Trolls Rock
Espero que les guste~
Nota: Escribí esto pensando en Branch con 8 años y Barb entre los 12-14 años, como una aclaración antes de que me pregunten :3
Nota-2: En algunas versiones, ponen que los trolls del rock tienen colmillos y decidí usarlo
Petición de: GorgoniaUwU
-Estúpidos trolls, estúpida música...- Branch camino con paso firme, sus almohadillas haciendo ayudando a que fuera silencioso, aunque sus gruñidos entre dientes no lo hacían pasar desapercibido. -...estúpidas fiestas...- estaba enojado, porque todos ignoraban sus advertencias y parecía que cada fiesta que hacían se volvía más ruidosa que la anterior. Habían atraído depredadores, grandes insectos y bestias ciegas guiadas por el ruido, solo ahuyentadas por sus trampas y demás pero nadie quería creerle y por ello, lo habían tachado de loco paranoico para varias. -La próxima vez dejaré que se los coman a todos, ya verán- amenazó, aunque sabía que no lo haría porque no era lo suficientemente malo como para dejarlos a todos morir, incluso si por momentos sentía que se merecían un buen susto o dos. Así que decidió aventurarse al bosque, prefiriendo enfrentar cualquier ser que intente acercarse a soportar un segunda más de ese pueblo lleno de ignorantes.
Sus orejas se levantaron, escuchando algo que llamó sus atención, solo apurando el paso ante la voz de alguien que parecía gritar o algo así.
Ahí fue cuando la vio.
-¡Vamos feo, inténtalo!- era una troll pero lo que más llamo su atención fue su color de piel. Era gris, de un tono diferente al suyo, con el cabello una mezcla entre negro y rojo, en un peinado único que de alguna manera le quedaba. Su cola se veía un poco más corta, el pelaje en el extremo luciendo en punta y de color rojo. Se veía mayor, aunque no lo suficiente como para ser una adulta, quizás una adolescente valiente y loca que se estaba enfrentando a una bestia qué la superaba en tamaño, con dientes afilados y garras notables. -¡Te arrancare los dientes si te acercas un paso más!- ella hizo un gesto mostrando los dientes con un gruñido profundo y amenazante, luciendo dispuesta a pelear a mordiscos.
-...esta loca- aun así, no pudo evitar admirarla un poco. Los trolls usualmente huían cual cobardes, a veces intentaban calmar a la bestia con un abrazo y un dulce, pero ella se veía salvaje, dispuesta a luchar y enfrentar aquella cosa. Su cola se movió sin su consentimiento, entusiasmado con la valentía ajena pero no podía negar que estaba algo preocupado. Podía morir y es por eso que miro a su alrededor, su mente corriendo hasta que una idea se le ocurrió. Dejo todas sus cosas en el arbusto, dispuesto a volver más tarde, y salió, agarrando una piedra para tirarla contra la bestia, logrando que se volteara a verlo. -¡Hey, feo!- lo reconoció, a esta criatura en particular no le gustaban las burlas y tenia muy mal carácter. -¡Eres tan lento que no alcanzarías ni a un caracol!- le saco la lengua, sudando apenas ante el gruñido que se ganó y sin notar la mirada sorprendida de la troll. -¡Intenta comerme, tonto!- hizo un gesto de burla, lanzándose a un lado justo cuando aquella cosa se abalanzó con intención de masticarlo. No le importaba correr en cuatro patas, lo hacía más rápido y ágil, aunque la bestia estaba furiosa y no dudo en seguirlo. No va muy lejos y cuando llega al punto perfecto, se detiene en seco, volteándose solo para ver al animar, orgullos ante la plata que se alza entre todos los arbustos y abre su gran boca solo para inclinarse, devorándose a la criatura apenas esta a su alcance. La planta vuelve a cerrar los ojos ahora que esta llena, desapareciendo entre toda la naturaleza. -¡Caíste, iluso!- suspira con alivio, colocándose en una posición más relajada pero sin levantarse aun, moviendo la cola con felicidad ligera de su idea hubiera funcionado.
