06 | Arabia Saudita GP
𝐓𝐫𝐨𝐮𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐤𝐞𝐫
EN LA MESA SE ENCONTRABAN George Russell, Alex Albon, Pierre Gasly y Charles.
A todos los conocía por mis años en karting y por lo tanto tenía una gran relación. Cuando no eran tan idiotas, claro.
—¡Princesa papaya! Bienaventurados los ojos que te ven —dijo sonriente George—. ¿Te habías estado escabullendo desde nuestra apuesta? Que por cierto, aún me debes —Hizo gestos de "dame".
Yo suspiré, ya esperándome esto y dándole quinientos en efectivo.
Su sonrisa se ensanchó aún más—¡Gracias! Justo estaba esperando el efectivo para pagarle a Carlos —Le extiendió el dinero a este, quien se lo guardó en el bolsillo luego de verme bastante entretenido por mi cara confundida—. Oh, tú apostaste que llegarías al podio en Bahrain y perdiste. Y yo le aposté a Carlos que no obtendría un podio, y pues me probó incorrecto —explicó mientras me sentaba entre Lando y Charles, Carlos sentándose justo enfrente.
Había encontrado que hacer pequeñas apuestas con los muchachos me motivaba, ya que me obligaba a dar lo mejor de mí. El tener que darles dinero servía como incentivo para cumplir lo que me propuse para que eso no pasara, pues eran bien fanfarrones cada vez que ganaban. La ironía aquí era que en la carrera pasada, mientras yo intentaba quedar en el podio para ganar mi apuesta, Sainz hacía lo mismo para ganar la suya. Ninguno estando consciente de la apuesta del otro.
—Deberías ir sacando dinero del cajero, Georgie, porque te aseguro que me espera un podio esta semana. No —me corregí con una sonrisa—, te garantizo. Y por mil esta vez.
Escuché los alaridos de los demás, apoyándome.
—Y yo apuesto unos mil más de que te volveré a quitar el podio —replicó esa voz molestosa con desafío en su tono. Sainz. Lo miré con los ojos entrecerrados.
Volvieron a hacer bulla.
—Esto cada vez se vuelve más interesante... para mí —dijo George anotando las apuestas.
—Sigue soñando, Sainz, que no te cuesta nada creer que serás tú en ese podio y no Charles —le sonreí con sorna y este parecía querer liquidarme con la mirada. Ja. Golpe bajo.
Charles se removió algo incómodo en su asiento. Era demasiado claro tanto para los fans como para los otros pilotos cuando el equipo tenía cierta inclinación por uno de sus pilotos. Si no, pregúntenle a Charles y a "la extensión de contrato más larga de ferrari".
—¿Nadie quiere apostar por mi podio? —rompió la tensión Alex con una sonrisa divertida, mirando alrededor de la mesa.
—Hermano, manejas un Williams —replicó Pierre mirándolo incrédulo—. Ni yo apostaría por mi equipo esta temporada.
Williams y AlphaTauri actualmente competían, sí, pero para ver qué equipo quedaba de último en el campeonato.
—¿Y? me subestimas, Gasly. ¿No han visto las películas donde el equipo desamparado renace de las cenizas y se lleva la victoria? —habló Alex con esperanza. El pobre debía tenerla debido a sus circunstancias, pero ¿pasar de RedBull a Williams? Ouch.
—Sí, pero en tu caso eso no bastaría, Alex. Tendrían que renacer como un maldito transformer y ni siquiera creo que eso baste —Negó George con la cabeza, probablemente hablando de su experiencia como anterior piloto de Williams.
—¿Podemos dejar de hablar de podios? Guardemos el fanfarroneo para las entrevistas que tenemos que hacer hoy —dijo Charles acomodándose su gorra, y se escuchó un quejido colectivo.
Al menos no era la única a la que no le gustaba la prensa.
