Capítulo 40
Narra Harry:
Le di pequeños golpecitos mientras me aseguraba de que la venda de la herida no se callera, otra vez. Salí de la cocina mientras caminaba hasta la sala. Vi a la rubia sentada en el sofá mientras esperaba impacientemente a que su hermano viniera por ella. Sus brazos estaban al descubierto y se estaba congelando en el sillón. Sus manos frotaban sus brazos en busca de algún conforte.
Fui hasta mi habitación mientras cogía una de mis chaquetas y bajaba con ella en mano. Me acerque hasta Jessica que me miró de una manera cautelosa mientras yo extendía mi brazo pasándole la chaqueta.
-Toma, parece que la calefacción se ha averiado, otra vez –Dije. Su mirada se volvió a una confusa. –No digas nada, solo es un agradecimiento por la sudadera que he dañado con mi sangre y… -Empecé a decir.
Que me mirara de esa forma me enojaba y me alteraba los nervios.
-Está bien, ¿gracias? –Dijo cogiendo la chaqueta de mis manos.
Me aparte de su mirada y fui hasta mi habitación mientras buscaba unas llaves de uno de mis autos. Tire las almohadas por todos lados mientras buscaba con desesperación las llaves, en realidad, no era tan importante pero quería estar lejos de su mirada acosadora. Me desespera tener su mirada asustada sobre mí como si estuviera a punto de atacarla o hacerle algo.
Metí la mano en mis bolsillos mientras buscaba si estaban ahí. Solo di con mi billetera, mi cuchillo y mi celular. Este último estaba descargado así que lo puse a cargar sobre la pequeña mesa de noche junto a la cama. Luego de dar con las llaves, vi como había quedado mi cuarto y como tenia de opción ordenar la habitación o estar bajo la mirada temerosa de Jessica, me quedo con la primera.
Luego de organizarlo como pude, el celular empezó a vibrar bruscamente contra la mesa de noche. Me acerque dando grandes zancadas hasta donde se encontraba mi celular y deslice mi dedo por la pantalla.
-¿Hola? –Pregunte llevando el aparato a mi oído.
Una respiración profunda se escucho desde la otra línea. Entrecerré mis ojos mientras esperaba a que se dignaran a hablar.
-¿Franco? –Pregunte.
-El mismo –Dijo. –Te hacia muerto a ti, o a tu chica.
Una risa más fuerte de lo normal se filtro de mis labios.
-¿Mi chica? –Pregunte incrédulo.
-Exactamente, vamos pequeño Haz, eres un libro abierto, tan fácil de leer como tu padre –Dijo Franco.
Apreté mis puños a mis costados. El muy maldito sabía lo delicado que era el tema de mi padre. Él lo sabía.
-¿Qué quieres? –Escupí.
-Solo llamaba para saludar –Dijo desde la otra línea.
Bufe.
-Adiós –Dije.
-¡Haz, espera! –El exclamó de manera burlona.
-¿Qué diablos quieres? Vete a la mierda –Gruñí.
El rio.
-Eres un chico muy agresivo –Dijo de manera desaprobatoria.
-Dime algo que no sepa –Rodé los ojos aunque no me pudiera ver.
Escuche como chasqueó la lengua.
-Eres tan cínico, sarcástico e hijo de puta –Dijo suavemente desde la otra línea.
Reí amargamente.
-Creo que es hereditario –Dije con una sonrisa en mis labios que no alcanzaban mis ojos.
El carraspeó.
-Te crees que lo sabes todo –Dijo.
-Y lo sé –Dije seguro.
-Recuerda; las personas que comprenden todo rápido, al final, no aprenden nada –Dijo de una manera escalofriante.
La expresión en mi cara era neutra.
-Creo que eres lo suficientemente mayor como para dejar los juegos de acertijos e ir directo al punto –Dije frunciendo el ceño.
El rio.
-A eso es lo que me refiero, Haz –Rio. Luego era yo el cínico. –Cuida a Jessica, después de todo, ya no tiene a Jake para que le proteja.
Mis ojos se abrieron de par en par.
-¿Lo mataste? –Pregunté.
-No, claro que no, solo lo tengo aquí conmigo, no mataría a el mejor de mi banda –Dijo. –Saluda, Jake.
-¡Mierda! –Escuche la voz del chico gritar desde la otra línea.
Enarque una ceja.
-¿En serio? ¿Perdiendo tu tiempo, así? Después de todo, ¿Cuál es el punto de acosar a la rubia? No creo que te interese de esa forma en la que pretendes que creamos –Dije.
