Vieja Canción

Espero que les guste~

Nota: Los puntos suspensivos (... ...) los suelo usar para saltos de tiempo y cosas así

Nota-2: Les diré que esto empezó con muchas ideas sueltas xD

Nota-3: Si alguno tiene más ideas para esta pareja, no duden en decirme :3

Branch tiene la costumbre de tararear de vez en cuando, a veces llegando a cantar entre dientes pedazos de cualquiera sea la letra que tuviera en mente en ese momento, y aunque a Hickory no le molesta escucharlo, porque disfruta de la tonada ajena, no puede negar que tiene algo de curiosidad. Hickory lleva escuchando el tarareo ajeno durante una hora y sigue sin poder ubicar exactamente la melodía. Suena lenta, pero sin ser una canción de cuna por la poca letra que a podido captar, aunque hay mucho cariño en su suave tono.

-Oye, cariño- llama, algo divertido al verlo sobresaltarse, pudiendo notar como sus orejas caídas se agitaban apenas antes de que los grandes ojos azules se voltearan a verlo con curiosidad, la melodía deteniéndose por primera vez en un tiempo. -Tengo curiosidad, ¿Qué estas cantando?- 

-Oh...- el sobreviviente parpadea, luciendo sorprendido, como si en realidad no se diera cuenta de lo que había estado haciendo. -Es...una tonteria- hace un gesto, restándole importancia con una sonrisa ansiosa, pero el vaquero vio algo suave brillando en los ojos ajenos cada vez que tarareaba esa melodía y se inclina a no creerle.

-¿Por qué no me dejas ser el juez de eso?- se cruzo de brazos y enarco una ceja, sonriendo con amabilidad y tranquilidad. No esta exigiendo respuestas, aunque le esta dando oportunidad de decidir si quiere hablar o no.

-Bueno...- se rasco la nuca con cierto nerviosismo. -Es...solo una canción vieja que mi abuela me cantaba a veces- parecía tímido, aunque no avergonzado, retorciendo apenas sus dedos entre ellos en un intento de distraerse y Hickory supo que eso era importante. Había escuchado algo de la historia sobre los bertenos y el Trollsticio de cada año pero Branch le hablo una vez de su abuela, dulce y amble, que murió antes del escape. -Solo recordaba la melodía antes pero hace poco, encontré la letra cuando volví al Árbol Troll y desde entonces, no puedo sacarla de mi cabeza- sus orejas parecen bajar un poco más. -Lo siento si fue molesto- ahora, parece apenado. 

-No lo es- se apresura a asegurar, sin querer que el otro retrocediera de esa manera. El sobreviviente estaba disfrutando de cantar, algo muy reciente por lo que pudo escuchar, y no iba a arruinarle eso. -Aunque, me gustaría escuchar bien esa canción tuya- puede verlo animarse, sus orejas ahora un poco más levantadas en señal de sorpresa.

-¿En serio?- sus ojos brillante y Hickory no tiene problemas en asentir, acomodándose en su lugar en una clara señal. -Esta bien, esta bien- luce ansioso, aunque de una buena manera, como si estuviera emocionado de compartir aquello y el vaquero esta feliz de escucharlo. -Hijo del corazón- su sonrisa es más suave ahora, con una ligera añoranza, como si estuviera recordando algo de hace mucho tiempo atrás. -Deja ya de llorar- se balance sin darse cuenta y el vaquero no puede evitar sonreír ligeramente, disfrutando de su voz. -Junto a ti...yo voy a estar y nunca más...te han de hacer mal- tarareo un poco más ante de detenerse lentamente. -Mi abuela me la cantaba todo el tiempo...en especial cuando necesitaba algo de consuelo- sonrío.

-Suena tan dulce- casi siente ganas de llorar de la emoción y eso solo hace que la sonrisa ajena crezca un poco más.

