Espero que les guste~

Nota: Mi primera intención era hacer algo feliz, donde se abrasen y se consuelen, pero mi lado dramático tomo el control y aquí esta el resultado :3

Nota-2: Muy bien, la cosa esta así...me quede sin ideas para la siguiente parte de "Cooper y Branch", lo siento, pero hasta mi borrador se elimino y nada de lo que intente escribir me termino de gustar. Así que lo dejare a parte, si algún día algo se me ocurre lo escribiré, pero de momento, tenía esta petición pendiente que termine desde hace rato y al fin podre publicar

Petición de: orianamuoz746

Es difícil no notar que Branch cambia constantemente de color.

En general se mantiene en un tono neutro, no demasiado brillante y tampoco muy opaco, pero parece ir cambiando dependiendo mucho de su estado de animo y de lo que estuviera haciendo. Si se enojaba lo suficiente, el tono se volvía intenso, y si algo lo ponía triste, se volvía opaco, a veces llegando a rozar a ser gris en ciertos momentos. Cuando dormía, especialmente cuando estaba acurrucado contra aquel troll funk llamado Cooper o en el regazo de Creek después de que este diera su "toque mágico" del que todos ellos se morían de curiosidad por saber, su tono se volvía más suave, casi un color pastel. Cuando lograba estar muy feliz, su color se aclaraba y brillaba, casi rozando el tono que tenía cuando era bebé.

Era un poco extraño pero muy llamativo la manera en la que su tono cambiaba y sinceramente, despertaba la curiosidad en los hermanos que no se atrevía a preguntarle directamente, algo temerosos de enojarlo.

Habían discutido un par de veces hasta el momento y maldición, Branch tenía la habilidad de hacerte sentir como una basura con una simple mirada.

Preguntaron a los amigos de Branch pero ellos lucían incomodos, diciendo que no era su lugar de hablar de ese tema en especifico antes de alejarse lo más pronto posible, huyendo antes de que ellos pudieran insistir un poco más y dejándolos con la duda carcomiendo sus mentes.

No les quedo otra que preguntarle directamente a Branch, ansiosos y algo dudosos pero queriendo obtener una respuesta.

-¿Eh?- pareció confundido por unos segundos mirándolos con curiosidad, algo ansioso por sus muecas de preocupación. -Oh...- miro sus manos, analizando su color, dándose cuenta de un detalle. -...oh...- abrió los ojos con realización. -...ustedes no lo saben- hizo una mueca ligera. -A veces lo olvido, todos aquí lo saben...- bufo con ligera burla. -...gracias a los trolls chismosos de esta villa- agrego con un gruñido, luciendo casi como si estuviera haciendo un puchero.

-¿Saber qué?- lo miran con curiosidad, ansiosos por obtener respuestas.

-Fui gris- soltó, algo divertido por la manera en la que las expresiones ajenas cambiaron. Lucían horrorizado y Branch no pudo mentir que sintió una punzada de satisfacción antes eso. Hizo un gesto, caminando por al lado de ellos, sin tardar mucho en escuchar como lo seguía con algo de pánico.

-¡¿Fuiste gris?!- Clay se adelantó, colocándose en frente para que no pudiera seguir avanzando, sus manos flotando y temblando, como si no supiera si podía tocarlo. Se veía pálido, con los ojos tristes y desesperados analizando al menor, casi como si estuviera buscando partes de piel gris y cabello negro.

-Si, pensé que las orejas caídas les habían dado una pista- señaló y los esquivo para sentarse en el sillón, sintiéndose algo acorralado cuando sus hermanos se agruparon frente a él.

-Pero...no lo entiendo...- Floyd parecía estar luchando por digerir la información, al borde de las lágrimas, haciendo grandes gestos porque sentía que no podía quedarse quieto. El sentimiento de culpa crecía en su pecho y amenazaba con ahogarlo. -...fui gris y no...- eso fue algo que había confesado no hace mucho y aun así, los hermanos mayores hicieron una mueca, dándose cuenta con un sobresalto lo mal que estaban las cosas.

-¿Cuanto tiempo fuiste gris?- enarco una ceja, un poco frustrado a estas alturas por alguna razón. No entiende la repentina preocupación de ellos.

-Más de un año- fue rápido en responder.

-Te gane- hay una diversión casi morbosa en el mientras levanta la mano para señalarse a si mismo. -20 años- sus expresiones se desmoronaron. -Oh vamos, ¿en serio pensaron que mi vida fueron pastelillos y arcoíris? Ilusos- bufo con cierta burla, notando como se estremecían.