Un rato más tarde me encontraba con Lando caminando por el paddock camino al meet and greet del club paddock. En nuestro camino nos topamos a varios fans con pases que nos pedían fotos y autógrafos, y se los dimos con mucho gusto, pero ya se nos hacía tarde; seguía llegando más gente y no sabíamos cómo decirles que no. No me irritaban, eran muy tranquilos y respetuosos, pero Zac se molestaría si dejábamos a clientes tan importantes esperando.
—¡Lando, Adora, una foto más, por favor! —Se escucharon súplicas de unos.
—Chicos, más tarde les pueden pedir fotos, pero ahora van tarde a un meet and greet —dijo Alejandra tomándonos a ambos por los hombros para abrirnos paso.
—Mamá pato al rescate otra vez —murmuró Lando, divertido. Yo solo negué con la cabeza.
—No llames a mi hermana mamá, Lando, es raro —dije con el ceño fruncido.
—¿O qué? —me desafió, bien burloncito el muchacho.
—O te patearé el trasero, ese es el qué —entrecerré los ojos hacia él. No me dejaba de mi hermano menor, menos me iba a dejar por este muppet.
Lando fue a abrir la boca pero Alejandra lo miró con advertencia y se calló. Cuando nos venimos a dar cuenta ya estábamos enfrente de donde se daría a lugar el meet and greet, ocultos detrás de el fondo blanco para las fotos.
Lando optó por meterme un codazo en las costillas que le devolví con igual intensidad hasta que ambos soltamos un quejido—¡Lele! —murmuramos intentando liberar nuestras pobres orejas.
Recuérdenme darle un bono a mi hermana por tener que lidiarnos.
—Miren, dejarán sus inmadureces para más tarde y cuando los llamen saldrán con una gran sonrisa y la mejor actitud a conocer a estos fans que pagaron mucho dinero para verlos —dijo entre dientes—. ¿Entendido? —Lando y yo nos miramos, y rodamos los ojos para luego asentir—. Bien, liberaré sus orejas —Nos soltó, y yo me sobé mi pobre orejita roja y lastimada.
"Salvaje" le dije solo moviendo los labios y ella se limitó a apretar los labios.
—¡Demos un aplauso para Lando Norris y Adora Torres! —Se escuchó por el micrófono, y tanto Lando como yo salimos saludando y sonriendo entre los aplausos.
Me podía imaginar a Skipper diciendo "Bonitos y gorditos, muchachos, bonitos y gorditos" mientras sonreíamos.
—Bueno, chicos, es genial tenerlos aquí. Dinos, Adora, eres la primera mujer que tiene la categoría en décadas: ¿cómo se siente? ¿Piensas que debió ocurrir antes? —habló el presentador mientras me pasaban un micrófono.
Ahí iba la famosa pregunta más repetida que un disco rayado. Me mordí la lengua para no terminar soltando un sarcástico "no, las mujeres no deben manejar, que se jodan".
Pero me limité a aclararme la garganta y sonreí, eligiendo cuidadosamente mis palabras—Bueno, se siente genial ser la representante para muchas más que han deseado esto desde mucho antes de que yo naciera. Es un honor para mí y créeme que me lo tomo con la seriedad que se merece. El incorporar a mujeres es algo que debió haber pasado hace mucho antes y viene con retraso, pero espero que en el futuro haya espacio para más en el deporte y que podamos demostrar que si es posible una igualdad entre hombres y mujeres, en más aspectos que uno —concluí y los fans aplaudieron. Lele diciéndome sin hablar "vas bien" con ambos pulgares arriba.
Pasaron a hacerle una pregunta a Lando en lo que yo me desconectaba del mundo. Debía conservar mi batería social si esperaba poder llegar al final del día de buen humor.
—...Y bueno, pasamos a las preguntas de fans —Sonrió el presentador mientras le pasaban el micrófono a alguien entre la pequeña multitud—. Adelante, haga su pregunta.
