Salvaje #6

Espero que les guste~

Creek paso la mayor parte del día ordenando su pobre casa. Tuvo que limpiar todo, incluyendo su habitación y el baño, aunque sin duda en lo que tardo más fue en la cocina y la sala, teniendo que juntar todo el relleno tirado, además de colocar el sillón en su posición correcta, y barrer con mucho cuidado los platos rotos, vasos incluidos para su mala fortuna. También tuvo que lavar todas las sabanas que el troll salvaje había usado para su nido, dejándolas colgadas para que se secaran y doblándolas apenas pudo para guardarlas. Hasta tuvo que salir a conseguir con que rellenar su pobre cocina vacía. Se sentía cansado pero aliviado cuando al final, un poco triste por las cosas rostas que nunca iba a recuperar, aunque no demasiado sentido por eso.

Se llevo una enorme sorpresa ante el intruso que encontró en su casa una vez más.

-¡¿Cómo?!- Branch solo lo miro, sentando de manera tranquila en medio de su sala limpia, luciendo inocente pero el gurú no confiaba en esa expresión. Se le quedo mirando fijamente, levantando lenta la mirada y frunciendo el ceño al notar que una de sus ventanas estaba abierta. -Ah...yo no aprendo más- se paso una mano por el rostro con agotamiento. -¿Qué quieres ahora, destruye cosas?- entrecerró los ojos con sospecha, sin confiar en el sobreviviente en ese estado.

Como respuesta, el troll de tonos opacos se acostó por completo en el suelo, apoyando su barbilla sobre sus brazos cruzados y dejando caer su cola, con las orejas bajas por primera vez desde que se volvió salvaje, luciendo extrañamente decaído de repente. Soltó un suspiro mezclado con un sonido suave y angustiante, casi haciendo una especie de puchero.

-Oh...- Creek no pudo evitar ablandarse ante la imagen triste, rascándose la nuca antes de suspirar y acercarse, sentándose de piernas cruzadas, dudando una poco antes de pasar una mano suave por la espalda ajena. -Supongo que estas arto ya de ser así, ¿eh?- el menor hizo otro sonido, moviéndose para acurrucarse contra su costado. -Tienes tanta suerte de que me agrades o ya te habría pateado fuera de mi casa después de todo lo que hiciste- se siente como un loco hablando solo, sabiendo que no obtendrá ninguna respuesta clara, pero bueno, cree que ya a pasado ese punto a estas alturas. Acaricio la espalda ajena de manera distraída, cree que incluso en su estado salvaje, Branch ya debe estar cansado de sentirse confundido y no reconocer nada a su alrededor, queriendo encontrar de seguro donde esconderse hasta que todo volviera a tener sentido. Esta un poco sorprendido que eligiera su casa por encima del bunker, aunque si lo piensa bien tiene sentido porque allí deben estar sus hermanos, y termina por suspirar. -Venga, es hora de dormir- se levanto, resignado a dejar que el otro armara su nido una vez más, caminando hacia su habitación y sabiendo que el salvaje lo estaba siguiendo de cerca. Esperaba que pudieran tener suerte y el otro despertara con más sentido.

Duermen toda la noche y por alguna especie de milagro, tienen mucha suerte.

Branch se despertó, sintiéndose perdido y con la mente en blanco por unos segundos, observando su entorno con cierta confusión. Lo primero que supo es que no estaba en su bunker, lo había construido y conocía cada pequeño rincón, y que tampoco estaba en su cama. Se mueve para sentarse, gimiendo entre dientes ante la punzada en su cabeza, sintiendo que su mundo entero se balancea por unos segundos pero logra recuperarse con cierta concentración, examinando su entorno. Esta en un nido en el suelo, en la casa de Creek teniendo en cuenta que puede verlo dormir en su cama allí mismo, y siente confusión, no recordando como había llegado allí.

-¿Qué rayos paso?- se llevo una mano a la frente, como su eso pudiera calmar la molestia que sentía en su cabeza, abriendo los ojos con horror cuando los recuerdos vinieron a su mente de golpe. Sus mejillas arden, bajando las orejas mientras se cubre el rostro con las manos, ahogando un gemido entre sus almohadillas. -Oh, por el cabello de todos los trolls del mundo...- quiere golpear a sus hermanos, quienes no le habían hecho caso en el momento y también quiere quemar esa maldita planta, porque no es la primera vez que cae bajo los efectos de su polen. -...me voy, que lastima pero adiós...- se mueve lentamente, silencioso mientras avanza hacia la puerta, dispuesto a salir de allí y ocultarse por los siguientes años de su vida, volver a ser un ermitaño no sonaba nada mal en ese momento.

-¿A donde crees que vas?- se tenso, tieso en su lugar, agitando la cola con ansiedad y negándose a voltearse. Creek bufo, sentándose en su cama, obligándose a despertar y enarcando una ceja. La postura del sobreviviente ya no tenía nada de natural, luciendo tan tieso como una piedra, y no pudo evitar sonreír. -Supongo que volviste, ¿eh?- se cruzo de brazos. -Espero que sepas que me debes una grande después de todo lo que me hiciste pasar- eso pareció hacerlo reaccionar.

-¡Yo no...!- se levanto, volteándose para mirarlo con los ojos bien abiertos, cerrando la boca tan pronto como se dijo en la marca de mordida notable que el otro tenía en su hombro. Sintió la vergüenza invadirlo, ya planeando quemar a todas las malditas "Salvajeza" que pudiera encontrar.

-Destruiste mi casa y me trataste como juguete masticable- lo señalo.

-...lo siento...- la peor parte es que eso no se siente suficiente.

-No soy el único- levanto los dedos mientras se disponía a mencionar a los demás. -Mordiste a Viva y a Poppy, también a tus hermanos, a Cooper y Darnell...- quedo pensativo, disfrutando un poco de la mirada llena de horror y espanto que le otro tenía, palideciendo unos cuantos tonos de color. -...creo haber escuchado que también mordiste a tu amigo Synth- Branch se arrodillo lentamente, apoyando su frente contra el suelo, sin poder mirar al otro debido a la vergüenza y el horror que lo invadía. Se quedo en silencio por unos segundos y Creek no va a negar que estaba disfrutando de verlo sufrir después de los días que pasaron.

-¡Te lo compensare!- se levanto de repente una vez más, luciendo en pánico, con ansiedad notable por la manera en la que sus manos temblaban y su cola se agitaba. -¡Algún día!- corrió y antes de que el gurú siquiera pudiera quejarse, el otro abrió la ventana y se lanzo con un grito de guerra.

-¡Branch!- el gurú se lanzo, asomándose con preocupación. Pudo ver al sobreviviente estrellado contra una rama no muy lejos, desorientado y aun algo atontado al parecer, tambaleándose mientras luchaba por recuperarse, solo para alejarse a gran velocidad apenas pudo estar de pie. -Esta loco- bufo con cansancio, suspirando de alivio al ver que estaba bien o por lo menos, eso aparentaba. Decidió dejarlo huir por el momento, le daría algo de tiempo para recuperarse, pero eso no significaba que las cosas quedarían así. Él se iba a vengar.

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