lista de novios que no te aguantan!"

Cada una de sus palabras resbaló como la mantequilla, con una facilidad que me asustó, como si siempre hubieran estado ahí, en la punta de su lengua esperando a ser pronunciadas. A herirme.

Y lo peor es que lo había logrado.

Tragué el nudo en mi garganta mientras inhalaba profundo, intentando detener aquellas lágrimas que amenazaban con cumplir su objetivo y salir.

No quería un jodido titular, aunque era probable que con tremenda pelea tuviéramos uno.

Solo que no quería darles la satisfacción de verme llorar.

Si era honesta era agotador tener que todo el tiempo mostrar esta cara de una mujer fuerte a la que los comentarios más hirientes no le afectaban.

A veces solo quería poder llorar sin ser juzgada o que dijeran que por cosas como estas las mujeres no éramos capaces de manejar; porque éramos muy emocionales.

De verdad no necesitaba eso.

Pero Carlos había ido a la yugular, queriendo herirme con los secretos más íntimos que había compartido jamás con alguien que no fuera mi hermana.

Confié en él, y me equivoqué.

El español había ido revelando mis capas de protección como si fuera sencillo. Me dejó desprotegida y compartí más de lo que debería con él.

¿Todo para qué? Para que apenas se enojara un poco utilizara todo en mi contra.

Él sabía lo mucho que el tema de mi padre me dolía. Lo había presenciado en vivo y en directo y yo le dije lo mucho que quería tener su aprobación, lo que me dolía ser rechazada por él. Todo lo que había pasado entre nosotros para llevar a una relación rota y colgando de un hilo.

Y todo eso le valió mierda.

Apenas entramos con Lele a mi cuarto de piloto esperé que me regañara. Que me dijera a mi cara lo irresponsable que fui y lo mucho que había jodido todo.

Sin embargo, apenas cerró la puerta me encontré con un silencio que me hizo sentirme más inquieta.

—¿Y bien? ¿Me vas a regañar tú o lo hago yo por ti? —me aclaré la garganta mientras le daba la espalda sin querer encontrarme con su rostro decepcionado.

Sabía que la había cagado también.

Entre más repetía la conversación en mi mente podía ver con claridad lo mal que se podían interpretar ciertas cosas.

Escuché como Lele inhalaba profundo—No te voy a regañar.

Apreté los puños mientras parpadeaba las lágrimas para que no bajaran.

—¿No? —mi voz me traicionó, tan rota como me sentía.

—No.

Y cuando sentí sus brazos rodearme por atrás me permití quebrarme como una niña pequeña, dos lágrimas bajando por mis mejillas mientras sollozaba. Pero era una sensación desesperante porque aunque salían sollozos de mis labios, ya no habían lágrimas. Como si el dolor solo pudiera ser clasificado como interno. Mi cuerpo se había adaptado tanto a esa fachada de ser fuerte que ya ni producía lágrimas.

Me dio la vuelta y me atrajo a su pecho, rodeando su cintura con mis brazos a lo que me dejaba acunar por mi hermana mayor como lo haría una madre. Un rol que no le correspondía, y sin embargo había adoptado a través de los años.

Siempre queriendo protegerme. Siempre poniéndose en segundo plano. En general, siempre colocando mis necesidades antes que las suyas.

No era la primera vez que me había sostenido así, y probablemente no sería la última.

Sentí las caricias en mi cabello mientras me iba calmando de manera progresiva, hasta que solo se escuchaban nuestras pesadas respiraciones en el silencio de mi cuarto de piloto.

—¿Mejor? —se apartó para secarme las lágrimas y yo asentí, sintiendo que la presión en mi pecho había disminuido de manera considerable —. Bien, porque te quería pedir perdón... —colocó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja a lo que yo la miraba confundida —. Me dejé entretener por otras cosas y... lo siento. Tú debiste ser mi prioridad, y ahora, quién sabe qué va a pasar con tu renovación y...

Negué con la cabeza y la interrumpí—Olvídalo. No fue tú culpa —la vi con intenciones de replicar, pero la detuve —. No, mujer, no lo fue. Déjate de vainas. Me gustó que pudieras tener un pequeño descanso de mí, sea cual sea el motivo, tienes una vida que no me incluye todo el tiempo, y eso está bien. Es normal.

—Lo dices como mi hermana, Ada, pero como mi jefa deberías estar un poco más molesta de mi falta de involucramiento estas semanas.

—Ay, primero me salgo de la fórmula uno antes que despedirte, manita —rodó los ojos y yo seguí —. ¡Es en serio! Si alguien me metió en este problema fui yo y mi bocota, lo siento.

Ella suspiró—Era cuestión de tiempo antes de que pelearan en público, She Ra. Pero ya no importa, lo resolveremos —aseguró, aunque podía ver la duda en sus ojos.

