Narra Harry:

La angustia y la impotencia rasgaban mi garganta mientras las lágrimas caían por mis mejillas. Mis muñecas estaban atrapadas en mi espalda impidiendo que me moviera. Quería gritar pero una mano envuelta alrededor de mi boca me lo impedía provocando que los dos sentimientos antes mencionados, crecieran considerablemente más en mi interior.

Un puño voló a la cara del hombre más apreciado en mi vida. Otro puño y otro, hasta que su cuerpo se deslizara por la pared. Grité a través de la mano mientras sollozaba. Aquel hombre tan importante en mi vida miraba con rostro neutro al que hacía llamarse su hermano y mi tío. Una sonrisa lobuna cruzó el rostro de este último.

-Te lo advertí, Dess, una y otra vez –Habló mi tío, o el que era mi tío. Desde ahora ni sabía lo que era para mí. Un jodido hijo de puta cualquiera. –Pero como siempre, no hiciste caso, queriéndote hacer cargo de todo siempre, sin embargo, sabes que eres un bueno para nada. Quieres convencerte a ti mismo de que sirves para algo, pero –Hizo una pausa. –En realidad no lo haces.

Me removí entre los brazos del hombre desconocido que me sostenía mientras trataba de golpearlo pero me tenía en un agarre sumiso.

-Espero que para la próxima vez pienses como vas a actuar –Hizo una pausa para sonreír. –Cierto, no habrá una próxima vez –Sacó una pistola y apretó el gatillo apuntando hacia su pecho.

Grité mientras el molestoso sonido se apoderaba de mis oídos. Ahogué un grito mientras el sujeto aflojaba su agarre en mí. Sangre había por todos lados mientras mis pies se movieron rápidamente hacia el cuerpo de mi padre, contra la pared, manchado de sangre. Me tiré de rodillas a su lado mientras miraba hacia aquellos dos hombres parados allí.

-Luego me agradecerás por esto, Harry –Dijo el que algún día fue mi tío.

-¡Vete al infierno! –Grité apartando la vista dirigiéndola hacia mi padre. –Todo estará bien, papá –Hice una pausa mientras acariciaba su rostro y su cabello canoso.

Un dolor punzante en mi pecho mientras miraba su mano apretar mi rodilla.

-Harry, no daré para más, cuida a tu hermana y tu mamá. Te amo, hijo –Murmuró.

-No papá, no nos puedes dejar. Todo estará bien –Volví a decir. –Lo prometo –Terminé.

Lo prometo, lo prometo, lo prometo…

Me levanté con la respiración agitada. Las malditas pesadillas no desparecían. Aun puedo recordar el rostro de triunfo de aquel jodido hombre y aun puedo sentir su mano apretando mi rodilla. Cada noche es lo mismo, es como si fuera necesario que aquello volviera a mi mente cada noche dando a entender que mi vida nunca sería la misma. Me senté en el borde de la cama inclinándome y apoyando mis codos en mis rodillas mientras escondía mi rostro entre mis manos.

No iba a llorar. No lloro desde hace cuatro años aproximadamente. Solo que estos recuerdos me atormentan. Es como un trauma de un niño con una araña que le hizo caer y a medida que crecen no quieren acercarse a una araña. Es algo así pero todo lo contrario, quiero acercarme a esa jodida araña y aplastarla por hacerme caer. Una mano toco mi hombro en forma de consuelo.

-¿Estás bien? –Preguntó Louis.

-Sí –Dije alejando su mano.

Sin que le importara mi forma de tratarlo, ya que estaba acostumbrado, se sentó junto a mí. Podía distinguir su silueta entre la oscuridad de la habitación.

-Aveces es bueno llorar –Dijo.

-Llorar es para débiles –Dije seco.

-Ser débil no es malo –Su voz penetró mis oídos.

-¿Qué no es malo? –Pregunté burlón. –Acaso, ¿no has visto que los luchadores solo necesitan encontrar el punto débil de su oponente  para derrumbarlos? Luego dices que no es malo –Escupí.

Louis se quedó callado sabiendo que yo tenía razón.

Solo me puse de pie y caminé hasta la ducha. Me despojé del bóxer y el pantalón de chándal que había usado para dormir y me entré a la ducha. La lluvia artificial mojó mis risos y todo mi cuerpo. Minutos después estaba fuera de la ducha secando mi cuerpo. Salí con la toalla envuelta en mi cintura y agradecí de no ver a Louis allí sentado. Me puse mis bóxers junto a unos jeans desgastados y una camiseta negra. Me senté en la orilla de mi cama atando mis botas para luego secar mi cabello con una toalla. Abrí la puerta y bajé las escaleras del almacén llegando a la sala donde se encontraba un Louis sentado de bruces en el sillón.

-¿Dónde vas? –Preguntó.

-Por ahí –Dije.

-Son las 5 de la mañana –Habló preocupado poniéndose de pie.

-Sí, y debes regresar a la cama –Dije dedicándole una última mirada para salir de allí.

~*~

Frené despacio frente al gran portón. Divisé el guardia parado en la puerta con la mirada fija al portón pero cuando escuchó las llantas de mi auto se giró a mirar con su arma en su mano. Agradecí los vidrios polarizados de mi auto. Me coloqué unos guantes y a tientas busqué uno de mis cuchillos en el compartimiento y lo cogí para entrarlo en mi bolsillo. Salí del auto mientras miraba las cámaras que estaban allí. Cogí mi celular mientras tenía mi mirada fija en el guardia.

