A la mañana siguiente, Douxie se levantó temprano para aprovechar que era domingo y no tenían escuela, así podría empezar su entrenamiento mágico con Claire para ayudarla a controlar su magia.

-¿Douxie? ¿Qué haces en el patio tan temprano?- le preguntó Bárbara una vez que salió por la puerta trasera que daba al jardín.

-¡Oh! Buenos días, Bárbara.- la saludó el mago con cortesía- Sólo quiero aprovechar el día para entrenar a Claire, mientras más rápido nos hagamos más fuertes, más rápido recuperaremos nuestro hogar.- respondió a su pregunta con una animada sonrisa, expresión que contrastaba con la de la doctora al leer el título del libro que tenía en la mano.

-¿"Magia de las Sombras: la magia negra"?- leyó en voz alta sin estar segura que no fuera peligroso- ¿Y no crees que algún vecino o cualquiera que pase por la calle los vea usando magia?- señaló mirando a los alrededores.

-Ya pensé en eso, he colocado un campo de invisilidad en el jardín, la gente lo verá vacío, ni siquiera podrán oírnos.- Casperan sonrió con arrogancia y Bárbara soltó un suspiro.

-Parece que lo tienen todo controlado.- murmuró para luego mostrar una genuina sonrisa- Pero primero entra a desayunar, lo demás ya se levantaron. Iré a prepararles algo.- le indicó, antes de remover suavemente sus cabellos negros y el joven rió. Aquella acción le recordó tanto a su papá y sonrió con nostalgia.

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Claire terminó de lavarse los dientes y escuchó unos toques en la puerta del baño.

-Adelante.- murmuró mientras se secaba el rostro con la toalla, luego sonrió al ver a Jim abrir la puerta.

-Lamento no habértelo preguntado en el desayuno, pero... ¿Qué tal dormiste?- le cuestionó con una sonrisa de lado, mientras se recostaba en el marco de la puerta.

-Después de nuestra plática de anoche, muy bien, de hecho. Más tranquila.- contestó la princesa dejando la toalla en su lugar y luego salió del baño que compartía con su mejor amigo, el Lake cerró la puerta y observó por la ventana de la habitación a Toby corriendo en el jardín con Hisirdoux.

-¿Sabes? No tienes idea de lo importantes que son para mí.- le mencionó, antes de tomar su mano entre la suya- Si nuestro destino era conocernos para acabar con la guerra, lo agradezco de corazón.- añadió, mientras la de cerquillo blanco utilizaba su mano libre para acariciar con delicadeza su mejilla. Después, ambos se quedaron mirándose a los ojos.

Sin embargo, su burbuja romántica se rompió cuando alguien tocó la puerta de la habitación tenuemente, ambos pelinegros se separaron de inmediato y voltearon alarmados de quién se trataba.

-¡Mamá!- exclamó Jim en un balbuceo, mientras se frotaba su brazo izquierdo con nerviosismo- ¿Qué sucede?- preguntó con una sonrisa forzada.

-Los chicos los esperan. Douxie está impaciente.- avisó la adulta con una sonrisa pícara.

-Ahí vamos, gracias.- dijo el muchacho y ella se fue.

-Será mejor apurarnos. Douxie se estresa rápido cuando espera.- habló Claire sin atreverse a mirarlo siquiera, así que se apresuró en caminar y salir de la habitación. Jim la vió embobado por unos segundos para después seguirla.

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-¿Qué tanto hacían allá arriba, ah?- les cuestionó Tobías una vez que llegaron con ellos y se sonrojaron al instante.

-Nada.- contestaron al uniso.

¿Por qué ahora les importaba tanto lo que pudieran pensar si es que ellos tenían algo?

Douxie rió levemente, antes de hablar.

-¿Lista, princesa?- le preguntó con burla, mientras abría su libro en una página ya marcada. La chica frunció el entrecejo ante sus palabras.

-Sabes que odio que me llames así.- señaló ella alzando una ceja.