Y es que claro, luego de semejante espectáculo era difícil creer que esto se podría arreglar.

—No quiero resolverlo. Quiero terminarlo —dije con resentimiento. Solo de pensar en Sainz me volvía a molestar.

—No lo puedes decir en serio...

Solté una risa incrédula—¿Crees que no? Ya no quiero nada que ver con él. Nada. No me importa si no me renuevan, ganaré el campeonato con o sin contrato y alguien me valorará por mí y no por mi relación con ese idiota —dije tratando de sonar segura, pero no lo estaba. Ni siquiera un poco.

Puso sus manos en mis hombros—Y créeme que yo también quiero eso más que nada, pero en estos momentos no es lo más inteligente.

—Todo el mundo nos vio pelear en pleno paddock. Si la FIA descubre nuestra relación habrán consecuencias, ¿y dices que lo mejor es no hacer nada? Si cortamos ahora, no tendremos riesgos de que nos penalicen, nos quedemos sin correr y por lo tanto, sin un asiento —traté de manipularla. Su rostro se mantuvo impasible.

—Las parejas pelean, Ada. Cualquier cosa creo que los hace más reales. Están demostrando que no todo es color de rosas y que el ser competidores también afecta su relación aunque no lo comenten.

Me empecé a frustrar—¡No quiero verlo! ¿No entiendes? No quiero volver a ver su maldita cara y tener que besarle los pies en frente de todos como si fuera un dios, cuando estuve a segundos de meterle una cachetada por decir esas cosas. ¡Yo confié en él!

Ella hizo una mueca—Y lo entiendo. Rompió tu confianza... y créeme que no te volvería a empujar de vuelta a los brazos de un patán en circunstancias normales, pero es necesario.

—¡No lo es! ¿Desde cuándo es necesario salir con la persona que más detestas por meses? ¡Desde nunca! —me llevé las manos a la cara —. ¿Siquiera sabes lo que se siente? ¿Lo impotente que me sentí? No, no lo haces. Y sé que fue con buenas intenciones y lo hiciste para asegurar mi futuro, pero estoy cansada de que otros tomen decisiones por mí y yo tenga que estar como una simple espectadora de lo que pasa en MI vida.

Pude ver un brillo de dolor pasar por sus ojos.

Eso no era tan para ella, y lo sabía. Era para alguien más. Tan solo estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.

—No soy papá, Adora. Nunca querría decidir por ti o hacerte sentir que no tienes elección —dijo mirándome como si supiera todo lo que estaba sintiendo —. Tú sabrás lo que es mejor para ti, pero antes de que tomes una decisión y decidas acabar todo, debería darte todo el contexto: Kath te consiguió unos patrocinadores. Unas marcas pequeñas, solo para ti, es poco, sí, pero siguen siendo un pequeño paso. Está en proceso de conseguir unas más grandes este fin de semana, marcas importantes que les interesa mucho a Zak y que la verdad serían muy valiosas para McLaren en el campeonato. Si quieres terminar con Carlos, bien. No puedo obligarte a que estés con él, pero tú verás. De verdad quieres cortarlo todo ¿a qué? ¿Un mes y medio de las vacaciones? ¿Tan cerca de la fecha objetivo para terminar todo esto?

Empecé a plantearme lo que decía.

Yo no veía resultados de toda esta farsa. Además de peleas y demás, no habíamos logrado lo que nos habíamos propuesto conseguir.

Hasta ahora.

¿En serio iba a tirar todo por la borda?

Estaba herida, pero eso no significa que no pensaba con la cabeza. Sabía lo que estaba en riesgo.

En esos momentos, si ignoraba el factor Sainz, la relación me estaba trayendo más ventajas que desventajas a nivel profesional.

—Bien, pongamos que no lo corto —dije un poco más calmada, pensando con la cabeza fría —. ¿Qué hay de la pelea? ¿Qué haremos para encubrirlo?

—Si algo me hizo notar este incidente es que Caco y yo les hemos dado mucha libertad. Tendremos que consultar las siguientes acciones con el equipo de relaciones públicas y volver a tomar las riendas nosotros, pero es que queríamos hacerlo ver lo más natural posible todos sus planes.

—Solo quiero que sigan creyendo que somos pareja por las semanas suficientes para que nos den esos patrocinadores que dices y adiós Carlos.

Ella asintió—Un paso a la vez, ahora, tenemos que concentrarnos en arreglar el desastre que han hecho.

—Que él ha hecho. Nadie lo mandó que me chocara —resoplé.

Lele miró su reloj, apenas notando la hora—Lo sé, fue tonto, pero deberíamos ir rápido a los medios antes de que te penalicen.

—Genial, primero pelea pública y ahora esto —rodé los ojos, pero me levanté desganada igualmente.

—Oye, tú elegiste esta carrera, no yo —se defendió Lele abriéndome la puerta.

