Aparte de que la duda aun me recorría, debía de admitir que había dormido increíble esa noche. Mis manos se arrastraron a palma abierta por el tan reconfortante colchón mientras un suspiro se filtraba por mis labios. Mis ojos se abrieron despacio para adaptarse a la claridad que reinaba la habitación. Un poco de oscuridad permanecía en la habitación y de repente me sentí observada.

Mire el reloj junto a mí, apenas eran las 5:30 de la mañana y aun tenía mucho sueño, sin embargo, mi corazón latía frenéticamente con la sensación de estar siendo observada por alguien. Me removí sobre la superficie plana y mis ojos captaron una sombra que se extendía en la esquina de la habitación de una manera escalofriante. Asustada enterré mi cabeza en la almohada y cerré mis ojos con fuerzas temiendo por mí misma, pero la oscuridad se cernió sobre mí una vez más.

Mis ojos parpadearon y el calor se extendió por mi cuerpo y me contuve de arrojar las sabanas que cubrían mi cuerpo a un lado de la habitación y buscar otra manera reconfortante para seguir durmiendo, sin embargo, esa sensación que había sentido en mi sueño de ser observada, se ejecutó una vez más. Mire el reloj, eran las 10 de la mañana.

Gire sobre mi cuerpo dando con el rizado sentado en una silla en una de las esquinas de la habitación, su mirada esmeralda perforaba mi cuerpo mientras la expresión de su rostro era neutra. Salte hacia atrás asustada mientras aferraba las sabanas contra mi pecho. Harry sacudió la cabeza como si estuviese saliendo de alguna especie de trance y miró hacia mí.

-Lo siento, estaba buscando ropa –Dijo poniéndose de pie y caminando hasta una de las gavetas. Cogió algunas prendas entre sus manos y salió de la habitación sin nada más que decir.

Después de todo, no fue un sueño.

Luego de mentalizarme por unos minutos, arroje las sabanas de encima de mi cuerpo y me puse de pie. Acomode la cama y puse todo como correspondía. Minutos después, me desplace por el solitario departamento en busca de alguien, o más bien, de Harry, que por cierto, se había comportado un tanto extraño el día de hoy. Lo divise sentado en el taburete de la cocina sin camisa mientras se trataba de vendar la herida. Su cabello mojado indicaba que había recién salido de la ducha.

-¿Necesitas ayuda? –Pregunte cortésmente.

Sus ojos fueron hasta mí.

-Si –Respondió.

Camine hasta el con paso dudoso mientras cogía uno de los extremos de la venda y la enrollaba en su hombro. He podido vencer el miedo que le tenía hacia el poco a poco y creo que los cambios van haciéndose notar cada vez mas. Sin embargo, mi corazón latía desenfrenado cuando estaba a su lado. Y no de la buena manera. Que las cicatrices hayan sanado no quiere decir que el dolor se halla ido.

Deje mis pensamientos mientras me alejaba de él y miraba su herida ya vendada. Luego de salvarme la vida y dejarme dormir en su apartamento y prestarme su ropa era demasiado, y aunque él había hecho cosas peores hacia mí, no era capaz de tratarlo con la misma miseria que se merecía. Aun me mantengo firme en la frase que dice que atrás de una dura apariencia hay una historia triste que contar, y este caso no era la excepción. Estaba segura de eso.

Para algunas personas parecerá retorcido cada uno de mis pensamientos, pero sé que hay algo allí. Ese odio y rencor que reina en su mirada debe significar algo. Sin saber que decir retrocedí lejos de él mientras el miraba hacia mí de una manera cautelosa como si verificara que todo estuvieran en su lugar.

-¿Cuándo me llevas a casa? –Fue lo único que se me ocurrió preguntarle.

El miró hacia mí mientras se relamía los labios y bajaba la mirada.

-No te puedo llevar ahora, prometo hacerlo más tarde –Dijo haciendo una mueca. –Mientras, puedes usar más de mi ropa y darte un baño por si no te sientes cómoda.

Asentí mientras mantenía mi mirada fija en el.

-También puedes ver televisión o algo, no se –Dijo haciendo una mueca con sus labios.

-¿Qué vas a hacer tu? –Pregunte mientras veía como se bajaba del taburete y cogía la prenda que colgaba de la silla para deslizarla por su cabeza.

-Voy a comprar comida, abajo, no hay nada aquí –Dijo sonriéndome.

No sé porque su repentino cambio de actitud pero creo que la visita de Louis ayer por la noche hizo cambios drásticos en el humor de Harry y creo que ese chico debe de mantenerse severamente alrededor del rizado.

Una vez que el ojiverde se desplazó fuera del apartamento, camine hasta la habitación de Harry y cogí la ropa de la noche anterior. Entre a la ducha y me bañe de una manera rápida y me puse mis jeans junto a la blusa de tirantes aun usando los bóxers de Harry por debajo y mi corpiño. Salí del baño con la ropa que había utilizado de Harry aun entre mis manos.

-¿Qué harás con esa ropa? –Escuche la voz de Harry preguntarme una vez que salí a la cocina con estas en mano.

-Pensaba ponerla a lavar –Dije mirando como el caminaba hacia mí.

-Yo me encargo de eso –Dijo haciendo una pequeña mueca y quitando la ropa de mis manos para llevarlas con él.

-Gracias –Dije mientras me sentaba en el taburete que minutos antes ocupaba el.