-Pensamos que estarías bien...- Bruce se retuerce los dedos, luchando contra el nudo en su garganta. No puede negar que había intentado olvidar a su familia, cambiando su nombre, esperando poder dejar aquello atrás y no volver a enfrentarlos, a ninguno. -...tenias a la abuela...- se había consolado con eso pensamiento tantas veces en el pasado y tenía muchas ganas de golpearse.

-Murió cuando tenía 5, un berteno se la comió- casi escupió esas palabras, pudiendo ver como su hermano de cabello violeta retrocedía un paso ante eso, luciendo como si lo hubieran golpeado.

-¿No tenias a nadie después de que ella...?- JD se atrevió a preguntar, con una torpe y algo esperanzada sonrisa.

-Por supuesto que no, nadie aquí quería a un troll gris y en luto- rodó los ojos con un ligero gruñido, nunca perdonaría del todo al pueblo por eso, estaba seguro.

-Bitty B...- lucia dolidos y devastados, culpables y arrepentidos pero Branch levanto la mano, impidiendo que se acercaran.

-Entiendo porque se fueron, necesitaban un viaje de auto descubrimiento e individualidad o lo que sea...- había intentado entenderlos y aunque sabía las razones tras su partida, no había hecho mucho para aplacar su ira. -...pero tengan en cuanta que hay consecuencias por sus acciones y en algún momento, deben enfrentarlas- los miro con cierta frialdad. No puede negar que había mucho sentimiento acumulado y que se sentía como si pudiera explotar en ese momento. -Bitty B murió el día en que ustedes se fueron- estaba harto de ese tonto apodo que ellos se negaban a dejar atrás.

-Eso no es justo- JD se sentía muy mal. Sabía que había cometido errores, sus sueños y la culpa que lo carcomía se lo recordaban a diario, pero ahora, enfrentando el dolor y la ira de su hermanito, se sentía peor.

-¿Justo? ¿Justo?- sus manos temblaban, resistiendo la necesidad de golpearlos. -Mi vida no fue justa- gruñó con los dientes apretados mirándolos con ira. -No es mi culpa que nuestros padres decidieran tener tantos hijos...- no los conoció, apenas y había visto una foto de ellos en el pasado, pero aunque sonora frío, no le importaba. -...no es mi culpa que la idea de la perfección se te hubiera metido en la cabeza...- miro a JD, quien tuvo la decencia de hacer una mueca. -...no es mi culpa que hayas sido un maldito mujeriego...- Bruce lucia como si lo hubieran golpeado en la cara. -...no es mi culpa que no te tomaras nada en serio hasta el punto de ser considerado un chiste...- Clay desvío la vista, dolido, aunque sin poder negar eso. -...no es mi culpa que fueran un llorón...- Floyd sollozo en silencio, luchando por detenerse pero sin lograrlo. -...no es mi culpa que ninguno de ustedes fuera lo suficientemente valiente como para enfrentar a este tonto...- señaló al antiguo líder de su grupo, quien se encogió en su lugar. -Nada de lo que sucedió fue mi culpa pero yo pague las consecuencias de todo- hay tantos sentimientos mezclados en su interior y quiere llorar pero no lo hará. -Fui apartado, empujado, aislado, criticado y odiado durante toda mi vida. Me crie solo, bajo tierra, aprendí a golpes todo lo que necesitaba saber para seguir adelante y solo lo hice para demostrar que todos a mi alrededor que estaban equivocados- los miro fijamente, algo satisfecho ante sus expresiones de culpa y arrepentimiento. -La única razón por la que los deje volver a mi vida fue porque me convencieron...- su mirada se volvió más suave. Se sentía vacío y algo triste, su color volviéndose opaco, pero también se sentía un poco aliviado. -...y porque, a diferencia de ustedes, yo nos los olvide...- quiere llorar por alguna razón y usa toda su fuerza para evitarlo. -...y los extrañe- su esperanza nunca había muerto realmente pero había sido pisoteada en el momento en el que JD le dijo "necesito tu ayuda" en su primer encuentro. Ninguno había vuelto por él y eso, dolía en lo más profundo de su corazón.

Sus labios tiemblan y les da la espalda, sin esperar ningún tipo de respuesta e hizo lo mejor que se le ocurrió, se alejo de ellos, porque todo se sentía demasiado crudo y sensible, necesitaba algo de tiempo para respirar profundo y relajarse.

Ignoro el llanto de ellos y sus débiles llamadas, decidido a recomponerse antes de tener que enfrentarlos y escuchar lo que tuvieran que decirle.