—Tampoco me detuviste.

—Como si alguien pudiera detenerte de hacer algo que quieres.

—Pues si alguien estuviera cerca de hacerlo serías tú.

—Touché —aceptó mientras caminábamos de nuevo por el paddock.

Muchos se acercaron a pedirme autógrafos y fotos a pesar de que no podía tener menos ganas de existir, pero era mi trabajo, ellos eran clientes que pagaban para esto y me tocaba darles mi mejor sonrisa y aguantarme.

Cuando llegamos a los medios, supe antes de entrar que debía tratar de mantenerme lo más serena posible y no tirar más leña al fuego.

A pesar de que lo detestaba, reconocía que debía tratar de emular a Sainz y ser profesional. No darles lo que quieren.

Me acerqué a la primera entrevista con Cody esperando para grabar a mi lado lo que fuera a decir.

—Adora, mala suerte en la clasificación de hoy, P10 —Primera vez que me enteraba de los resultados —. ¿Qué crees que pudo haber mejorado?

Me acomodé la gorra que Cody me pasó a lo que me ataba en la cintura mi mono y me acerqué al micrófono —No mucho, sí soy honesta parece que es solo de esos circuitos donde no tenemos la ventaja, la configuración que probamos no nos favoreció en todo el fin de semana. Así pasa. No podemos ser dominantes en todas las carreras y está bien, habrá otras donde seremos más fuertes.

El entrevistador asintió, pensativo—¿Y si no fuera por el choque con Carlos crees poder haber clasificado más alto?

Respiré profundo. Sabía que vendrían preguntas de ese tipo.

—Es posible, sí, siempre hay que mantenerse optimistas, aunque considerando que Lando quedó tan solo un puesto debajo podemos creer que no teníamos la ventaja que creíamos y lo más probable es que acabara en las últimas posiciones de todos modos.

—¿Y qué? ¿Obtiene pase libre por ser tú novio? —quiso bromear, aunque no le vi el chiste.

Tragué saliva y traté de no empezar a alterarme, vendrían preguntas peores, de eso estaba segura—No, y espero no obtenerlo de él tampoco. Ambos tenemos puestos que mantener y en la pista somos contrincantes. Ya luego fuera de ella es otro cuento.

Bien, Adora.

—Que bueno que lo mencionas —maldita sea —. Han habido reportes de que los vieron a Carlos y a ti discutiendo muy alterados en el paddock, ¿algo que decir al respecto?

Traté de mantener mi cara neutral. Sabía que esta sería una de esas entrevistas que micro analizarían y tratarían de conseguir la mentira por cualquier lugar que pudieran.

—Si lo que quieres preguntarme es que si seguimos juntos, la respuesta es sí —traté de bromear y mantenerlo ligero. Brenda, mi instructora de medios, debía estar orgullosa —. Es normal. Las parejas pelean. Parejas que van a más de 300 kilómetros por hora son más propensas a hacerlo. Hay muchas presiones de nuestros equipos, los dos tenemos cosas que perder, la adrenalina está alta y por lo tanto los egos también, pero no hay nada de qué preocuparse. Mis sentimientos hacia Carlos no han cambiado y espero que los suyos tampoco. Así que cualquier resentimiento que haya queda enterrado.

—Muchas gracias —se vio resignado.

—Gracias a ti.

Me sentí orgullosa de mí misma.

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Dejé que Cody me guiara hasta el siguiente, y fueron básicamente las mismas preguntas una y otra vez hasta que llegamos a mí archienemiga; Tiffany.

—Adora, un placer como siempre entrevistarte —dijo con la sonrisa más hipócrita que había visto.

Asentí hacia ella tratando de contener mis ganas de rodar mis ojos al escuchar su chillona voz —Igual.

—Hemos escuchado tus respuestas acerca de la pelea con Carlos, pero lo que en verdad queremos saber es si tal vez no sea una relación genuina —fruncí el ceño, y ella siguió —. Según fuentes online, Carlos compró una compañía de medios de Madrid. Misma que están asociando con haberles tomado fotos en sus vacaciones de Mallorca. ¿Por qué pagarían por una compañía para tomarles fotos si su relación fuera de verdad? Es una jugada muy conocida en Hollywood para las relaciones falsas el de pagar para fotos "desprevenidos" —pude ver el brillo malicioso que adornaban sus ojos, victoriosa de al fin tener una ventaja sobre mí.

Sin embargo, detrás de ella pude ver a Lele discutiendo con el supervisor de Tiffany y quise sonreír. Esta idiota de verdad pensaba que podía venir a un paddock de fórmula uno a hacer esa clase de preguntas inapropiadas y conspirativas sin que tuviera consecuencias.

