Pesadilla

Espero que les guste~

Nota: ¡Al fin pude terminarlo!

Esta rodeado de rostros familiares y todos le están hablando, sus voces haciendo eco en el extraño lugar vacío en el que está, resonando y haciendo que fuera difícil escucharlos pero él no lo necesita, simplemente sabe lo que dicen. Están repitiendo los insultos y comentarios mordaces que a escuchado toda su vida.

-¿En serio pensabas que íbamos a ser una familia otra vez?- John Dory esta allí, cruzado de brazos, luciendo superior de alguna manera.

-Iluso- Bruce se cruza de brazos, luciendo burlón pero de una mala manera.

-No vamos a abandonar nuestra vida para volver aquí- Clay frunce el ceño, luciendo decepcionado.

-Lo siento tanto, Branch...- Floyd suena poco sincero, con una mueca fingida en su rostro. -...pero somos felices ahora. Lo entiendes, ¿no es así?-

Hay mucho más pero se esfuerza mucho por ignorarlos, cubriendo sus orejas en un intento de ya no escucharlos. Su corazón se estremece ante cada palabra, abriendo las grietas que tanto se había esforzado en ignorar y haciendo que se extendieran rapidamente. Quiere llorar porque duele escucharlos, incluso si muy en su interior se había imaginado algo así.

Sus hermanos se habían ido para encontrarse a si mismo y vivir sus propias aventuras, sin mirar atrás en ningún momento y dejándolo en el olvido, solo para buscándolo cuando uno de ellos estuvo en peligro, quedándose de seguro por algún sentimiento de culpa de seguro.

La gente del pueblo lo había llamado paranoico durante años, mirándolo de reojos y tratándolo como si fuera una especie de paria, solo aceptándolo una vez que recupero sus colores.

Poppy solo se hizo su amigo ella estaba decidida a llevarse bien con todos y sus amigos solo se acercaron por ella, lo aceptaron en su grupo solo porque ella lo arrastro con ellos y lo presento como su mejor amigo.

Se siente...como si nadie lo quisiera realmente.

-...no...- puede ver las puntas de sus dedos ya grises, su color desapareciendo lentamente pero de manera constante y siente que algo en su interior se rompe, al mismo tiempo que las lagrimas que había estado conteniendo empiezan a salir.

Ama sus colores, se había mirado las manos durante horas la primera vez que había tenido la oportunidad, y había disfrutado de poder volver a ser feliz pero ahora mismo, lo único que siente es impotencia y desesperación mientras el gris va ganando terreno rápidamente.

No cree que quiera vivir otra década gris, en serio que no, pero sin importar cuanto esfuerzo ponga, nada parece detener su pérdida de color y muy pronto, esta como antes. Completamente gris, con el cabello corto y negro, sintiéndose tan mal como en aquella época.

Es extraño sentirse tan vacío pero pesado a la vez, como si se pudiera hundir en el lago con facilidad y solo le queda cerrar los ojos, esperando que todo aquello terminará pronto y entonces, siente que esta cayendo al vacío.

Jadea ante la sensación de caída, abriendo los ojos, encontrando simplemente oscuridad. Toca de manera tentativa su alrededor, dejando escapar un suspiro tembloroso al reconocer que esta en su cama y dándose cuenta de que esta en su habitación, justo dentro del bunker, su lugar seguro.

-Solo...una pesadilla...- cierra los ojos con fuerza y se abraza a si mismo cuando entiende lo que sucedió pero incluso entones, tiene miedo. Recuerda ver sus colores desvanecerse, quitando los bonitos tonos de cian que lo hacían combinar con sus hermanos y dando paso al los colores oscuros que solo traían tristeza. Quiere verse a si mismo, asegurarse de que no fuera un troll gris nuevamente, pero tiene miedo y a pesar de que usualmente prefiere enfrentarlo con la cabeza en alto, esta vez no puede.

Ser gris seria volver a la soledad y la paranoia, a escuchar comentarios hirientes en su contra y ver las muecas en los rostro de los trolls a su alrededor, seria perder todo lo que se había esforzado tanto en ganar y volver al punto de partida. Seria estar hundido en un pozo depresivo del que no sabría si podría volver a salir.

Se acurruca, cerrando los ojos con fuerza, sus orejas agitándose cuando algo llama su atención. Hay una voz lejana que parecía estar llamándolo, ganando volumen, y pronto, podía sentir manos sobre sus hombros. Su mente está nublada por el miedo y la desesperación, así que se asusta y actúa por puro impulso.