Una chica pálida con cabello castaño tirando a rubio habló—Adora, sabemos que eres conocida por ser bastante franca, y pues no me puedo imaginar en la posición que estás, con tantas personas queriendo saber de tu vida personal sin ser invitadas.
¡Gracias! Al fin alguien que me entiende.
La chica que estaba hablando se acababa de volver mi favorita—¿Cómo reaccionaste a todo ese repentino interés? Es obvio que en las otras categorías en las que has estado no ha habido una prensa tan dura como ahora que estás en la categoría reina, y pues te admiro por eso y quería saber cómo lo has lidiado, ya que no solo les interesa lo que hagas dentro de la pista, sino tu vida privada también. ¿Qué dirías que debería cambiar la prensa? Perdón, fueron dos preguntas —dijo avergonzada, lo que me pareció tierno.
—Primero que nada, gracias por tan lindas y honestas palabras. Eh... sí, podría decir que reaccioné algo impactada. Cuando las noticias explotaron acerca de mi ingreso a la categoría no muchas fueron positivas. De hecho, la mayoría no lo fue. Sin embargo, pude ver mucho interés de las personas por saber quién soy, al punto en que mis redes se triplicaron en seguidores y fue un poco difícil acostumbrarse a esa atención —dije honesta—. Nunca pensé que sería tan relevante para muchos ver mi rutina o saber con quien estaba saliendo, pero luego pude notar que a veces cuando eres fanático de algo surge ese interés de saber de la persona que estás siguiendo, y de eso viene la mano su vida privada. Y en cuanto a la prensa, diría que hay que aprender a mantener un tono respetuoso, además de atletas somos personas y merecemos el mismo respeto que los demás. Tener consideración con sus preguntas y pues tratar como te gustaría que te traten —concluí y Lele me hizo señas de que estuvo excelente.
Después de unas preguntas más pasamos a los autógrafos y a las fotos. La chica de la pregunta se me acercó algo tímida para una foto. Le pasé el brazo por los hombros y le sonreímos a la cámara. Cuando terminó me volteé hacia ella—Gracias por tu pregunta. No pensé que me preguntarían algo así nunca. Me agradó —Le sonreí.
—De nada —dijo de vuelta algo sonrojada—. La verdad te quise hacer esa pregunta porque mi carrera es periodismo y quiero hacer un mejor trabajo que lo que está haciendo la actual prensa.
—Sé ese cambio, y estaré encantada de verte por aquí en unos años —dije dándole un pequeño abrazo, a lo que ella asintió con entusiasmo y se fue.
—Awww, ¿quién diría que hay un suave corazón debajo de toda esa piedra? —bromeó Lando llegando a mi lado. Ya habíamos acabado el meet and greet.
Lo codeé sacándole el aire—Dices algo y lo negaré todo.
—De acuerdo —dijo con voz aguda sosteniéndose el estómago por lo que sonreí y avancé hacia Lele.
—¡Oye, eso estuvo mucho mejor! —Me sonrió mi hermana.
—¡Lo sé! Si me lo dices a mí pues creo que tengo esto muy bien controlado.
Hablé muy pronto.
—Adora, ¿crees que tu comportamiento en el club con Carlos fue apropiado? —preguntó un reportero, y no pude evitar fruncir el ceño.
—¿Acaso lo ve como no apropiado? —solté sarcástica sin poder evitarlo. Lele haciéndome señas de que lo cortara, pero la ignoré.
—Pues es debatible. Ambos son atletas y rivales en el mundo del deporte, entonces que tú te le estuvieras pegando así no es muy apropi... —No lo dejé terminar la frase.
Sonreí irónica—Ah, ahora si quieren que lo vea como mi rival, cuando hace unos días estaban escandalizados con ello, tanto así que lo volvieron un circo. Y no, no me le estaba pegando a Carlos, estábamos conversando, algo que claramente un depravado como usted no puede distinguir porque prefiere crearse algo que no es —escupí con veneno, dejándolo estupefacto para luego pasar a mi última entrevista. La que empezó todo esto.