—No sé de dónde son tus fuentes, pero puedo asegurarte que son falsas. Carlos no ha comprado ninguna compañía de medios, y si estuviera fingiendo, créeme que no pagaría para que me acosen. Eso déjaselo a los de Hollywood. Sabemos que nuestra relación es inusual, pero no por eso menos real.

Quiso hacer otra pregunta, pero su supervisor la interrumpió y me indicaron de que siguiera con la próxima entrevista.

—Está loquita —murmuró Cody por lo bajo.

—Loquita le queda corto, Cody.


***


Cuando Carlos y yo llegamos a la habitación del hotel al final del día, se podía respirar la tensión. Yo lo único que sabía era que no quería lidiar con esta situación ni mucho menos con él, pero claro que eso no estaba entre sus planes.

—Tenemos que hablar.

—No, creo que no tenemos que hablar nada, ya dijiste fuerte y claro todo lo que tenías que decir —murmuré queriendo ir a mi habitación, pero bloqueó mi paso —. Quítate —no movió ni un músculo —. Quítate, carajo.

No quería ni verlo a la cara, me provocaba asco. No quería que me tocara. No quería que me viera. No quería ni respirar el mismo maldito aire que él.

—No.

Inhalé y exhalé profundo manteniendo mi mirada en su pecho—No quiero ponerme violenta, tan solo quiero ir a mi cuarto, ¿te puedes quitar?

—Por dios, Torres, ¿no puedes actuar como una adulta por unos minutos y dejar que hablemos como dos personas civilizadas? —dijo exasperado, harto de mí y de mi táctica de siempre evadir todo lo que me incomodaba. Me valía.

—¿Y tú puedes quitarte de enfrente? —se mantuvo sin moverse, su pecho subiendo y bajando agitado con el paso del tiempo hasta que no aguanté más —. ¡Maldita sea! ¡¿No entiendes que no quiero verte?!

Traté de empujarlo para entrar, pero me sostuvo de las muñecas sin hacerme daño.

—Mírame.

—¡No! —forcejeé contra él, aunque era claro quién llevaba la ventaja.

—Torres, mírame, por favor.

—¡Que no!

—¡Adora! —conecté mi mirada con la suya, más por la impresión de que me llamara por mi nombre que por cualquier otra cosa. Cuando quise voltear a mirar a otro lado una de sus manos me sostuvo del mentón, obligándome a mirar esos iris marrones arrepentidos —. Lo siento... lo siento tanto.

Negué con la cabeza riendo de manera irónica —No, no lo haces... ¿Sabes por qué lo sé? Porque si no lo pensaras no lo habrías dicho. Seguro que tan solo eso soy para ti, ¿no? "Pobre Adora, que todavía busca la aprobación de su padre" "Seguro ha tenido tantos novios porque ninguno la debió soportar" —podía ver como por cada palabra que pronunciaba él negaba queriéndome hacer creer que no era así.

—No es eso lo que pensé. La cuestión es que no estaba pensando y dije lo que me podría ganar ese estúpido argumento, pero lo devolvería todo si pudiera —insistió.

—No funciona así. Tú usaste cosas muy bajas, Sainz... cosas que no puedo fingir que no dijiste porque dolieron como el demonio. Así que te felicito, ¿eh? Cumpliste tu propósito. Me heriste. Ganaste. Espero que estés feliz con eso —me solté de su agarre y aprovechando su estado decaído me adentré a mi cuarto cerrando con llave detrás de mí.

La habitación se llenó de silencio hasta que escuché unos pasos aproximarse.

—No lo estoy. Devolvería todo a como estaba antes de la carrera. Créeme, me arrepiento mucho de haber dicho todo eso —habló contra la puerta.

¿Y el que me dejara como ilusa en la cama qué?

—Pues un lo siento no me basta. Si estamos todavía en este embrollo son por los patrocinadores, más nada. Fuera de lo obligatorio no quiero saber más nada de ti —no sabía porqué carajos seguía hablando, pero tenía este instinto de responder.

—En serio, Torres, perdón... te estuve insistiendo tanto en que te abrieras conmigo y yo nunca devolví el favor. Tan solo lo usé en tu contra y estuvo mal.

—Entonces menos mal que ya no tendremos que seguir siendo abiertos. Menos información para que uses en mi contra —murmuré con rencor imaginándome su rostro todo arrepentido ahora que no lo podía ver.

Ya se estaba volviendo dolorosamente común el que cuando todo parecía ir bien entre los dos tenía que venir a echarlo todo para abajo.

Y siendo honesta no sabía qué tanto podía seguir tolerando.

—No espero que sigas siendo abierta.

—Bien, porque no lo mereces.

—Solo te pido que me escuches, no tienes que decir una palabra, no después de esto porque la confianza no se pide, se gana. Y yo no me la he ganado de nuevo, pero espero que esto sea un comienzo para que me perdones y utilices lo que quieras para tu propio armamento si quieres... —Escuché que se sentó en el piso y se aclaró la garganta —: Nunca te había contado, pero yo no inicié tan pequeño como tú. Luego de que conocí a Fernando Alonso en una carrera de Fórmula Uno en 2005 le dije a mi papá que quería llegar a ser como él, y empezaron mis clases de karting a los diez.