-¡Branch!- no lo piensa siquiera, simplemente lanza un puñetazo ciego, dispuesto a luchar contra quien había logrado ingresar a su bunker, pero es deteniendo, manos firmes agarrando sus muñecas, sin lastimarlo, solo sosteniéndolo. -¡Branch, soy yo!- abre los ojos al instante, un hongo brillante iluminando su habitación y permitiéndole ver el rostro lleno de preocupación de uno de sus hermanos.

-Clay...- suspiro de alivio al reconocerlo, queriendo golpearse a si mismo por no recordarlo. Sus hermanos se estaban quedando en su bunker, utilizando al fin esas habitaciones que había construido especialmente para ellos. -...¿Qué haces aquí?-

-No podía dormir- responde casi al instante, moviendo sus manos para agarrar las ajenas, su ceño apenas fruncido con preocupación notable. -¿Estás bien?- le da un suave apretón

-Si, si, si, yo solo...- cierra la boca, sin saber como continuar. Aun una duda que carcome su mente y espera que su hermano pueda ayudarlo. -Clay...- suena un poco desesperado, aferrándose a las manos ajenas y esperando que el otro no lo soltara pronto, mirándolo a los ojos. -¿Soy...gris otra vez?- pregunta con duda y temor, sintiendo sus manos temblar.

-¿Otra vez?- Clay esta preocupado ante eso pero decide archivarlo para más tarde, concentrándose en el momento. -No, no eres gris- aseguro pero incluso entonces, Branch no esta del todo convencido. No quiere bajar la vista, temeroso de encontrarse con piel gris, temiendo lo que eso podría significar. -Branch...- hay una mano acunando su mejilla y pronto, sus ojos se encuentran con los ajenos. El mayor tiene al suave y triste en su mirada, con una ligera sonrisa amigable. -...confía en mi y mira- es amable y el menor decide que confiara en su hermano. Baja muy lentamente la vista, tembloroso y temeroso al mismo tiempo, mirando sus manos unidas y dejando escapar un ligero jadeo. Sus colores están algo opacos debido a su estado de angustia y miedo pero aun están allí presentes, sin rastros del tono grisáceo con el que vivió durante más de una década.

-...no soy gris...- y hay nuevas lagrimas saliendo de sus ojos pero esta vez, son de puro alivio. -...no soy gris...- se siente como un niño cuando solloza y hay una punzada de vergüenza al recordar que su hermano esta allí pero él no lo critica, simplemente se mueve para abrazarlo con fuerza, y el menor no puede evitar aferrarse a su ropa, hundiendo su rostro en su hombro. -...no soy gris...- 

-No lo eres- asegura, pasando sus manos por el cabello ajeno en una suave y amable caricia, decidido a dejar todas sus preguntas para más tarde.

-Lo siento, yo...- se separa a regañadientes, sintiéndose tan avergonzado que sus mejillas arden, sin poder ver a los ojos de su hermano. -...solo fue una pesadilla- se siente agotado y tiene tantas ganas de volver a dormir, aunque sabe que eso no sucederá. No siempre puede dormir luego de un mal sueño y lo odia pero no hay mucho que pueda hacer contra eso.

-Una muy mala- Clay juega con sus dedos, pensativo. Después de todo, en realidad no quiere irse, pero puede notar la expresión agotada del menor y se siente indeciso, hasta que una idea se le viene a la mente. -Ven aquí- hace un gesto pero Branch se le queda mirando, sin entender, y el mayor termina por bufar con diversión, acortando la distancia entre ambos para rodearlo con sus brazos y levantarlo, el menor ahogando apenas un chillido mientras el otro empieza a caminar. Esta un poco sorprendido de que su hermano pudiera alzarlo con tanta facilidad y aunque hay una parte de él que odia ser tratado como un bebé, en ese momento quiere disfrutar del simple gesto. Así que se acurruca contra su hombro, tarareando de manera distraída, sin prestar real atención a donde lo está llevando. Esta dormitando cuando es depositado en una superficie blanda, un nido en vez de una cama por lo que puede notar de manera distraída, cerrando los ojos cuando siente que hay brazos que lo rodean. Su rostro esta aplastado contra el pecho de su hermano, envuelto en su calidez, escuchando su suave palpitar y el tarareo ligero que empieza a cantar, manos amables acariciando su nuca. Es difícil no quedarse dormido. 

En algún momento de la noche, los demás se unen, y cuando Branch se despierta, esta medio aplastado entre todos sus hermanos, sintiéndose confundido pero extrañamente reconfortado de tenerlos allí después de tanto.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top