-¿Verdad que si?- se removió en su lugar, luciendo encantado. -Siempre me pareció una melodía dulce y suave, aunque la letra me gusta ahora que la sé-

-Es adorable- se siente como algo que una madre le cantaría a su hijo pero no va a comentar sobre eso, no cuando sabe que el otro solo tuvo a su abuela para cuidarlo antes de que ella muriera. Le hace un gesto ligero y el sobreviviente lo toma como una señal, cerrando los ojos por unos segundos mientras vuelve a tararear.

-Tus ojitos de luz, el llanto no ha de nublar. Ven aquí, mi dulce amor, nadie nos ha de separar. Hijo mío, mi amor. No me importa el sufrir. Como un sol, tu me das luz y das calor a mi vivir. Ven mi amor, ven mi amor- la canción no es muy larga pero Branch canta con todo su corazón y Hickory disfruta de cada segundo, incluso si sus ojos arden por lagrimas llenas de emoción y sentimentalismo que se niega a derramar.

... ... ... ...

Están en medio de un picnic. Viva y Poppy están hablando con ese entusiasmo que no parece agotarse nunca, compartiendo ideas sobre peinados y arreglos para libros de recortes entre otras cosas. John Dory le esta suplicado piedad a Dickory, quien solo le gruñe y lo insulta entre dientes mientras lo amenaza con morderlo en cualquier segundo. Clay se esta burlando descaradamente, divertido de ver el sufrimiento de su hermano mayor, mientras Bruce se entretiene sacando el montón de fotos de su familia que de alguna manera guarda en su cabello y las muestra con orgullo, compartiendo historias que Floyd escucha con cariño y diversión. Hickory parece más entretenido con ver a su furioso hermano, bufando con cierta diversión ante la expresión llena de miedo que tiene el troll que lucha por huir.

Mientras tanto, Branch se siente muy fuera de lugar.

Él no puede negar que con tantos años de aislamiento y soledad, no siempre se siente cómodo entre tantos trolls. Le gusta cantar y bailar, trae una felicidad a su corazón que había dado por perdida alguna vez, también le gusta amigos y disfruta mucho de su compañía, en serio que si, pero batería social no siempre estaba bien cargada y había momentos en se agotaba con mucha facilidad. Además, mucho ruido podía hacerlo sentir abrumado y algo atontado. Si, tiene muchos problemas, pero estuvo solo y en silencio por más de 20 años, cree que tiene derecho a adaptarse a su propio ritmo.

Aun así, respiro profundo, dejando escapar un largo y suave suspiro. Se concentra en mantener la calma, intentando ahogar lo mejor posible sus voces, concentrándose en la primer melodía que viene a su mente. Eso lo ayuda a relajarse lentamente en su lugar. No se siente del todo abrumado aun, quizás un poco cansado, aunque no lo suficiente como para necesitar huir todavía.

Esta distraído, así que se sobresalta ante la mano que agarra la suya, tranquilizándose ante los ojos castaños con los que se encuentra.

-¿Estás bien, cariño?- Hickory luce preocupado, con voz amable y ojos suaves.

-Si, yo solo...- sonríe con cierto nerviosismo, sintiéndose un poco infantil y avergonzado. -...aun me estoy acostumbrado a...todo- hace un gesto a los trolls a su alrededor, cada quien demasiado entretenido en su propio mundo como para prestarles atención, un alivio en este casi para el sobreviviente.

-Me imagino- le da un apretón a la mano ajena en forma de consuelo, moviéndose hasta que están sentados uno al lado del otro, sus hombros tocándose. Branch se permite acurrucarse por unos segundos, buscando consuelo, mientras que a Hickory se le viene una idea en la mente. -Hijo del corazón- no cree que su voz suene bien con esa canción pero el sobreviviente bufa ante la repentina tonada, riendo entre dientes, y lo va a considerar como una victoria. -Deja ya, de llorar- lo hace tan exagerado como puede, solo logrando aumentar la risa del sobreviviente, quien no entiende porque aquello le resulta tan divertido. Tararean entre ellos, ignorantes de la miradas fascinadas de las hermanas y las de horror en los rostros de los hermanos, quienes parecen reconocer la canción.

-¡Maldición, ya cásense!- Dickory grita con una clara burla, riendo con maldad obvia mientras su hermano menor le reclama.

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