Modelaje #6
Espero que les guste~
Nota: Aun me faltan las tribus más pequeñas, esas que no tenían cuerdas :3
Nota-2: ¡Aleluya por tantos capítulos largos y seguidos!
Branch estaba aferrado a su taza de café, disfrutando de una dosis diaria de cafeína muy necesaria, cuando vio a alguien familiar entrando a la habitación.
-Hola, Trollzart- llamo al troll clásico, quien parpadeo hacia él antes de acercarse.
-Branch, querido...- sonrío él, luciendo encantado de verlo, quizás hasta un poco más brillante que la última vez que el troll del pop lo vio. -...no esperaba verte aquí-
-Soy el modelo- se encogió de hombros con cierta timidez.
-Oh, eso suena encantador...- aplaudió suavemente pero feliz de una manera notable, agitando apenas sus cortas piernas con emoción ligera. -...estoy muy emocionado por ver que prepararon para esto-
-La verdad es que yo también- se rasco ligeramente la nuca. -No me dejaron ver nada desde que llegue- bufo con un puchero, mientras el director ocultaba su risa tras sus manos, al parecer divertido por su expresión. Se hacen compañía, con Branch compartiendo algo de los que fueron sus últimos días desde que había llegado y Trollzart compartiendo historias sobre sus presentaciones, hasta que los llaman. Las gemelas no dudan en arrastrarlo y empujarlo, casi tarándole la ropa a la cara, luciendo extrañamente emocionadas y muy apuradas. -Oh...- Branch se admira al terminar, sonriendo antes de poder evitarlo. -...esto me gusta- no puede negar que esta encantado. Parece un traje, el primer pantalón que logra usar desde que toda esa cosa de las fotos empezó pero con una falda larga y que solo ocupa la parte trasera, larga hasta rozar el suelo, junto a una remera blanca sin mangas bajo el saco que solo tiene un botón que lo une a la altura de su cintura. Todo es negro pero tiene detalles en dorado brillante, como los bordes y pequeños espirales a lo largo de la tela. Su cabello esta peinado, pulcro, atado en una coleta baja y con algo de fijados en la cabeza para mantener los mechones bajo control. Tiene maquillaje ligero, porque esas dos se niegan a dejar su cara limpia, con brillos en tono dorado en parpados y las esquinas de sus ojos, un poco esparcido por sus mejillas. -¿Cómo luce?- se acerco al director, colocando sus manos en su cintura, esperando.
-Oh, querido, eso se ve encantador- Trollzart luce asombrado, acercarse, revoloteando a su alrededor solo para poder apreciar cada pequeño detalle. -Es tan hermoso y elegante al mismo tiempo- sonríe tan grande como puede con sus regordetas mejillas. -Ustedes son impresionantes- hace una elegante reverencia ante las gemelas, quienes sonríen enormemente ante eso, chillando con emoción entre ellas.
Branch sostiene correctamente el violín que le entregaron, luciendo concentrado en colocarse en la posición correcta, mientras Trollzart vuela no muy lejos de él y levanta su batuta, como si estuviera a punto de dirigirlo, gentil y siempre con una sonrisa en su rostro.
Le gusta como se ve, siempre le habían gustado los instrumentos de los clásicos, y le pide lecciones de violín al director, quien no duda en aceptar con entusiasmo puro.
... ... ... ...
-¡Delta!- Branch esta emocionado de una manera casi infantil al verla, acercándose con cierto apuro, sin importarle tropezar un poco. -¡Es tan bueno verte!- duda por un segundo pero ella le sonríe, llena de cariño, y abre los brazos en un claro gesto que no duda en aceptar, parándose de puntas para poder abrazarla correctamente.
-Oh cariño, que bonito que te vez- Delta arrulla con puro cariño, acariciando suavemente la nuca ajena, permitiéndose dejar un suave y ligero beso en su frente. -Tan brillante, apuesto que estas muy feliz- medio lo alza y él ahoga su risa en su hombro, aferrándose a su ropa por unos segundos, mostrándole una gran sonrisa cuando se separan.
-Me voy a ver como uno de los tuyos hoy- da pequeños saltos en su lugar, sin importarle que se viera como un niño, porque no había nadie más a su alrededor para verlo.
