Un ambiente triste y preocupado era lo que dominaba en la casa de los Lake,  mientras los que estaban allí salían al jardín protegido por el campo de fuerza invisible que instaló Douxie allí y sabían lo que se veía.

Una inminente separación.

Bárbara se acercó a paso lento hacia los magos, quienes ya estaban al frente de sus amigos, listos para que Claire abra un portal y vuelvan a Camelot; la pelirroja cuando estuvo al frente se inclinó ligeramente para envolver con cada brazo a ambos en un fuerte abrazo, siendo correspondida por ellos.

-Cuídense mucho. Tienen que protegerse el uno al otro.- les dijo dejándoles notar su angustia en su voz y estrujando más sus cuerpos contra el suyo.

-Lo haremos.- le aseguró Casperan, antes de separarse.

Bárbara les dedicó una última triste sonrisa para después retroceder y dejar que su hijo junto con su mejor amigo se acerquen. Toby fue el primero en llegar a ellos, al primero que abrazó con fuerza fue al de mucho es azules, los dos chicos se fundieron en un último abrazo, mientras que la pareja de pelinegros se miraban con tristeza reflejada en sus ojos, pero unas cálidas sonrisas se formaban en sus labios para el otro.

Sólo cuando Domzalski se separó del mago y se acercó a la princesa, desconectaron sus miradas para que ella también afrazara fuertemente a su castaño amigo. Ahora el ojiazul aprovechó para abrazar y despedirse de Hisirdoux.

-Cuídala, por favor.- le pidió angustiado en un susurro y su amigo apretó más su abrazo.

-Sabes que lo haré con mi vida.- reafirmó el mago justo antes de separarse de él y dejándolo ir a despedirse de su novia.

-Nos volveremos a ver.- le volvió a repetir Jim a Claire, mientras entrelazaba su mano derecha con la izquierda de ella. Su chica correspondió a su agarre y le sonrió dulcemente.

-Aún lindo chico me recordó ayer que nuestros destinos están forjados para estar unidos...- le recordó con calma y sin dejar su sonrisa, el cazatrolles no pudo hacer más que imitar la misma, luego sintió la mano libre de ella levantarse y tocar el lado izquierdo de su cabeza- ...Así que siempre, sin importar qué tan lejos estemos, estaré aquí y aquí.- su mano terminó descendiendo hasta descansar sobre su corazón.

El cazatrolles envolvió delicadamente la muñeca de su mano sobre su pecho y soltó sus manos entrelazadas para tomarla de la cintura y pegarla lo más posible a su cuerpo. La princesa correspondió con gusto la unión de sus labios y no tardó en llevar su ahora mano libre en el cuello del chico para asegurarse que aquel gesto de amor y despedida no terminara pronto.

Los demás los observaban con cierta nostalgia, ellos mejor que nadie sabían cuánto se iban a extrañar y ellos mismos iban a extrañar la atmósfera cálida y genuina que se formaba alrededor de la pareja.

-Te amo.- se susurraron ambos mirándose fijamente a los ojos y entre jadeos cuando sus pulmones exigieron aire y no tuvieron más opciones que separarse.

-Llegó la hora.- anunció Blinky al darse cuenta de que nadie más quería dar el siguiente paso a lo inevitable.

Claire terminó de separarse de su novio y se acercó al par de trolls junto con su mejor amigo, los cuatro se dieron otro abrazo de despedida y cuando se separaron el de piel azul los miró con orgullo. Le Fay dió media vuelta y estiró su mano izquierda para abrir un portal que los regresaría a Camelot y se colocó frente a él, sintiendo a Douxie tomarla de la mano cuando llegó a su lado.

-Promesa.- escuchó la chica la voz de AAARRRGGGHHH en el idioma troll recordándole la promesa que Blinky y él le habían hecho de mantener a salvo a Jim por ella.

La de cerquillo blanco volteó a mirarlos agradecida, recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de ellos. Después desvió su vista a su novio, quien también la miraba con atención.

-Claire, debemos irnos.- avisó Casperan apretando su mano, ella volvió su mirada al portal y asintió.

Era ahora o nunca.

Los magos cruzaron el portal.

• • •

Reino de Camelot...