Me quedé callada y parece que mi silencio lo invitó a seguir hablando.

—Era bueno en todos los deportes; el fútbol, el esquí, el tenis, el pádel, el golf... nómbralo y seguro lo he practicado en algún momento.

—Genial, pensé que ibas a ser sincero, no que sería una demostración de tu enorme ego —Carlos ignoró mi comentario y continuó.

—Pero quería ser un profesional y todos siempre me han cuestionado por qué no elegí correr en Rally y seguir los pasos de mi papá, pero simplemente nunca me interesó. Lo que yo quería era llegar a ser como Fernando y entrar a la Fórmula Uno... no ser Carlos Sainz 2.0 —suspiró —. Pero eso no es algo que uno decide. Toda mi vida, toda mi carrera, he sido comparado con él al punto de que cualquier cosa que haga se ve minimizada con sus logros.

—Bienvenido al mundo donde te das cuenta que las cosas nunca son como tú quieres, es un asco, pero hasta gente como tú tiene lugar en él —Sabía que seguía soltando veneno contra él, pero de verdad quería que sufriera, que se sintiera tan humillado como yo.

—Supongo que debí prepararme para ese tipo de comentarios. Aunque no se comparan a los que recibí cuando gané en Barcelona, para ninguno de los medios ese triunfo fue suficiente. Si no soy comparado con mi padre, al ser español, siempre me quieren ver como el reemplazo "defectuoso" de Fernando. No gano de ninguna de las dos formas.

Quería ignorarlo, pero entre más decía más quería escuchar.

—Sé que tienes problemas con tu familia, y no he hecho o dicho nada para demostrarte que con la mía también he tenido, porque dices que mis padres me apoyarían si decidiera ser un stripper —soltó una pequeña risa —, pero no sabes lo alejado que está eso de la realidad. Mi papá nunca fue de felicitarme después de una carrera, solo me corregía los errores que cometía. Crecí en sí con un padre poco presente... lo veía menos de la mitad del año. La relación que ves ahora es después de muchas, muchas peleas porque somos muy parecidos. Chocamos cabezas todo el tiempo y créeme que como nos llevamos ahora es un progreso comparado al año pasado.

«Cometí muchos errores... tanto en las carreras como fuera de ellas... sabes que tuve mi historial de chicas, estuve desconectado de la realidad por mucho tiempo y las cosas que hacía no las aprobaban mis padres... no sé si sabes el peso que tiene el apellido Sainz en España, el ícono que ha sido para muchos... mi papá no quería dañar esa imagen y no comprendía del todo lo que estaba haciendo hasta que a finales del año pasado estuve con una chica.

—Basta, Carlos. No tienes que contarme, entiendo. También tienes tus problemas con tu familia, ya déjalo.

—No, tienes que escucharlo. Por favor, Adora, solo escúchame.

Suspiré—Está bien, te escucho...

—Parecía que podría ser algo serio, era con la que había tenido más tiempo luego de lo de Isabel. Tres semanas, pero todo iba viento en popa hasta que decidí llevarla a una reunión familiar —podía escuchar el tono de voz de Carlos volverse amargado —. Me pidieron que llevara a alguien, y eso hice, pero en serio no sabes con quién te estás juntando hasta que la pones al lado de tu familia y empieza a insinuársele a tu tío. Y ahí descubres que todo este tiempo estuviste con una chica que vendía sus servicios y tan solo te estaba utilizando para llegar a un pez más gordo.

Se tomó una pausa, seguro recordando todo.

—Te puedes imaginar la pelea que tuve con mi padre ese día. Desde entonces fui un poco más cuidadoso de quien elegía para mis noches porque no quería seguir sintiendo que le hacía daño a mi familia. Aunque todo eso quedó atrás cuando llegaste tú... creo que todos están fascinados contigo, te quieren más que a mí. Recibí elogios toda la boda por haber elegido tan bien y... aunque yo no pedí esta relación, puedo asegurarte que no creo que fue un error y lo siento si hice ver que lo sentía así, Adora. Preferiría mil veces fingir una relación contigo que con cualquier otra.

No sabía qué decir. Parecía que por primera vez me habían amarrado la boca y las palabras no salían de mis labios.

—Ahí tienes tu arsenal por si algún día decides usarlo... —escuché que se levantó y segundos después como se cerraba la puerta de su cuarto.

Solté el aire que no sabía que estaba reteniendo.

Me hallaba dividida.

Por un lado apreciaba que se abriera conmigo porque sentía que siempre tenía que ser yo la que lo hiciera, pero por otro, no creía que era suficiente esta vez unas palabras bonitas.

