Espero que les guste~

Nota: Culpo totalmente a la imagen de Twitter que inspiro esto xD

Branch no puede negar que esta desesperado en este punto. Sus tontos hermanos están atrapados en esos cristales, con Floyd luciendo tan agotado que teme que pueda durar mucho más, y esos extraños gigantes luciendo completamente dispuestos a utilizar hasta la última gota de talento que puedan arrancar de ellos.

Esta enojado, resentido, los odia tanto por haberlo abandonado pero aun son sus hermanos y a pesar de todo, aun los quería y le dolía tanto la sola idea de perderlos que decidió arriesgarse.

-¡Espera!- grito, ignorando los intentos de Poppy para que volviera a su escondite y revelándose ante los extraños seres de cabello verde que ahora lo miran fijamente. Uno de ellos luce ansioso, como si no estuviera del todo seguro si quería estar allí o no, pero ella luce superior, con deseo puro en sus ojos, y se siente un poco intimidado, aunque no lo demuestra. -Te propongo un trato- es fácil no prestarle a tención a los gestos y gritos de sus hermanos, quienes le exigen que se vaya antes de terminara atrapado, pero no va a retroceder, no ahora. -Devuélvele el talento a Floyd y libera a mis hermanos...- su corazón se acelera por lo que esta por suceder, sintiéndose ansioso y nervioso, emociones que es bueno en ocultar. -...a cambio, me quedare- los gritos de sus hermanos aumentan de volumen, desesperados por detenerlo.

-¿Qué te hace tan especial que crees que los liberare solo por ti?- Velvet luce burlona, agitando ese cristal en el que esta Floyd, quien apenas se queja. Esta débil y sus piernas son transparentes a estas alturas, sus manos también, una clara señal de alerta que no queda mucho talento en su cuerpo. Detrás de ella, Veneer luce ansioso, retorciendo sus dedos con nerviosismo pero quieto en su lugar, obviamente sin estar dispuesto a intervenir, pero hay algo triste en sus ojos y de alguna manera, Branch tiene la sensación de que esta arrepentido.

-Soy el más joven de la familia, tengo mucha más energía y talento que cualquiera de ellos- señalo, ignorando por completo los gritos y ordenes que le decían que se callara, sintiendo una punzada de culpa ante el llanto que podía escuchar que viene de la ventilación en la que antes estaba escondido. Sus hermanos estaban enojado, podía verlos golpear las paredes de cristal que los mantenía prisioneros con fuerza, Poppy y Tiny debían de estar aterrados pero no iba a retroceder. Ya los había perdido una vez, no quería que eso volviera a suceder. -Además, siempre han dicho que mi voz es tan hermosa como la de un ángel- le daba ciertas nauseas decirlo en esas circunstancias, aunque pareció tener el efecto deseado.

-Quiero escucharte- hace un gesto, luciendo interesada, mirándolo fijamente y él abre la boca sin pensar, dispuesto a demostrarlo, lo que sea para salvar a su hermanos.

-The sky was the limit- puede ver los ojos de sus hermanos abriéndose con horror ante lo que esta cantando y Branch solo puede cerrar los ojos para no verlos. -Now, the stars where we're livin'- con esa canción, sentía que muchas cosas se habían arruinado, y ahora, será su final. Cree que hay cierta ironía en eso. -It's the vibe and we're in it- pone todo el sentimiento que puede, queriendo convencerla, esperando poder convencerla de que su voz vale más que las de ellos. -It'll blow your mind- solo entonces abre los ojos para ver su reacción y aprieta los puños con fuerza cuando nota el brillo en los grandes ojos que lo miran. Luce encantada y aunque era su intención, aun siente un escalofrió recorrer su espalda. -Te daré mi vida y hasta la última gota de mi talento...si los sueltas- es suplicante y no le gusta pero tiene que intentarlo.

-¡Branch, no!- Clay golpea el cristal con fuerza, sin detenerse incluso cuando le causa dolor. Su hermanito estaba dando la vida por las suyas y lo odia, porque ninguno de ellos se lo merecía.

-¡Ni se te ocurra!- John Dory golpea con el hombro la superficie, luchando por liberarse, por lo menos moverse pero nada sucede y eso lo desespera.

-¡Branch!- Bruce grita hasta que le duele la garganta, sabiendo que es inútil golpear su prisión, pero esta aterrado por lo que ve y no puede hacer nada para detenerlo. Floyd solo puede mirarlo, dejando que lagrimas silenciosas corrieran por sus mejillas, sin tener voz o fuerza para hacer nada más que sentir tristeza y frustración.

-Bien- Velvet se endereza, orgullosa y notablemente emocionada. -¡Crimp, devuélvele su talento!- le tira el cristal a una pequeño ser peludo y con anteojos que se apresura a atraparlo, asintiendo rapidamente, luciendo ansiosa y con las manos temblorosas mientras obedece. Una brillo rodea a Floyd, quien suspira de alivio cuando el entumecimiento en su cuerpo se desvanece y puede parase sobre sus propios pies, solo para tropezar y caer cuando su cárcel es abierta.

-¡Floyd!- el siguiente en ser liberado es JD, quien es rápido en correr hacia su hermano menor para revisarlo, ayudándolo a sentarse lentamente y con mucho cuidado. Esta aliviado de que su cuerpo volviera a la normalidad pero ahora, tienen otra preocupación.

-Bitty B...- Bruce sale, mirando al menor con tristeza, quien baja las orejas.

-Baby Branch...- Clay quiere acercarse, quizás abrazarlo una última vez, pero no se atreve.

Branch se despide con un ligero además de mano, sonriendo con tristeza y resignación, volviendo su atención a la gran mano que sostiene un cristal abierto justo frente suyo.

-Entra- es una orden y ella luce impaciente. Así que él respira profundo, para armarse de valor, y avanza, sintiendo las miradas fijas en su nuca mientras se adentra al cristal, sellando su destino cuando se cierras tras suyo.

A tenido mucho suerte en sus aventuras. Ser casi devorado, solo para ser apartado y puesto a salvo. Ser secuestrado, solo para convencerlos de que lo soltaran y lo ayudaran. Ser convertido en un troll del rock, solo para para ser devuelto a la normalidad al poco tiempo. No sabe que sucederá pero tiene la sensación de que no tendrá tanta suerte esta vez.

Branch no había esperado que doliera. Se siente como si estuvieran removiendo algo desde su interior, desgarrándolo pero sin romperlo del todo, una sensación casi constante por la manera en la que ella sigue presionando el botón tan seguido. Tiene segundos para recuperar el aliento que siente que no le llega del todo y termina por apretar los dientes, apoyándose contra el frio cristal y dejándose caer lentamente, sin poder mantenerse de pie por más tiempo. El color de sus pies ya desapareció, dejándolos trasparentes y cristalinos para la ironía de la situación, algo que solo gana más terreno con cada gramo de talento que pierde.

El vacío en su pecho le recuerda a sus años de ser gris, aunque ahora es más abrumador, sintiendo como presionaba su pecho de alguna manera y hacia que respirar fuera más difícil pero ya no se molesta. Siente como su vida se le escurre entre los dedos y ni siquiera tiene fuerzas para luchar, así que simplemente cierra los ojos y espera.

No sabe si es su imaginación o solo su cerebro queriendo darle esperanzas falsas pero cree escuchar las voces de sus hermanos a lo lejos, acercándose.