Lele siguiéndome mientras negaba con la cabeza, seguro cuestionándose cómo arreglaría aquello que acababa de decir, pero a este punto no me importaba. Lo que había dicho era cierto y no me arrepentía de decirlo.
Me miraba con diversión la entrevistadora. Era fácil imaginarse que había visto la entrevista anterior y sabía con qué ánimos me topaba. Perfecto para meterse con mis nervios.
—Adora, todos queremos saber: ¿qué han sido esas fotos que se rumorean que son de Carlos Sainz y tú?
Intenté relajarme, no quería darle la satisfacción de nuevo de hacerme enojar—Pues lo que se ve. Me quise acercar a Carlos para felicitarlo por el podio.
Vamos, a mentir peor que el pastorcito del cuento.
—¿Ah, sí? ¿Y qué pasó con todo eso de rivales? —preguntó con intriga.
—Pues tengo que admitir que me equivoqué —Suspiré con pesadez—. Me cuesta admitirlo, pero esa vez me dejé llevar un poco. Lo atribuyo al estrés pos carrera.
—Te dejaste llevar por tus sentimientos —no me preguntó, afirmó.
—Sí, supongo que esa vez me dejé llevar por mis sentimientos —y todas las otras más, pero no voy a admitirlo—. En definitiva existe compañerismo en el deporte, y cuando pudo pasarse un poco el enojo lo primero que hice fue disculparme y felicitar a Sa... Carlos —corregí—. Igual quería aprovechar esta oportunidad para disculparme con usted. No merecía esa reacción de mí parte —Se merecía una peor. Me mordí la lengua para no terminar diciéndolo.
—Bueno, todo está en el pasado, ¿no? —me sonrió dulcemente, pero yo no me la creí. Estaba fingiendo para las cámaras.
—Claro —Sonreí igual de falso—. Gracias por la entrevista —dije, para luego salir de ahí como si tuviera una llama prendida bajo las nalgas.
Sentí la presencia de Lele a mi lado—No te golpearé solo porque estamos en público —dijo con una sonrisa que prometía querer matarme.
—Igual queda tooooodo el resto del día, así que te tendrás que aguantar hasta el hotel, hermanita —La sentí bufar a mi lado. En definitiva estaba molesta.
Y todavía quedaba la rueda de prensa de la FIA con Charles, Checo Pérez, Yuki Tsunoda y Nico Hülkenberg. Que Dios nos ayudara.
SÁBADO 26 DE MARZO
(GRAND PRIX DE ARABIA SAUDITA EN 1 DÍA)
El viernes se había pasado volando. No tuve los resultados que quería en el Free Practice; 7 en el primero y un 4 en el segundo. Había que mejorar.
Luego de una paliza física de parte de Zara, entrenamiento, hacer ejercicios de reflejos y discutir estadísticas con mi ingeniero, tocaba aguardar a Sainz para esa "famosa visita".
Miraba mi teléfono, impaciente mientras esperaba sentada en una caja de McLaren. Bufé y volví la vista a Lele—No va a venir, y no sé si lo sabes, pero tengo mil cosas que preferiría estar haciendo en estos momentos.
—¿Qué es mejor que estar conmigo? —interrumpió un sonriente Sainz entrando en el garaje.
—Pues planear la estrategia para patearte el trasero mañana, ver una película, entrenar —enumeré como si tuviese otras 997 razones esperando para ser nombradas.
—Ay, cariño, y yo que pensé que nos llevábamos tan bien —dijo con sarcasmo Sainz.
Miré a Lele—Si hablándonos así pueden tomar las fotos y hacer que parezca que no lo quiero atropellar con mi auto, puede funcionar.
Sainz carraspeó, y yo lo ignoré.
Volvió a hacerlo, pero esta vez Lele fue la que se volteó hacia él—¿Te puedo ayudar en algo, Carlos? —dijo amable. Mi hermana a veces era muy buena para este planeta. Prueba de ello era ahora, aguantándose a tremendo idiota por mí. Sacrificios de hermana.