Me tomaría más tiempo poder perdonarlo.


SÁBADO 12 DE JUNIO (GRAND PRIX DE AZERBAIYÁN)


A la mañana siguiente decidí irme más temprano que Sainz en un taxi con Zara y Lele con la pobre excusa de que quería el desayuno del club de McLaren.

En realidad solo quería un pequeño espacio para concentrarme en la carrera y no en el español que me traía la cabeza hecha un lío. El enfoque debía ser en subir tantas posiciones como me fuera posible.

Entrené con Zara, desayuné, escuché un poco de música para motivarme y de repente estaba lista para sacar los codos en la pista y obtener un podio.

No podía fingir que toda la situación con Sainz no me afectaba porque lo hacía, y detestaba que ese fuera el caso ya que significaba que nos habíamos involucrado un poco de más en todo esto y ahora afectaría mi rendimiento.

No podía permitírmelo.

Sainz había clasificado de segundo, pero por la colisión que causó en la clasificación había bajado a quinto, perdiendo tres lugares y jodiendo el 1-2 de Ferrari.

Bajé mi visera tratando de no voltear a ver al carrito rojo mientras esperábamos a que comenzara la vuelta de calentamiento. Lele sosteniendo mi sombrilla en lo que yo tomaba un poco de agua de mi termo.

—Todavía no puedo creerme que lograste que despidieran a Tiffany —intenté contener la emoción en mi voz, pero me fue imposible.

—No está despedida, tan solo la suspendieron por esta temporada como castigo por no seguir instrucciones. Sabes que cualquier entrevistador que esté aquí es un privilegio, cualquiera daría lo que fuera para estar en su lugar así que la reemplazaron.

—Pues hasta que al fin. Mira que inventarse que Carlos compró una compañía de medios —solté una risa.

Pero no fue acompañada.

La volteé a ver y podía notar como se mordía el labio y evitaba mi mirada.

—¿Lele?

—Carlos... compró una compañía de medios —dijo como quien no quiere la cosa.

Parpadeé—¿Qué?

—Ajá. Caco me dijo hace unas semanas —se acomodó su falda —. Era para obtener unas fotos que no le querían dar de Isabel y él. Luego la vendió, pero no estuvo involucrado en que les tomaran fotos en Mallorca —aseguró.

Mi mente se puso en blanco.

Fotos de él e Isabel.

Madrid.

"Me dijiste que buscara pruebas para que me creas: eso hice. No fue fácil obtenerlas, tomó mucho soborno de mi parte, pero no importa. Vale la pena porque vuelvas a creer en mí"

Carlos... ¿había hecho todo eso para que le creyera?

Mi corazón dio un tirón sin yo poder evitarlo.

—Ada, un minuto para la vuelta de formación —me informó mi hermana sacándome de mis pensamientos.

Esta nueva revelación podría esperar.

Traté de poner esa información a un lado en lo que visualizaba el resultado que quería. Pensar que podía ganar sería muy optimista, pero me conformaba esta carrera con llegar al podio.

Mis mecánicos retiraron las cubiertas de mis neumáticos y se fueron a un lado a esperar el inicio. Las luces se apagaron.

5... 4... 3... 2... 1

E iniciaba la vuelta para calentar neumáticos.

Mientras manejaba mi mente no podía dejar de revolotear con el tema.

¿Por qué Carlos haría eso?

Giré el volante trazando en zigzag.

Como si le importara mucho lo que yo pensaba...

Tomé la curva.

¿Tan solo nos habíamos besado dos veces y ya estaba dispuesto a hacer esa clase de gastos por mí?

Volví a enderezar el volante y seguí por la recta.

Ni que fuera su novia. Bueno, técnicamente lo era, pero no de verdad...

Estuve detrás de Vettel cuando antes de que me diera cuenta ya estábamos de vuelta en la línea de salida, esta vez para que inicie la verdadera carrera. Me posicioné en mi puesto del décimo lugar.

¿Entonces por qué hacer algo así?

Ni bien terminé de formular ese pensamiento cuando todo cobró vida a mi alrededor, la última luz apagándose y dando inicio a la carrera. Mis reflejos reaccionaron un poco tarde debido a no estar enfocada.

Y en la Fórmula uno el tiempo de reacción era súper importante. Marcaba la diferencia.

Los carros de atrás me rebasaron y fui forzada a acelerar también.

Maldita sea, todo por estar pensando en Sainz.

Carlos, en cambio, había tenido un buen adelantamiento. Ya en tercera posición.

Mientras tanto yo había perdido dos posiciones contra mi compañero de equipo y Ricciardo.

Traté de pegarme al alerón trasero de Danny y no alejarme mucho, aunque tenía a un Ocón hambriento por puntos justo detrás.