-Eso fue morboso...- se sobresalta, notando entonces a la troll que salvo, quien mira con asombro justo el punto donde aquella planta había estado. -...pero super genial- hay una sonrisa afilada y algo aterradora en su rostro. Branch solo puede mirarla con ligero asombro, extrañamente encantado con estilo tan diferente a lo que esta acostumbrado, ahogando apenas un chillido cuando los ojos que parecen ser rojos se fijan en él y cayendo de sentón, sintiendo sus mejillas arder de vergüenza y nervios. Ella parpadea, luciendo confundida por unos segundos antes de que esa enorme sonrisa de antes vuelve a dibujarse en su rostro. -¡Eso fue totalmente loco, amigo!- camina con confianza, acercándose, y el sobreviviente se queda estático en su lugar, congelado. -Aunque yo lo habría derrotado con facilidad, debo decir que verlo ser devorado fue totalmente morboso- rio con cierta burla, mientras el menor solo puede notar entonces que a ella le falta un pedazo de su oreja, luciendo como si se lo hubieran arrancado de un mordisco y se muerde la lengua para no preguntar. -Eres bastante rápido para ser tan pequeño- ella se detiene frente suyo, luciendo alta y algo intimidante desde el punto de vista del menor, quien traga en seco cuando su expresión se vuelve pensativa. -Un momento...- Branch chilla cuando hay un repentino agarre en la parte de atrás de su chaleco, agitando la cola con pánico al ser alzado, acunando sus manos contra su pecho y encogiendo las piernas, bajando un poco más las orejas cuando se encontró cara a cara con ella, quien parece analizarlo más de cerca ahora. -...no eres un troll del rock- su nariz de movió, olfateándolo de manera tentativa.
-N-No, creo que no- no sabe a lo que se refiere.
-Eres un popero- gruño de repente, con los dientes apretados y el ceño fruncido, el menor temblando antes de poder detenerse. Su pequeño corazón se acelera con un ligero miedo. Ella hace una mueca, arrepentida de repente, porque ese niño no se parece en nada a todas las historias que a escuchado. -¿Qué rayos te paso para que te vieras así?- su tono aun es brusco pero su expresión es más suave ahora, aunque él no lo nota.
-¿Así?- parpadea y baja la vista, sintiendo una punzada de tristeza mientras mirada sus manos. Es gris y a pesar de que ella también lo es, tiene la sensación de que significa diferentes cosas para ambos. -...perdí mis colores- admite con vergüenza y pena, sin siquiera mirarla, sin querer ver el asco o lo que sea que pudiera encontrar. Quiere llorar y se esta esforzando por no hacerlo, no frente a ella.
-Oh...- hace parpadea, sintiendo la culpa invadirla de repente. -...soy una idiota- quiere golpearse pero en vez de eso, ajusta su agarre, acercándolo para abrazarlo con cierta torpeza. -Lo siento, lo siento- Branch se sorprende por el gesto, aferrándose a la ropa ajena, hundiendo su rostro en su hombro. -No era mi intención, lo siento- es un poco brusca al acariciar su espalda pero él no puede evitar disfrutarlo.
-Esta bien, no eres la primera- eso no parece ser lo correcto para decir porque de repente, ella lo esta sosteniendo por debajo de los brazos, alejado para poder mirarlo.
-¿Te han tratado mal por ser gris?- luce furiosa, con un brillo que grita "peligro" en sus ojos y el menor asiente antes de pensar, observando como su ceño se frunce un poco más, aunque esta vez no siente miedo por alguna razón. -Oh, esos hijos de...- murmura una serie de malas palabras que el otro anota mentalmente para usar en algún momento. -¿Cómo te llamas, chico?- parece decidida a lucir tan calmada como puede.
-Soy Branch- esta tan confundido de como están yendo las cosas. Solo había querido alejarse de los trolls odiosos de su pueblo y ahora, se sentía casi como un rehén entre las manos de una troll desconocida de dudosa procedencia. -¿Y tu?-
-Soy Barb, futura reina de los trolls del rock...- su sonrisa es grande, mostrando sus colmillos, luciendo orgullosa y decidida, mientras él parpadea con confusión ante lo que dice. -...y ahora mismo, te declaro como mío- lo vuelve a acercar para tenerlo en una posición más cómoda y se da media vuelta, empezando a caminar.
-¿Eh?- el menor parpadea, su pobre cerebro tardando unos minutos en darse cuenta de la realidad. -M-Mis cosas quedaron en el arbusto- ella es fuerte, muy fuerte, y cree que no podrá escapar de ella, así que cree que lo mejor que puede hacer es seguirle la corriente.
-No te preocupes, las buscaremos- y Branch suspira, dejándose llevar, sintiéndose extrañamente cómodo entre los brazos ajenos.
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