—De hecho, sí —La miró y yo entrecerré los ojos hacia él—. Tengo una idea para que los rumores corran aun más, pero necesito tu consentimiento.
—Creo que necesitas de la persona involucrada —solté, pero me ignoró.
—Oh, el mío lo tienes. Adora no quiere nada de besos, pero creo que si puedes hacértelas sin eso, todo bien —sonrió mi hermana. Le dediqué una mirada mortal que ella ignoró. Tenía presentimiento que era venganza por lo de la prensa. Resentida.
—Excelente —Le sonrió de vuelta Sainz para luego dirigirse hacia mí, acercándose más de lo que me parecía sensato.
—Hey, hey, aléjate —advertí, pero este no hizo caso, optando por invadir mi espacio personal al quedarse de pie entre mis piernas abiertas. Vaya, eso sonó mal.
—Solo sígueme la corriente y sonríe, que nos están grabando —murmuró acomodándome un mechón de cabello tras la oreja, en una caricia casi imperceptible. Dulce, delicada. Nada como me imaginé que sería.
Me sentía pequeña bajo su mirada analítica, la cual paró en mis labios unos segundos más de los necesarios que causaron que me los relamiera por instinto, tragando grueso.
Podría jurar haber visto sus ojos oscurecerse ante mi movimiento, pero podría ser mi imaginación.
Sainz se acercó al punto que podía sentir su respiración en mi oído—Te haces la dura, pero tú y yo sabemos que con un toque eres gelatina, preciosa —sonrió divertido, creyendo que tenía el control de la situación.
Qué equivocado estaba.
No toleraría ser yo la que estuviera con este sonrojo en las mejillas como si fuese una colegiala que se sonrojaba con cualquier cumplido.
Pasé una mano por su cuello para atraerlo hacia mí y susurrarle—Pues al menos yo no tengo que mentir usando cámaras para tocarte —me burlé, y pude notar como se quedó sin palabras, alejándose rápidamente con un sonrojo.
Novato.
Me volteé hacia Lele, quien intentaba no mirar toda la escena—¿Emily captó algo de eso?
—Mhmm —Asintió mi hermana sin mirarme.
Volví a mirar a Sainz—Perfecto, ya te puedes ir.
Este se quedó mirándome unos momentos, como debatiéndose consigo mismo, para luego rendirse y seguir caminando.
DOMINGO 27 DE MARZO
(DÍA DEL GRAND PRIX DE ARABIA SAUDITA)
Estaba enfocada y con la mente en el juego mientras daba la vuelta de formación. El día de ayer había quedado en 4to lugar para empezar la carrera, lo cual no era ideal, pero servía bastante si lograba tener un buen comienzo.
Me acomodé en el 4to lugar del grid y respiré profundo para calmar mi ansiedad. Visualicé en mi mente el cruzar la línea de meta con un podio, las emociones que sentiría, las felicitaciones de mi equipo, y luego la ceremonia de premiación donde podría saborear la champaña en mi boca... o mejor dicho el agua de rosas, ya que no eran permitidas bebidas alcohólicas en países del Medio Oriente. De todas formas, el pensamiento no interrumpió mi euforia. Saldría victoriosa; le daría su primer podio del año al equipo y no había nada ni nadie que pudiera pararme.
Solo podía esperar con anticipación a que las luces se apagaran para poder arrancar de una vez. El inicio solía ser lo que determinaría el resto de la carrera, y podría decir que era la peor parte para mí.
Vi la última luz apagarse y pisé a fondo olvidándome del mundo exterior. Manejaba como una mujer hambrienta, hambrienta por una victoria y eso era lo que planeaba obtener.
En cuestión de segundos mi cuarto lugar se volvió el tercero, habiendo pasado a Sainz apenas llegamos a la primera curva y pegándome a los talones de Charles, quien se los iba pisando a Max. Mucho le duró el fanfarroneo a Sainz, pensé con sarcasmo.