-Siempre eres uno de los míos- ella lo vuelve a abrazar con fuerza y aunque es suficientemente fuerte como para quejarse, él solo ríe, emocionado y casi saltando cuando los llaman a ambos. Branch les arrebata a las gemelas la ropa, adentrándose con mucho animo para cambiarse lo más pronto posible, saliendo con el pecho hinchado de orgullo y una gran sonrisa en su rostro. Tiene pantalones marrones, con las piernas algo anchas y flecos algo cortos a los lados, con un cinturón de hebilla grande y con la forma de un par de cuernos, con un chaleco de un tono marrón mucho más claro y una pañoleta roja rodeando su cuello, además de unos guantes marrón oscuro en ambas manos. Por primera vez, su cabello no esta atado, mayormente oculto bajo un gorro vaquero grande pero con un par de mechones colgando en su frente. Tiene un pequeño piercing a presión en una de sus orejas, plateado, casi como una especie de adorno.
-No- levanta las manos, alejándose de las gemelas que intentan acercarse con brochas en mano, en una clara intención de maquillarlo como en las demás sesiones. -Soy un vaquero ahora, no necesito maquillaje- ellas hacen un puchero, dolidas y escandalizadas pero él no se deja engañar y retrocede, casi huyendo para esconderse tras Delta, quien ríe a carcajadas ante la escena.
Branch se para en lo alto de algunos cuadros de paja, triunfante y emocionado de poder ser alto por una vez en la vida, con las manos en la cintura, mientras Delta esta apoyada contra el costado del mismo, con una sonrisa burlona y cariñosa en su rostros.
Se siente como una foto familiar y ambos en realidad piden una copia sin pensar.
... ... ... ...
-¡Ya llego por quien lloraban!- la puerta se abre de golpe, lo más seguro que con una patada muy certera, resonando y asustando a todos allí presentes. el pobre fotógrafo lucha por agarrar su cama antes de que toque el suelo, mientras Chenille se aferra al vestido aun a medio guardar y Satín se le cae algo del maquillaje que había estado preparando.
-Hola, Barb- Branch no puede evitar sonreír hacia ella, burlón y superior por no haber sido tomado por sorpresa, disfrutando de la ligera mueca de frustración que ella muestra. La había escuchado reír entre dientes antes de abrir la puerta, su audición sensible siendo una gran ventaja.
-Algún día te agarre desprevenido, popero- se cruzo de brazos, luciendo un poco más arreglada de lo usual, aunque aun conservando ese aire rockero y rebelde, mientras él solo podía esperar combinar un poco con ella. -Es mi nuevo objetivo- se le acerco, señalándolo de manera casi acusadora.
-Mejor que conquistar a todas las tribus- su sonrisa se agrando ante el ceño fruncido ajeno, disfrutando de poder molestarla un poco.
-Touché- se encogió de hombros, sonriendo con tranquilidad a pesar del comentario, sin sentirse realmente tocada. -Te vez más iluminado y popero de lo usual- hizo un gesto, sin malas intenciones en sus palabras, luciendo casi asombrada mientras lo miraba.
-Estoy feliz, más de lo usual...- se siente un poco avergonzado pero al mismo tiempo, encantado. Es la primera vez que su color cian, concreto y brillante, se mantiene por tantos días consecutivos. Se siente casi como una especie de logro y adora verse al espejo cada vez que puede, disfrutando de su tono. -...solo espero que esto no cause problemas hoy- extendió su mano frente suyo, comparando su color con el ajeno y haciendo una ligera mueca ante la enorme diferencia.
-Ni pienses en eso- Barb agarro la muñeca ajena, luciendo seria. -Te veras como todo un troll del rock, sin importar nada más- parecía segura y él se limite a sonreírle con cierto nerviosismo, aunque ni eso ayudo a opacar su color. Se siente un poco ansioso cuando las gemelas lo llaman, dudoso, pero obedece sin más.
-Esto...no esta tan mal como había esperado- una vez más, tiene un vestido puesto, sin mangas y mayormente en negro, con dibujos de calavera en blanco esparcidos por toda la superficie, los bordes luciendo rotos y algo desgarrados. Tiene medias de red, con pulseras anchas en ambas muñecas que tiene picos plateados y piercing decorando una de sus orejas casi por completo, junto a una gargantilla con picos rodeando su cuello. Por primera vez, tiene maquillaje por todo el cuerpo, un tono grisáceo opacando un poco su piel cian brillante y luciendo un poco más acorde para la situación pero algo ojeroso por los tonos negros que rodean sus ojos y pintan sus parpados, aunque su cabello, despeinado y caído al estilo rock, aun es notablemente azulado, porque se negó al tinte que solo lo llenaba de picazón en el cuero cabelludo. -¿Tengo el cello de aprobación de la reina?- se le acerco con una sonrisa ansiosa, haciendo un gesto.
