Salvaje #3

Espero que les guste~

Nota: Tuve algunos problemas con el final pero pude terminarlo con un poco de ayuda xD

Creek estaba profundamente dormido, soñando con paz y tranquilidad, un repentino sonido haciendo que volviera a la conciencia de repente, sobresaltándose en su cama y abriendo los ojos de golpe. Se quedo un segundo así, quieto, y justo cuando decidió ignorar aquello para volver a dormir, escucho algo más. Parecía que había alguien en su vaina y sonaba que estaba revolcando su cocina.

Trago en seco, algo temeroso, pero aun así se levanto con mucho cuidado de su cómoda cama, encendiendo encendiendo las luces en su camino por si eso llegaba a espantar al quien sea que se atreviera a irrumpir en su pequeño hogar pero se detiene en seco cuando llega a la puerta de la cocina. Hay una figura allí, al parecer hurgando entre sus alacenas en busca de quien sabe que cosa, con ojos brillantes que resaltaban en la oscuridad y luciendo casi blancos de alguna manera, que se movieron para mirarlo fijamente. Se mordió la lengua con tanta fuerza que se lastimó pero así evitó gritar, aunque en su mente estaba gritando como loco.

-Por el saludo al sol...- un gruñido, profundo y amenazante que venia de lo que sea aquel ser en su cocina, fue lo que lo hizo reaccionar. Grita de la manera más aguda que puede y se da media vuelta para correr, dispuesto a salir por la puerta con la intención de huir lo más lejos posible pero sus dedos apenas rozan su objetivo antes de que algo rodeara sus tobillos y termina por caer con un chillido, bufando cuando su pecho choca contra el suelo, apenas poniendo las manos para no golpearse el rostro o el mentón. Tiene unos segundos apenas para intentar orientarse antes de ser arrastrado, luchando por encontrar algo de lo que agarrarse pero sin poder, cerrando los ojos con fuerza cuando es volteado, sintiendo la simple presencia de aquello que se eleva por encima suyo. Hay un resoplido cerca de su rostro que lo hace temblar, algo frio rozando su mejilla y un sonido ligero que interpreta como angustiado. Lo siente alejarse y solo entonces, se anima a abrir los ojos para ver que es aquella cosa que lo ataco.

Se lleva una gran sorpresa.

-¿Branch?- es fácil de reconocer. Su tono de piel esta opaco, con manchas de lo que esta seguro es algo de su comida en sus mejillas, con un raspón notable en la frente y los grandes ojos aun negros parpadeando hacia él. -¡¿Qué rayos te pasa?!- su voz se rompe un poco mientras se desinfla de alivio, sin sentir siquiera cautela ante el estado salvaje ajeno. -¡Casi me matas del susto!- su pobre corazón acelerado se calma lentamente, mientras el troll salvaje que llama su amigo solo parpadea y ladea la cabeza, como si no entendiera. -¿Cómo se supone que entraste?- hace una mueca porque si hace memoria, esta seguro de que dejo una de sus ventanas abiertas por accidente. -Tu...- se fija en el raspón en la frente ajena y siente una punzada de preocupación. Branch era resistente pero es no significaba que no podía salir herido. -...¿Qué te paso?- levanto la mano para rozar el raspón pero el salvaje retrocede, gruñendo con ligero dolor, y solo entonces se aleja, su cola agitandose tras de si.

Creek puede sentarse y por primera vez, ver su sala.

-Por todos los...¡¿Qué le hiciste a mi sala?!- los almohadones decorativos estaban destrozados, con el relleno esparcido por el piso como si los hubieran sacudido, con los pocos cuadros tirados y manchas de lo que espera que sea barro tanto en su piso como en parte de su pared, incluso su sillón esta volcado y se pregunta como es que no se despertó antes. -Eres un...- se voltea a ver a Branch, cerrando la boca al notar que esta sentado en una esquina, apenas notando entonces que el otro tiene raspones por todo el cuerpo y en ese momento, estaba lamiendo uno en el dorso de su mano. El gurú suspiro con cierto cansancio, sabiendo que aun es muy temprano, queriendo volver a dormir y fingir que nada de eso estaba sucediendo pero no podía dejarlo así. -Deja de lamerte, lo vas a empeorar- se levanta y los ojos negros una vez más lo miran, la punta de la cola ajena apenas moviéndose. -No me intimadas- bufo ante el gruñido que se gano al acercarse, estirando la mano y apenas evitar la mordida, logrando agarrarlo del chaleco. -Vamos- empezó a caminar hacia su baño, arrastrando al salvaje troll que se retorcía y gruñía.

