Problema #2

Espero que les guste~

Nota: Este me costo mucho más de lo que esperaba xD

Al llegar a su bunker, y en cuanto todos le dieron la espalda por un segundo, Branch básicamente se zambullo al baño y cerro la puerta con seguro, agradeciendo siempre tener una muda de pantalones disponibles allí para cualquier emergencia. Puede escuchar sus reclamos pero los ignora a favor de abrir la ducha y darse un baño.

Se sentía golpeado y sucio, su piel se sentía sensible y necesitaba con urgencia darse una ducha, quitarse la tierra y demás de encima antes de siquiera estar dispuesto a enfrentar a los trolls que invadan su hogar con preocupación.

Ahora, se sentía mucho mejor. El elástico de su pantalón limpio estaba algo estirado, una bendición teniendo en cuenta el doloroso moretón en su cadera, y su cabello estaba caído, aun húmedo y algo enredado, pero estaba limpio y con eso, estaba algo satisfecho.

-¡Branch!- no se sorprendió cuando John Dory tocó la puerta. -¡Sal de una vez!- el menor tarareo, envolviendo su cabello con su toalla, dispuesto a encargarse de eso después.

-¡Ya voy, ya voy!- bufo y se levantó con un gemido, avanzando muy lento hasta la puerta para abrirla, sin sorprenderse de ver a dos de sus hermanos allí. -Estoy bien, no sean exagerados- los empuja y aunque no es brusco, ellos obedecen, haciéndose a un lado para dejarlo pasar.

-Estas...sangrando- Floyd señaló con rostro pálido y lleno de preocupación, mientras Branch bajaba la vista, frunciendo apenas el ceño al darse cuenta de que era cierto.

-Rayos...- bufo con cierta frustración, cojeando hasta el sillón, dejándose caer con un suspiro de cansancio y alivio, logrando acomodarse lo mejor posible. No se sorprende mucho cuando Creek se acerca a él, sujetando su botiquín de primeros auxilios y aunque usualmente daría algo de pelea, quizás una pequeña discusión, esta agotado como para intentarlo. Así que simplemente dejo al otro encargarse de su herida, manteniendo un ojo atento a sus movimientos. Se quejo entre dientes ante el ardor del desinfectante y se quejo ante la venda apretada pero al fina, se sentía un poco más tranquilo.

-Muéstrame las manos- suspiro ante las palabras ajenas pero obedeció, mostrando sus palmas ligeramente raspadas e incluso se inclina para dejar ver su espalda, permitiendo que el gurú lo revisara en busca de más heridas. Lo peor era el corte, aunque tupo mucha suerte de que no necesitara puntos porque no tenía ánimos de cocerse a si mismo una vez más. -Bien, al menos, no era tan torpe- el sobreviviente le saca la lengua en gesto infantil, bufando entre dientes ante la sonrisa ajena. -Es hora de arreglar ese desastre que llamas cabello- saca un peine de su propio cabello y se mueve para parase tras el sillón, dejando el cepillo a un lado por el momento para pasar los dedos por el cabello azulado con tonos oscuros.

Branch simplemente lo deja, porque sabe que el gurú tiene una extraña necesidad por arreglar su cabello cada vez que lo ve demasiado despeinado, pero puede sentir la mirada de sus hermanos y no le sorprende mucho ver sus expresiones incomodas, obviamente sin poder comprender del todo la extraña amistad entre ellos. Todos los habían visto así, no era algo nuevo.

-Escuchen, sé perfectamente que esto es muy raro pero si les soy sincero, no tuve mucha opción- hizo un gesto. -Poppy le dio el perdón a Creek, el pueblo entero lo recibió con los brazos abiertos, así que no tuve ni voz ni voto en nada de esto...- ellos no parecen muy contentos con eso pero él decide no meterse mucho en ello. -Además...- extiende su mano, haciendo un gesto, y Creek termina por acercarse. Branch mueve su mano, casi acariciando muy ligeramente la mejilla ajena, solo para agarrar su oreja y dar un tirón, obligando al gurú a inclinarse hacía él. -...Creek sabe muy bien las consecuencias de siquiera pensar en traicionarnos otra vez...- su sonrisa es afilada y aterradora, logrando que un escalofrió recorriera la espalda de los presentes. -...¿no es así?- el de piel violeta hizo una mueca, luciendo aterrado pero muy quieto.