Necesitaba hacer algo y rápido antes de que se empezara a crear una gran distancia.

Todavía el DRS no estaba activado, pero en la primera curva que vi la oportunidad me metí por adentro para luego dejarlo comiendo polvo. Lando unos metros más adelante.

Ya estaba pensando en cómo rebasarlo cuando Tom abrió la radio—No habrá cambio de posiciones, Ada.

¿Por qué? Ni siquiera está peleando por posiciones en el campeonato, yo sí.

La prioridad es los neumáticos, esta es una pista con alto nivel de degradación y no podemos perder el tiempo en una pelea con Lando. Tan solo concéntrate en crear distancia.

Un poco a regañadientes obedecí hasta que las distancias con los Alpine se comenzaron a hacer cada vez más notorias.

Estaríamos en la vuelta nueve cuando de repente bandera amarilla.

Reducí la velocidad cuando pasamos por al lado de un coche rojo que estaba detenido. El casco con los colores de España siendo el foco de mi atención. DNF de Carlos...

Tendría que estar celebrando de que le haya llegado el karma de alguna manera, sé que en el pasado lo habría hecho sin cuestionarlo dos veces, pero la imagen del español caminando cabizbajo hacia el paddock me provocó una punzada en el pecho.

Iba tan bien...

Suspiré notando que no había debris, eso era un alivio. No le había pasado nada por lo menos.

¿Carlos está bien?

Sí. Parece que solo fue un fallo de energía.

Asentí para mí misma sabiendo que no me podía ver, pero eso no importaba. Él estaba bien.

Continué con mi carrera tratando de mantenerme enfocada, un virtual safety car siendo accionado y muchos entraron a los pits, al punto que Lando y yo caímos en sexto y séptimo lugar. No sabía qué tan inteligente era dejarnos afuera con una manada de leones atrás con neumáticos nuevos, pero no tenía tiempo para cuestionarlo.

Estuvimos un tiempo así, conmigo más rápida que Lando, pero sin poder rebasar porque no me lo permitían y teniendo que constantemente estar frenando.

No sé a qué se estaba jugando McLaren en esos momentos, pero no era algo que me estuviera favoreciendo en el campeonato cuando mis dos rivales estaban al frente y yo seguía atrás.

Para la vuelta 21 Leclerc había quedado fuera también luego de encontrarse liderando.

Un doble DNF para Ferrari.

Joder, no quisiera estar en esas oficinas en esos momentos.

Cuando enviaron a Lando a los pits quise maldecir a todo el mundo. Tenía neumáticos duros y él medianos, pero era muy evidente que me iban a hacer undercut.

¿Undercut? ¿En serio?

—Así parece...

Pareciera como si hubiéramos intercambiado ingenieros con los de Ferrari.

Amaba a Lando, pero estaba de segunda en el campeonato de pilotos. No podía arriesgarme a perder valiosos puntos y esto me parecía la idea más idiota que se les pudo haber ocurrido al darle prioridad a quien no debían.

¿Cuándo me van a parar?

Todavía falta.

—Lo sé, pero entre más nos tardemos, más me va a costar recuperar los lugares.

—Yo te aviso.

Quería golpear a alguien.

No sé quién entró a los pits, pero gracias a eso quedé de 5ta. Sin embargo, atrás venía un Pierre ansioso por aquellos puntos para Alpha Tauri y me tocó defender con los codos.

Hice maniobras cuestionables, pero que no podían calificar como ilegales porque cumplían con los parámetros del reglamento. Y sin embargo, me rebasó.

Y así como vino él, llegó Hamilton, Vettel y hasta Yuki a hacerlo. El pequeño japonés que Pierre decía que yo le intimidaba, me rebasó.

No sé qué carajos me pasaba, era como si mi cabeza no estuviera al cien por ciento ahí. Normalmente era mucho más difícil de rebasar, y en esos momentos parecía una piñata que cualquiera podría romper sin dificultades.

Para la vuelta 31 Magnussen había tenido un problema con el auto y sacaron virtual safety car.

Box box.

Por fin me llamaron a los pits, ¿pero todo para qué? Para quedar justo atrás de Lando cuando salí, de octava.

Y quisiera decir que ese no fue el resultado final, que luché hasta el final y conseguí el podio, pero la realidad es que así acabé la carrera. Detrás de Lando por órdenes del equipo.

Salí de mi carro molesta conmigo misma y más que todo por la estrategia de mierda que decidieron utilizar.

¿Cuándo íbamos a aprender?

Tuve el mismo conflicto el año pasado, constantemente peleando con el equipo porque a pesar de lo que había demostrado, seguían priorizando a Lando.

Querían que él fuera su campeón, y por mucho que lo negaran, estaba clara de ello. No tenían que decirlo para que se notara lo mucho que empujaban a Lando por darles los resultados que ellos querían de él y no les podía dar, pero yo sí.