-Claro que sí, por eso me gusta hacerlo.- se defendió el de mechones azules con diversión- Bien. El libro sostiene que el principal problema con la Magia de las Sombras, es que su magia responde a las emociones y sentimientos. Debes aprender a controlarlos para que puedas controlar tu magia. ¿Qué fue lo que te alteró tanto en Camelot como para que te desataras así?- terminó intrigado, mientras el híbrido y el humano también la miraron expectantes por una respuesta.

La maga se mordió el labio inferior y desvió su mirada, obviamente, las imágenes de Jim siendo un troll y  torturado con la luz del sol invadieron su mente.

-Yo...- ella no tenía una excusa o mentira- Me enojé tanto cuando mi tío no escuchó razones y no tuvo piedad con Jim para intentar matarlo de esa forma tan lenta. Creo que fue eso lo que logró descontrolarme.- confesó finalmente mirando algún punto muerto en el jardín.

Por su parte, el ojiazul no dejaba de mirar detenidamente a la joven, ella desenfrenó sus sentimientos por él y pudo haberse lastimado por ello.

¿Cómo se podía sentir tan bien y culpable al mismo tiempo?

No obstante, cuando el hijo de Merlín iba a decir algo, el teléfono de Toby sonó estrepitosamente causando un sobresalto en los cuatro.

-¡Lo siento, lo siento! A veces, se me olvida bajar el volumen cuando está demasiado alto.- se disculpó, mientras sacaba el aparato móvil de su bolsillo y luego contestó la llamada, estuvo escuchando un rato la voz en la otra línea y cortó- Es AAARRRGGGHHH, me sorprende que haya aprendido a usar el teléfono tan rápido.- dijo rápidamente, pero desviándose del tema.

-Regresa al tema, Tobes.- pidió el cazatrolles sabiendo que su amigo se puede distraer muy fácilmente.

-Cierto, cierto.- el castaño rió ligeramente- Dice que Blinky tuvo un pequeñito problema con una de tus trampas del bosque, Douxie. Te pide que los vayas a liberar.- informó y los demás rieron un poco.

-Con gusto.- contestó el mago dándole el libro a Claire, quien lo tomó de inmediato- No tardamos.- el joven tomó a Domzalski del brazo y lo jaló sutilmente hacia él, cuando se alejaban le guiñó un ojo y Toby entendió que su punto era dejarlos solos.

-Cuándo no, Blinky metiéndose en problemas.- comentó Jim en medio de una risa para después voltear a ver a la princesa, quien no despegaba su vista de aquel libro- Oye, lo vas a controlar.- le aseguró colocando una mano en su hombro, fue allí cuando la de ojos marrones por fin lo miró.

-Es que se me hará más fácil, si te lo dejo de ocultar.- musitó ella por lo bajo, dejándolo confundido.

-¿Ocultarme qué?- preguntó alzando una de sus cejas.

-Lo que siento por ti.- Le Fay tuvo el valor de confesárselo mirándolo directamente a los ojos y, tras pronunciar sus palabras, tomó impulso para inclinarse hacia delante, tomarlo de las mejillas y estampar sus labios contra los del Lake, quien no tardó con corresponder rodeando su cintura con sus manos.

Sus corazones se aceleraron, pero ambos ahora estaban felices, porque ya conocían que sus sentimientos eran correspondidos por el otro.

Y ahora nunca se alejarían.

O eso es lo que piensan hasta ahora.

¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 🖤

¡Y al fin ocurrió en tal ansiado beso Jlaire! 🥳 ¿Qué tal? ¿Les gustó? ¿Fue inesperado? ¿Les gustó la frase final o la odiaron tanto como yo? Porque, créanme, que tengo una relación de amor y odio con hacer sufrir a mis personajes en sus momentos felices.

¡Pero no me desvío! Déjenme sus respuestas que con gusto las leo. 👀

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! (⁠｡⁠･⁠ω⁠･⁠｡⁠)⁠ﾉ⁠♡

A_Hiccstrid