Bañarlo es un maldito desafío, mucho más de lo usual.

-No me muerdas- frunció el ceño ante la boca que sostiene una de sus muñecas, solo ganándose un gruñido ahogado, y usa su mano libre para abrir la ducha, dejando caer un chorro de agua directamente sobre el troll que no tarda mucho en soltarlo para chillar. Creek sonríe con satisfacción, sin molestarse por la mirada fulminante y furiosa que se gana ante su acción. -Lamento decirte esto pero a estas alturas, ya no me intimidas- enarco una ceja y como para probar sus palabras, deja caer una gran cantidad de shampoo sobre la cabeza ajena. El salvaje chilla, arrugando un poco la nariz, teniendo que cerrar los ojos mientras el gurú se ocupa de flotar ese desastre de mechones oscuros. Deshace los nudos, quitando las ramas y hojas hasta lograr que quede un poco más decente, decidido a realizar toda una rutina de cuidado en cuanto el otro volviera a la normalidad. Cuando lo enjuaga con la ducha, ignorando una vez más los gruñidos ajenos, abre los ojos con sorpresa ante el agarre en su muñeca y con un firme tirón, es arrastrado a la bañera, chillando cuando se hunde en el agua. Tiene mucha suerte de que uso productos suaves, para que no ardieran los ojos. Se endereza en cuanto logra reaccionar, su cabello húmedo cayendo pesadamente encima suyo y cubriendo su vista por unos segundos. Usa sus manos para apartar los mechones, entrecerrando los ojos con ira apenas contenida ante la sonrisa orgullosa y burlona que puede notar en el rostro ajeno. -Ten en cuenta mis palabras...- hecha hacia atrás su cabello lo mejor que puede, incomodo ante la tela de la pijama ahora húmeda que se pega a su piel. -...te hare pagar muy caro por esto- la peor parte es que el salvaje al que llama su amigo solo bufa, pudiendo notar la cola de mechones oscuros que se asoma entre el agua y se agita con notable felicidad. -Muy caro- y se dispone que terminar con todo el proceso de una vez.

Al salir, el troll salvaje termina por sacudirse cual animal, mojando el baño y el gurú se resigna a tener que limpiar toda su casa, algo que hará en la mañana, después de recuperar algunas horas de sueño.

Vestirlo es otro drama, así que medio se resigna y logra ponerle un short que nunca hizo realmente, decidiendo que era lo mejor que iba a conseguir, sintiéndose demasiado cansado como para siquiera intentar colocarle un pijama o algo así de complicado. Aunque peinarlo parece adormilarlo hasta el punto de bostezar ampliamente, amenazando con cerrar los ojos en cualquier momento, y lo toma como una victoria. Le da la espalda en cuanto termina, aliviado de ponerse una pijama limpia y seca, teniendo que peinar su propio cabello, aliviado de sentirse un poco más presentable. Tiene marcas de dientes en su muñeca, marcas no muy profundas para su suerte, y termina por ocultarlas tras una venda.

-Bien, ahora solo debo...- se detiene en seco. Branch logro encontrar su armario de colchas y demás, sacándolas, logrando armarse un nido en una esquina de su habitación. Esta moviendo las telas con tranquilidad, acomodándose, levantando la vista al sentirse observado y ladeando la cabeza, luciendo curioso, parpadeando hacia el gurú. -¿Sabes qué? Haz lo que quieras- Creek decide dejarlo por esta vez, demasiado cansando como para quejarse. Es tarde y aunque no tiene muy en claro cuanto falta para la mañana, solo quiere dormir. Así que lo deja en paz en su nido, apagando todas las luces y acomodándose una vez más en su cama, durmiéndose casi de inmediato.

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