Me estacioné, salí del carro, y me retiré el casco y el baclava para pesarme.

Qué asco de carrera, la verdad.

Esta sería una de esas que no querría recordar.

Miré con un poco de envidia a Max, Checo y George celebrando. Horner parecía que iba a estallar de felicidad, gesticulando un número uno en mi dirección que hizo que rodara los ojos.

A veces se sentía como si entre más bajoneada estaba, más patadas recibía.

Lo único positivo que le veía era que al no obtener un podio, no tenía que besar a Carlos porque siendo honesta, no quería tener que hacerlo en estos momentos cuando estábamos tan mal.

Solo tenía que sobrevivir un mes y medio más...


Carlos Sainz's POV

Solo me quedaba un mes y medio más...

Luego ella podría hacer lo que quisiera, estar con quien quisiera, besar a quien quisiera, follar con quien quisiera...

Todavía no podía recordar con claridad como solía verse mi vida antes de Adora Torres.

Solo que ahora que estaba en ella, no quería que se fuera. Quería quedármela de manera egoísta aunque no haría más que confundirla porque me aterraba todos estos nuevos sentimientos.

Pero al menos así no tendría que sufrir como ahora que estaba enlazada en los brazos de otro.

El gilipollas de Cody.

Seguro estaba esperando con entusiasmo este día donde estuviéramos en malos términos y tuviera la oportunidad de seducirla con unas pocas palabras bonitas al oído en una noche de debilidad.

Sabía que era mala idea venir a este club privado a ahogar nuestras penas por los malos resultados, pero Adora estaba determinada en venir con o sin mí, y no podía permitirlo a pesar de que esta vez si viniera su hermana.

La venezolana tenía esta tendencia de que apenas tuviera una competencia enfrente, aceptaba sin pensar en las consecuencias. Por lo que había una posibilidad de que tomara un poco más allá de sus capacidades y me tocaría lidiarla.

Sin embargo, nadie mencionó que en el paquete venía incluido verla riéndose con Cody con una complicidad que me provocaba arrancarme los ojos. Las manos del irlandés en su cintura me hicieron hervir la sangre, guiando sus pasos de bailes mientras que ella se dejaba.

¿Quién se creía que era?

Traté de ignorarlos lo mejor que pude charlando con Charles, aunque no ayudó del todo, mi vista siempre volviendo a esos dos.

Conecté miradas con Adora, notando aquella chispa desafiante en sus ojos.

No sabía aún cómo, pero haría que aquella venezolana me perdonara.

Por ahora me quedaba cruzarme de brazos y seguir viendo como bailaba con Cody de una manera muy cómoda para mi gusto.

Mientras me servía otro vaso de whisky la perdí de vista, Cody bailando con otra chica en la pista.

—...¿Carlos? ¿Tú qué opinas? —la voz de Charles me trajo de vuelta a la realidad.

—¿Qué?

—De irnos de vacaciones juntos un grupo, mate —se rió, Charles cuando empezaba a estar pasado de tragos se volvía muy risueño.

—Ah, sí, sí, claro —volví a buscar a Adora con la mirada hasta que la ubiqué en la barra, un tipo arrinconándola contra ella de una manera que no me gustó para nada.

—¿Todo bien? Eres el único que conozco que podría verse molesto en un club.

Entrecerré los ojos hacia ella escuchando las palabras de Charles cada vez más lejanas. No se veía que quería estar con él. Conocía las expresiones de Adora como la palma de mi mano y sabía que esa era de incomodidad.

No lo estaba haciendo a propósito.

Jalé a Charles del brazo—¡Ay! ¿Qué pasó? —gritó por sobre la música, yo sin apartar la mirada de ellos.

—Necesito que vayas por Adora, ¿vale?

—¿Y por qué yo?

—Porque no me quiere ver ni en pintura en estos momentos, así que tú solo ve. Confía en mí.

Charles me miró confundido, pero igual me obedeció abriéndose paso por la pista mientras caminaba hacia ellos.

Yo observaba todo con el corazón en la boca, esperando que no me hubiera equivocado.

Porque aunque estuviéramos distanciados nada me impediría preocuparme por ella.





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N/A: Bueno, ahí está el POV que me pidieron, espero que hayan disfrutado.

Poco a poco irán cayendo las piezas en su lugar, pero sí diré que le va a costar a Carlos ganarse el perdón de Adora, y en los próximos capítulos veremos más de las consecuencias de esa pelea.

Como siempre, aprecio sus comentarios y votos, ando escribiendo al apuro para que puedan leerlo, en resumen:

LOS PAPAYA BOYS EN EL PODIOOO 🧡🧡🧡

Me alegré mucho por Óscar, lástima que pensé que esa sería una realidad donde a Adora la termina reemplazando pipipi

Bueno, las quiero mucho,

Se despide,

Val

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