Trolls Rock #2
Espero que les guste~
Nota: Para los que pidieron una segunda parte, aquí esta :3
-Oh, por el bosque...- Branch se siente ansioso mientras más Barb avanza, notando de reojo que su entorno empieza cambiar. La naturaleza del bosque parece desaparecer, reemplazado por un lugar más oscuro con tonalidades de rojo, y el ligero fresco que suele correr por el bosque reemplazado por un aire caliente que lo hace jadear por un segundo. Olfatea, el aroma que viene con el bosque, de plantas y demás mezcladas, ahora es diferente, más fuerte y casi como humo, combinado bastante bien con el ambiente volcánico en el que están entrando. Esta un poco asombrado de que en realidad estén cerca de un volcán, ni siquiera sabía que podía haber uno de esos tan cerca, observando con expresión de sorpresa como todos los trolls de colores oscuros y ropas negras no parecen siquiera tener problemas con caminar así nada más por la zona, preguntándose que tan resistente y gruesa era la piel de estos trolls en particular. -¿En donde estamos?- se acomoda de tal manera que puede verla de frente.
-Bienvenido a Volcano Rock City- Barb sonrío, luciendo encantada y muy emocionado, a lo que él no necesitaba ver para saber que la cola de ella se estaba moviendo con energía. -Tu nuevo hogar- el menor parpadear, todo se sentir como un loco secuestro que por alguna razón, ella interpreto como adopción.
-No puedo quedarme aquí...- todas sus cosas, los recuerdos de su abuela, aun estaban escondidos en una zona fuera del pueblo troll. -...ni siquiera puedo pisar el suelo- hizo un gesto
-Ni te preocupes por eso, tengo la solución- inflo el pecho con orgullo, mirando a su alrededor, sus ojos iluminándose cuando vio un rostro familiar no muy lejos. -¡Riff!- corrió y el menor se aferro a su ropa, un poco sorprendido de lo rápida que podía ser con solo dos patas. -¡Tengo algo genial que mostrarte!-
-¿Qué pasa?- ese troll parecía un poco más pequeño que ella, delgado, con el cabello largo y alborotado, mantenido abajo y sobre sus ojos con esa gorra negra que usaba.
-Tengo un hermano ahora- Branch se quejo al ser separado, alzado como si fuera una especie de animal que mostrar, moviendo la cola con ligera ansiedad mientras se encogía un poco en su lugar. Riff, como ella lo llamo, levanto su gorro un poco para mostrar sus ojos y parpadeo, luciendo sorprendido.
-¿Te lo robaste?- enarco una ceja, divertido de repente mientras su cabello volvía a cubrir sus ojos, con una sonrisa casi burlona en su rostro.
-Obvio que si- parecía tan orgullosa de ello, el menor cruzándose de brazos lo mejor que pudo en su posición actual. Solo debía seguirles la corriente hasta encontrar la mejor forma de huir, solo debía ser paciente. -Aun tengo que mostrárselo a papá...- el troll gris se sentía como un objeto a estas alturas. -...pero necesito que lo vigiles por un rato- y pronto, el troll del pop estaba siendo empujado a los brazos ajenos, soltando un chillido poco digno mientras se aferraba sin pensar a la ropa oscuro. Lo que menos quería era caer y quemarse con el suelo. -Cuídalo- gruño con cierta advertencia, solo para alejarse con pasos rápidos y dejarlos solos.
-¡Barb!- pero ella ignoro el llamado de Riff y este suspiro con cierta resignación. -Bueno, supongo que seremos tu y yo por un rato, niño- el menor se erizo ante eso.
-No soy un niño- hizo un puchero. -Soy un troll independiente que vive solo y esta construyendo su propio hogar-
-Construyendo tu propio hogar, ¿eh?- decidido a ignorar por un momento que eso sonaba preocupante, porque ese troll no podía ser mayor de 10 años, decidió solo tararear. -¿Qué tipo de construcción?- lo acomodo, un poco alarmado ante su bajo peso, moviéndose para adentrarse una vez en su casa pero dejando la puerta abierta.