-Me arrancaras el cabello de raíz, mechón por mechón, y me darás de comer, vivo, a un animal salvaje del bosque- suspiro, sonando como si estuviera repitiendo algo que escucho muchas veces.

-Buen chico- con una sonrisa burlona, le dio una ligera caricia a la oreja violeta antes de soltarlo, divertido ante el ceño fruncido en el rostro ajeno. Lo escucho gruñir algo entre dientes pero volvió a lo que había estado haciendo, peinando los mechones oscuros, luciendo algo frustrado por los ligeros nudos que encuentra en su camino. -Dejen de mirarme así- rodo los ojos ante las miradas de sus hermanos, extrañamente satisfecho de verlos tan tensos y silenciosos. Era difícil tomarlos por sorpresa. -Mejor vayan a tomar una ducha y luego veremos que hacer, ¿quieren?- no parecían convencidos pero terminaron por asentir, alejándose, dejando al par solo.

-Estoy agotado- se permitió desplomarse en su sillón, parpadeando lento y pausado, dejando escapar un amplio y ruidoso bostezo. Su cuerpo estaba resentido por todo lo sucedió, la herida en su pierna ardía un poco por la desinfección reciente y el moretón en su cadera palpitaba. -Quiero dormir- Creek termino con su cabello, sin poder dejarlo en su usual posición por estar mojado, y se movió para sentarse a su lado, frunciendo el ceño apenas en señal de preocupación.

-¿Necesitas ayuda?- hizo un gesto ligero con la mano, luciendo divertido ante la expresión llena de vergüenza e incomodidad en el rostro del sobreviviente, sus orejas bajando un poco más de alguna manera.

-¿No le dirás nada a mis hermanos?- entrecerró los ojos con sospecha, ya sabiendo la respuesta pero queriendo asegurarse de cualquier manera.

-Por supuesto que no, me ofendes que siquiera lo pienses- se cruzo de brazos, serio mientras lo miraba. -Es nuestro secreto, no le diré a nadie- agarro uno de los almohadones del sillón, colocándolo en su regazo, mirando a Branch en una clara invitación. -Adelante- el de piel cian suspiro, moviéndose para recostarse de su lado no herido, con la cabeza en el regazo ajeno y la pierna herida extendida. Se acomodo y cerro los ojos, tarareando con gusto ante los dedos que no tardaron mucho en tocar su oreja, en una suave y ligera caricia que no tardo mucho en adormilarlo. Era un gesto que su abuela siempre había usado para ayudarlo para dormir, algo que el otro descubrió por puro accidente y se ofrecía a hacerlo de vez en cuando, un gesto que agradecía en silencio. -Estaré aquí por un tiempo- murmuro para si mismo con cierta diversión. Se le iban a acalambrar las piernas, estaba seguro de ello. Se permitió tararear para si mismo, no del todo sorprendido cuando escucho un ligero ronquido, sabiendo que le otro ya estaba durmiendo pero aun así, no se detuvo.

-¿Cómo?- algo la vista, notando que los hermanos ajenos los estaban mirando fijamente, obviamente asombrados al ver al menor durmiendo profundamente.

-Magia~- agito su mano libre, satisfecho de verlos fruncir el ceño. Podía oler los celos de lejos y se pregunto si el enojo que ellos le tenía podía ser por lago más que la traición.

-Bien- gruño Bruce, no luciendo muy feliz.

-Ahora, largo- John Dory uso su voz de líder, señalando hacia la puerta del bunker, queriendo tomar a su hermanos entre sus brazos para alejarlo del troll de piel violeta.

-Ah, me temo que no puedo...- alejo lentamente su mano de la oreja ajena y para la sorpresa de los presentes, Branch se quejo, luciendo molesto por la falta del toque. -...así que van a tener que soportar mi presencia un poco más- parecía extrañamente satisfecho mientras volvía a bajar la mano, tocando con dedos cuidadosos la oreja apenas caída, logrando que el menor se relajara una vez más.

Los celos emanaban de los cuatro hermanos que lo miraban fijamente y aunque tenía algo de miedo, porque sus expresiones asesinas eran aterradoras, no pudo evitar sentirse burlón y satisfecho, sabiendo que no iban a atacarlo con Branch aun durmiendo en su regazo.

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