De alguna forma u otra, aprovecharía el buen humor de Harry para preguntarle alguna que otra cosa sobre él, me daba curiosidad saber sobre el aunque las otras veces no han sido muy buenas pero esta vez parecía ser diferente. El chico apareció segundos después del otro lado del desayunador mientras desempacaba las bolsas que había traído y sacaba todo para ponerlo fuera.

-¿Sabes cocinar? –Pregunte mientras veía como sacaba alguna que otra cosa y la colocaba en algunos de los armarios que se extendían por la cocina.

-Algunas cosas –Contestó.

Vi como un sobre de espaguetis se quedaba en el mostrador junto algún condimento de salsa roja indicando que estaba por hacer pasta. Una pequeña risa se filtro de mis labios mientras miraba hacia él.

-¿Sabes hacer espaguetis? –Pregunte.

El me miro por unos segundos.

-Creo que eso entra a la lista de las cosas que puedo llegar a hacer sin incendiar todo el complejo de apartamentos, soy experto en otras cosas –Dijo y luego se mordió el labio indicando que hablo más de lo que debería.

Asentí mientras veía como el sacaba algo de harina y la ponía sobre el desayunador. Me quede un largo rato presenciando sus movimientos en la cocina mientras buscaba algún tema de conversación con él. No quería hacer esto incomodo más de lo que debería. Aunque, ahora mismo me encantaría estar con Jake en el apartamento riéndome de sus chistes absurdos, sin embargo, ni Harry ni yo tenemos ideas de donde está el.

-¿Te puedo hacer una pregunta? –Pregunte.

-Ya la has hecho –Dijo sonriendo.

-Me refiero a otra –Dije mordiendo el interior de mi mejilla.

-No, no es mi culpa que no sepas diferenciar entre una oración y una pregunta –Habló encogiéndose de hombros.

Una risa se escapo de mis labios.

-¡Hey! ¡Eso lo dije yo! –Exclame riendo. –Es injusto utilizar mis palabras a mi contra –Dije.

El alzo sus manos en señal de inocencia.

-No es como si yo jugara limpio –Dijo.

Lo mire por unos segundos mientras el limpiaba la harina.

-¿Puedo? –Volví a preguntar.

-Depende –Contesto.

-¿De qué? –Pregunte enarcando una ceja.

-¿Es personal? –Preguntó.

-Depende como la veas tú –Dije despacio.

Sus ojos se agrandaron mirando hacia mí relamiéndose sus labios. ¿Qué he hecho? Sus codos se apoyaron contra el desayunador inclinándose hacia mí de una manera retadora y con una pequeña sonrisa en sus labios. Mi cuerpo se estremeció a medida que mi mente analizaba ojo por ojo la situación. Sin embargo, mi cuerpo hacia todo lo contrario sin entender lo que me ha pasado antes.

-¿Quién es Louis? –Pregunte mientras me encontraba a mi misma inclinada sobre la mesa muy cerca de su rostro.

Narra Harry:

Mi mirada caía en sus labios una y otra vez mientras solo pensaba en lo bien que se sentirían sobre los míos en este instante. Mis manos agarraban el borde del desayunador en busca de un poco de autocontrol pero este cada vez se esfumaba mas, y es que, en serio, estaba tratando con ella. Quería que se mantuviera cerca de mi sin los temblores de mierda, y creo que estaba funcionando.

-¿Para qué quieres saber? ¿Te interesa Louis? –Alcance a preguntar.

Sus ojos cambiantes, hoy azules, miraban hacia mí, sorprendidos y se alejó de mí por la sorpresa que la había generado mi pregunta. Aunque, no le veía lo sorprendente a este tipo de pregunta. Solo estaba siendo directo.

-¿Debería de interesarme Louis? –Preguntó mientras volvía su posición anterior.

Mire un rato hacia un punto x de la habitación. Autocontrol, autocontrol.

-No –Dije firme.

Ella largó una risita un tanto tímida, ya no era esa chica llorona, solo era una máscara. Lo suponía, pero una vez que miraba a sus ojos, podía presenciar la inocencia brillando en ellos.

-¿Por qué? –Preguntó.

Eleve ambas de mis cejas hacia arriba mientras me cernía mas sobre el  mostrador y llevaba mis dedos hasta su rostro. Se estremeció cuando mis medos hicieron contacto con su mejilla, sin embargo, no se alejó.

-¿Quieres que te responda eso? –Pregunte mirando hacia ella.

Ella se encogió de hombros dando a entender que estaba en mi decisión responder esa pregunta o no. Y lo haría.

-Porque me perteneces –Dije aun corriendo mis dedos por su mejilla. Ella enarcó una ceja hacia mi mientras el rubor en sus mejillas me indicaba que la tímida, asustada e inocente Jessica aun seguía ahí. –De alguna manera enferma, pero lo haces.

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Primero, pásense por Nightmare, mi nueva fic.

Holaa :D

Se lo raro que ha sido este capítulo pero ven lo que Harry está intentando hacer con esa ‘faceta’ y bueno, por fin, la tonta de Jessica deja de ser una tonta(?. Haha, bueno ya ven la obsesión que tiene el Harry con la rubia esta, esperemos que no pase a mayores. Y creo que Louis debería de seguir yendo para que Harry se comporte de una manera distinta con Jess. Sin más que decir, creo que me voy. Espero que disfruten el capítulo de hoy y que comenten y voten mucho :).