—Adora, crea distancia. Acelera y gana más tiempo entre Carlos y tú —Escuché a Tom, mi ingeniero de carreras, decir por la radio.
—Copiado —repliqué y aceleré. Creé tanta distancia como pude para enfocarme en mi próximo objetivo: rebasar a Charles. No perdí el ritmo a lo que esperaba órdenes.
Habíamos llegado a la vuelta 15/50 cuando Verstappen fue a los pits. Grave error.
Ni Leclerc ni yo fuimos por nuevos neumáticos. Al parecer nuestros equipos habían ideado estrategias similares con tal de ganar más distancia entre los otros competidores.
Y de repente... bandera amarilla.
Hubo un accidente con el carro de Nicholas Latifi y debíamos permanecer en la posición en la que veníamos, sin permiso de rebasar mientras el carro de seguridad nos guiaba por la pista a menor velocidad debido a que necesitaban recoger las piezas de debris que hayan quedado del carro accidentado para que no hubieran más percances.
Vas con suerte por ahora, Charles, pero voy por ti.
Ya para la vuelta 20 teníamos permitido rebasar el carro de seguridad y usar nuestro DRS, oportunidad que no fue desaprovechada por mí durante la recta mientras intentaba meterle presión a Charles; sin mucho éxito, sin embargo. Ambos entramos a los pits al mismo tiempo y salimos igual de rápido.
—Adora, tienes permiso para rebasar a Leclerc. Empuja ahora o esta ventana de oportunidad se nos puede ir —dijo Tom por la radio para luego cortar.
Lo que muchos no entendían era que el deporte, además de ser un juego físico, también era uno mental. Engañar a tu rival, manipularlo para que ceda, meterse en su cabeza.
Esto era conocimiento común para los mejores. Hamilton era un verdugo en ello, al igual que Vettel.
Y era dicho por muchos expertos que yo también lo era. Prueba de ello era ahora. Hice mi tiempo, fui paciente, le di a Charles su espacio, fuimos a los pits al mismo tiempo de nuevo y creé una falsa burbuja de tranquilidad que luego le fue arrebatada en la vuelta 42, cuando me deslicé imperceptible por su derecha en la curva con mi DRS, quedando en primer lugar.
—¡Y ADORA TORRES TOMA LA DELANTERA DEL GRAND PRIX DE ARABIA SAUDITA!
Se oyó de repente un frenesí entre el público. Yo intenté no reparar mucho en ello. Debía concentrarme en terminar esta carrera, y no dejar que me quitasen el puesto en las 7 vueltas que faltaban.
La felicidad me duró poco.
Pues en cuestión de segundos Charles me había vuelto a pasar con su DRS.
Pero no terminó ahí. Regresé al primer lugar, luego me lo volvió a arrebatar y volví a tenerlo en la vuelta 49.
Solo... un poco... más.
Crucé la línea de meta, pero... no estaba sola. A mi lado se encontraba un radiante carro color rojo, rebasándome.
—¡CHARLES LECLERC RECUPERA EL LUGAR A ÚLTIMO MOMENTO Y SE LLEVA LA VICTORIA EN EL GRAND PRIX DE ARABIA SAUDITA! ¡Y ADORA TORRES SE LLEVA A CASA EL SEGUNDO LUGAR! ¡ES UNA VICTORIA DOBLE PARA FERRARI EN EL PODIO CON CARLOS SAINZ EN EL TERCER LUGAR!
Suspiré un poco decepcionada. Segunda carrera en la que era rebasada por un Ferrari a último momento. ¿Así me conocerían ahora? ¿Cómo la oficial víctima de Ferrari?
Si esto llegaba a pasar en una tercera carrera ya lo declararé oficial.
Pero un podio es un podio, ¿no?