-John, ahora –Dije y un disparo se oyó del otro lado de la casa y luego unos tiros dieron a las cámaras dañándolas por completo.

El guardia miró hacia el lado opuesto de donde yo estaba y yo me dirigí rápidamente hacia atrás. Lo agarré por la parte de atrás de su chaleco antibalas y clavé el filoso cuchillo en la parte de atrás de su cuello impidiendo que un grito o un sonido, aparte el de su carne crujiendo, se escuchara. Sonreí lobunamente, esto era lo que amaba hacer. Este era mi estilo de vida. Entré a la cabina y me aseguré de apagar todo el sistema de alarma y vigilancia. Abrí el portón y me dirigí por el camino de piedra que llevaba a la puerta principal. Dos toques con mi puño en la puerta fueron suficientes para que una somnolienta Melissa apareciera en escena.

-¿Qué haces aquí? –Preguntó alarmada.

Una sonrisa se plasmó en mi rostro mientras impulsaba mi codo hacia atrás y clavaba el cuchillo en su estomago haciendo que su cuerpo cayera adolorido encima de mí.

-Estarás bien –Hice una pausa para dar una carcajada –A menos que tu papi no haga lo que se le indique –Canturreé burlonamente.

~*~

-¡No era que la trajeras apuñalada! ¿Estás loco? –Gritó Liam cuando entré con la hija del general inconsciente.

Levanté una mano para silenciarlo.

-Cierra la boca, se lo que hago –Hablé firme.

Liam solo asintió mientras se sentaba en el sillón del salón.

-¿Por qué tantos gritos? Apenas son las siete de la… ¡Oh por Dios! –Habló Louis sorprendido mientras miraba pasmado a la chica. -¿Qué rayos? –Preguntó mirándome.

Me encogí de hombros mientras caminaba hacia las escaleras.

-Saben qué hacer con ella –Dije subiendo hasta mi habitación donde me tiraba a la cama para echar una siesta.

Espero que cuando despierte ya todos sepan acerca de la desaparición de la hija del general y estén ofreciendo lo que se para encontrarla, si saben a lo que me refiero.

Narra Jessica:

Miré a Jake acostado en el mueble con su cabeza en mi regazo. Estábamos hablando sobre lo bien que fue recibido en su nueva secundaria, estaba en su último año y créanme que yo junto a mis padres nos hemos quedado muy sorprendido. Creíamos que eso nunca sucedería, sin ofender. Peiné los mechones de su cabeza hacia atrás mientras una linda sonrisa se apoderaba de su rostro.

-Y una chica ahí, está muy guapa –Dijo sonriendo.

Lo golpeé en la cabeza ligeramente, nunca iba a cambiar. Me reí sonoramente mientras lo veía hacer zapping. Sus ojos verdes escaneaban el televisor y al final nos decidimos por ver un programa de chismes de famosos. Ambos reíamos fuertemente con algunos comentarios hasta que el programa fue bruscamente interrumpido.

-Interrumpimos este programa para informar sobre la repentina desaparición de Melissa Johnson, la hija del general cabecero de Londres, Ken Johnson. Confirman que hubo un tiroteo en su casa y se encontraron sangre en las entradas, sin embargo, no se ha encontrado ningún cuerpo ni alguna huella digital. El sistema de seguridad fue violado bruscamente y no se capturaron ningunas imágenes. Luego del tiroteo, nadie sabe del paradero de la chica. Hay una recompensa de una gran suma de dinero a quien dé con su paradero, cualquier información llamar a los números de más abajo. Sigamos con la programación de hoy, pasen un buen resto del día –Concluyó.

Escaneé la imagen que presentaron junto a la reportera, era la chica que ayudé a salir de Harry. Mierda, eso no lo había detenido. Tragué saliva ante el pensamiento de Harry matando a alguien dejando rastros de sangre por todas partes. Jake se paró de un salto y se quedó pasmado frente a la televisión y me miró de reojo.

-Yo he visto esa chica –Dijo seguro.

-Lo más probable –Me encogí de hombros.

Jake miró a todos lados y luego se llevó las manos a su cabeza para tirarse de los extremos de su cabello.

-Mierda –Dijo y cogió su chaqueta para salir del apartamento.

¿Y a este que le pasó? ¿Por qué los hombres tienen que ser tan raros el mayor porcentaje de veces?

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Holaaa c:

Soy yo o Jake actúa muy raro aveces :? Bueeeeeeeeeenooo...

Chan chan chan, aquí tienen algo nuevo acerca de Harry e.e, así irá avanzando la historia de poco a poco, ya que, cuando sabes todo desde un principio eso como que le quita la emocion e.e xd. Bueno no tengo mucho que decir hoy, iba a subir ayer pero estuve el tiempo fuera de mi casa. No creo tener muchas cosas por hacer esta semana así que subiré diario POSIBLEMENTE. Soo, espero que les haya gusta el capítulo y LA FANFIC ESTA EN EL PUESTO DOCE OSEAAAA SHOROOOOOOOOOO, si logran que suba al primero juro que les hago una maratón de mínimo 5 capítulos y largos. Se los prometo y miren que soy mujer de promesas e.e. Hahahaha bueno, aquí espero que lo disfruten y comenten y voten muchoooo.

PD: Algunas exigen el primer beso pero chicas, calmen, luego vendra. No se desesperen e.e hahaha. Y a las que quieren que les dedique cap, deben de comentar y votar seguido y decirme que quieren que se lo dedique, luego se los iré dedicando los proximos capítulos poco a poco.

PD2: Le dedico el proximo capítulo a la que ponga el mejor comentarioooo :D