-Totalmente- ella no dudo en sonreírle, luciendo encantada de solo verlo. -Te vendrían bien algunos tatuajes para la próxima- agrego con expresión pensativa.
-Mi piel me pica con tanto maquillaje...- hace un gesto al tono grisáceo que lo cubre casi por completo. -...pero la próxima vez que te visite, puedo permitir algunos tatuajes temporales a tu elección- la sonrisa que recibe es casi depredadora y afilada pero ya no puede retroceder.
Branch lucha por no reírse a carcajadas entre las tomas, apenas pudiendo sostener la guitarra que había empujado a sus manos, observando a Barb, cuya sonrisa luce enloquecida y salvaje mientras esta en proceso de destruir una guitarra que había traído personalmente.
Es una foto loca y extraña pero él simplemente la adora.
... ... ... ...
-¡Branch!- el mencionado apenas tiene un segundo para parpadear antes de ser tacleado, brazos fuertes rodeándolo y apretando con tanta fuerza que le quita el aire, alzado de repente. -¡Estoy tan feliz de verte!- le muestra una gran sonrisa en cuanto lo suelta, tomando sus manos al verlo tropezar un poco, luciendo como si estuviera recuperando el aliento.
-También...es bueno verte, Poppy- le sonríe, divertido con su entusiasmo, abriendo los brazos para aceptar el segundo abrazo de buena gana y riendo entre dientes al escucharla reír contra su hombro. La reina siempre se entusiasma cuando él acepta un abrazo, algo que no parece cambiar. Se separa pero antes de poder decir algo, hay un segundo cuerpo chocando contra el costado del sobreviviente, quien tropieza.
-¡Yo también estoy aquí!- Viva lo rodea con sus brazos para evitar la caída, su sonrisa tan grande y brillante como la de su hermana menor, él sintiéndose algo enceguecido. A veces sentía que debía usar anteojos de sol estando con ellas dos, en especial si estaban juntas.
-También es bueno verte, Viva- le da una ligera palmada, sin poder abrazarla correctamente. Ambas hablaban con mucho entusiasmo, demasiado rápidas y juntas como para poder seguirlas o entenderlas pero no le importa, esta contento de tenerlas allí. Se queda con ellas hasta que lo llaman y ellas le saludan con mucho entusiasmo, anunciando a gritos que lo esperarían, algo que lo hace reír. Se apresura un poco a cambiarse, solo para poder volver con ambas lo más pronto posible.
-Estoy seriamente ofendido en este punto- lo dice en broma, algo que las gemelas saben porque lo están mirando con una sonrisa burlona, esperando su queja. -¿No debería usar pantalones estando con la reina y su hermana?- hace un gesto exagerado, haciendo un puchero hacia las gemelas, sus orejas sacudiéndose apenas mientras escuchaba a las hermanas reír con diversión. Su vestido es corto, el pecho pegado y sin mangas, mientras la falda es suelta y algo inflada, de tonos celestes que combinan muy bien con la ropa de Poppy, luciendo estrellas plateadas en los bordes y pequeños detalles en tonos verdes claro. Su cabello esta trenzado, lleno de flores de tonos azules. -Ya que- hace un gesto de resignación fingida, caminando hacia el par que prácticamente da pequeños saltos en sus lugares.
-¡Te vez fantástico!- chillaron, él sonriendo suavemente ante sus reacciones, aunque la reina se detuvo de repente y se le quedo mirando con expresión pensativa.
-Un segundo...- Poppy lo analizo con la mirada y Branch se quedo muy quieto en su lugar, tieso y tenso, sin saber que podría salir de la boca ajena, confundido cuando ella su pecho con uno de sus dedos. -...tienes más pecho que yo- se endereza con un puchero, mirando su propio pecho, mientras él solo puede parpadear por un segundo.
-Oh cielos, tienes razón- Viva no tarda mucho en notarlo también, asombrada. -¿Cómo es esto posible?- están mirando sus pechos y luego de él, comparándolos, luciendo sorprendidas. Branch solo se encogió, decidió a ignorar que tenía más pecho que ellas, sin querer pensar mucho en ello por el momento.
Deciden hacer una torre de tres. Branch lleva las manos a su cintura con sonrisa orgullosa, sin necesidad de hacer realmente equilibrio al estar en la parte superior, con Poppy de su lado derecho luciendo una gran sonrisa de emoción y Viva a la izquierda, con una sonrisa muy parecida en su rostro, ambas tirando serpentinas y brillantina con sus manos libres.
Aun se pregunta en donde guardaron eso.
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