—P2, Adora, ¡felicidades! Fue un buen resultado. Te mereces disfrutarlo —comentó Tom en mi radio mientras parqueaba mi carro en el lugar que marcaba "P2", justo al lado del Ferrari de Charles Leclerc.
P2 dolía muchas veces más que el quedarse sin un podio, porque significaba que estuviste cerca, pero no fuiste suficientemente bueno.
De igual manera sabía que significaba una victoria para mi equipo. Cualquier clase de puntos sumaba para el campeonato y debía contentarme. Así que luego de quitarme el cinturón salí del carro y saludé con la mano a los fans en las gradas.
En medio de todo eso no había notado a Sainz acercándose a mí hasta que me hizo señas con las manos para que me ayudase a bajar. Cabía aclarar que podía bajarme sola, pero si queríamos vender esto necesitábamos mostrar esos famosos actos de caballerosidad que dejaban a las fans débil en las rodillas.
Por lo que accedí y puse mis manos en sus hombros mientras este me sostenía de la cintura para bajarme. De un salto bajé de mi monoplaza, quedando frente a frente con nuestros cascos. En un movimiento discreto Sainz se subió su visor para darme un coqueto guiño con el ojo e irse a celebrar con su equipo que lo esperaba en las vallas.
Su cara aplastada por el casco no debió verse tan atractiva como lo hizo en esos momentos.
Pero ¿qué digo? Agh, debía ser el cansancio de la carrera. Ya estaba delirando.
Dejándome asfixiar por mi equipo, siendo abrazada tantas veces que sentí que me aplastaban las costillas, felicitada el doble de veces, y haciendo entrevistas, pude respirar al fin la paz sentada en la sala de enfriamiento de los ganadores.
Claro que hasta que Sainz se sentó justo al lado.
Hice mi mayor esfuerzo por ignorarlo mientras tomaba agua y observaba las repeticiones de la carrera. ¡Lando había quedado de 7mo! Bien por él. Eran sus primeros puntos de la temporada.
Charles, a quien no había notado sentado frente a nosotros, habló—Muy buenas maniobras, Ada —admitió.
Sonreí ligeramente—Las tuyas igual, Charles. Estuvo reñido.
—Nos salvó que Verstappen se metiera a los pits, ¿no? —bromeó, y yo reí con él.
—Sí, parece que ha tenido un mal inicio de temporada —dije mientras ambos veíamos el replay de cuando Carlos quedó de tercero, habiendo rebasado a Max.
—Bueno, tal parece que tienes que cobrarle a George después de la premiación —dijo Charles divertido.
—Oh, créeme que no se me va a olvidar. Amaré ver su cara de molestia —repliqué y Charles rió.
Sainz solo nos observaba callado, sin decir nada, pero tenso.
De repente, mientras estaba viendo los rankings, sentí una presión en mi mejilla, y tan rápido como pasó, se fue. Sin embargo, desde aquí podía escuchar los gritos de los fans de afuera. Muy repentino para mi gusto.
Me volteé a ver a Sainz interrogante, pero este se encogió de hombros con una sonrisa.
Charles dijo en voz baja—La cámara se estaba por enfocar en otro lado y aprovechó para darte un beso en la mejilla que "no se debió ver" —explicó.
Carlos Sainz, la mente maestra que eres.
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N/A: Este es hasta ahora el capítulo más largo del libro pero bueno, espero que lo estén disfrutando. Se los hago cariño <33
Asímismo los invito a pasarse por mí nueva historia "Haunted" basada en la serie de Netflix "Lockwood & Co" si les gustó Anthony Lockwood les recomiendo que vayan a leerla.
Bueno, ¿qué pensamos?
¡Cuéntenme todo!
Les digo que se me ocurrieron muchos memes para Adora escribiendo este capítulo jajajajsj, si se les antoja hacerle gráficos, memes o lo que quieran a este libro mis dms están abiertos para pasarles mi correo.
¡Eso sería todo!
Comenten, y voten, me gusta saber lo que piensan
Se despide,
Val
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