-Un bunker- hizo un gesto, solo para bajar las orejas a los pocos segundos. -Aun no lo empecé pero es la idea- saco el dibujo del interior de su chaleco, desdoblándolo con manos cuidadosas para poder mostrarlo. Había quitado los dibujos de sus hermanos hace un tiempo, sin querer pensar en ellos. -Sera el lugar más seguro de todos-
-Apuesto a que si- eso generaba más preguntas que respuestas pero decidió dejarlo sobre una de las tantas sillas. -Te daré algo de comer pero mientras, puedes contarme sobre su bunker super seguro- se dispuso a revolver entre todas las cosas de la cocina, rezando a quien pudiera escucharlo que el menor no fuera alérgico a nada o Barb lo mataría.
-Pero no tengo...- Branch cerro la boca ante el plato hondo lleno de cereales fue dejado frente a él. Eran de diferentes tonalidades de gris, negro y con algunos de color rojo. -...esta bien, supongo- se encogió de hombros y se llevo un poco a la boca, parpadeando con cierta sorpresa. Eran dulces pero no empalagosos, y muy crujientes. Eran ricos, así que se llevo un poco más a la boca, masticando con una sonrisa. Riff se sentó a su lado, suspirando con cierto alivio de verlo disfrutar.
-Entonces, tu bunker...- hizo un gesto, notando como los ojos del menor brillaron ante el recordatorio y entre bocados, divago. Había muchas ideas en un cerebro tan pequeño y aunque se sentía un poco confundido en algunas cosas, se contento con escucharlo, algo que solo pareció animarlo aun más.
-¡Ya volví, tontos!- Barb aparece no mucho después, entrando como si esa fuera su casa, sosteniendo algunas cosas entre sus brazos. -Necesito que te pongas esto- las cuales empujo hacia el menor, quien parpadeo con confusión pero no tuvo tiempo de preguntar antes de ser alzado y básicamente, encerrado en el ceño.
-Estos trolls son raros- frunció apenas el ceño, revisando lo que le dieron. Pantalones negros, más largos de lo que estaba acostumbrado, y una remera de aspecto maltraído, blanca y con una gran calavera en la parte de enfrente, con una muñequera con adornos de púas que dudo un poco en ponerse. Se sentía raro pero al menos, mientras se volvía a colocar su chaleco, se sentía un poco confortado. -¿Y eso como me ayuda a caminar por aquí?- pregunto al salir, haciendo un gesto hacia su apariencia, notando como la sonrisa de ambos se agrandaba al verlos.
-Ya veras- Barb no duda en levantarlo para dejarlo sobre la silla y en poco tiempo, Branch tiene puesto zapatos negros.
-Oh...- se siente raros para sus almohadillas, porque nunca había tenido que usar zapatos pero no son incomodos, solo extraños, aunque supone que es mejor que quemarse. Se baja, caminando de manera tentativa, agitando apenas su cola. Puede acostumbrarse a eso.
-¡Genial!- la princesa se mueve con alegría notable. -¡Es hora de presentarte a papá!- camina hacia la puerta, haciendo un gesto para que la siguieran. -Él te amara, estoy segura- da un pequeño salto mientras se aleja.
-Hace mucho que no la veía tan feliz- Riff tararea con diversión ligera, mientras el menor parpadea con cierta confusión. -Vamos, tenemos que alcanzarla antes de que venga a arrastrarnos- extiende su mano y aunque Branch no esta muy acostumbrado a ser tratado como un niño, acepta el gesto después de unos segundos, encantado de poder caminar sin sentir dolor gracias a los zapatos que le pusieron. Admira un poco más todo a su alrededor mientras caminan, agitando las orejas ante los múltiples y nuevos sonidos que puede escuchar.
-No voy a irme de aquí, ¿o si?- y mientras más lo piensa, no cree que quedarse sean tan malo. A pesar del aspecto oscuro, de los gritos que puede escuchar y del sonido de su música, estos trolls no parecen ser tan malos. Quizás se quede un tiempo y vea como van las cosas antes de decidir que hacer.
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