-La princesa no está respondiendo.- proclamó el doctor real con mucha preocupación.

-¿A qué te refieres con que no está respondiendo?- preguntó de inmediato el rey, quien lo miraba amenazante- ¡Uriel!-  arremetió golpeando la pared más cercana con su puño al no recibir respuesta.

El mencionado dió un sobresalto, antes de contestar.

-He limpiado con esmero su herida y la suturé de forma adecuada. La fiebre, los escalofríos y estamos deberían haber cedido, pero la situación de su majestad no está mejorando.- respondió tratando de tartamudear lo menos posible y siguiendo con sus atenciones hacia la pelirroja.

Merlín, quien sólo miraba seriamente a su mejor amiga, recargado desde el marco de la puerta, negó con la cabeza.

-Es la magia en su sistema.- habló firmemente llamando la atención de los dos hombres- Está rechazando la curación humana, porque con ayuda de mi magia, podría salvarla en segundos.- informó frustrado viendo a Arturo.

Sin embargo, antes de que el rubio siquiera pudiera decir algo, un portal de sombras se abrió frente a él en medio de la habitación y dejó pasar a dos adolescentes pelinegros para después cerrarse de inmediato.

-¡Mamá!- exclamó Claire preocupada apenas vió a su madre sobre la cama sufriendo en su agonía- ¡¿Cómo está ella?!- fue ahora quien le exigió información a Uriel, pero este solo la miró apenado.

Hisirdoux también observaba angustiado la escena y aún más cuando interpretó el silencio y la mirada del doctor real; sintió una mano colocarse en su hombro izquierdo y giró su rostro para encontrarse con su serio padre, quien no pudo evitar dedicarle una leve sonrisa, indicándole que estaba alegre de verlo nuevamente. Su hijo también se lo dejó saber, pero con una sonrisa más pronunciada.

La princesa heredera sintió sus lágrimas acumulándose en sus ojos, gruñó por lo bajo cuando la primera logró descender por su mejilla, sus ojos volvían a ponerse  completamente negros y morados, mientras pequeñas y finas líneas negras se despleganan alrededor de ellos.

-Lo siento, tío.- bramó entre dientes para dirigir su fría y oscura vista hacia él- Pero no voy a dejar que tú estúpida necedad termine matando a mi mamá.- dijo, antes de estirar sus brazos sobre el cuerpo de su progenitora y sus manos comenzaron a irradiar un brillo intenso de color morado.

Por inercia, Merlín tomó a su hijo del brazo y lo colocó detrás de él, mientras Arturo y Uriel daban pasos hacia atrás cuando el suelo comenzó a temblar y una gran ráfaga de viento cubría la habitación por completo.

No obstante, nada detenía a la joven de seguir liberando su magia, hasta que el cuerpo de Morgana se arqueó y luego se dejó caer sobre la cama. Fue allí cuando Claire se detuvo y su cuerpo volvía a la normalidad, excepto por la poca sangre negra que salío por una de sus fosas nasales. La cual limpió rápidamente, cuando Uriel se volvió a acercar a su madre para chequearla una vez más.

-¡Por todos los cielos!- exclamó asombrado, mientras daba un paso hacia atrás por la impresión- Los daños internos ya no están, solo queda el cuidado de su cicatriz y que descanse para que recupere fuerzas.- le anunció a los presentes, antes de guardar sus cosas, dar una reverencia y salir con rapidez de los aposentos del rey.

Douxie se acercó a abrazar a su mejor amiga por la espalda, quien lo recibió tomando sus manos y soltando una risa de alivio. Por un lado, Ambrosio miró con orgullo la escena.

Pero por el otro lado, Arturo tenía el ceño fruncido, sus manos cerradas en puños e intercalaba su vista entre su hermana y sobrina. Y, sin decir una palabra más, salió furioso de su habitación, siendo ignorado por los magos.

-Descansa tranquila, mamá, ya estoy en casa.- le habló suavemente la princesa tomando su mano entre las suyas.

¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. ❣️

¿Una dura despedida Jlaire y una referencia a las escenas más tristes de la película? ¿Pudo ser peor, no?

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! ✧⁠◝⁠(⁠⁰⁠▿⁠⁰⁠)⁠◜⁠✧

A_Hiccstrid