El rio.
-Puede que sí, de todos modos, conozco a alguien que le interesa de esa forma –Dijo.
Enarque una ceja.
-¿Oh si? –Pregunte con sarcasmo.
-Sí y tu lo conoces –Dijo riendo.
-Mientras más tú creces, te vuelves más idiota –Dije.
-Siempre yendo a los insultos cuando no tienes que decir, muy normal en ti, Haz –Dijo mientras se escuchaba un sonido por la otra línea.
-Deja de insinuar algo que no es cierto, no la veo a ella de esa manera, tengo mis razones, Franco –Escupí.
-Solo digo lo que veo, debe de ser duro que no sea correspondido –Dijo burlón.
-No es duro, y en caso de que lo fuera, no haría lo que tú hiciste, no dañaría la felicidad de alguien solo por egoísmo, vamos puedo ser un Styles pero no soy capaz de hacer eso, no soy tu, Franco, tan miserable como siempre, no eres destinado a ser feliz tu simplemente tienes que aprender a vivir con eso –Hable seguro.
Franco se rio.
-Harry estas siendo un… -Se interrumpió a sí mismo. –Ve a consolar a tu chica –Colgó.
Deje el celular sobre la mesa y camine fuera de mi habitación. Estúpido Franco, me confunde y hace que me cuestione sobre mí mismo, cosa que no debería. El sabe donde presionar justamente para ponerme en esta situación. Pase las manos por mi cabello, no me sentía intimidado ni ninguna de esas mierdas. Solo estoy confundido con otro tipo de cosas pero no es algo de lo que me pondré a pensar.
Ese tipo de cosas y el apellido Styles no van en una misma oración.
-Pensé que te habías ido a dormir –Dijo Jessica una vez que entre a la sala.
Negué con la cabeza sin decir nada. Me quede de pie con las manos en mis bolsillos en el medio de la sala. Sus ojos miraban hacia mí de la misma manera que siempre mientras yo le miraba fijamente.
-¿Crees que Jake tarde en llegar? –Preguntó mientras dirigía su mirada hacia otro punto del apartamento.
No supe que contestarle. Sus ojos volvieron a mirar hacia mí, miedo e inseguridad abundaban en ellos y algo me decía que ella debía de tener una pequeña idea de lo que está pasando con su hermano. Sin ni siquiera intentar no serlo, como siempre, el hecho de ser tan directo salió.
-Lo secuestraron –Dije seco.
Ella se quedó estática unos segundos mientras la información ponía su cerebro a trabajar. Un sollozo se escapo de sus labios dando paso a un llanto insaciable. Sin saber que hacer solo me quede allí parado viendo como lloraba. Ella se abrazaba a si misma mientras se dedicaba a llorar. Sus piernas fueron hasta su pecho mientras se abrazaba a sí misma. Sus mejillas se tornaron roja al igual que la punta de su nariz.
-¿¡Como lo haces!? –Exclamo mientras sollozaba.
Yo solo podía estar parado allí viéndola sin saber qué hacer.
-¿El qué? –Le mire confundido.
Ella se limpiaba las lágrimas bruscamente de su mejilla pero estas no paraban. Ella estaba desesperándose y me di cuenta que nunca en el poco tiempo que la llevo conociéndola la he visto riéndose, solo la vez que la estaba espiando cuando estaba en una cita con el chico ese.
-Eso, ser tan tu, nada te derrumba, nunca lloras, odio llorar, llorar es para débiles odio ser así –Sollozo.
La mire fijamente.
-Llorar no quiere decir que seas débil, si no, que tus sentimientos son puros –Aclare mientras inclinaba mi cabeza hacia a un lado.
Su mirada fue hasta mí, sus ojos aun dejaban caer una que otra lagrima y sus pupilas azules estaban más claras y rodeadas de un color rojo.
-Entonces, ¿dices que no tienes sentimientos? –Me preguntó.
Yo sonreí sarcásticamente para luego hablar.
-No creo que sean falta de sentimientos, si no, abundancia de decepciones.
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Holaa :D
Aquí el capitulo de hoy, si, lo he subido tarde pero por lo menos lo he subido. Mis exámenes han sido muy fuertes y me tiene algo tensa ya que hoy no me fue de lo mejor pero menos mal que mis exámenes ya acaban el martes y ¡LUEGO VACACIONES! Esperemos que mis notas salgan bien para que sean unas lindas vacaciones y llenas de capítulos :D.
PD: Espero que les guste el capitulo, comenten y voten mucho.
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